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EURO2012 POL-UKR

Clasificacion fase de grupos

 

Clasificación Grupo A

ClasificaciónPTOSPJPGPEPPGFGC(Dif)
Escudo de R. Checa R. Checa6320145(-1)
Escudo de Grecia Grecia4311133(0)
Escudo de Rusia Rusia4311153(+2)
Escudo de Polonia Polonia2302123(-1
  • Jornada 1 (08 Jun 2012)

    Escudo Polonia Polonia1Escudo Grecia Grecia1
    V-08/06-18:00
    Escudo Rusia Rusia4Escudo R. Checa R. Checa1
    V-08/06-20:4
  • Jornada 2 (12 Jun 2012)

    Escudo Grecia Grecia1Escudo R. Checa R. Checa2
    M-12/06-18:00
    Escudo Polonia Polonia1Escudo Rusia Rusia1
    M-12/06-20:45
  • Jornada 3 (16 Jun 2012)
Escudo Grecia Grecia1Escudo Rusia Rusia0
S-16/06-20:45
Escudo R. Checa R. Checa1Escudo Polonia Polonia0
S-16/06-20:45

 

Clasificación Grupo B

ClasificaciónPTOSPJPGPEPPGFGC(Dif)
Escudo de Alemania Alemania9330052(+3)
Escudo de Portugal Portugal6320154(+1)
Escudo de Dinamarca Dinamarca3310245(-1)
Escudo de Holanda Holanda0300325(-3)

Resultados

  • Jornada 1 (09 Jun 2012)

    Escudo Holanda Holanda0Escudo Dinamarca Dinamarca1
    S-09/06-18:00
    Escudo Alemania Alemania1Escudo Portugal Portugal0
    S-09/06-20:45
  • Jornada 2 (13 Jun 2012)

    Escudo Dinamarca Dinamarca2Escudo Portugal Portugal3
    X-13/06-18:00
    Escudo Holanda Holanda1Escudo Alemania Alemania2
    X-13/06-20:45
  • Jornada 3 (17 Jun 2012)
Escudo Dinamarca Dinamarca1Escudo Alemania Alemania2
D-17/06-20:45
Escudo Portugal Portugal2Escudo Holanda Holanda1
D-17/06-20:45

 

Clasificación Grupo C

ClasificaciónPTOSPJPGPEPPGFGC(Dif)
Escudo de España España7321061(+5)
Escudo de Italia Italia5312042(+2)
Escudo de Croacia Croacia4311143(+1)
Escudo de Irlanda Irlanda0300319(-8)

Resultados

  • Jornada 1 (10 Jun 2012)

    Escudo España España1Escudo Italia Italia1
    D-10/06-18:00
    Escudo Irlanda Irlanda1Escudo Croacia Croacia3
    D-10/06-20:45
  • Jornada 2 (14 Jun 2012)

    Escudo Italia Italia1Escudo Croacia Croacia1
    J-14/06-18:00
    Escudo España España4Escudo Irlanda Irlanda0
    J-14/06-20:45
  • Jornada 3 (18 Jun 2012)
Escudo Italia Italia2Escudo Irlanda Irlanda0
L-18/06-20:45
Escudo Croacia Croacia0Escudo España España1
L-18/06-20:45

 

Clasificación Grupo D

ClasificaciónPTOSPJPGPEPPGFGC(Dif)
Escudo de Inglaterra Inglaterra7321053(+2)
Escudo de Francia Francia4311133(0)
Escudo de Ucrania Ucrania3310224(-2)
Escudo de Suecia Suecia3310255(0)

Resultados

  • Jornada 1 (11 Jun 2012)

    Escudo Francia Francia1Escudo Inglaterra Inglaterra1
    L-11/06-18:00
    Escudo Ucrania Ucrania2Escudo Suecia Suecia1
    L-11/06-20:45
  • Jornada 2 (15 Jun 2012)

    Escudo Ucrania Ucrania0Escudo Francia Francia2
    V-15/06-18:00
    Escudo Suecia Suecia2Escudo Inglaterra Inglaterra3
    V-15/06-21:00
  • Jornada 3 (19 Jun 2012)
Escudo Suecia Suecia2Escudo Francia Francia0 M-19/06-20:45

Escudo Inglaterra Inglaterra1Escudo Ucrania Ucrania0 M-19/06-20:45

 

Segunda fase

 Cuartos de final Semifinales Final
  21 al 24 de junio  27 y 28 de junio  1 de julio
           
 Varsovia, 21 de junio      
 
  Bandera de la República Checa República Checa 0
 Donetsk, 27 de junio
  Bandera de Portugal Portugal 1 
  Bandera de Portugal Portugal 0 (2)
 Donetsk, 23 de junio
   Bandera de España España (p) 0 (4) 
  Bandera de España España 2
  Kiev, 1 de julio
  Bandera de Francia Francia 0 
  Bandera de España España 4
 Gdańsk, 22 de junio
   Bandera de Italia Italia 0
  Bandera de Alemania Alemania 4
 Varsovia, 28 de junio 
  Bandera de Grecia Grecia 2 
  Bandera de Alemania Alemania 1
 Kiev, 24 de junio
   Bandera de Italia Italia 2 
  Bandera de Inglaterra Inglaterra 0 (2)
  
  Bandera de Italia Italia (p) 0 (4) 

Partido 24 Grupo D

Partido 24 Grupo D

 

INGLATERRA 1 – 0 UCRANIA

Inglaterra: Hart; Johnson, Terry, Lescott, Ashley Cole; Milner (Walcott, m. 70), Gerrard, Parker, Young; Welbeck (Carroll, m. 82) y Rooney (Oxlade-Chamberlain, m. 87).

