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PARTIDO Nº 718 ESLOVAQUIA 0-5 ESPAÑA (23-Jun-2021)

ESLOVAQUIA

Bandera de la bandera nacional de eslovaquia bandera de bulgaria, bandera,  diverso, bandera png | PNGEgg

Partido 718


ESPAÑA

bandera españa circular   

  0-5

 

Eurocopa 2020

23 Junio 2021

Sevilla

Estadio: La Cartuja

0-1 (30´) Dubrabka en propia puerta
0-2 (45´) Laporte de cabeza a centro de Gerard Moreno
0-3 (56´) Sarabia a pase de Jordi Alba
0-4 (67´) Ferran Torres de tacón tras asistencia de Sarabia
0-5 (71´) Kucka en propia puerta tras remate de Pau Torre
FICHA TÉCNICA 
Eslovaquia:
Dubravka, Satka, Skrimiar, Pekarik, Hubocan, Hromada (Lobotka 46´), Kucka, Haraslin (Suslov 69´), Mak (Weiss 69´), Hamsik (Benes 90´) y Duda (Duris 46´).

Seleccionador: Stefan Tarkovic
España:
Unai Simón, Èric García (Pau Torres 71´), Laporte, Azpilicueta (Oyarzabal 77´), Jordi Alba, Sergio Busquets (Thiago 71´), Koke, Pedri, Gerard Moreno (Adama Traoré 77´), Sarabia y Morata (Ferran Torres 66´).

Seleccionador: Luis Enrique Martínez
 

0-1 (30´) Dubrabka en propia puerta
0-2 (45´) Laporte de cabeza a centro de Gerard Moreno
0-3 (56´) Sarabia a pase de Jordi Alba
0-4 (67´) Ferran Torres de tacón tras asistencia de Sarabia
0-5 (71´) Kucka en propia puerta tras remate de Pau Torres

 

Björn Kuipers (Países Bajos): Mostró tarjeta amarilla a Duda (12´) y Skriniar (94´) de Eslovaquia y a Sergio Busquets (40´) y Jordi Alba (60´) por parte de España

Árbitros asistentes: Sander Van Roekel y Erwin Zeinstra (Países Bajos)

Cuarta árbitra: Stéphanie Frappart (Francia)

Árbitro asistente de vídeo: Pol Van Boekel (Países Bajos)

Tercera jornada del grupo E. Fase final de la Eurocopa 2020

Estadio La Cartuja de Sevilla. 12.580 espectadores en las gradas.

Asistió al partido en el palco de autoridades el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, junto al máximo responsable de FIFA, Gianni Infantino, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, el presidente del COE, Alejandro Blanco, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas junto al resto de autoridades institucionales y deportivas.
Eslovaquia 5-0 España

34 % Posesión 66 %
0 remates a puerta 9
remates paradas
2 remates fuera 6
21 disparos recibidos 3
2 tarjetas amarillas 2
0 tarjetas rojas 0
7 faltas recibidas 14
14 faltas cometidas 7
101 balones perdidos 120
50 balones recuperados 61
1 fueras de juego 0
1 intervenciones portero 4

España descorcha el cava

La Selección golea a Eslovaquia y se clasifica para los octavos de final de la Eurocopa. La Croacia de Modric, rival el próximo lunes.

Costó lo suyo, pero estamos en octavos. Da igual si se avecinan olas de siete metros, ya saben, con Croacia y casi con seguridad el campeón del grupo de la muerte como temible panorama, porque tras los escalofríos de la primera fase se agradece bajar el balón al suelo y respirar tres veces. España solventó de forma plácida su primera final de la Eurocopa, aunque bien es cierto que Eslovaquia y sobre todo Dubravka (menudo autogol el del guardameta) ayudaron lo suyo para abrir la goleada. Pero La Roja jugó mucho mejor y se fue al hotel con una sonrisa de oreja a oreja. Eso también contagia. Tanto como que un señor llamado Busquets esté sobre el campo.

A eso de las cinco menos cuarto se hizo pública la alineación de España. Recién recibida la segunda dosis de la vacuna, achaqué a ella mi sorpresa por el once que ponía en liza Luis Enrique. Nada que ver. El asombro era generalizado y se repetían las mismas preguntas, hablaras con quien hablaras. ¿No juega Marcos Llorente? ¿Ni Pau Torres? ¿De verdad sale Sarabia en ataque? El único cambio que todos parecían ver con naturalidad era el de Busquets por Rodri. Luis Enrique es un enigma difícil de desentrañar, pero, sinceramente, ante Eslovaquia se superó. Eso sí, la vid dio buena cosecha. El rival, mientras, apostaba por la misma alineación inicial con la que se enfrentó a Polonia en San Petersburgo. Respecto al duelo con Suecia, regresaba Hromada al centro del campo como señal en rojo.

Era tarde de transistores, si es que aún quedan transistores, porque a los dos minutos de juego del Eslovaquia-España llegaba el rumor a La Cartuja del gol de Forsberg en el Suecia-Polonia de San Petersburgo. Bueno para La Roja. Aunque lo realmente bueno, para dejarnos de taquicardias, debía llegar en el césped del estadio sevillano. España triangulaba bien con querencia a la banda izquierda. Mientras, atrás, la defensa british integrada por Azpilicueta (Chelsea), Eric Garcia, Laporte (ambos del City) y completada con Alba, no pasaba apuros. La tarjeta de visita de Eslovaquia no era la más temible de la Eurocopa, pues llegaba al tercer partido de la fase de grupos con tan solo dos tiros entre los tres palos.

