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REAL ZARAGOZA 2023/24

PRETEMPORADA 2023/24 7º AMISTOSO (3.6.2023)

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Gimnàstic de Tarragona, S.A.D. :: La Futbolteca. Enciclopedia del Fútbol  Español NASTIC TARRAGONA 1-0 REAL ZARAGOZA  Real Zaragoza SAD

Ficha técnica

Nàstic de Tarragona: Parra; Alex Tirlea (Domingo, min. 54), Nacho González (Gorostidi, min. 65), Trigueros, Joan Oriol (Quirós, min. 81); Jardi, Martínez (Óscar Sanz, min. 54), Pablo Fernández (Pochettino, min 65), Montalvo (Santamaría, min. 65), Marc Fernández (Marc Álvarez, min 54); David Concha (Mario Rodríguez, min 65).

Real Zaragoza: Poussin (Rebollo, min. 46); Fran Gámez, Lluis López, Francés (Toni Moya, min. 64), Juan Sebastián (Marcos Luna, min 81); Grau (Marc Aguado, min. 77), Vaquero, Liso (Mollejo, min. 64), Cortés; Azón (Maikel Mesa, min. 64) y Pau Sans (Sergi Enrich, min. 46).

Gol: 1-0, min. 36, Pablo Fernández.

Árbitro: Gonzalo Romero Freixas. Amonestó al local Marc Fernández (min. 25) y al visitante Fran Gámez (min. 73).

Incidencias: partido jugado en el Nou Estadi de Tarragona con baja asistencia, aunque con varios centenares de aficionados zaragocitas.


Borrón a una notable pretemporada

El Real Zaragoza, repleto de suplentes, cae en Tarragona (1-0) en su peor amistoso veraniego. Escribá hizo debutar a Poussin y Mollejo. 

Borrón a una notable pretemporada. El Real Zaragoza cayó este sábado (1-0) ante el Nástic de Tarragona y despide los amistosos de preparación con una imagen distinta de la que venía ofreciendo. Apenas 48 horas después del Trofeo Lapetra, Fran Escribá dio descanso a un puñado de titulares y el equipo lo acusó. Tardó mucho en entrar en el partido; no tuvo profundidad con el balón; y su rival, correcto en lo táctico y alegre hacia la meta contraria, lo aprovechó para llevarse la victoria en el debut de Poussin y Mollejo.

El guardameta galo se estrenó en un once que contó con hasta siete canteranos. Francés, Vaquero, Juan Sebastián, Cortés, Liso, Pau Sans e Iván Azón formaron en un bloque que durante la primera fue superado por la intensidad local y ya en la segunda, con la entrada de piezas imprescindibles para este Zaragoza como Toni Moya, no encontró el empate a pesar de disponer de numerosas ocasiones.

De entrada, el partido tuvo un ritmo trepidante impuesto por el Nástic. En el primer minuto ya se protestó una caída en el área de Concha y, acto seguido, en el córner derivado de esa jugada, Trigueros pudo marcar de cabeza. Fueron dos avisos que no tardaron en ser respondidos por el Real Zaragoza. 

En 5, Iván Azón estuvo a punto de aprovechar un centro desde la derecha de Cortés. Y de las botas del propio Cortés salió también una falta que, después de ser prolongada por Juan Sebastián, terminó en gol anulado a Pau Sans por fuera de juego inexistente. 

A partir de ahí, tras ese toma y daca inicial, el Real Zaragoza empezó a controlar el balón pero no el partido. El fútbol propuesto por la pareja de mediocentros, por Vaquero y Jaume Grau, fue mucho menos elaborado que el que se vio el pasado jueves, ante el Millonarios, y durante el resto de pretemporada.

Las combinaciones raseadas dieron paso a lanzamientos en largo. Los futbolista de banda apenas aparecieron para asociarse, y el Nástic no sufrió durante la primera parte para desarbolar los avances de un Zaragoza blando con y sin balón.

Solo así se explica cómo Pablo Fernández pudo ganarle un cuerpeo en la frontal a Lluís López, para después estrellar la pelota en el larguero en el minuto 15. O cómo el mismo Pablo Fernández pudo aprovechar un error de Cortés para anotar el 1-0.

El canterano zaragocista se durmió en el área y Joan Oriol, el veterano Joan Oriol, le robó la cartera para regalarle el gol a su compañero. Se acababa de cumplir el minuto 36 de juego y, antes de enfilar el camino a vestuarios, los locales todavía dispusieron de otra ocasión, un testarazo de Jardí, para ampliar distancias.

Las sensaciones no eran positivas en el Zaragoza y Escribá buscó la reacción desde el banquillo. Al descanso, cambió la portería e introdujo a Sergi Enrich en lugar de Pau Sans. Trató de ganar presencia ofensiva con dos referentes puros en ataque, y el efecto fue inmediato.

Tras un primer aviso del Nástic, un chut de Fernández desbaratado por el recién ingresado Rebollo, el Zaragoza empezó a pisar campo contrario con mayor facilidad. Azón se topó con Parra en el minuto 48; Vaquero tuvo otra justo después; pero todo quedó en esos arreones aislados.

El equipo no terminó de crecer en el partido. Durante el siguiente cuarto de hora, del 50 al 65, apenas hubo ataques reseñables. El juego transcurrió entre disputas e imprecisiones, y Escribá volvió a tirar de banquillo en busca del empate.

De una tacada, introdujo a Toni Moya, Maikel Mesa y Mollejo. El centro del campo ganó poso; el ataque, el dinamismo de este último, que tiró continuos desmarques y se dejó caer a la banda derecha para generar superioridades.

Por ahí, precisamente vinieron las mejores ocasiones zaragocistas de la segunda parte. En el 70, Enrich estuvo a punto de alcanzar un gran centro de Gámez; en el 78, Cuenca cruzó demasiado el balón en el mano a mano con Parra; y en el 86, Mollejo perdonó, disparando flojito de zurda, en una buena subida de Luna.

Fue el tramo más intenso de un Zaragoza que despertó tarde. El final del duelo, salvo dos acciones aisladas de Mario y Santamaría, fue un monólogo visitante. Más aún, tras la incursión de Aguado en un centro del campo dominante, que sin embargo no encontró el último pase hacia el gol.

Balance positivo

Los de Escribá despiden la pretemporada con su peor amistoso. Un partido marcado por las rotaciones que no debe camuflar el buen trabajo que se viene haciendo. El balance del verano debe ser positivo. Más allá de los resultados (tres victorias y tres derrotas), el Zaragoza se ha mostrado como un equipo reconocible y con mayor personalidad para manejar los encuentros de la evidenciada este sábado.

Terminaron las pruebas. Lo que viene a partir de ahora ya va en serio. El próximo sábado vuelve la Liga y sería importantísimo agarrar los primeros seis puntos (Villarreal B y Valladolid) al calor de una afición ilusionada con que este sea, de una vez por todas, el año del ascenso.

 

 

PRETEMPORADA 2023/24 6º AMISTOSO (3.6.2023)

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LI Memorial Carlos Lapetra

(Trofeo Ciudad de Zaragoza)

Real Zaragoza SAD REAL ZARAGOZA 1-2 MILLONARIOS Millonarios Fútbol Club - Wikipedia, la enciclopedia libre

Ficha técnica:

Real Zaragoza: Cristian; Luna (Gámez, 75), Borge, Jair (Lluis López, 24), Nieto; Marc Aguado (Grau, 75), Toni Moya (Puche, 62), Francho; Maikel Mesa (Cortés, 62); Cuenca (Azón, 45)y Sinan Bakis.