Ucrania: Pyatov; Gusev, Rakitskiy, Khacheridi, Selin; yarmolenko, Tymoshchuk, Konoplyanka; Milevskiy, Garmash, y Devic.

Gol: Rooney aprovecha un fallo de Pyatov para poner la cabeza en la linea de gol.

Árbitro: Viktor Kassai. Amonestó a Ashley Cole, Gerrard, Shevchenko, Tymoshchuk y Rakitskiy.

Rooney pide cita con Italia

Inglaterra despide a Ucrania con un gol de su estrella en su primer partido y poco más ● El conjunto ucranio se vio perjudicado por un tanto fantasma que superó la línea de meta

La Eurocopa recuperó a Rooney el día que se quedó sin anfitriones. Ucrania resistió tan poco como Polonia y el torneo, a falta de dos campeones como Holanda y Rusia, avanza hacia su fase decisiva con los principales aspirantes: seis titulados (España, Francia, Italia, Grecia, República Checa y Alemania) y dos clásicos como Portugal e Inglaterra, que se alzó con el primer puesto del grupo D tras un partido que no se rebobinará en las escuelas futbolísticas. Sí debiera en las aulas arbitrales y en los despachos de la FIFA, porque ni con la montonera de árbitros que hoy ponen la lupa se disiparon las dudas sobre un aparente gol local que Terry rechazó bajo el larguero. Una jugada que tanto pudo meter en serios problemas a Inglaterra como a Francia, que sucumbió con Suecia. Al final, Inglaterra, sin alardes, ya mandaba en el resultado con un tanto de Rooney regalado por el portero Pyatov. Ucrania no da para más; Inglaterra tampoco va sobrada. La espera Italia.

Una de las cuñas que el fútbol ha metabolizado es el cartel de Inglaterra, que impone allá por donde pasa, sin que se repare en que de su único trono hace ya 46 años, que jamás ha disputado una final de la Eurocopa y que no llega siquiera a las semifinales de un Mundial desde 1990. Pero el eco anglosajón y la brillantina de una Premier cada vez más babélica han maquillado sus pobres resultados, su catarata de decepciones. Esta vez ni sus más fieles se conceden el derecho a soñar. El viraje en la dirección del equipo no ha despertado un gran entusiasmo. No funcionó la pócima de Fabio Capello y ahora ha vuelto al remedio casero, con Roy Hodgson, que ha pasado por 18 banquillos distintos desde que iniciara su carrera a mediados de los setenta. Por ahora, el equipo se ha conducido hasta los cuartos con más eficacia que juego.

Con el paso de los años y las importaciones de la Premier, Inglaterra ha perdido ese punto, algo ingenuo dirían algunos puristas, que le hacía ser un equipo siempre al frente, decidido, con brío, corsario en las dos áreas. Hoy se ha barnizado sin esponjar lo mejor de otras corrientes. Se ha quedo en medio del canal. Lo evidenció ante Ucrania, con la que pretendió gestionar sin más el punto que necesitaba. El único anfitrión superviviente no tuvo respuesta ante el macizo inglés. Sus recursos son muy limitados, hasta el punto de que su capitán y goleador del campeonato, Shevchenko, a sus casi 36 años, ya no tiene gasolina para el trajín de una Eurocopa. Blokhin, su seleccionador, le dio aire en el banquillo hasta los veinte minutos finales. A Ucrania, como le sucediera a Polonia, no le bastó con el fervor local, necesita muchos otros pluses.

Con el paso de los años y las importaciones de la Premier, Inglaterra ha perdido ese punto, algo ingenuo dirían algunos puristas, que le hacía ser un equipo siempre al frente, decidido, con brío, corsario en las dos áreas

Ni la presencia de Rooney, pese al gol, le cambió sustancialmente el esqueleto al conjunto inglés. De hecho, su presencia solapó de algún modo a Wellbeck, su compañero del United, un futbolista interesante que había tenido un buen rendimiento en los dos primeros duelos. Anoche dejó el plano principal a su reputado compañero. Con todo, Inglaterra fue el mismo equipo plano de los dos encuentros anteriores, sin hilo en el juego. Gerrard, sin el toque pop del otro, por supuesto, es hoy un Beckham, un futbolista limitado a las jugadas a balón parado y su oceánico toque, el pase en largo que siempre le distinguió. Pero el juego no gravita a su alrededor, y Parker, Young y Milner están para lo grueso, como actores secundarios. De esta forma, el equipo queda sometido al solitario de Rooney o de Gerrard con el balón detenido. Así ocurrió en el gol. Tras un córner lanzado por el capitán inglés, la pelota rebotó de nuevo hacia él y su combado centro subterráneo burló las manos del meta Pyatov. Una fuga que no perdonó Rooney, como un ermitaño en la línea de gol.

A Ucrania, como le sucediera a Polonia, no le bastó con el fervor local, necesita otros pluses

Tras su anodino primer tiempo, Inglaterra se vio en ventaja, pese al animoso empeño local. No se derrumbó Ucrania, que aceleró con entusiasmo y comenzó a flirtear con el empate. Milevsky cabeceó solo por encima de la portería de Hart y, de inmediato, en una jugada en la que el propio delantero partió en fuera de juego, Devic elevó el balón por encima del meta inglés. Terry metió la puntera bajo el larguero y dio toda la sensación de que la pelota cruzó la raya. Allí estaba ese nuevo poste que se han inventado los rectores de este invento, ese supuesto auxiliar arbitral que algo debería pintar al menos en este tipo de jugadas. Al asistente húngaro no le bastó con la mirada para certificar la jugada, señal de que solo un mecanismo electrónico evitaría estos engorros.

