LIGA 2ªDiv. 2023/24 JORNADA Nº3 (27.8.2023)
LIGA 2ªDiv. 2023/24 JORNADA Nº3 (27.8.2023)
PARTIDO OFICIAL Nº 3608
TENERIFE 0-1 REAL ZARAGOZA
0-1, min. 68: Jair
Ficha técnica
CD Tenerife: Soriano; Mellot, León, Sipcic (Elady, 81), Nacho González; Sergio González (Amo, 70), Corredera; Luismi Cruz (Teto, 56), Roberto López (Dauda, 56), Waldo Rubio (Ángel, 70); y Gallego.
Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Gámez, Francés, Jair, Nieto; Aguado (Grau, 80), Francho, Moya (Bermejo, 46), Maikel Mesa (Valera, 46); Azón (Sergi Enrich, 89) y Bakis (Mollejo, 72).
Árbitro: González Estéban (Comité Vasco). Expulsó a Ángel (75), por agresión a Nieto. Amonestó a Maikel Mesa (1), Gámez (37), Sergio González (47), Ángel (74), Francés (82), Amo (87) y Soriano (87).
Goles: 0-1, min. 68: Jair.
Incidencias: Tarde extremadamente calurosa en Santa Cruz de Tenerife, con 31 grados al inicio del duelo (las 18.00, hora local) y un altísimo grado de humedad, en torno al 80 por ciento, que hizo que el aire fuera irrespirable. El césped del Heliodoro Rodríguez López presentó un buen estado. En las gradas hubo alrededor de 19.000 espectadores sobre un aforo de 22.000.
Tenerife 0-1 Real Zaragoza
54.1 % Posesión 45.9 %
2 remates dentro 4
8 disparos bloqueados 2
4 remates fuera 1
7 disparos recibidos 14
3 tarjetas amarillas 3
1 tarjetas rojas 0
10 faltas recibidas 17
19 faltas cometidas 10
139 perdidas de posesion 116
61 recuperaciones de posesion 52
3 fueras de juego 2
xxxxxx
El Real Zaragoza sale líder en solitario de Tenerife tras ganar 0-1 en un duelo áspero
Jair, a la salida de una falta, marcó el gol decisivo a falta de 22 minutos. Los canarios fueron superiores en la primera parte pero no supieron abatir a los de Escribá, que aprovecharon los detalles para vencer de nuevo
El Real Zaragoza ya es líder en solitario de la Segunda División tras ganar 0-1 este sábado en Tenerife con un gol de Jair en el minuto 68. El pleno de victorias, tres de tres en agosto, con cuatro goles a favor y ninguno aún encajado, subrayan un inicio de liga inédito desde hacía cuatro décadas. No fue un partido bueno del equipo zaragozano, sobre todo en la primera parte, llena de máculas. Pero mostró oficio, paciencia y capacidad de mejora para acabar llevándose un triunfo de enorme valor.
Orden, rigor táctico, mecanicismo al máximo en los movimientos, escaso riesgo con la pelota en los pies, buen repliegue ante los ratos de acoso del rival y poco, muy poco fútbol ofensivo. Este fue el equipo de Escribá en la primera parte. Con dos delanteros, como presumió el técnico blanquillo que iba a jugar todo el año para asustar y ser ofensivos, pero sin generar apenas una jugada combinada potable hacia el marco del inédito Soriano. Repitió el preparador valenciano alineación por tercera jornada consecutiva, algo fuera de lo normal en su ‘currículum vitae’ y esta vez el rombo no dio frutos en el apartado atacante. Fue una rémora todo el tiempo porque ninguno de los cuatro centrocampistas, Aguado, Francho, Moya y Mesa, se atrevieron a traspasar líneas con pases diagonales o largos y se limitaron al toquecito corto, horizontal, insustancial y… además, con infinidad de fallos.