Millonarios: Álvaro Montero Álex Moreno (Perlaza, 3), Murillo (Arias, 72), Bertel, Pereira; Stiven Vega, Vásquez (Giraldo, 72), Beckham Castro (Jader Valencia, 72), Luis Paredes; Cataño (Silva, 63) y Carvajal (Castro, 63)

Goles: 0-1, min. 54: Bechkam Castro. 0-2, min 60: Cataño. 1-2, min. 66: Bakis.

Árbitro: César Soto Grado (Comité de La Rioja). Mostró amarillas a Maikel Mesa (42).

Incidencias: Trofeo Ciudad de Zaragoza-Memorial Carlos Lapetra disputado en La Romareda, ante la presencia de unos 16.000 aficionados, más de un millar y medio de Millonarios. Noche apacible de unos 22 grados, con algo de cierzo.

Buenas intenciones, poco acierto: el Real Zaragoza cae contra Millonarios (1-2)

Un Zaragoza de buenas maneras y en crecimiento se estrella contra Álvaro Montero, portero de Millonarios, campeón del Trofeo Ciudad de Zaragoza. Bakis marcó su primer gol.

Al Real Zaragoza le van saliendo los dientes, pero aún no tiene colmillos. Dejó una noche entretenida, poblada de ocasiones y juego bien trazado, pero le faltó acierto, porque ocasiones tuvo a pares. Millonarios se llevó (1-2) el Trofeo Ciudad de Zaragoza-Memorial Carlos Lapetra gracias a su contundencia en quince minutos de la segunda parte, aunque, ante todo, gracias a su portero, Álvaro Montero, que lo paró todo. Y cuando es todo, es todo.

Un resultado que no afea nada, en todo caso, al Zaragoza, en pleno proceso de construcción, un equipo a quien se le adivinan buenas intenciones, con un centro del campo rico en fútbol y calidades. A falta de mejorar ciertas cuestiones, sobre todo en cuanto a desborde individual, el conjunto aragonés va cocinándose a fuego lento.

El verano es para mirarse al espejo y ponerse guapo, y Fran Escribá aprovechó para probarle al Zaragoza el mejor traje posible a estas alturas del calendario, considerando las mejores prendas que tiene en el armario. El técnico, como ya hiciera en la primera parte del duelo contra el Cartagena en Pinatar, armó un Zaragoza en 4-4-2, pero ordenado en su línea media en rombo. El sistema no es el clásico 4-4-2 con doble pivote y extremos que tanto identifica y cuida Fran Escribá, pero el momento actual de la confección de la plantilla, sin extremos ni puntos de desequilibrio exterior ante la lesión de Bermejo y la recién atada incorporación de Mollejo, entrega una oportunidad de intentar construir algo desde esa fórmula. Al Zaragoza, en este sentido, se le apreciaron buenas intenciones, un hilado control del juego, buenas mezclas interiores y un apreciable ritmo de circulación. El rombo potencia ante todo a Marc Aguado y a Sinan Bakis.

Desde el mediocentro, con ojos y pies para todo, el canterano dio un recital de crear y cortar, con una sensibilidad especial a la hora de tejer el fútbol y descomponer el del rival. Bakis, por su parte, con el rombo, tiene variadas referencias para dejar de cara, descargar y conectar posiciones. Tiene buena bota, mimosa, el turco, además de mortífera cuando toca: como en dos tirazos que fueron dos avisos serios que comprometieron a Millonarios. Tanto Aguado como Bakis son jugadores que necesitan sistema, y Escribá les puso este jueves sobre el césped eslabones ideales: Francho y Moya pueden ejercer de interiores con muchos metros, Moya desde el pase, y Francho desde el movimiento. Y Maikel Mesa, aunque no tiene el giro y juego de espaldas que exige el vértice del rombo, dejó impronta de futbolista exquisito, elegante y plástico, con una serena pisadita canaria que entró por los ojos.

El Zaragoza, sobre esa idea de juego y esa composición, creció en el partido ante un Millonarios en plena liga ya, invitado a un amistoso, pero que viene guerreado en las últimas semanas y que a los tres minutos perdió ya a uno de sus defensas, Álex Moreno Paz, relevado por el lateral derecho Perlaza.

Millonarios fue un equipo físico que creó problemas en el lado débil, en los flancos del rombo, donde los cambios de orientación cogieron al Zaragoza demasiado estrecho. Por ahí llegó Millonarios aunque no dio más problemas que un par de escaramuzas bien solventadas por Jair y Borge, y un intento de gol olímpico bien repelido por Cristian nada más empezar el partido.

El Zaragoza ya había avisado a los dos minutos con un tiro de Francho que sacó Montero de la escuadra. El portero de Millonarios fue el mejor. Su guante le negó al equipo aragonés un gol de galería del coleccionista. Fue al final del primer tiempo y tuvo a tres fichajes como autores de la obra. Toni Moya enseñó su pincel y enlazó en profundidad con un notable desmarque de Bakis. El delantero pisó área y cedió atrás, a la zona que tiene bajo candado Maikel Mesa, la suya, donde aparece como un escorpión con el aguijón recién puesto: se lo pensó demasiado, se la cambió de pie, aún le dio tiempo a rematar, y el tiro lo desbarajustó Montero a mano cambiada. La jugada fue preciosa, la que más picante tuvo en un Zaragoza que gozó de más ocasiones con dos tiros de Bakis y otro de Maikel Mesa, pero al que le faltó algo de chispa, desborde y creación en los metros finales.

En la segunda parte, nada más empezar, Bakis se encontró con Montero, que impidió un golazo en plancha del punta, y después, con un gol anulado. El Zaragoza empujaba, ya con Azón, estirándose por arriba. En un exceso de toques en el área de Millonarios en el que Azón no quiso darle con la zurda, nació el gol colombiano. Cogieron al Zaragoza desplegado, y el veloz Luis Paredes le ganó una carrera de 60 metros a Moya. Tiró, paró Cristian y remachó Beckham Castro. A Azón, luego, le quitaron un gol en la línea, y Millonarios respondió con otro gol, golazo, de Cataño, quien empaló un balón que botó sobre Aguado. El Zaragoza, sin darse cuenta, perdía 0-2. El equipo aragonés propuso el juego, pero Millonarios puso la puntería.

El partido comenzó a abrirse fruto del marcador y las piernas fatigadas, y el Zaragoza cambió a jugar con extremos con la entrada de Puche y Cortés. Bakis recortó distancias después de volver a toparse con un imperial Montero. El turco descorchaba así su botella de goles después de una noche en la que no dejó de intimidar. A los hombros de un Francho pletórico, el Zaragoza siguió picando hacia el empate. Azón pudo conseguirlo en un tiro raso, también Cortés… Pero aún faltaban las más claras. Primero, Grau. Después, Azón de cabeza. Y al final, Gámez Y ahí estuvo, una vez más, Montero, portero inacabable e inaccesible, para decir que era su noche. Un escándalo.

 

 

 

PRETEMPORADA 2023/24 5º AMISTOSO (29.7.2023)

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Stade de Reims - Wikipedia, la enciclopedia libre STADE REIMS 2-1 REAL ZARAGOZA Real Zaragoza SAD

Ficha Técnica

Stade Reims: Diouf (Olliero, 74); Foket (Diakhon, 46), Abdelhamid (Fall, 60), Agbadou, Wilson-Esbrand (Koudou, 46); Matusiwa (Lopy, 46); Flips (Sekongo, 60), Cajuste (Atangana, 46), Khadra (Ibrahim Diakité, 46); Munetsi (Doumbia, 46) y Oumar Diakité (Touré, 46).

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Luna (Gámez, 74), Borge (Lluís López, 83), Jair, Nieto (Juan Sebastián, 74); Grau, Moya (Francho, 62); Liso (Puche, 62), Cuenca (Cortés, 62); Azón (Bakis, 62) y Sergi Enrich (Maikel Mesa, 46).