Incapaz de gobernar el partido ante una selección al borde del despido, Inglaterra aún concedió alguna ocasión más. No supo cómo cerrar el encuentro en las dos áreas y resistió por la cierta incapacidad de su adversario, al que esta vez ni Shevchenko pudo resucitar. Fin de las ilusiones para Ucrania. Inglaterra aún tiene pista.

Partido 23 Grupo D

Partido 23 Grupo D

 

SUECIA 2 - 0 FRANCIA

Suecia: Isaksson; Granqvist, Mellberg, Jonas Olsson, Martin Olsson; Svensson (Holmén, min.79), Kallstrom; Larsson, Ibrahimovic, Bajrami (Wilhemsson, min.46); Toivonen (Wernbloom, min.78). No utilizados: Par Hansson, Wiland, Antonsson, Lustig, Safari, Elm, Elmander, Hysen y Rosenber.

Francia: Lloris; Debuchy, Mexes, Rami, Clichy; Ben Arfa (Malouda, min.59), Nasri (Ménez, min.78), Alou Diarra, M’vila (Giroud, min.83), Ribery; Benzema. No utilizados: Mandanda,Evra, Reveillere, Koscielny, Martin, Valbuena y Matuidi.

Goles: 1-0. M.54. Ibrahimovic. 2-0. M..91. Larsson.

Árbitro: Pedro Proenca (POR). Amonestó a Svensson, Holmén, Mexes.

Olímpico de Kiev, unos 35.000 espectadores.

Ibra castiga a Francia

El delantero sueco pone en evidencia al plantel de Blanc, rival de España en cuartos

  • Revista de prensa: “Francia, a cuartos con la cabeza baja, humillada y sin gloria”

Ibrahimovic se despidió con uno de los mejores goles de la Eurocopa. Así funcionan los mejores solistas, también en el fútbol, capaces de dejar constancia de su presencia con un detalle técnico imperecedero incluso en el partido del adiós de su selección, como era el caso de Suecia. Los suecos se van y dejan como recuerdo el gol de Ibrahimovic. Aquí se queda Francia, anoche derrotada y desmitificada por los chicos de Hamren, obligada ahora a cruzarse con España, después de la victoria de Inglaterra. Fracasó Blanc en el planteamiento y tampoco se corrigió la selección con los cambios, de manera que no se sabe muy bien qué pensar de los franceses, intimidadores a su llegada por su plantel y ahora mismo desfigurados y sin fútbol.

A falta de un temporizador, necesitada como está de un centrocampista que marque el ritmo del partido, Francia solo se despliega cuando Benzema se arranca desde la línea de los tres cuartos y filtra el pase para Ribéry, Ben Arfa o Nasri. El frente de ataque es técnicamente tan intimidador como poderoso son sus dos medios defensivos: el reaparecido M’Vila y Alou Diarra. La cuestión es que es muy difícil que mezclen medios con delanteros, máxime cuando faltan Ménez —apercibido de sanción— y el lesionado Cabaye, y por otra parte a veces le cuesta en exceso tomar la iniciativa, como ayer ante Suecia.

Ya eliminados, los suecos jugaron muy liberados, hasta cierto punto alegres y desenfadados, circunstancia que les permitió dominar el encuentro desde la salida. No se había cumplido un cuarto de hora y ya habían rematado tres veces al marco de Lloris y si no habían marcado era porque Toivonen no acertó a rematar a puerta vacía después de haber recortado al portero en una jugada muy mal defendida por el central Mexès, baja por sanción ante España. Ibrahimovic acaba de renovar su fe en la selección y quería dejar huella en su despedida del torneo.

Los suecos se asociaron y combinaron con relativa facilidad ante el absentismo de los franceses. No daban tres toques seguidos los muchachos de Blanc y, partido como estaba el equipo, no había manera de que el balón llegara a sus delanteros. Los disparos a media distancia fueron el único acto de fe de Francia hasta el descanso y ninguno enfocó la portería. El primer tiempo resultó muy aburrido, sin remates ni juego, solo pérdidas reiteradas del balón y faltas. Los franceses solo parecieron despabilarse cuando se enteraron del gol de Rooney. La victoria de Inglaterra les descabalgaba del liderato y les mandaba al cruce con España. El partido se abrió y en cinco minutos pasaron más cosas que en 45.

Los franceses no dieron pie con bola, pero pueden desafiar a cualquiera

Del intercambio de golpes sacó mayor provecho Suecia, circunstancia que denunció los problemas en la mecánica de juego de Francia: no atacaba ni controlaba el juego. Lloris sacó dos tiros de gol, uno a Whilhelmson y otro a Melberg, antes de que Ibrahimovic enganchara de volea y a la media vuelta un centro desde la derecha y pusiera el balón en la red. Un golazo propio de un fuera de serie como el ariete sueco, cuyos recursos técnicos le permiten sacar los tiros más imposibles dentro del área. Nadie fue capaz de replicar al gol de Ibra.