Pronto llegó el primer aire fresco a favor de la Selección. Era el minuto 9. La patada sin querer pero evidente de Hromada a Koke no podía tener otro resultado que la pena máxima. Kuipers recurrió al VAR y lo pitó. ¿Quién lo tiraría tras el fallo de Moreno ante Polonia? Para allí que se fue Morata. Y se lo detuvo Dubravka. Y volvieron los pitos a la grada. Y se avivó el tormento en la cabeza del delantero de la Juventus.

La botella de cava, esa a la que aludió Luis Enrique en la previa como perfecta metáfora del aluvión de goles que estaba por llegar pero no llegaba, seguía sin descorcharse. Se repetía el mismo patrón que ante Suecia y Polonia, con el campo volcado ante el rival, generando ocasiones de gol, centros y más centros al área, pero sin acierto. Morata se recompuso con un disparo duro desde la frontal del área (23’). Y en otro de Sarabia seis minutos más tarde llegó el ansiado gol, que no podía hacerlo de otra forma que de la más inesperada. El trallazo del delantero del PSG se estrelló en el larguero y en la parábola posterior, en la que el balón subió y bajó varios metros, complicó del tal manera la vida a Dubravka que este no acertó a despejar de puños por encima del palo sino que lo hizo por debajo. Chirigota de la vecina Cádiz, respiro para una Selección que se veía de nuevo en el diván en el período de descanso tras una primera mitad meritoria pero que hasta ese momento, el de la dubravkina, no había encontrado premio.

Kucka y Hromada recibían siempre de espaldas y así era imposible que articularan un ataque con garantías. La presión española funcionaba y eso no hizo sino acorralar cada vez más a Eslovaquia, que pedía el descanso para poder sentarse en el rincón y coger aire. Pero no le salvó la campana, pues en el 48’, Gerard aprovechó la continuidad de un córner para servir con rosca y todo el sirope del mundo un balón a Laporte, que cabeceó a la red. Era su bautismo goleador en La Roja y ese tanto nos permitía atisbar los octavos de final con 45 minutos aún por jugar de la segunda parte. Sin confiarnos, pero sin nervios. Se agradecía.

Lo agradeció especialmente la grada, que convirtió la segunda parte en un continuo aplauso para una Selección que se gustó. Sobre todo desde que Sarabia espantó con su gol en el 56’ todos los fantasmas. Llegarían luego los gritos reivindicando la entrada de Adama en el campo, la ovación a Morata cuando fue sustituido y el clamor general cuando Ferran Torres selló con un delicioso taconazo el pase con lacito de Sarabia. O cuando Pau Torres cerró la goleada nada más pisar el campo. ¿Era esa España la misma España con la que habíamos sufrido en los dos primeros partidos? Era la misma, pero diferente. Fue una la que llegó al estadio de La Cartuja y otra, más alta y más guapa, la que regresó horas después al hotel de concentración. Una vez descorchado el champán, habrá que empezar con la fiesta.

El público de Sevilla catapulta hasta los octavos de final a una España invicta (0-5)

 

La Selección española logra la mayor goleada del torneo contra Eslovaquia y se jugará los cuartos el próximo lunes frente a Croacia

La botella de cava a punto de ser descorchada a la que el seleccionador aludía antes del encuentro decisivo frente a Eslovaquia se ha derramado en todo su esplendor en una alegría burbujeante en medio de los cánticos del público sevillano, uno de los grandes artífices de la brillante clasificación de España para los octavos de final de la Eurocopa.

La Selección ha logrado una goleada que ninguna de las otras 23 selecciones han podido conseguir hasta la fecha y lo ha hecho en el momento clave de una fase de grupos que España supera por primera vez desde la consecución de la triple corona (2008-2012) sin derrotas en su casillero.

España, que ha lanzado 17 veces a la portería rival, ha gozado del acierto cara a puerta que en otros partidos se le negó

El seleccionador introducía cuatro cambio de inicio, dando entrada a Azpilicueta, Èric García, Sarabia y al capitán Sergio Busquets, quien en otro ejercicio de maestría ha sido distinguido como el mejor jugador del partido.

Desde el pitido inicial, el zafarrancho ofensivo de los de Luis Enrique ponía cerco a la portería eslovaca con tres grandes ocasiones antes de que el guardameta Dubravka le detuviese un penalti a Álvaro Morata a los doce minutos.

El portero rival no pudo estar igual de acertado en su intento de despeje al potente chut que Sarabia estrellaba en el larguero a la media hora de juego, abriendo el electrónico de La Cartuja de Sevilla.

Antes del descanso un centro de Gerard Moreno lo cabeceaba Aymeric Laporte a la red para dar mayor tranquilidad a un equipo que gustó y se gustó tras la reanudación.

Sarabia primero, Ferran Torres en su primer toque al ingresar al campo después y Kucka en propia puerta redondeaban la manita celebrada sin descanso por las grada hispalense.

Rotundo 0-5 final que clasifica invicta a una gran España que ya espera a Croacia en los cuartos de final del lunes en Copenhague. El calor del público y el frío del cava llegará hasta tierras danesas.

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