No jugó bien el Real Zaragoza en la primera parte, superado de cabo a rabo por un Tenerife que, aunque no quisiera, tenía que dominar el balón por la inacción de los zaragocistas, atrincherados atrás dejando pasar el cronómetro sin rubor. Hubo un arranque prometedor de los avispas, con una subida por la banda de Gámez en el minuto 2 que acabó Moya con un chut raso desde la frontal del área a las manos de Soriano que, visto el discurrir del juego, se quedó en un amago falso de algo consistente. Los zaragocistas no dieron cuatro pases seguidos en ningún momento. Y los locales, por pura decantación, acabaron encerrandolos en el área de un atinado Cristian Álvarez… menos mal. El último cuarto de hora antes del descanso, tras la pausa de hidratación, fue de tal aplastamiento del Tenerife que parecía un partido de un equipo de Segunda División, el canario, contra uno de Regional Preferente. Que nadie se ofenda. Solo que revise el vídeo. Los yerros zaragocistas fueron, en gran número, groseros. Lo mejor fue que njo penalizaron en el marcador y se aguantó el 0-0 en el intermedio.
Debe mucho el Real Zaragoza para salir bien parado de este tramo del partido a que los canarios tardaron en darse cuenta de su mejor condición física bajo el calor insoportable que hacía en la isla. El fútbol en agosto es un crimen para este deporte. También literal la acepción. Mata el espectáculo a sabiendas de antemano. Así no es posible que un ser humano pueda rendir mínimamente. También es milagroso que no suceda nada en cuestiones de salud de los futbolistas… hasta que ocurra. El Tenerife no disparó a puerta, pese a su manejo del timón, hasta el minuto 33. Fue el zaragozano Roberto López, desde 30 metros, ante la pasividad de un cierre del medio campo que ya no funcionaba hacía largo rato, quien lanzó raso, el balón pegó en el pie de Jair y obligó a Cristian Álvarez a rectificar para sacar a córner una pelota que iba a la red.
A partir de ahí, los zaragocistas se mudaron en equipo ‘amateur’ y no dieron una a derechas. Con la delantera desaparecida todo el tiempo (Bakis tocó cinco balones en 48 minutos), el medio campo fue un monigote a manos de los chicharreros y la defensa un mar de dudas, con los laterales superados siempre por Luismi Cruz y Waldo Rubio. Flojos Gámez y Nieto, demasiado superados. En el 38, Francés estuvo en un tris de marcar el 1-0 en propia puerta, en un despeje erróneo y nervioso a centro raso del citado Luismi que tocó de tacón hacia su marco, saliendo fuera rozando el palo por centímetros. Y en el aluvión de llegadas constantes de los tinerfeñistas al área avispa, en tiempo de aumento (45+1), Corredera soltó un latigazo desde el pico del área al que respondió Cristian Álvarez en una estirada a dos puños para evitar irse a la caseta con la derrota.
Decepcionante el Real Zaragoza en su primer fase como visitante de la liga. Jugando así, la máxima aspiración es sujetar el 0-0 en un partido. Si no se tira a puerta (no cito el cabezazo alto de Jair tras un córner en el minuto 28 porque fue falta por derribar antes al defensor local), es imposible marcar gol. Y solo lo hizo Moya, mal, en el minuto 2. No hay más que añadir, señorías. Se esperaban cambios en el ecuador del partido. Mesa, desdibujado en su vuelta a casa, había visto la tarjeta amarilla en el minuto 1 y no se le vio. Gámez también venía amonestado por inferioridad en el retroceso a su zona de cobertura. Escribá, si hubiera sido un bolo de verano, se habría quedado bien descansado quitando a todos, menos al portero, obviamente. Cristian sostuvo el 0-0, en su línea habitual.
Los damnificados por la deficiente actuación de todo el equipo en el primer periodo fueron Mesa y Moya. Les tocó a ellos como les podía haber tocado a los demás. Valera y Bermejo fueron las alternativas de Escribá, ambos por los laterales del rombo, con Francho adelantado a mediapunta, en una basculación que también lo colocaba a veces a la par que Aguado, haciendo el 4 del medio campo en línea, don dos pivotes. Un híbrido. Quizá buscado, quizá fruto del devenir del juego.
Empezó espoleado el Real Zaragoza. Con banderillas negras en la caseta. Seguro. Y el recién incorporado Bermejo, en el 49, hizo una de sus jugadas ‘eslalon’ y, cuando ya estaba con la portería en frente en la corona del área, lanzó un tirín de alevín que paró Soriano a cámara lenta. O sea, según le llegó la pelota a las manos. El Tenerife no se quitó el acoso zaragocista hasta el minuto 55, con una contra mal culminada por Luismi. O mejor, bien solucionada por enésima vez por Álvarez en un balón por alto al área chica aragonesa. Garitano se dio cuenta de que a los suyos se les había perdido el oremus. Y metió pronto a Dauda y Teto para oxigenar su ataque, seco por atrancamiento de sus cansados jugadores de vanguardia.