A Blanc no le sirvió de nada recurrir a Malouda, Menez y Giroud. Hubo, ciertamente, un par de remates en jugadas francas y muy poco más. Al fin y al cabo, el empate tampoco cambiaba los emparejamientos. Y, por si quedaba alguna duda, Larsson remató la contienda con un segundo gol cuando se cumplía el tiempo reglamentario. Francia fue una simple espectadora del partido. Aunque hasta ahora nunca ha sido protagonista de un encuentro, al menos había ofrecido momentos muy interesantes. No pasó lo mismo contra una selección eliminada de salida, como Suecia. Ayer no dio pie con bola. No se sabe si fue por falta de motivación o por una mala noche. Jugadores tiene, desde luego, para desafiar a cualquiera, incluso a España.

Partido 22 Grupo C

Partido 22 Grupo C

 

CROACIA 0 - 1 ESPAÑA

Croacia: Pletikosa; Vida (Jelavic, m. 65), Corluka, Schindelfeld, Strinic; Vukojevic (Eduardo, m.66), Rakitic; Srna, Modric, Pranjic (Perisic, m. 66); y Mandzukic.

España: Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Piqué, Jordi Alba; Busquets, Xabi Alonso; Silva (Cesc, m. 73), Xavi (Negredo, m. 88), Iniesta; y Fernando Torres (Navas, m. 61).

Goles: 0-1. M. 88. Iniesta asiste a Navas dentro del área.

Árbitro: Wolfgang Stark. Mostró la cartulina amarilla a Strinic, Corluka y Srna.

España no tuvo expresividad, se desplegó con demasiada quietud

Casillas evita un sofocón

España se clasifica tras muchas angustias y otra parada sublime de su capitán ante Croacia ● Al introducir a Navas y Cesc, Del Bosque acertó a dar un volantazo al curso de un mal partido

En la España de la celebridad del toque se olvida a menudo que la selección también está en las mejores manos del mundo. Las de un portero que tiene una dicha que humaniza al resto de los guardametas del planeta. Casillas no tiene comparación posible, no hay forma de rastrear otro arquero con un catálogo de paradas de tanta importancia. Y siempre en las mejores pasarelas, en las que tantos y tantos quedan paralizados por la insoportable presión de verse en el gran hermano universal que es el fútbol a este nivel. Casillas se crece en proporción al rango de la cita. Inaudito. Ante Croacia evitó un sofocón mayúsculo, es probable que un batacazo inesperado del campeón mundial. Casi a la hora de partido, ante un remate de Rakitic que no tenía otra dirección que el gol, Casillas de nuevo fue Houdini. De no se sabe dónde sacó las manos, brincó a un costado y evitó un tanto que dejaba en ese momento a España fuera del torneo. Hasta ese punto llegaron los fantasmas de la selección, que pasó una noche de tinieblas, al borde del precipicio, sin las señas que la distinguen. Tras el penúltimo verso de Casillas, Navas, tras una gran jugada de Cesc, desanudó las gargantas españolas. Los fabricantes del gol, con Iniesta de por medio, no irrumpieron hasta el último tercio del encuentro, cuando con ellos y ya sin Torres u otro ariete, Del Bosque acertó a dar un volantazo al curso del partido. De un mal partido, eso sí.

Pese a las advertencias previas del seleccionador, España pretendió de entrada echar un vistazo al duelo, lo que derivó en un sofocón que nadie esperaba. Contenida, desconfiada, España no tuvo expresividad, se desplegó con demasiada quietud. Como cita trampa que era, la selección quiso tutelar el juego sin más, con parsimonia, sin correr riesgo alguno que permitiera un azote croata, cuando el verdadero vértigo estaba en el marcador, a un gol de la eliminación. Y no son pocos los goles imprevistos, por más que los croatas también negociaran con el resultado, refugiados en su campo, enmascarados hasta que no tuvieran más remedio. Croacia no intentó atajar hacia la victoria, lo único que garantizaba su supervivencia en el torneo, máxime tras el gol de Cassano para Italia. Para el equipo de Bilic acercarse al éxito pasaba por cerrar un combate nulo con el campeón hasta un apretón en el desenlace final. Y casi lo consigue. Tiene mérito cómo logró desnaturalizar a España, nada reconocible por el orden y la firmeza del contrario. Con la parálisis española, el encuentro tuvo un aire plomizo, tedioso, sin otro atractivo que la incertidumbre del último tramo.

Del Bosque repitió la misma alineación que ante Irlanda, señal evidente del carácter trascendental del choque. El seleccionador quería que el equipo arrancara con pulso. Pero España no encontró la vía. Un equipo capaz de tirar pases hasta el delirio falló más de la cuenta. No encontraba fluidez por las orillas, sobre todo por la de Arbeloa, en tierra de nadie, y Croacia, con su embudo en el eje, le bajaba la persiana por dentro, donde nadie encendía la luz. Xavi no daba con las manecillas y a Silva e Iniesta les costaba enhebrar. Tampoco Torres, estático y de aspecto desamparado, abrió las mismas rutas que ante los irlandeses. El partido estaba reducido a los asaltos entre Sergio Ramos y Mandzukic, que reclamó, no sin razón, una plancha del andaluz dentro del área. Poco a poco, sin juego y sin remate, España se fue metiendo en un auténtico enredo.

