El Casademont se ha impuesto este miércoles al Paok de Salónica (86-76), en un duelo gobernado por los zaragozanos de principio a fin, y mantiene el liderato del Grupo D a falta de una sola jornada para que finalice la fase de grupos. El cuadro aragonés, de nuevo sólido y solvente, se impuso a su adversario en todos los órdenes del juego. La victoria, además, le garantiza acceder a las eliminatorias directas como cabeza de serie, lo que conllevará un rival más accesible en los octavos de final, además de contar con el factor cancha a su favor. Nico Brussino, con 18 puntos; DJ Seeley, con 17; y Barreiro y Ennis, ambos con 11, fueron los jugadores más incisivos de los locales.
El Casademont inició el duelo con dos triples consecutivos, primero de Benzing y después de Nico Brussino, pero el PAOK reaccionó con las acciones de Williams y Shorter (6-6). Sin embargo, el cuadro aragonés fue creciendo conforme avanzaba el partido, sostenido por una defensa tenaz, y enseguida edificó una renta sólida en el marcador. Lo hizo con una jugada de DJ Seeley, un mate de Fran Vázquez, una penetración de Brussino y un certero triple desde la esquina de Jonathan Barreiro. El técnico de los visitantes, Kostas Charalampidis, tuvo que detener el encuentro, justo en el ecuador del primer acto (16-7), para corregir los desequilibrios de su equipo.
El tiempo muerto no modificó el escenario. El conjunto griego acertó en sus dos siguientes ataques, pero el Casademont respondió con dos nuevos triples (Barreiro y Seeley) que mantuvieron la distancia de los zaragozanos (22-12). Los helenos sí reaccionaron después, en el tramo final del cuarto, para alcanzar los 10 primeros minutos a sólo cinco puntos de su rival (23-18). A falta de juego colectivo, el PAOK se había agarrado al talento individual de Smith y Sarikopoulos para seguir optando a la victoria.
Ennis, desde el triple, y Radovic, tras una gran asistencia de Rodrigo San Miguel, comenzaron el despegue de los locales (28-18) en los primeros compases del segundo acto. Sarikopoulos, contundente en la pintura, aportó oxígeno al PAOK (28-31) mientras retrataba, al mismo tiempo, el déficit de centímetros de los zaragozanos en el juego interior. De hecho, enseguida saltó a la pista Hlinason, con sus 2,16 metros de estatura, para intentar frenar la manifiesta superioridad de los helenos bajo los aros. Por entonces, los visitantes se habían situado a un solo punto (33-32), después de un lejano triple de Adam Smith. El Casademont se había cerrado atrás, tratando de anular el poderío de Sarikopoulos, y había descuidado la defensa del perímetro. Los visitantes incluso se situaron por delante poco después, ya rebasado el cuarto de hora de partido (33-35), con un nuevo triple de Adam Smith. Apareció entonces Dylan Ennis en la anotación (9 puntos en el segundo cuarto) y Carlos Alocén en la dirección (4 tantos, 3 asistencias) para devolver la ventaja a los aragoneses en el intermedio (45-42).
Ennis y Radovic protagonizaron las primeras acciones de la reanudación (51-46). El Casademont, por entonces, ya había aumentado con creces su rendimiento en las labores de contención, y la productividad ofensiva del PAOK se había reducido drásticamente: dos únicas canastas en los primeros cinco minutos del cuarto. Sólido y firme atrás, el equipo zaragozano amplió aún más su renta con cinco puntos seguidos de Nico Brussino (55-46). Pero la exhibición del argentino no fianlizó ahí. Al contrario, castigó a los griegos con dos tantos desde la línea de personal, con un robo de balón que él mismo culminó tras un rápido contragolpe, y otra canasta de genio cuando finalizaba la posesión. Once puntos de Brussino en apenas cuatro minutos de juego. San Miguel, desde el perímetro, también hurgó en la herida de los griegos (66-53).
En el último cuarto, el PAOK se resistió a arrojar la toalla, sostenido por el trabajo interior de Sarikopoulos (14 puntos) y la amenaza externa de Brown (12) y Smith (11). Sin embargo, Seeley enseguida anuló, con 7 tantos consecutivos, el intento de remontada de los visitantes (77-66). A partir de ahí, el Casademont disfrutó de un duelo plácido, sin demasiada oposición. Más aún cuando Barreiro, desde el triple, y Brussino, con un mate espectacular, hicieron ya imposible cualquier aspiración de los griegos (86-70). En los compases finales, Fisac dio entrada a los menos habituales, pensando ya en el compromiso del próximo sábado ante el Murcia.
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