Fin de liga con rearme moral en el Real Zaragoza. Los blanquillos ganaron 2-1 a la Ponferradina en un duelo afrontado con una mentalidad muy diferente a la de un choque de altos vuelos porque ya no era posible el ascenso directo y frente a un contrincante también con los deberes hechos que llegó a La Romareda a cumplir el expediente, sin más. Fue una victoria muy útil, que deja a los de Víctor Fernández en la 3ª posición en la tabla a la espera de conocer quién será su rival en la Promoción tras la polémica suspensión del Deportivo de La Coruña-Fuenlabrada por los numerosos positivos de covid-19aparecidos en el equipo fuenlabreño horas antes de esta última jornada de la liga regular, la 42ª y definitiva. Una Promoción que, por ello, se demorará en el tiempo y no se iniciará este jueves, en 72 horas, como estaba programado.
Víctor Fernández apostó por un once inicial irreconocible. Con Zapater de central, con Nick en el timón junto a Torres. Con una dupla atacante con Pereira y Linares. Con el juvenil Francés en el lateral zurdo. Con Blancode inicio… Claro, en frente, la Ponferradina hizo algo similar. Ahí no se veía a su pichichi Yuri, ni a titulares como Son, Russo, Ríos Reina, el portero René, Pablo Valcarce… Fue un duelo de serie B, con los dos equipos pensando en otras cosas, alejados de la esencia de la competición porque, en realidad, la trascendencia era menor según están las circunstancias ahora mismo para unos y otros.
Las hechuras del primer tiempo, desde el segundo inicial hasta el descanso, evidenciaron que este duelo era un ‘amistoso’ en medio de la vorágine de estos partidos postreros de la liga anormal y de mentira que se han jugado desde junio. Alineaciones de circunstancias en ambos equipos, el Real Zaragoza pensando en la Promoción asegurada y la Ponferradina de playa y fiesta tras haberse salvado del descenso tres días antes. Escasa presión en las marcas, poca velocidad en el discurrir del balón, todo muy descafeinado. En esas coordenadas, esta vez fue mejor el Zaragoza, para alivio de todo el mundo después de tantos chascos y disgustos juntos.
Cuando el reloj marcaba el minuto 8 y aún no habían roto a sudar los jugadores (en un calor de 33 grados), los zaragocistas ya habían creado cuatro ocasiones de gol. Una barbaridad de producción ofensiva en comparativa con lo que se ha vivido en La Romareda en este tramo a puerta cerrada. Pereira, que empezó como un tiro, cabeceó en el 2 un centro de Blanco, fuera por un metro. En el 3, el portugués lanzó un zurdazo al entrar en el área en una jugada individual y Manu García sacó a córner con apuros. En el 4, a la salida de ese saque de esquina, Torres remató con la testa sin encontrar el marco por muy poco. Y en el 8, Blanco entró en el área en velocidad y lanzó cruzado, para que Manu volviese a salvar bajo palos. Los bercianos no existían en este preludio.
Tardaron los visitantes 21 minutos en pisar el área de Ratón con peligro. Fue Manzanara, a balón parado, en una falta lateral, quien cabeceó cerca del larguero, fuera. El Zaragoza vivió un lapso donde parecieron asomar las habituales disfunciones defensivas y Kaxe, en el 27, se encontró mano a mano ante Ratón tras un mal despeje de Clemente en una pelota a su espalda, pero el ariete del cuadro leonés remató demasiado cruzado, fuera, con todo a favor. Entre la calma generalizada, sin demasiadas jugadas dignas de un partido profesional y tras el parón para la hidratación de la media hora, se llegó al momento del 1-0, anotado en el 34 por el cazagoles Linares, que estaba en el sitio decisivo, a bocajarro, en un rechace con el pie del portero ponferradino en un disparo raso de Blanco. La empujó a placer el de Fuentes de Ebro y el zaragocismo degustó lo que es ir por delante en el tanteador en casa en el intermedio. Porque ya no pasó nada más hasta el tiempo de pausa.
Imposible dejar la portería invictaEl segundo periodo arrancó sin cambios en el Zaragoza (solo tenía 6 hombres útiles Víctor en el acta, al no vestirse los titulares como Luis Suárez, Guti, Puado, Atienza, Eguaras…) y con dos relevos en la Ponferradina, con nuevos jugadores casi inéditos durante el curso. El equipo de Fernández hizo honor enseguida a su condición de equipo más goleado de la reanudación del torneo y encajó el 1-1 antes del minuto 5. No hay manera de dejar la portería invicta, no hay forma de lograr un mínimo de concentración, juegue quien juegue. El lateral derecho Iván Rodríguez apareció solo en el segundo palo en un ataque berciano y cabeceó picado y cruzado un buen centro de Asier Benito. Penosa defensa, como de costumbre. Las buenas sensaciones que podían haberse degustado hasta entonces saltaron por los aires. Este Zaragoza tiene dificultades para jugar con los marcadores y con el reloj.