La tensión se multiplicó en el segundo tramo, con los dos equipos a un paso del abismo, a un gol de la gloria croata o del batacazo español. A un centímetro estuvo Croacia, con menos grilletes tras el descanso. Poco antes de la hora, con España aún comatosa, Rakitic, con los pies en la línea del área pequeña, cabeceó a un palmo del flequillo de Casillas. Era gol o gol, como ya lo celebraba la hinchada croata. Salvo por un detalle mayúsculo; Iker Casillas. No hay campeonato en el que no resulte decisivo, por eso es el mejor del mundo en su puesto. El madrileño no solo tiene unas condiciones técnicas sobresalientes, sino un don que le distingue de todos y no se entrena: en los grandes momentos es todavía mejor. Su parada a Rakitic mantiene al campeón en el torneo, como ya le mantuvo en los cuartos de 2008 ante Italia y en la prórroga de la final de Sudáfrica.

Un equipo capaz de tirar pases hasta el delirio, falló más de la cuenta. No encontraba fluidez por las orillas, sobre todo por la de Arbeloa, en tierra de nadie

La parada de Casillas no alteró el guion hasta que Del Bosque movió el banquillo. Acertó de lleno con la entrada de Navas y Cesc por Torres y Silva. De nuevo con los arietes exiliados. Esta vez, España encontró remedio, se volvió un equipo más chisposo. Navas le dio vuelo por la derecha y Cesc le dio sentido al juego, como mediocampista y como atacante. De él partió el jugador que liberó las angustias españolas. Una asistencia excepcional para Iniesta que sacó de rueda a todos los defensas adversarios. El manchego llegó por el pico del área y dejó que Navas reventara la pelota contra la red. Croacia, que nunca se fue a por la victoria como le exigían los resultados, se derrumbó, y España selló su pase como primera de grupo.

Aliviada España, para la historia debería quedar que el auténtico gol de la noche fue el de Iker Casillas. Siempre está. Él es el otro gran toque de España.

Partido 21 Grupo C

Partido 21 Grupo C

 

ITALIA 2 - 0 IRLANDA

Italia: Buffon; Abate, Barzagli, Chiellini (Bonucci, m.57), Balzaretti;  Pirlo, Marchisio, Motta, De Rossi; Di Natale (Balotelli, m.75) y Cassano (Diamanti, m.63). No utilizados: De Sanctis, Sirigu, Ogbonna, Nocerino, Giovinco, Maggio, Montolivo, Borini y Giaccherini.

Irlanda: Given; O’Shea, Dunne, St. Ledger, Ward; McGeady (Long, m.65), Whelan, Andrews, Duff; Doyle (Walters, m.76) y Robbie Keane (Cox, m.86). No utilizados: Westwood, Forde, Odea, Kelly, Mcshane, Hunt, Gibson, Green y McClean.

Goles: 1-0, m.36: Cassano; 2-0, m.90: Balotelli.

Arbitro: Cuneyt Cakir (TUR). Amonestó a Balzaretti, Buffon, De Rossi, Andrews y O’Shea y expulsó por doble amonestación a Andrews (m.89).

Estadio Miejski de Poznan, 38.000 espectadores.

Cosas de Cassano y Balotelli

Italia doblega a Irlanda, que, sin embargo, la mantuvo al borde de la taquicardia

durante la segunda mitad, cuando los ‘azzurri’ volvieron a apelar al espíritu conservador

 

Como si la ración de biscotto, durante la semana, le hubiera sentado mal, Italia salió con dolor de tripas. La digestión no fue buena y hasta el minuto 90 no respiró tranquila con una clasificación más disputada de lo previsto. Su problema no fue el biscotto, en el que nunca creyó, sino su fútbol, con algunas costuras por zurcir, y su personalidad, un tanto tímida, demasiado medrosa.

Le costó unos 10 minutos evacuar el dulce, los que tuvo Irlanda para hacer un guiño a su inestimable y colorida afición con un par de llegadas que en Italia, seguro, revivieron los maléficos homenajes al 18 de junio, cuando La Azzurra perdió con los irlandeses en el Mundial de Estados Unidos y cuando fue eliminada en el de Corea del Sur por el equipo anfitrión. Mal día para mirar al calendario. Malo, además, cuando el que yerra a los 30 segundos es Pirlo, la bandera y el mástil de Italia, y propicia una contra irlandesa de las que se atragantan en la nuez.

Italia salió del escusado aliviada cuando Pirlo, aunque muy atrás, comenzó a manejar cortito el fútbol, apoyándose en Motta y contando con la agilidad de Di Natale para escapar de las fornidos irlandeses. Cassano se dedicó a moverlos por las bandas, fuera de sitio y lugar. Di Natale, por rápido, por listo, superó al portero irlandés y en un gesto magnifico envió el balón a la portería vacía. St. Ledger llegó a tiempo de evitar que cruzara la raya. Fue como una promocion de una película ya anunciada. Irlanda se vio superada por una marabunta, bien es cierto que pacífica, de Italia y, para colmo, sufrió la inseguridad del portero, Given. Sus manos de cirujano no soportaron el impacto previsible de un disparo de Pirlo y lo envió a córner en vez de abrazarlo. Casano lo aprovechó para rozar con su último pelo el balón, que dio en un poste y botó dentro, aunque sin alcanzar la red.

No era una Italia grande, no era una Italia bella, pero era una Italia que ejercía su autoridad de forma suficiente. Pero, en la segunda mitad, era una Italia aterrada por el frenesí irlándés, que, sin nada que perder, decidió que había llegado su momento estelar. Italia se asustó. Las segundas partes se le atragantan. Parece extraño que un simple empujón físico de Irlanda, con la osadía que da la calma, le robara los galones del partido y le empujara a la defensa con pico y pala. Como si los genes que no se adivinan en el modernista Prandelli se apoderasen de Italia sibilinamente, La Azzurra dio dos pasos atrás e invitó a la tropa irlandesa a un acoso que fue elevando su autoestima.