Árbitro: Sánchez López (Comité Murciano). No mostró tarjetas.

Goles: 0-1, min. 33: Moya. 1-1, min. 49: Ibrahim Diakité. 2-1, min. 87: Touré.

Incidencias: Tarde-noche muy calurosa y húmeda, con 33 grados a la hora del inicio del partido (las 20.00). El césped del Pinatar Arena presentó un buen estado. En las grada hubo alrededor de 700 espectadores, de ellos 150 zaragocistas. El equipo aragonés vistió de blanco y azul y el Reims de negro.

 

Derrota del Real Zaragoza ante el Stade Reims (2-1) tras una gran primera parte sin continuidad

Moya, en falta directa, adelantó a los aragoneses antes del descanso. Azón falló un penalti. Los galos remontaron a falta de solo tres minutos.

El Real Zaragoza cayó derrotado por primera vez esta pretemporada ante el Stade Reims de la Primera División francesa, por 2-1, con un gol recibido en el minuto 87. El equipo aragonés jugó una sobresaliente primera parte, en la que tomó ventaja y falló un penalti, además de otras claras ocasiones de gol. Tras el descanso, los de Escribá se fueron de onda por completo y los galos, reestructurados por su entrenador, fueron mejores.

Excelente fue la primera parte del equipo zaragocista ante el rival más potente de lo que va de pretemporada. Excepto los primeros 10 minutos, donde los galos mandaron y llegaron con peligro al área de Cristian Álvarez, el resto fue de dominio aragonés, con muchos matices positivos que resaltar. En ese inicio titubeante de los de Escribá, el mayor peligro surgió en el minuto 2, en un disparo de Khadra en un centro cerrado de Munatsi que, cuando iba a gol, dio en el cuerpo de Borge, que se cruzó milagrosamente. A partir de ahí, del Stade Reims no hubo noticias en el área del Real Zaragoza hasta el descanso.

El equipo blanquillo gobernó el juego a su criterio, con Moya y Grau de comandantes y los cuatro de arriba, los jóvenes extremos Liso y Cuenca y los delanteros Sergi Enrich y Azón, activados en grado notable. Azón falló un gol hecho en el minuto 6, de cabeza, en el área chica, a centro precioso de Luna. Le dio mal y la echó por encima del larguero con todo a favor. En el 11, el propio Azón provocó un penalti claro, al disparar sobre la mano abierta de un defensor francés. La pena máxima la decidió lanzar el propio ariete aragonés pero Diouf le adivinó el destino del balón y se lo rechazó. Fue una pena no haber empezado pronto arriba en el tanteador.

Lejos de afectar a los de Escribá, ese yerro los espoleó aún más. Moya remató al aire en el área un centro de Azón en el 12. Y Luna se incorporó al ataque en el 24, enganchando un chut raso tras un rechace defensivo del Stade que el portero detuvo bien abajo. No dejó de acosar a la zaga francesa el Zaragoza hasta que llegó el 0-1 en el minuto 33. Liso provocó una falta al borde del área que lanzó magistralmente Moya, de rosca precisa por encima de la barrera, dejando a Diouf con el molde. Un golazo a balón parado de los que hace más de cuatro años que no se ven en liga. Falta hace que este grifo de goles lo abra alguien. Como se ve, son claves para desatascar partidos obturados.

No se conformó el Real Zaragoza con esta ventaja. En el 40, Sergi Enrich cabeceó otra falta, ensayada, que le puso Moya (lo saca todo en pelota detenida) en la testa, fuera por dos palmos. En el 42 fue un activo Azón el que cabeceó un saque de esquina y Diouf evitó el segundo tanto en un paradón junto a la escuadra derecha. Y en el 45, de nuevo Sergi Enrich, culminó con el exterior del pie derecho un centro de Luna que se fue cruzado por escasos centímetros.

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Moya demostró ser, además de un buen timonel, un superlativo lanzador de córneres y faltas. Sergi Enrich sujetó los balones de espaldas al marco con maestría y solvencia. Liso fue un descarado extremo zurdo, con desborde y picardía. Luna, un lateral profundo con llegada al área rival. Cuenca se adaptó bien al extremo diestro, luchador y ágil. Y Azón, pese al error en el penalti, no dejó de ejecutar su juego de pelea constante y remates a menudo. La moraleja final es que fue una pena no haber logrado una mayor brecha de goles en el marcador. Se pudo haber sentenciado la victoria. Otra lección a tener en cuenta. No perdonar tanto.

Tras el intermedio, Maikel Mesa suplió a Enrich, que resultó lastimado mediada la primera fase. Los franceses movieron más el equipo, con ocho sustituciones, todos menos el portero y los dos centrales. El Stade Reims salió espoleado, con banderillas negras como su uniforme. Seguro que su entrenador, el belga Will Still, les inoculó una filípica de tamaño descomunal tras el baile del Real Zaragoza en la primera parte. Se repitió la salida poderosa de los franceses del vestuario y, esta vez, sí acertaron a la primera. El 1-1 llegó en el 49, en un error por el flanco izquierdo de la defensa zaragocista que dejó el espacio para que Ibrahim Diakité (no Oumar, el ariete de los primeros 45 minutos) entrara solo en el área y de remate raso y seco superara a Cristian, que no pudo detener el remate centrado.

No fue esta la única mala noticia. En el minuto 59, Moya sufrió un golpe en el tobillo izquierdo y fue atendido, renqueante. Por fortuna, no fue nada serio. Escribá removió la delantera a falta de media hora, poniendo en juego a Bakis, Cortés y Puche y dando descanso a Azón, Liso y Cuenca. El Real Zaragoza no había llegado ni una sola vez con peligro al área rival. Fueron dos partidos diferentes en uno solo. Pareció más potente el Reims de la reanudación que el del once inicial. Y viceversa, respecto de los zaragocistas. Lo franceses tenían una razón: el cambio radical de piezas. Los aragoneses, seguramente fue a causa del cansancio propio de las fechas y del calor húmedo. Finalmente, Moya se fue cojeando en el minuto 65 y entró Francho. Trabajo para los fisios.

El Stade bajó el pistón mediada la segunda parte y el Real Zaragoza lo agradeció. La entrada de Francho dio energía y la de Mesa presencia entre líneas. Puche dotó de agresividad a la presión en campo contrario. Pero no fue suficiente para revivir y, ni mucho menos, acercarse al rendimiento del primer periodo. Escribá aún movió más el banquillo con el cambio de los laterales a falta de un cuarto de hora. O sea, el partido se alborotó en exceso y así es difícil sacar consecuencias.

El partido caminó con celeridad hacia su fin sin ver a los zaragozanos merodear siquiera la zona de peligro. Se había perdido la brújula en el ecuador del duelo y nadie la encontró. Los últimos 10 minutos fueron de control del balón, de conformarse con el 1-1, que era un resultado interesante en esta pretemporada, en la que se pretendía seguir invictos, mucho más al jugar ante un rival de élite en Francia. Bakis fue una isla, no consigue estrenar su casillero goleador. Todo el equipo rayó a un nivel de suficiente justito en este tramo posterior al descanso. Mucho orden, eso sí. Nunca falta. Pero sin réditos ofensivos. El contraste con lo visto en la primera parte fue muy grande esta vez. Y el castigo llegó en el minuto 87, cuando Touré concluyó en gol una acción colectiva del adversario, raso y junto al poste izquierdo. Ese 2-1, en el global del partido, sonó a injusto. Pero los franceses demostraron en diversas rachas su condición de equipo de categoría superior, además de estar ya en puertas del inicio de la League 1.

El Real Zaragoza vuelve más cuajado a casa tras estos ocho días en Murcia y con diversos deberes claros a mejorar. A partir de ahora, ya en agosto, llega la hora de pulir defectos y de aumentar esas virtudes que han emergido en la primera fase de la precampaña. Esta derrota, anecdótica, no empaña la ilusión general del zaragocismo a estas alturas del verano.