Y pudo ser peor, porque dentro del desconcierto que siempre genera entre los zaragocistas cualquier tanto encajado, en el 52, casi después del empate, Kaxe cabeceó a gol en lo que parecía el 1-2. Por un dedo, el VAR aseguró que era fuera de juego y el tanto no subió al marcador. De nuevo, el Zaragoza había salido de la caseta dormido. Imperdonable actitud día tras día. La reacción al gol visitante fue leve por parte zaragocista. Algún balón colgado al área sin rematador, un penalti pedido por Pereira que el VAR no consideró y juego al trote.
De repente, en un error defensivo de los leoneses, Blanco recibió un pase de Torres al espacio, se quedó solo mano a mano ante Manu y lo batió por raso en el minuto 65. La juez de línea de turno lo anuló, mal hecho. El VAR la rectificó y el tanto subió al marcador en diferido un rato después para alivio zaragocista. Ahí, Bolo, el entrenador visitante, metió en juego al pichichi de su equipo, el mítico Yuri. No quería perder la Ponfe. Víctor retiró al goleador Blanco y a un agotado Pereira e introdujo sus dos primeros cambios de refresco, Soro y Burgui. Y así se afrontaron ya los últimos 20 minutos. El reto era saber aguantar un triunfo mínimo por parte blanquilla. Algo tremendo en los tiempos que corren. Los marcadores del Almería y el Girona hacían al Zaragoza 3º en la tabla. Valía la pena poner empeño.
En el 78, Yuri se fue de Delmás en velocidad en el área y, tras caer al suelo, pidió pena máxima. Arcediano Monescillo dijo que no y los blanquillos suspiraron al unísono. Sin grandes alardes y tras una evidente crisis puntual al inicio del segundo tiempo, el Real Zaragoza estaba encaminándose hacia su primera victoria en La Romareda desde que el fútbol verdadero se paró en marzo. Se alcanzó el minuto 90 con esa emoción, algo novedoso en el estadio municipal en este tiempo extraño. El equipo de Víctor, ya con Nieto en el campo en el puesto del chaval Francés, no sufría en exceso. En este tramo final sí que, por fin, se vio algo de control, de manejo cabal del balón para domar el cronómetro favorable. El paladar final fue, por ello, agradable.
Más dulce, si cabe, cuando se supo que ni Girona ni Almería habían sabido ganar sus partidos, por lo que estos 3 puntos postreros hacían al Real Zaragoza 3º en la tabla. O sea, que en la Promoción, más alla de que el factor campo ha desaparecido y ya no es ventaja jugar en casa la vuelta de las eliminatorias, sí que otorga el privilegio de que, en caso de empate en cada cruce, al no haber tandas de penaltis, siempre será el equipo zaragocista quien siga adelante o ascienda, en el caso de la final. Por lo tanto, la noche de este 20 de julio, aunque bien alejada de lo que se soñó fuese la del ascenso a Primera de modo directo, concluyó del mejor modo posible: ganando por fin en La Romareda un partido y sacándole todo el jugo a ese triunfo. De entre las tinieblas, surgió este esperanzador asidero.
Ficha TécnicaReal Zaragoza: Ratón; Delmás, Zapater, Clemente, Francés (Nieto, 79), D. Torres, Nick (Baselga, 94); Kagawa, Blanco (Burgui, 67); Pereira (Soro, 67) y Linares.
SD Ponferradina: Manu García; Iván Rodríguez (Óscar, 77), Trigueros, Manzanara, Luis Valcarce; Larrea (Fullana, 46), Sielva; Nacho Gil, Ivi (Navarro, 46); Asier Benito (Yuri, 67) y Kaxe (Son, 57).
Árbitro: Arcediano Monescillo (Comité Castellano-Manchego). Amonestó a Clemente (23) y Linares (95).
Goles: 1-0, min. 34: Linares. 1-1, min. 49: Iván Rodríguez. 2-1, min. 66: Blanco.
Incidencias: Noche tropical en Zaragoza, con 33 grados al inicio del partido (21.00) después de haberse alcanzado los 39 durante el día. El césped presentó un buen aspecto
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