CARTEL FIESTAS DEL PILAR 1940
Cartel Fiestas del Pilar 1940
Titulo: desconocido
Autor: Guillermo Pérez Baylo
El 14 de julio de 1940 aparecieron en la prensa las bases del concurso de carteles anunciadores de las fiestas del Pilar. En ellas se invitaba a todos los artistas españoles a que hicieran sus obras con unas dimensiones de 1,60 m. por 0,90 m. y se les sugería cierto aire de bando municipal el tema:
“La comisión hace saber a los artistas que las fiestas de este año van a celebrarse dentro del conmemorativo del XIX Centenario de la Virgen del Pilar, circunstancia que invita a relacionar estos dos momentos, presentando a la Virgen como reina de la Hispanidad.”
El premio era de 2.000 pesetas y se establecía también que la Comisión podía comprar otros carteles presentados o declarar desierto el concurso si el Jurado lo creía preciso.
Al concurso se presentaron la ínfima cantidad de siete carteles que se exhibieron en el Casino Mercantil entre los que resultarían elegidos en primer lugar el cartel de Guillermo Pérez Baylo y en segundo el presentado por Cristóbal Sierra Pau.
El cartel ganador que seguía fielmente la sugerencia hecha por la comisión en cuanto a la temática era definido en la prensa con rimbombantes y retóricas frases patrioteras y localistas:
" ( .. , ) un verdadero acierto de inspiración, de técnica y de arte. Un tema en el que domina el Pilar sobre el mundo y alegóricamente el recuerdo de las rutas imperiales de España, ha sido desarrollado con claridad de cartelista moderno y con un admirable concepto de lo decorativo.”
El cartel debió de gustar mucho a las autoridades porque en él, "Guillermo", recuerda una gran gesta nacional con un efectismo retórico en el que se mezcla lo humano y lo divino. La Virgen del Pilar, la bandera nacional, el mundo y sobre ellos y por encima de todos una figura simbólica que representaría la Hispanidad, la Raza, que aparece llevando en su mano un barco, un barco de conquista, un barco de sometimiento, un barco, en fin, que recuerda la grandeza de España por el imperio hacia Dios. Sin duda, el cartel tiene una evidente carga ideológica que, por otra parte, el artista no ha querido disimular y nos la ha presentado de una forma rotunda y transparente, preciándose en esta obra las notas que caracterizan el lenguaje de los primeros tiempos del franquismo y que Valeriana Bozal define con los siguientes términos:
"su carácter directo, su tono retórico, su redundancia".
En cuanto al cartel del alcañizano Cristóbal Sierra Pau hay que decir que repite sin fuerza alguna motivos que ya habían sido usados antes de la guerra.
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