 

 

 

PRETEMPORADA 2023/24 4º AMISTOSO (28.7.2023)

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PRETEMPORADA 2023/24 4º AMISTOSO (28.7.2023)

CARTAGENA 1-2 REAL ZARAGOZA 

FC Cartagena: Martínez; Calero, Alcalá, Datkovic, Jairo (De Pedro, 85); Luis Muñoz (Diaka, 63), Jony (Mikel Rico, 63); Hevel (Carlos, 63), Juan Carlos (Musto, 52), Ferreiro (Arnau Solá, 63); y Ortuño (Lautaro, 80).

Real Zaragoza: Rebollo; Gámez (Luna, 76), Lluís López (Borge, 76), Vaquero, Juan Sebastián (Nieto, 73); Aguado (Grau, 73); Francho (Moya, 73), Cortés (Aragüés, 63), Maikel Mesa (Cuenca, 63); Puche (Azón, 63) y Bakis (Sergi Enrich, 63).

Árbitro: Lax Franco (Comité Murciano). Expulsó a Alcalá por juego violento con Bakis (49). Amonestó a Maikel Mesa (22) y Luis Muñoz (44).

Goles: 0-1, min. 11: Puche. 1-1, min. 16: Ortuño. 1-2, min. 79: Moya.

Incidencias: Noche calurosa, con 31 grados a la hora del inicio del partido (las 20.00) y un 70% de humedad relativa del aire. El césped del campo central del Pinatar Arena presentó un buen aspecto, como es habitual. En las gradas hubo alrededor de 1.000 espectadores, unos 150 zaragocistas entre ellos. El equipo aragonés vistió su primer uniforme, camiseta blanca y pantalón azul. El Cartagena lo hizo de amarillo.

 

El Real Zaragoza sigue ganando todo: 1-2 ante el Cartagena en superioridad numérica

Puche adelantó a los aragoneses al inicio del partido; Ortuño empató enseguida y, al final, con el rival con 10 jugadores por expulsión de Alcalá en el minuto 49, Moya decantó la victoria.

El Real Zaragoza sigue ganándolo todo en esta pretemporada. Esta vez superó al FC Cartagena, compañero de la Segunda División, por 1-2 en un partido que jugó en su segunda mitad con un hombre más, por expulsión del central murciano Alcalá en el minuto 49. Fue un partido igualado al inicio y mediatizado por este hecho en su segunda parte.

Escribá probó por primera vez el sistema de rombo en el medio campo, un 4-4-2 muy elástico, con Aguado de eje, Maikel Mesa de mediapunta y Francho y Cortés en los interiores, con los laterales Gámez y Juan Sebastián (por la izquierda este) muy ofensivos. Bakis y Puche fueron los delanteros de salida. El Real Zaragoza empezó bien el duelo, gobernándolo y llegando arriba con soltura. Fruto de ese dominio, ante un Cartagena un tanto despistado al inicio, llegó enseguida el 0-1. Lo marcó Puche, en el área chica, a pase raso del enchufado Mesa, que había dibujado un desmarque al espacio que Gámez asistió perfectamente. Un gol de gran calidad.

Pero el timón le duró poco a los blanquillos. En especial porque el Cartagena empató pronto. En el 16, el exblanquillo Ortuño hizo de cabeza el 1-1, al rematar en parábola una falta frontal botada por Hevel que fue mal defendida por Lluís López, Vaquero y el apoyo de Bakis y que Rebollo se comió por arriba al estar demasiado adelantado. El partido, que comenzó con mucha agilidad en la definición, volvió a reiniciarse a partir de ese momento. Y el cuadro aragonés ya manifestó más dificultades para desarrollar el citado rombo. Hubo poca creatividad colectiva. Demasiado juego a los lados y hacia atrás. Costó mucho encontrar desbordes y saltos de líneas para volver a llevar el balón cerca de Martínez.

Solo Maikel Mesa, en un par de acciones individuales, logró ese factor fundamental cuando se apuesta por este sistema táctico. Pero en punta no hubo demasiada conexión. Bakis se movió sin encontrar suministro. Y Puche, además del gol, apenas encontró balones potables. Bakis, eso sí, cabeceó todo a balón parado, en modo tanque. En el 18, el germano-turco echó alto con la testa un centro de Gámez, bastante activo por su banda. Y en el 33 repitió escena, tras una falta lejana volcada al área cartagenera. Entremedias, el equipo murciano anduvo cerca del 2-1 cuando, en el minuto 23, Hevel se quedó mano a mano ante Rebollo, que en su valiente salida evitó el tanto echándose encima del remate del rival.

En los últimos 20 minutos del primer periodo, tras la pausa de hidratación que siempre rompe el ritmo de los partidos, apenas pasó nada reseñable. Mucho toque insulso de ambos equipos, mucho pase de seguridad, demasiado control lejos de las áreas. Solo Francho, con un disparo colocado pero flojo en el minuto 30, se acercó a la portería, pero chutó alto por un palmo.

Tras el descanso, ya sin el sol, se abordó la segunda parte con una curiosidad llamativa: no hubo una sola sustitución en ninguno de los dos equipos. Escribá, que tiene otro partido de envergadura en 24 horas ante el Stade Reims francés, va a repartir los minutos entre ambos, sin romper onces iniciales como es costumbre por julio. En el Cartagena, por lo visto, Víctor Sánchez del Amo pensó lo mismo.

La reanudación empezó con polémica, con la expulsión del central cartagenero Alcalá por meterle los tacos de la bota en el bajo vientre a Bakis en una disputa. Algo fuera de lugar que el árbitro sancionó con la tarjeta roja inmediata. El Real Zaragoza se aprestó a jugar en superioridad numérica medio partido. Algo que el año pasado no supo aprovechar en la mayoría de las ocasiones que gozó de esta ventaja, que fueron media docena. Apareció, por lo tanto, otro estímulo más a ensayar: ser capaces de sacar provecho de un factor ajeno que normalmente suele decantar victorias.

Escribá abandonó el rombo. Eran los mismo jugadores pero la distribución, diferente. Bakis y Mesa pasaron a ser los dos delanteros en punta. Cortés tomó forma de extremo derecho y Puche se volcó por la izquierda. En el centro, Aguado y Francho se movieron como doble pivote. Es decir, lo que al técnico zaragocista más le gusta. Su sello. El Cartagena se atrincheró atrás y apostó claramente por el contragolpe, dándole la pelota siempre a los zaragocistas.

Le costó al Zaragoza mandar con cierta solvencia. Faltó velocidad de pensamiento y de movimiento del balón. Y en ese rato de fútbol grumoso, el Cartagena enganchó su primer (y único) contragolpe peligroso en una subida veloz del lateral Calero por toda su banda. Superó a Puche, quebró a Vaquero y remató fuera, por muy poco. Un susto serio. En el minuto 63 se llevó a cabo una pequeña batería de cambios en ambos equipos. Azón y Sergi Enrich, que debutó así como zaragocista, cambiaron el rostro de la delantera. Los filiales Cuenca y Aragüés también dieron oxígeno al ataque. Se fueron a descansar el goleador Puche, Bakis, Mesa y Cortés. El esfuerzo, en partidos así, no tiene demasiada recompensa visual si no hay goles, en el caso de los delanteros.

En el breve descanso para refrescarse del minuto 73, Escribá volvió a mutar el equipo, dando entrada a dos nuevos medios centro, Grau y Moya, y a Nieto. Quedaba un cuarto de hora largo para intentar ganar el 11 contra 10. Borge y Luna también se incorpraron en vez de Gámez y Lluís López en la recta final. Y en esa fase de ataque constante del volcado Real Zaragoza llegó el premio buscado, con énfasis y rasmia: el gol ganador.