Cada jugada a balón parado era un abracadabra del 18 de junio. Doyle y Duff se convirtieron en velocistas indomables y los grandullones irlandeses en gullivers aún más agigantados. Pero siempre queda un resquicio para el arte. El de Buffon, para repeler un misil de Andrews, y el de Balotelli, para cortar con tijera de sastre un centro desde la derecha que le permitió poner su sello a la escueta carta de un partido más emotivo que bello.

Partido 20 Grupo B

Partido 20 Grupo B

 

PORTUGAL 2 – 1 HOLANDA

Portugal: Rui Patricio; João Pereira, Pepe, Bruno Alves, Coentrão; Meireles (Custiodio, m. 72), Veloso, Coutinho; Nani (Rolando, m. 87), Postiga (Nelson Oliveira, m. 64) y Cristiano Ronaldo.

Holanda: Stelenburg; Van der Wiel, Vlaar, Mathijsen, Willems (Afellay, m. 67); De Jong, Van der Vaart; Robben, Van Persie, Sneijder; y Huntelaar.

Goles: 0-1. M. 12. Van der Vaart. 1-1. M. 27. Cristiano Ronaldo. 2-1. M. 74. Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Nicoli Rizzoli. Mostró la cartulina amarilla a Van Persie y Willems.

Formidable Cristiano

La genialidad del delantero portugués emerge en todo su esplendor para dar el pase a su selección ● Holanda consuma su fracaso al no alcanzar los cuartos por primera vez en 24 años

Una vez llegado el momento decisivo, compareció Cristiano Ronaldo. Anónimo hasta ayer, el portugués destrozó a una zaga de broma como la holandesa. Atleta formidable, su repertorio no tiene límite cuando rompe a jugar y le enciman defensas como Van der Wiel. El delantero del Real Madrid fue el protagonista de un partido antes solemne y anoche rebajado por la dimisión oranje. El balón no se movió de los pies de Cristiano, montado en su bicicleta, reconocido como el mejor rematador y ante Holanda también admirable como asistente. Jugó tan fácil y suelto que para el delantero fue un juego de niños eliminar al subcampeón mundial.

Holanda se acabó en cuanto asomó Cristiano Ronaldo. El equipo oranje empezó el partido decisivo en el punto en que había acabado los dos anteriores, señal de que necesitaba atacar, ganar por al menos dos goles, recuperar el tiempo perdido. Van Marwijk cambió un jugador por línea: Vlaar sustituyó a Heitinga como pareja de Mathijsen, prescindió de Van Bommel en el doble pivote y juntó a Huntelaar con Van Persie, los máximos goleadores de las ligas de Alemana e Inglaterra. Más pólvora y también más mecha, sobre todo por la presencia de Van der Vaart, cuya entrada desplazó a Sneijder a la banda en detrimento de Afellay.

Había que mejorar la relación de los medios con los delanteros, enganchar mejor el equipo, y exigir defensivamente a Portugal, que no tocó nada respecto del último partido, muy a gusto con su alineación, solo pendiente de que entrara en juego Cristiano Ronaldo. Atacó mejor Holanda y también defendió peor, por más difícil que pueda parecer, vulnerable como ha sido históricamente el equipo oranje. Así, después de un excelente gol de Van der Vaart, que en el balcón del área cruzó con la zurda un pase de Robben, reconvertido en extremo derecho, se sucedieron hasta cuatro llegadas consecutivas de los portugueses.

El balón no se movió de los pies de Cristiano montado en su bicicleta

A la quinta llegó el gol de Ronaldo después de que perdiera la pelota Willems. El delantero tiró un desmarque estupendo para recibir de João Pereira, controló la pelota con el interior y la cruzó con la derecha sobre la salida del portero. Un gol muy suyo, muy repetido y, sin embargo, siempre esperado y aplaudido. El tanto tuvo un efecto devastador sobre Holanda, que no rascó bola hasta el descanso, y permitió que los portugueses se marcaran media hora de buen fútbol. Cristiano remató desde todos los ángulos y si no cayeron más goles fue por falta de puntería o por el acierto de Stekelenburg, mucho más presente que el marginal Van Persie.

No había noticias de las figuras holandesas desde que les robaron la pelota los medios de Portugal. Aunque Bert van Marwijk cambió el papel de los delanteros para dar mayor protagonismo a Robben y Van Persie, el equipo oranje continuó desequilibrado y desorganizado, falto de hilo de juego, lastrado por una defensa desastrosa tanto en las bandas como en el centro. No comparecían Van Persie ni Huntelaar para coronar la ofensiva de Holanda y por el contrario aguardaba confiado en la divisoria Cristiano a que le cayera el balón manejado por el omnipresente Moutinho. Apareció entonces la figura del generoso y asistente Ronaldo.

Atacó mejor Holanda y también defendió peor, por más difícil que pueda parecer

El madridista le regaló un pase de gol a Coentrão y después a Nani. No acertaron ni uno ni otro en una situación de clara ventaja para desespero de Cristiano, que decidió resolver el encuentro por su cuenta. A Nani le gusta más pasar que rematar, de manera que no sorprendió la facilidad con la que conectó con su capitán, excelente en el despliegue, en la recepción y en el control, en el recorte y en el disparo. Una jugada de nuevo ya muy vista en el Madrid, siempre bien acabada por Ronaldo. A pesar de que Van der Vaart remató a la madera, Holanda acabó el partido como pudo, desnortada y agresiva, con Afellay de falso lateral.

