Fue un partido espectacular. Una actuación de ensueño. Un homenaje al baloncesto. Un premio para los aficionados. Una victoria de rango mayor (89-83). El Casademont tumbó al Barcelona, tras completar uno de los mejores partidos de su historia, en un choque gobernado por los aragoneses de principio a fin.
El equipo aragonés, muy seguro de sus fuerzas, exhibió oficio, compromiso, descaro y determinación, y una fe inexorable en sus posibilidades de triunfo, para acabar derribando todas las previsiones ante el gigante azulgrana.
El Casademont fue, de nuevo, un equipo equilibrado, competitivo y solvente, sin egoísmos, con numerosos argumentos en los dos lados de la pista, y se manejó con una comodidad imprevista. Ofreció un baloncesto ágil, dinámico y creativo, rápido en las transiciones, de posesiones cortas, con una correcta ocupación de los espacios y unas responsabilidades muy bien definidas en cada jugador.
El resultado fue una actuación colosal, sin mácula, que dejó sin respuestas a su adversario. El equipo de Fisac abandonó la pista en medio de una ovación atronadora, emocionante, unánime y sincera. La recompensa tras haber protagonizado una nueva hombrada para el recuerdo.
Todos sumaron, todos remaron en la misma dirección. Sin embargo, el choque dejó engrandecida la figura de Barreiro y, sobre todo, de Carlos Alocén. El alero se distinguió por su perseverancia y su fortaleza defensa, al magen de asomar con fuerza en los instantes de fragor (10 puntos y 5 rebotes). Yel base dirigió con un oficio y una templanza impropias de su edad. Es un jugador de fogonazos deslumbrantes, de raptos geniales, de una desbordante imaginación, que levanta a la grada de sus asientos con acciones de ingenio, talento y convicción. Finalizó la contienda con 9 puntos y 9 asistencias, y resultó determinante sobre todo en a recta final.
Justiz desequilibró el marcador, pero enseguida respondió Hanga, con un 2+1, para poner por delante a los catalanes. Después, una penetración de Higgins y dos tiros libres de Davies ampliaron la renta de los visitantes (2-7), muy cómodos en los primeros compases del choque. Sobre todo en sus acciones de ataque, donde los azulgranas siempre hallaban situaciones muy ventajosas para anotar. Por algo presenta la mejor facturación del campeonato: 91,5 puntos por partido, con Nikola Mirotic como principal ejecutor. El ala-pívot, sin embargo, se desenvolvió con dificultades en el cuarto inaugural, sometido por el sobresaliente desempeño defensivo de Jonathan Barreiro. De hehco, Mirotic anotó un solo punto en los primeros siete minutos que permaneció en la pista.
Pese al inmenso potencial de los catalanes, el trabajo de Justiz en la pintura, el acierto exterior de Brussino y la insistencia de Barreiro desde todas las posiciones, redujeron las distancias en el ecuador del primer acto (12-14). El Casademont había resistido las primeras acometidas de su oponente, una vez resueltos sus desajustes defensivos. El cuadro aragonés había recuperado su tesón y perseverancia en las labores de contención -una de sus señas de identidad en el presente ejercicio-, y los azulgranas ya no encontraban buenas posiciones de tiro.
Fran Vázquez, desde la línea de personal, sitúa en un solo punto la desventaja de los zaragozanos (14-15), a los ocho minutos de juego. Y aunque golpeó Smits tras un rebote ofensivo, el Casademont se sobrepuso con inmediatez: el canterano Javi García, de nuevo exhibiendo carácter, descaro y personalidad, igualó la contienda con un certero triple desde la esquina (17-17); Radovic puso por delante a los zaragozanos; y Vit Krejci aumentó la renta de los locales con lanzamiento genial contra tabla (21-17). Además de atacar con criterio y velocidad, los de Fisac se defendían con una solvencia admirable. El Casademont cerró el primer cuarto con una ventaja de seis puntos en el marcador (23-17), y sensaciones muy positivas en su juego.
En el segundo acto, el Barcelona fue más incisivo en los primeros minutos, con Tomic protagonizando las acciones ofensivas de su equipo. Sin embargo, un triple de Benzing y una canasta de Radovic, tras asistencia de Alocén, aportaron oxígeno al conjunto zaragozano.
Al cuarto de hora, los locales seguían gobernando el marcador (32-25), aunque con Javier Justiz minado con su tercera falta, dos ellas muy rigurosas. Por entonces, ya hacía tiempo que los catalanes habían elevado sus prestaciones, especialmente en defensa.