El canterano Cuenca, tras una buena conducción, remató de rosca potente desde fuera del área al larguero. El rechace le cayó a Moya en el punto de penalti y, a la primera, empalmó raso y potente a la red de Martínez. Era el minuto 79 y las cosas se preparaban para acabar como mandan los cánones del fútbol, o sea, sacando provecho de la superioridad numérica sobre un rival disminuido en el minuto 49. Todo perfecto. A partir de ahí y hasta el final, el Real Zaragoza hizo un sencillo fútbol control. Vuelta y vuelta de lado a lado, con una defensa cartagenera de balonmano alrededor de su área. Solo un disparo de Grau en el minuto 93, tras un robo de balón en la medular, rompió el sosiego. Martínez evitó el 1-3 en una gran parada abajo, cuando la pelota iba dentro rasa, pegada al palo derecho.

El final del ensayo dejó nuevamente un paladar dulce. Se crece mucho más a gusto cuando los marcadores son favorables. Y este Zaragoza aún sin consumar, ciertamente está teniendo buen tino en las cuestiones fundamentales de cada partido. Mucho mejor así. Son tiempos en que se necesita justamente esto. Ganar y sonreir

PRETEMPORADA 2023/24 3º AMISTOSO (25.7.2022)

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 REAL MURCIA 0-1 REAL ZARAGOZA 

Ficha técnica

Real Murcia: García (Gallego, 46); Jaime (Juande, 46) (Ruiz, 68), González (Casado, 46), López (Junior, 46), Sanz (Héctor, 46); Imanol (Ganet, 46), Gracia (Armando, 46); Pedro León (Bassamba, 46), Vega (Álex Rubio, 46); Guarrotxena (Romera, 46) y Arturo (Toral, 35) (Guilherme, 68).

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Juan Sebastián (Luna, 46), Francés (Lluís López, 46), Jair (Vaquero, 46), Borge (Nieto, 46); Aguado (Francho, 46), Grau (Moya, 46); Cortés (Aragüés, 80), Liso (Puche, 46); Cuenca (Maikel Mesa, 46) y Azón (Baselga, 62).

Árbitro: Díaz Escudero (Comité Murciano). Amonestó a Aguado (36) e Imanol (39).

Goles: 0-1, min. 52: Maikel Mesa.

Incidencias: Tarde extremadamente calurosa, con 35 grados, sol y cielo despejado todo el día, con un índice de humedad relativa algo menor que el 80% que se alcanzó 24 horas antes. El césped del campo central del Pinatar Arena presentó un estado excelente. En las gradas hubo alrededor de 1.500 espectadores (en un aforo de 3.000 butacas), medio centenar de ellos zaragocistas. El Real Zaragoza vistió de avispa, amarillo y negro a rayas horizontales. Se jugó con luz artificial la segunda parte.


Un golazo de Maikel Mesa da otro triunfo al Real Zaragoza ante el Murcia

El equipo de Escribá, demasiado experimental en el debut en el Pinatar Arena, ganó a un rival de Primera Federación en un partido plano, con solo un buen cuarto de hora tras el descanso.

Un golazo de Maikel Mesa al inicio de la segunda parte, el mejor tramo del Real Zaragoza en el primer partido disputado por los aragoneses en su concentración en San Pedro del Pinatar, dio el tercer triunfo de la pretemporada en un duelo jugado con formato experimental y sin demasiada progresión todavía en el plan del cuerpo técnico.

El partido lo planteó Escribá como un ensayo de probeta, con cinco chicos del filial y seis del primer equipo: solo alineó de inicio a Cristian Álvarez, Francés, Jair, Aguado, Grau y Azón. Era un Real Zaragoza rejuvenecido o, tal vez, un filial reforzado. Tener en frente a un equipo murciano que hoy es de Primera RFEF invitaba a hacer algo así. Y el juego fue acorde con el calor del verano, la humedad del ambiente, la falta de sintonía general y la ausencia de buena mezcla entre las piezas, como es natural en estos casos.

No hubo ocasiones claras que reseñar en los primeros 45 minutos. Predominó el centrocampismo, el ir y venir de unos y otros sin demasiado sentido colectivo. Empezó mejor el Murcia, mandón en el primer cuarto de hora. Luego, el Real Zaragoza se asentó gracias al timón de Grau y Aguado, lo más reseñable entre el tono medio global. Las incorporaciones del lateral derecho Juan Sebastián también dejaron tres o cuatro acciones vistosas, todas ellas sin remate final. Faltó, como es hábito hace un trienio, el último pase. La clave del fútbol.

Los murcianos, ejerciendo de locales en lo que es su Ciudad Deportiva desde hace un año, amenazaron un par de veces por medio del veterano Pedro León y Arturo, que percutieron la banda de un nervioso Borge.Tampoco los granas tuvieron veneno alguno en el área. El primer remate, no obstante, lo firmó Azón en el minuto 14, muy alto, en una de esas subidas veloces al ataque de Sebastián. Dio continuidad al despertar zaragocista el delantero Cuenca, que conectó un pase de Liso a la media vuelta en el área y la pelota, que iba bien dirigida a puerta, dio en un central y se marchó a córner. Era el minuto 17.

Fueron acciones esporádicas entre una espesura mayúscula. Arturo hizo la jugada ofensiva más peligrosa del Murcia en el 20, entrando en el área por la derecha pero con una definición defectuosa, cuando Guarrotxena estaba solo en el punto de penalti esperando el pase de gol. De ahí hasta el descanso, pases y más pases en zonas inertes, con el Murcia replegado apostando siempre al contragolpe y el Real Zaragoza sin chispa. Liso hizo un centro-chut raso en el minuto 35 que no halló remate en los pies de Azón y Cortés. Y Cuenca, en carrera, lanzó fuera con todo a favor en el 42. Nada más hubo que apuntar.

En el descanso se puso el sol y la sombra cubrió por fin el buen césped del Pinatar Arena. Y los dos técnicos cambiaron la faz de sus onces iniciales, según las pautas veraniegas. Escribá hizo ocho permutas. Solo dejó en el campo a Cristian Álvarez, Azón y Cortés. El técnico murcianista, Gustavo Munúa, remodeló todo, completo.

El Real Zaragoza empezó lanzado. Mucho más reconocible su bloque, con Cristian, Lluís LópezNietoFrancho, Moya, Puche, Maikel Mesa y Azón, más los jóvenes Cortés, Luna y Vaquero, se empezó a merendar al Murcia desde la primera jugada, en la que Azón casi le robó el balón al portero Gallego para marcar el gol del pillo. Fue el aviso de que venía a la vuelta de la esquina

Azón, hiperactivo tras el intermedio, condujo el balón en vertical durante 35 metros, quebrando defensas, cubriendo con el cuerpo la pelota hasta entrar en el área solo. Lástima que su definición se le marchó fuera, cruzada por poco. Hubiera sido un golazo maradoniano de entrar. Era el minuto 51. Y uno después, el equipo aragonés iba a adelantarse en el marcador. Una buena incursión de Luna, tras pared con Cortés por la derecha, la remató de volea, preciosa, en el punto de penalti, Maikel Mesa, para colocar con potencia el balón en la red local a media altura. El canario ha llegado al Zaragoza pleno de acierto. Oro molido a estas alturas del verano.