Los oranje han perdido los tres partidos que han jugado, síntoma de su mal momento y gran confusión, ayer más retratada que nunca por el buen juego de Portugal. Resulta que el equipo de Van Marwijk queda apeado del torneo sin pisar los cuartos por primera vez en 24 años. Mejora el equipo de Paolo Bento con el paso de las jornadas y desde ayer ya tiene en forma a Cristiano Ronaldo, dispuesto a ser el rey del torneo en ausencia de Messi y después de que Van Persie e Ibrahimovic estén ya de vuelta de Polonia y Ucrania. Únicamente el poste evitó que el delantero madridista lograra el triplete para coronar una excelente actuación. Marcó, se liberó de la presión, dejó de ser antipático y ya está de nuevo ante un nuevo reto formidable.

Ha despertado a tiempo el genio de Cristiano Ronaldo.

Partido 19 Grupo B

Partido 19 Grupo B

 

DINAMARCA 1 - 2 ALEMANIA

Dinamarca: Andersen; Jacobsen, Kjr, Agger, Simon Poulsen; Jacob Poulsen (Mikkelsen, 82), Kvist; Zimling (Christian Poulsen, 79), Eriksen, Krohn Dehli; y Bendtner. No utilizados:Schemeichel, Lindegaard; Bjelland, Okore, Schöne, Kahlenberg, Silberbauer, Wass, Pedersen y Rommedahl.

Alemania: Neuer; Bender, Hummels, Badstuber, Lahm; Khedira, Schweisteiger; Mller (Kroos, 84), zil, Podolski (Schrrle, 64); y Gómez (Klose, 74). No utilizados: Wiese, Zieler; Schmelzer, Howedes, Mertesacker, Gündogan, Göetze, Kroos y Reus.

Goles: 0-1. M. 19. Podolski. 1-1 M. 25. Krohn-Dehli. 1-2 M. 80. Bender.

Arbitro: Velasco Carballo.

Arena Lviv, 32.000 espectadores.

El partido más político

Alemania se medirá en cuartos a Grecia tras derrotar a la conservadora Dinamarca

El cuadro de Löw pretende jugar como España, pero solo Özil se acerca a ese fútbol de toque

Alemania prefería haberlo evitado. Enfrentarse en estos momentos a Grecia, con las connotaciones políticas a flor de piel, no era del gusto del seleccionador, Joachim Löw, que solo quiere centrarse en el juego. Pero serán inevitables las referencias a la poderosa economía germana tratando de aplastar a las intervenidas finanzas griegas. Es un enfrentamiento de cuartos de final, en Gdansk, cargado de simbolismo. En lo futbolístico, no hay debate. Alemania está a años luz de Grecia, por mucho que el combinado de Löw dejara dudas ante Dinamarca. Su juego fue plomizo, sin fluidez, pese a cargar con la iniciativa de principio a fin. A Alemania le administran ya la misma medicina que a España: la esperan atrás con un regimiento. Dinamarca fue una gran decepción. Ni rastro de su tradicional romanticismo. Fue un equipo rácano y conservador, sin ningún encanto. Para haber de caer, mejor hacerlo con algún estilo.

Alemania se cansó de atacar en el primer tiempo. En ese cansancio producido por la necesidad constante de crear sin ser correspondido por el resultado. A Dinamarca le bastó una jugada a balón parado para empatar. Un envío de córner al grandullón del segundo palo (Bendtner) tan previsible como efectivo. Todo el estadio de Lviv sabía que el balón iría dirigido a Bendtner, pero los dos zagueros alemanes le dejaron demasiado espacio para saltar. Y conectar un cabezazo al centro prolongado a gol por el pequeño Krohn-Dehli. Dinamarca necesitaba ganar, pero no iba a arriesgar más de lo imprescindible: muy armado atrás, la posición flotante de Eriksen era la única concesión a la estética.

El espíritu alemán lo resumió el portero Neuer en una salida de su portería hasta línea de tres cuartos del ataque danés: rodeado de contrarios, lejos de echar el balón fuera para evitar problemas, lo envió arriba. La ley es que sus compañeros sigan jugando.

El primer toque de Özil y el motorcito de Lahm pusieron a Alemania en órbita desde el principio. El media punta combinó con todos sus compañeros del ataque, casi siempre con un solo trazo. El capitán arrancaba desde la defensa y llevaba la pelota a campo danés, muy pegada al pie, salvando líneas de contención.

La Alemania de los extremos había estado entumecida en los dos primeros partidos. Por la hiperactividad nerviosa de Thomas Müller y por la escasa presencia de Podolski, más visible en defensa que en ataque. Eso acabó cuando el centro de Müller lo remató con la diestra Podolski desde el punto de penalti, la mejor manera de celebrar su centenar de internacionalidades. Löw agitó el puño izquierdo en señal de victoria: otra vez Podolski le devolvía la enorme confianza. Aun en sus peores momentos, el extremo de origen polaco siempre ha rendido en la Nationalmannshaft.