Fue mano de santo para el Tenerife. Los dos nuevos revolucionaron a los canarios en un par de minutos. Y el Zaragoza volvió a dar diez pasos atrás. A la fuerza. Un dato llamativo, pasada la hora de juego, era que los dos delanteros, Azón y Bakis, seguían aislados en punta, solos, sin suministro alguno. El duelo avanzó sin dueño claro. Los de Escribá no reaccionaban como era debido y, ante esto, lo mejor era que los insulares no alcanzaban el nivel de agobio del final del primer tiempo. A falta de 25 minutos, se activó esa clásica sensación de que “el que marque primero se lleva el triunfo”. Y el código del fútbol, casi siempre infalible, castigó al que perdonó hasta ahí, es decir, al cuadro tinerfeño.
El Real Zaragoza, a balón parado, en el 68, marcó el 0-1 en un ataque aislado en el que Azón provocó una falta. La lanzó Bermejo, Jair cabeceó en el segundo palo, el portero Soriano respondió con un paradón, pero la pelota quedó muerta a placer y el central luso-caboverdiano la introdujo en la mala con un disparo violento por alto, para que nadie pudiera evitar el gol. El equilibro logrado, a la baja, por Escribá con sus cambios en el descanso dio resultado de nuevo en la estrategia. Al equipo le cuesta un montón crear fútbol. Pero tiene pegada… en la segunda y tercera línea. Los delanteros no ven portería. Sí lo han hecho los medios y, en los dos últimos partidos, de forma decisiva, los dos defensas centrales. Caprichoso destino.
Garitano metió en danza al exzaragocista Ángel, delantero de 36 años que volvía a casa tras muchos años, a la vez que Escribá introducía a Mollejo por Bakis. El tinerfeño se confundió y perjudicó a su equipo al ser expulsado con roja directa en el 75 por un bofetón a Nieto en una disputa. Las revoluciones hay que saber medirlas. Y Ángel nunca tuvo ese fuerte. En apenas 5 minutos, al Real Zaragoza se le abrió el cielo. Aguantó con fortuna y acierto cuando tuvo que hacerlo, en una tarde obtusa de fútbol, y resolvió a favor por esos detalles que tantos partidos deciden en el fútbol moderno. Grau suplió a un agotado Aguado. Sangre fresca a la batalla.
Los locales se lanzaron a la heroica. Elady, delantero, suplió al central Sipcic, Pasaron a cerrar atrás con solo dos zagueros (recordemos que estaban con 10 hombres). El Zaragoza se retrasó por instinto. Dauda, individualista, era el gran peligro. En una jugada suya, Teto remató a placer tras una doble acción de madres ursulinas de la defensa aragonesa y, con Cristian batido, Gámez salvó el empate agarrado al palo derecho. La mejor acción de la tarde del saguntino. Providencial.
El partido llegó al minuto 90 con la grada encendida tras la roja a Ángel y el gol encajado poco antes. El Zaragoza hizo bien la faena del ‘otro fútbol’. Se jugó poco. Y el árbitro otorgó 8 minutos de aumento. Eso quedaba por aguantar. Con Dauda volviendo locos a Gámez y Francés cada vez que entraba por su banda. Teto volvió a fallar en idéntica situación en el 92, su remate rozó el palo por fuera. Nieto fue superado por Elady en acciones de peligro postreras. La defensa fue un flan por los laterales, pero Cristian y los centrales aguantaron la peana con éxito. Al final, fueron 9 de añadido, tras los que el Real Zaragoza salió líder en solitario del Heliodoro. El viento viene de cola. Agosto ha concluido con pleno, 9 de 9 puntos en disputa. Exprimiendo al máximo las virtudes y limando con eficacia los defectos. El año sigue pintando bien… de maravilla.
SD HUESCA X-X SD HUESCA
CD TERUEL X-X CD TERUEL
SD TARAZONA X-X SD TARAZONA
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