A falta de 27 minutos, Baselga relevó a un notable Azón. Ha empezado con ganas y potencia el ariete aragonés, al que esta vez solo le faltó el brillo del gol. El cuadro avispa se dio una tregua, con el marcador a favor, que siempre luce mucho en este tipo de partidos estivales. Y Romera, una de las estrellas murcianistas, estuvo cerca del empate en el minuto 69 al cabecear un córner en el segundo palo que Mesa rechazó bajo palos en el área chica. Fue la ocasión más clara de los granas. La defensa del balón parado necesita ajustes. Escribá habrá tomado nota. Montar la barrera en una falta en contra en el minuto 73 fue una odisea para Cristian Álvarez. Se hizo deprisa, corriendo y no adecuadamente. Eso también ha de estar debidamente previsto y programado.

Lluís López perdió un balón peligrosísimo en una salida en el 75 y Álex Rubio anduvo cerca del 1-1 de nuevo. Otro aspecto a rectificar de inmediato. Esos regalos atrás, en competición oficial, pueden costar puntos decisivos. El Murcia se vino arriba en la recta final del duelo por el apagón zaragocista. El equipo zaragocista se desconectó repentinamente. Durante 25 minutos, los últimos, no hubo una jugada con más de tres pases, apenas se rebasó la línea medular con criterio. Aragüés suplió a Cortes a falta de 10 minutos para completar las permutas, tras la pausa de hidratación, necesaria a más no poder.

La recta final se encaró con la intención de conservar el 0-1 favorable. Con un bloque ordenado en la medular, sin alardes de Francho y Moya, pero bien posicionalmente. Se echaron en falta pases arriba, donde Mesa desapareció sin suministro. Los demás, cumplieron con los mínimos de un partido de este perfil, tan inconsistente aún en lo mollar del fútbol. Vaquero, de central, también volvió a resolver bien lo que le correspondió en esa faceta nueva para él, que es medio centro.

La pausa del minuto 77 le vino bien al Real Zaragoza, pues cortó de cuajo la reacción murciana. Al final, una penetración de Francho y, después, otra de Nieto con centro que cabeceó sobre un defensor Aragüés, dieron aire al juego ofensivo aragonés, que había pasado media hora sin ver de cerca al guardameta Gallego. Baselga también intentó la suya ya casi con el tiempo cumplido, sin fortuna final en la asistencia. De los de la vanguardia, Puche fue el más apagado. No era fácil sobresalir en un partido tan plano en líneas generales.

Foto del partido amistoso Real Murcia-Real Zaragoza en el campo del Pinatar Arena

PRETEMPORADA 2023/24 2º AMISTOSO (21.7.2022)

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PRETEMPORADA 2023/24 2º AMISTOSO (21.7.2022)

 CD TERUEL 1-2  ZARAGOZA 

Ficha Técnica

CD Teruel: Taliby (Nico Rodríguez, 46) (Ethan Láinez, 88); Sanchís (Aitor Pascual, 46), Carmona (Sanchis, 70), Cabetas (Arnau Gaixas, 46), Rubén Correia (Julen, 46); Tena (Castillo, 70) (Hugo, 88), Castillo (Facu García, 46); Ahn (Alastuey, 46), Villa (Romero, 46), Borja Martínez (Aparicio, 46); y Buenacasa (Elson Becerra, 70).

Real Zaragoza: Cristian Álvarez (Rebollo, 46); Luna (Gámez, 46), Lluís López (Francés, 60), Jair (Vaquero, 60), Nieto (Borge, 60); Grau (Francho, 46), Moya (Aguado, 46); Aragüés (Cortés, 46), Maikel Mesa (Puche, 60), Baselga; (Liso, 46) y Bakis (Azón, 60).

Árbitro: Armando Ramo Andrés (Comité Aragonés). Amonestó a Gámez (72).

Goles: 0-1, min. 40: Maikel Mesa. 1-1, min. 51: Aparicio. 1-2, min. 87: Azón.

Incidencias: Tarde muy calurosa en la capital del sur de Aragón, con 33 gradosy el cielo con sol y nubes. El césped de Pinilla presentó un buen aspecto. El Real Zaragoza estrenó la indumentaria avispa (a rayas amarillas y negras, esta vez horizontales por primera vez en la historia). En las gradas hubo alrededor de 800 espectadores

 

El Real Zaragoza supera al Teruel (1-2) en la recta final de un partido igualado de pretemporada

Azón decantó el marcador en el minuto 87. Antes, Maikel Mesa había adelantado a los zaragocistas y Aparicio empatado nada más empezar el segundo tiempo.

El Real Zaragoza ganó este viernes su segundo partido de pretemporada por 1-2 al CD Teruel, de Primera RFEF. Lo hizo en un duelo igualado, de fútbol plomizo, en los albores todavía de un verano donde faltan muchas piezas por engrasar y las conclusiones a sacar son cercanas al nulo.

De entrada, hay que subrayar que el equipo zaragocista está pesado de piernas, lento, algo propio de este punto del trabajo físico de inicios del curso. Es una referencia indispensable para poner en contexto lo que sucedió en Pinilla este viernes. El once inicial de Escribá, con BakisMesa y Moya como caras nuevas, más el apoyo en los extremos de los canteranos Baselga y el móvil Aragüés, se desenvolvió mayormente andando en muchas combinaciones, en terrenos de nadie, sin profundidad. Falta precisión y conocimiento entre los nuevos. Demasiadas pérdidas no forzadas, errores impropios, especialmente en un Toni Moya que ha vuelto de las vacaciones en modo diésel, lejos del que se vio durante el año en el Alavés.

El primer tiempo dejó dos grandes oportunidades para un bien plantado Teruel, que se presentaba ante su afición estrenando su nueva y flamante categoría. Buenacasa, exblanquillo, disparó fuera a placer en el minuto 11 tras un error defensivo a pachas entre Lluís López y Luna, que le dejaron el balón muerto en el área. En competición de verdad, un marro así cuesta un partido. La segunda oportunidad local llegó en el 21, con un disparo del efervescente Castillo desde la frontal del área, tras una pérdida letal de Moya, que tocó ligeramente en Jair y se fue a córner rozando el palo de un batido Cristian Álvarez. Ahí perdieron los de Víctor Bravo dos opciones claras de tomar la delantera.

Entremedias, en el 17, la primera aproximación a la portería turolense la firmó Baselga, extremo zurdo forzado ante el vacío de inquilinos en las alas, con un remate forzado a centro de Aragüés desde el otro lado, que no encontró el marco por un metro. Poco después, Bakis se sacó de su chistera habitual un zapatazo con la derecha en el 25, tras otro pase atrás de Aragüés, que iba dentro pero que desvió a saque de esquina el cuerpo de Cabetas. El partido transcurría entre el sopor, el calor intenso y la falta de ritmo de unos y otros cuando, en el minuto 41, el portero Taliby consumó un error grueso, de esos que salen en los resúmenes jocosos de fin de año en televisión. Entretuvo el balón en el área, trató de regatear a Bakis, que le acosaba, y perdió el control de la situación. Maikel Mesa apoyó a su compañero de vanguardia, le robó la pelota al guardameta y se fue solo, a puerta vacía, para anotar el 0-1 inesperadamente.

Esta mácula de Taliby regaló el timón en el marcador a un deslavazado equipo zaragocista. Si no, el 0-0 estaba cantado. Era de libro, tal y como ya sucedió el año pasado por estas mismas fechas en el mismo escenario de Pinilla entre ambos equipos. Las caras de los protagonistas denotaban el esfuerzo y la ausencia de fondo físico todavía para jugar bonito o, al menos, con esa fluidez propia de la competición oficial. El duelo fue algo similar a una partida de futbolín. Mucha quietud en los jugadores. Pocos desmarques. Casi ningún pase largo al espacio.

En las filas zaragocistas. Jair hizo un buen marcaje en el cuerpo a cuerpo sobre un luchador Buenacasa. Nieto cumplió ante el coreano Ahn, al que se le acabó el gas en un cuarto de hora. Por el otro lado, Luna lo pasó algo peor -al principio- con Borja Martínez. Y Lluís López, en su línea, mejor con el balón en salida que en los fundamentos defensivos. En la medular, escaso Moya y demasiado desaparecido Grau, algo que ya se había visto el miércoles frente al Aragón. A esta película le faltan muchos fotogramas aún por rodar.