A los germanos, como a los de Del Bosque, todos les esperan atrás con un regimiento

Dinamarca le metió el miedo en el cuerpo a la hinchada germana en el arranque del segundo tiempo. El cuadro de Olsen encontró por su orilla izquierda una vía de entrada hacia la portería de Neuer. El lateral zurdo Poulsen llegó hasta la línea de fondo sin la oposición de Lars Bender, el centrocampista reconvertido en zaguero por Löw para cubrir la baja de Boateng. El centro atrás lo remató el otro Poulsen, Jakob, fuera. Bender sufrió mucho en esa posición improvisada.

Alemania entró en una fase de dominio tedioso. El cuadro de Löw quiere ser España, pero sigue estando muy lejos. Solo Özil está a la altura técnica de los jugadores de Del Bosque. Dinamarca ni se inmutó: pese a estar eliminada, el portero Andersen seguía perdiendo tiempo.

El partido penetró en un duermevela peligroso y Löw trató de despertarlo con la entrada de Schürrle. Pero la fatiga transmitida por su equipo arranca en el centro del campo: el balón no circula con la velocidad necesaria. Schweinsteiger, pese a sus dos asistencias ante Holanda, pena más que disfruta en la distribución. Y en cuanto a Khedira, ocupa más campo y asume más funciones de las que le convendrían.

Finalmente, Dinamarca hubo de salir de su refugio y en su primer intento, Alemania halló lo que le había faltado en toda la segunda parte: espacios. Acostumbrado ya en el Madrid a convertir las contras en un arte, Özil solo hubo de frenar y pasar en diagonal a la llegada por la derecha de Bender. Le espera Grecia. El partido más político.

Partido 18 Grupo A

Partido 18 Grupo A

 

REP. CHECA 1 - 0 POLONIA

República Checa: Cech; Gebre Selassie, Sivok, Kadlec, Limbersky; Hübschmann, Plasil; Jiracek (Rajtoral, m. 83), Kolar, Pilar (Rezek, m. 88); y Baros (Pekhart, m. 20).

Polonia: Tyton; Piszczek, Wasilewski, Perquis, Boenisch, Polanski (Grosicki, m. 55); Murawski (Mierzejewski, m. 73), Dudka, Blaszczykowski, Obraniak (m. 73); y Lewandowski.

Gol: 1-0. M. 72. Jiracek.

Árbitro: Craig Thomson (Escocia). Amonestó a Limbersky, Plasil, Pekhart, Perquis, Wasilewski y Blaszczykowski.

Unos 40.000 espectadores en el Municipal de Wroclaw.

El fervor popular no gana partidos

Polonia sufre la maldición del anfitrión ante la experiencia de la República Checa

Aunque Polonia amaneció pintada de blanco y rojo, el fervor popular no gana partidos y su selección quedó eliminada de la Eurocopa. Impotentes, los anfitriones se despidieron de la misma manera con la que debutaron, víctimas de la presión. A un excelente inició, siguió un mal final y un peor entretiempo, manejado por la experta República Checa, que jugó muy arropada, bien acogida por sus vecinos de Wroclaw. Polonia, de momento, no sabe ganar después de aprender a competir. No tiene jugadores que marquen la diferencia, ni siquiera Lewandowski, y no tuvo ni una pizca de suerte en su último partido.

El partido parecía estar cuesta arriba desde el inicio para la República Checa por la lesión del capitán Rosicky, excelente como abastecedor de los delanteros Pilar y Baros. Aún así, no jugó más tranquila Polonia, que formó con el mismo equipo que contra Rusia. Zmuda quedó contento con el portero suplente Tyton y mantuvo a un medio defensivo como Dudka para ganar seguridad defensiva en detrimento de Rybus. Polonia no tiene un futbolista como Rosicky y, a falta de un generador de juego y un líder, se despliega por las bandas, preferentemente la derecha, y busca a Lewandowski.

El fútbol coral y solidario de Polonia fue excelente durante media hora en el anegado estadio de Wroclaw. La ofensiva local era tan implacable como la tormenta. No paró de atacar el equipo de Zmuda. Las llegadas y las ocasiones se sucedieron sin parar ante Cech. A partir de apoyos constantes, Polonia jugaba siempre en cancha checa, a veces por la derecha y en otras por la izquierda, a menudo, encomendada a Blaszczykowski, un futbolista muy interesante. A los anfitriones les falló la puntería después de enfilar el marco contrario con tiros de cerca y de media distancia, por bajo y por alto, muy persistentes.

Jiracek culminó una excelente transición después de una pérdida de balón de Polonia, incapaz de dar dos pases seguidos

Los checos aguantaron como pudieron el ritmo. No es que defendieran muy bien sino que tuvieron suerte de no tomar un gol por la falta de tino de Polonia. Aunque les llevó un buen rato pasar la divisoria con una relativa continuidad, encontraron una salida por la banda de Gebre Selassie, un buen lateral derecho, por su llegada y porque pone buenos centros.

Polonia alcanzó el descanso desmoralizada por su falta de acierto después de un enorme esfuerzo y la República Checa espabiló en la reanudación al saber que había marcado Grecia. El resultado de Varsovia dejaba fuera de los cuartos a los dos contendientes de Wroclaw. La tensión atenazó a Polonia, que no paró de cometer faltas en los laterales del área ante el fútbol aseado de los muchachos de Bilek, dueños de la pelota. Tyton intervino siempre con acierto hasta que Jiracek culminó una excelente transición después de una pérdida de balón de Polonia, incapaz de dar dos pases seguidos.

No fue un buen día para el goleador Lewandowski y a la República Checa le alcanzó con aguantar el temporal al inicio y resolver en la oportunidad más clara de que dispuso.