El Casademont comenzaba a acusar los golpes (32-31), más aún cuando los colegiados se mostraban muy permisivos con los azulgranas y, por el contrario, castigaban cualquier nimiedad de los locales con una falta personal. Pese a todo, los aragoneses no perdieron la concentración, ni el carácter, ni el ánimo, ni cayeron en la desesperación. Y cuando más apretaba el Barcelona, seis puntos consecutivos de Benzing sostuvieron a los zaragozanos (39-36), quienes ampliaron la distancia poco después con un lanzamiento triple de DJ Seeley (42-36).
Al descanso, había un dato especialmente significativo: hasta 19 tiros libres había ejecutado el conjunto catalán, con 16 de ellos acertados. Mientras, aunque el Barcelona se había aplicado atrás con la misma vehemencia que los aragoneses, el Casademont únicamente había lanzado en ocho ocasiones desde la línea de personal. Guarismos que retrataban el diferente criterio de los colegiados. Pese a todo, los de Fisac llegaron al intermedio con ventaja (46-40), después de haber completado una sobresaliente primera mitad.
Mirotic, con cinco puntos seguidos, lideró el intento de remontada del Barcelona en los primeros compases de la reanudación (46-45). Pero el Casademont, lejos de amilanarse, respondió con una convicción formidable: un triple de Alocén, una canasta de Radovic, un mate de Fran Vázquez y una penetración de Brussino, unido a una gran consistencia defensiva, conllevaron un parcial de 9-0, a favor de la escuadra local, que suponían la mayor ventaja del partido (57-47).
Apenas habían transcurrido cuatro minutos del acto, y Pesic tuvo que detener el choque. Alocén, con un jugada personal de genio, aumentó aún más la distancia (61-49) tras deshacerse del marcaje de Mirotic con una facilidad asombrosa. Y Brussino, con un lanzamiento desde el perímetro, hurgó en la herida de los catalanes (64-49), por entonces permanentemente superados. El conjunto visitante trató de sobreponerse de la mano de Mirotic, pero los locales mantuvieron el tipo con una solvencia sobresaliente.
Otra genialidad de Alocén, punzante en cada una de sus acciones, liberó a Seeley en el triple; y el americano no perdonó (69-55). Los árbitros seguían regalando tiros libres a los jugadores del Barcelona, en ocasiones con un descaro abusivo, y ahí se agarró el cuadro azulgrana para continuar optando a la victoria. Pese a todos los contratiempos, el Casademont había edificado una sólida renta en el marcador (71-61) a la media hora de juego.
En el tramo definitivo, el Casademont resistió con entereza, en gran medida por su extraordinario desempeño en las tareas defensivas. El equipo local había reducido drásticamente su capacidad de anotación, pero seguía anulando la mayoría de los intentos azulgranas. A los tres minutos del cuarto, la facturación de los equipos era de una sola canasta (73-63). El cronómetro corría a favor de los zaragozanos.
Apareció de nuevo Davies, el mayor azote ayer de los catalanes, para intentar modificar la dinámica del partido, ya en la recta final; pero Seeley, desde el triple, devolvió la tranquilidad al equipo aragonés (76-65), que encaró los últimos compases en una situación privilegiada. Sin embargo, emergió el mejor Barcelona en los instantes decisivos, impulsados por Davies y Niko Mirotic, y enseguida dejó la distancia en sólo tres puntos (78-75), a 4 minutos de la conclusión; pero Barreiro, siempre presto al combate, apareció en un momento especialmente comprometido para los zaragozanos, y lo hizo para convertir un lanzamiento desde el perímetro perfectamente defendido por Mirotic (81-75).
Alocén, en otra jugada personal de altura, y Robin Benzing, desde la línea de personal, devolvieron la tranquilidad a la grada (85-77) a dos minutos del final. Y tras otra genialidad de Alocén -la enésima-, el choque quedó prácticamente finiquitado. Llegaron entonces la alegría, el éxtasis, el delirio, la exaltación. El Casademont había protagonizado una nueva gesta. Otra hombrada de prestigio. Otra hazaña para recordar. Ya son cinco victorias en seis partidos.
Ficha técnica
89 Casademont Zaragoza (23+23+25+18): Alocén (9), Brussino (7), Barreiro (10), Benzing (15), Justiz (6) -cinco inicial- Seeley (15), Radovic (10), Fran Vázquez (6), Krejci (3), Hlinason (5) y Javi García (3).
83 Barcelona (17+23+21+22): Hanga (9), Higgins (10), Abrines (4), Mirotic (21), Davies (21) -cinco inicial- Smits (2), Kuric (2), Bolmaro (-) y Tomic (14).
Árbitros: Pérez Pérez, Perea y Roberto Lucas. Excluyeron por personales a Davies (min.34).
Incidencias: partido correspondiente a la sexta jornada disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 9.054 espectadores.
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