Arriba, Mesa y Bakis, casi inéditos en el área y en el juego combinativo. Sin suministro suficiente como para brillar. Los extremos improvisados, cumplidor Baselga y con brillos interesantes Aragüés, aunque está claro que su sitio no será de entrada el primer equipo. El descanso vino como agua del cielo a los 22 protagonistas del bolo veraniego. Y se preparó el movimiento de los cambios, que no fueron todos de vez en la reanudación. A Escribá le gusta mantener una base durante más de 45 minutos.

Seis sustituciones hizo el técnico blanquillo, por ocho Bravo. Y ese meneo exagerado del reparto le sentó mejor a los turolenses. En el minuto 6 de la reanudación ya habían igualado en tanteador con el 1-1 logrado por otro exzaragocista, canterano, Aparicio, que colocó un balón junto al palo derecho de Rebollo con mucha clase. Si los medios centro marcan con la mirada, a distancia, y los dos centrales no salen al corte en la corona del área, suceden accidentes como este. Mal el sistema defensivo en esta acción, que costó muy cara. Aviso para navegantes. Ya tiene vídeo para repasar durante las próximas horas Escribá.

El Real Zaragoza salió dormido del vestuario. El Teruel, enchufado con corriente de alto voltaje. El entrenador zaragocista aguardó al minuto 60, la hora exacta de juego, para completar la metamorfosis total del once. Azón y Puche salieron en punta. Y Francés, Vaquero (medio centro reconvertido en central mientras llega el que falta) y Borge en la zaga. Cuando aún no se habían asentado los nuevos, Romero estuvo cerca de voltear el marcador, pues recibió solo al borde del área zaragocista, se recreó, y su disparo centrado lo rechazó a dos manos Rebollo. De semejante despiste generalizado no salió el equipo avispa hasta el minuto 64, cuando Francho lanzó una falta desde 25 metros, directa, y Nico Rodríguez, portero suplente de los rojillos, sacó bien bajo palos.

Al Teruel le dieron brío las entradas del goleador Aparicio, del debutante Alastuey, de Facu García, del citado Romero… también de Aitor Pascual, Adrián Gaixas y Julen, sus hombres de refresco en el inicio del segundo tiempo. A falta de 20 minutos, el preparador local hizo otros tres cambios, metiendo en punta a Elson Becerra y haciendo repetir a Sanchís y Castillo, que habían jugado la primera fase. Cosas de la informalidad de estos ensayos de verano. Entretanto, el Real Zaragoza intentaba ganar el partido con más corazón que cabeza y fútbol, que de esto hay poco aún

Las llegadas zaragocistas al área de un Teruel más replegado en la recta final del partido no encontraron nunca el último pase. Fue todo improvisación, centros al tuntún por si Puche (de segundo punta se movió) y Azón encontraban la lámpara de Aladino. Las segunda partes en estos partidos de julio suelen ser un canto al alboroto, sabido es. Al futbolista le cuesta mentalizarse cuando sale de suplente. No es lo mismo que el rol de titular. Esto viene desde hace más de cien años de historia del fútbol.

Se encaró la recta final con el cuadro local dando por bueno el 1-1. Y con el Zaragoza sin argumentos para encontrar el triunfo. Faltó veneno a capazos de tres cuartos de campo en adelante… hasta que Francho entró en el lado derecho del área, centro cerrado y Azón, siempre Azón en esa zona de los goles, empujó a placer el 1-2. Sacó provecho el equipo de Escribá del despiste generalizado del Teruel en los últimos 10 minutos y, sobre todo, de su conformismo. 

Una acción aislada decantó el triunfo por pura calidad, libra a libra, en la mayoría de sus jugadores. Aun así, Rebollo se erigió en salvador del triunfo en el minuto 90, cuando Alastuey inventó un derechazo desde el pico del área grande y el portero zaragocista, en un paradón en vuelo, echó el balón a córner con las yemas de los dedos. Los coletazos finales de estos partidos también suelen ser decisivos en los marcadores de la pretemporada. Y así acabó todo.

Ficha Técnica

CD Teruel: Taliby (Nico Rodríguez, 46) (Ethan Láinez, 88); Sanchís (Aitor Pascual, 46), Carmona (Sanchis, 70), Cabetas (Arnau Gaixas, 46), Rubén Correia (Julen, 46); Tena (Castillo, 70) (Hugo, 88), Castillo (Facu García, 46); Ahn (Alastuey, 46), Villa (Romero, 46), Borja Martínez (Aparicio, 46); y Buenacasa (Elson Becerra, 70).

Real Zaragoza: Cristian Álvarez (Rebollo, 46); Luna (Gámez, 46), Lluís López (Francés, 60), Jair (Vaquero, 60), Nieto (Borge, 60); Grau (Francho, 46), Moya (Aguado, 46); Aragüés (Cortés, 46), Maikel Mesa (Puche, 60), Baselga; (Liso, 46) y Bakis (Azón, 60).

Árbitro: Armando Ramo Andrés (Comité Aragonés). Amonestó a Gámez (72).

Goles: 0-1, min. 40: Maikel Mesa. 1-1, min. 51: Aparicio. 1-2, min. 87: Azón.

Incidencias: Tarde muy calurosa en la capital del sur de Aragón, con 33 gradosy el cielo con sol y nubes. El césped de Pinilla presentó un buen aspecto. El Real Zaragoza estrenó la indumentaria avispa (a rayas amarillas y negras, esta vez horizontales por primera vez en la historia). En las gradas hubo alrededor de 800 espectadores

PRETEMPORADA 2023/24-1º AMISTOSO (19.7.2022)

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 REAL ZARAGOZA 3-0 DEP. ARAGON

Ficha técnica

Real Zaragoza: Cristian Álvarez (Rebollo. 46); Gámez (Luna, 46) (Juan Sebastián, 76), Francés (Lluís López), Jair (Vaquero, 46), Borge (Nieto, 46); Grau (Moya), Francho (Aguado, 46); Igbekeme (Baselga, 46), Cortés (Molina, 46), Maikel Mesa (Bakis, 46); y Azón (Sabin Merino, 37).

RZD Aragón: Acín (Abbad, 46); Jay (Beamonte, 46) (Motilva, 76), Keita (Yus, 46), Operé (Barrachina, 46), Vallejo (Sola, 46); Vacas (Terrer, 46) (Fadel, 76), Juan López (Lahoz, 46) (Jano Monserrate, 76), Fabio Conte (Benedet, 46) (Royo, 76), Aragüés (Marvin, 46); Cuenca (Yohanner, 46) (Mañas, 76) y Liso (Vela, 46).

Árbitro: De Ena Wolf (Comité Aragonés). No mostró tarjetas.

Goles: 1-0, min. 15: Azón. 2-0, min. 44: Sabin Merino. 3-0, min. 45+1: Maikel Mesa.

Incidencias: Primer partido de pretemporada del Real Zaragoza, jugado a puerta cerrada en su Ciudad Deportiva en una tarde de 37 grados y calor aplastante. El césped presentó un buen aspecto. El cuadro zaragocista estrenó la nueva indumentaria blanca y azul. El filial jugó de rojo. No jugaron por lesión o molestias físicas Bermejo, Lecoeuche, Puche y P. Sans.

 

El Real Zaragoza inicia su verano con un cómodo triunfo por 3-0 ante el Deportivo Aragón

Azón, que se retiró lesionado, Sabin Merino y Maikel Mesa marcaron los goles en la primera mitad. En un partido de poco ritmo, debutaron todos los nuevos fichajes salvo el tocado Lecoeuche.

El Real Zaragoza completó este martes su primer partido de preparación estival con un cómodo triunfo por 3-0 frente a su propio filial, el RZD Aragón, en un choque jugado sin público en el campo central de la Ciudad Deportiva bajo un intenso calor, en especial en la primera parte. Azón, Sabin Merino y Maikel Mesa marcaron los tantos en los primeros 45 minutos.

El primer tiempo empezó con mejor disposición del Aragón, que entró con más ímpetu al juego ante un Real Zaragoza lento y falto de conexión entre sus líneas. Por eso, las dos primeras ocasiones fueron del equipo de Segunda RFEF, en el minuto 12 a cargo de Fabio Conte, que remató mal cuando estaba solo al borde del área pequeña, y en el 13, con un cabezazo de Operé en el segundo palo a la salida de un córner que tuvo que salvar casi bajo palos Grau cuando el balón se colaba entre la melé de futbolistas.

No era normal este guion y el cuadro zaragocista logró cambiarlo enseguida, gracias a la sintonización de Francho, de un activo Igbekeme (colocado por Escribá como interior derecho) y, sobre todo, del oportunismo de Azón. En el minuto 14, Igbekeme remató solo a placer y el balón se le marchó rozando la escuadra derecha, fuera por dos dedos. Y en el 15, Azón, en carrera, colocó el 1-0 con la derecha tras un centro precioso de Gámez. Del intercambio de golpes en el primer cuarto de hora salió ganador el equipo grande. Algo habitual en el fútbol.

Hasta la recta final de la primera parte predominó el juego lento, pausado, muy del momento incipiente del verano. El Aragón dejó de presionar arriba del todo, pues los 37 grados eran demasiada losa para los futbolistas en juego, y el Real Zaragoza lo agradeció. El 4-2-3-1 propuesto por Escribá pudo así desarrollarse a modo de pizarra móvil. Con Grau demasiado previsible en el doble pivote junto a Francho. Con los extremos improvisados, el citado Igbekeme y el joven Cortés, poco resolutivos. Se miró con atención al debutante Maikel Mesa, que hizo de media punta, de enganche, escasamente vistoso, sin suministro por parte de los demás. Y Azón recibió, asimismo, pocos balones útiles. Fue un Zaragoza que pisó muy poco el área rival.

En ese largo erial de casi media hora, fue el filial, como al inicio de todo, el que rompió el sopor. Lo hizo con un chut potentísimo de Aragüés en el minuto 36 que rechazó como pudo Cristian Álvarez y al que dio continuidad Jay, desde el borde del área, con otro latigazo duro que el portero argentino detuvo en dos veces. Ahí pudo estar el empate y la historia del primer periodo hubiese cambiado probablemente. 

En la pausa de hidratación, en el minuto 30, se había retirado del campo Azón, lesionado tras haber recibido un golpe de un rival en el tobillo derecho minutos antes. Lo sustituyó Sabin Merino, regresado de México y que no cuenta en los planes del club. De esa incidencia surgió el epílogo feliz del Real Zaragoza, pues en el minuto 44, Merino marcó el 2-0 tras un error grueso de Operé en la salida del filial desde su área, pues regaló la pelota a Maikel Mesa para que este regalase el tanto al recién incorporado delantero centro blanquillo. Y justo antes del intermedio, Mesa se estrenó como goleador en su nuevo equipo a colocar con clase una asistencia de Cortés en el área, con un toque fino con el interior del pie derecho. El 3-0 era excesivo para lo visto sobre el césped, pero fue la traducción en hechos de la diferencia de calidad real entre unos y otros.

La segunda parte, como es norma en cada principio de precampaña, tuvo dos onces totalmente diferentes en ambos equipos. En los zaragocistas se estrenaron Bakis, Moya y Aguado. En el filial, Larraz rejuveneció mucho el perfil, con bastantes juveniles en el bloque. Bakis protagonizó las primeras dos llegadas notables de los de Escribá, dejando sus primeras muestras de veneno. En el 58, remató alto desde el balcón del área grande, con todo a favor. Y en el 61, en la siguiente pelota que le llegó a sus dominios, no se lo pensó un solo segundo para soltar un cañonazo desde 30 metros que el portero Abbad salvó con enormes apuros. En dos pinceladas, el germano-turco ya enseñó una de sus cualidades: el disparo seco, brutal, desde cualquier distancia.

El equipo B replicó con el descaro que mostró toda la tarde en una acción plástica de Benedet, a la media vuelta en el minuto 63, que se marchó fuera, rozando el poste izquierdo de un batido Rebollo, que pasó muy desapercibido por falta de llegada del adversario. El partido entró en una fase más ágil, con más velocidad en las combinaciones de unos y otros (el sol se escondió y la temperatura se hizo incluso agradable). Baselga, jugando como extremo derecho, se inventó en el 67 un derechazo desde el pico del área que el guardameta del filial sacó en otra meritoria acción de reflejos.

En el nuevo parón para refrescarse, a falta de media hora, los entrenadores aún movieron más el género. En el Real Zaragoza, Juan Sebastián relevó a Luna para jugar el último cuarto de hora. Y el el filial, hasta cinco nuevos cambios convirtieron el segundo periodo en una pachanga en toda regla. En ese desbarajuste final, el recién entrado Fadel lanzó al larguero desde 20 metros y estuvo a punto de marcar el tanto del honor del Aragón, que realmente lo mereció. El epílogo de este envite de pruebas ya no tuvo apenas valor de divisa para los técnicos. Fue mera anécdota.

El 3-0, fraguado en la primera mitad, emuló el marcador que ya se dio el año pasado en este mismo punto de la pretemporada entre el primer y el segundo equipo zaragocistas. Es un simple punto de partida, una referencia sin más. La siguiente cita de los blanquillos, un giro de tuerca más seria, será en 48 horas en Teruel, a las 19.30 de este viernes en Pinilla.

Llamó la atención que, de los convocados y vestidos por Escribá para este partido, el único que no fue alineado ni un solo minuto fue Eugeni. El ‘8’ está en la rampa de salida desde el principio de la pretemporada y esto es una señal clara de que su marcha está cada vez más cercana.

Ficha técnica

Real Zaragoza: Cristian Álvarez (Rebollo. 46); Gámez (Luna, 46) (Juan Sebastián, 76), Francés (Lluís López), Jair (Vaquero, 46), Borge (Nieto, 46); Grau (Moya), Francho (Aguado, 46); Igbekeme (Baselga, 46), Cortés (Molina, 46), Maikel Mesa (Bakis, 46); y Azón (Sabin Merino, 37).

RZD Aragón: Acín (Abbad, 46); Jay (Beamonte, 46) (Motilva, 76), Keita (Yus, 46), Operé (Barrachina, 46), Vallejo (Sola, 46); Vacas (Terrer, 46) (Fadel, 76), Juan López (Lahoz, 46) (Jano Monserrate, 76), Fabio Conte (Benedet, 46) (Royo, 76), Aragüés (Marvin, 46); Cuenca (Yohanner, 46) (Mañas, 76) y Liso (Vela, 46).

Árbitro: De Ena Wolf (Comité Aragonés). No mostró tarjetas.

Goles: 1-0, min. 15: Azón. 2-0, min. 44: Sabin Merino. 3-0, min. 45+1: Maikel Mesa.

Incidencias: Primer partido de pretemporada del Real Zaragoza, jugado a puerta cerrada en su Ciudad Deportiva en una tarde de 37 grados y calor aplastante. El césped presentó un buen aspecto. El cuadro zaragocista estrenó la nueva indumentaria blanca y azul. El filial jugó de rojo. No jugaron por lesión o molestias físicas Bermejo, Lecoeuche, Puche y P. Sans.