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HISTORIA

La Edad del Bronce en la Península Ibérica: periodización y cronología

La Edad del Bronce en la Península Ibérica:

periodización y cronología

La Edad del Bronce de la Península Ibérica es una de los periodos de su Protohistoria que presenta actualmente mayores problemas para su ordenación interna y su cronología relativa, lo que contrasta con la larga tradición histórica en su investigación.

En efecto, salvo para el Bronce Final, que constituye, en realidad, una fase de transición hacia el inicio del proceso de etnogénesis que caracteriza la Edad del Hierro (Almagro-Gorbea - Ruiz Zapatero (Eds.) 1992), no existe actualmente una visión de conjunto sobre la cronología relativa de las diversas áreas culturales identificables. Además, salvo para la Cultura de El Argar (Blance 1971; Schubart 1975a) y el Bronce Atlántico (Ruiz Gálvez 1984) no existen sedaciones válidas para las diversas áreas culturales. La seriación de las culturas del Suroeste (Schubart 1975), del Nordeste (Maya 1992) y de la Meseta (Delibes 1995) presenta serios problemas y, todavía más, las de otras áreas culturales como la de las Morillas, el Bronce Ibérico o el del Valle del Guadalquivir, para las que, prácticamente, aun no se ha establecido una periodización válida. En consecuencia, se comprende la inexistencia de una visión de conjunto que armonice la cronología relativa de la Edad del Bronce de la Península Ibérica basada en sus correlaciones culturales, tanto internas como externas. En efecto, tampoco son frecuentes los trabajos sobre la correlación cultural de la Península Ibérica con el resto de Europa, en especial, con otras áreas del mediterráneas y atlánticas. Este tipo de análisis, iniciado ya por Siret (1913), ha suscitado muy escasos estudios recientes, salvo en el área atlántica (MacWhite 1951; Harbison 1967; Ruiz Gálvez 1984) y, en menor medida, para El Argar (Schubart 1975), siendo muy reciente la síntesis de Maya (1992) sobre las relaciones ultrapirenaicas del Bronce del Nordeste.

Los trabajos de Cartaihac (1886) y, en especial, de los hermanos E. y L. Siret (1890) a fines del siglo pasado ya documentaron la personalidad de la Edad del Bronce de la Península Ibérica, identificada desde entonces con la Cultura de El Argar, iniciándose algunos estudios sobre su cronología relativa (Siret 1913). Los conocimientos basados en la Cultura de El Argar se extrapolaron inicialmente, a falta de datos, a toda la Península Ibérica. A mediados de siglo, Martínez Santa-Olalla (1946: 59 s.) definió la existencia de dos amplios ámbitos culturales en la Edad del Bronce de la Península Ibérica, aunque los identificó con sendos periodos culturales: el Bronce Mediterráneo (2000-1200 a.C.) y el Bronce Atlántico (1200-650 a.C.). Poco después, en el Congreso Arqueológico Nacional de Almería (1949) se establecía una secuencia tripartita teórica

del Bronce Hispano, que comprendía el Eneolítico y cuyo desarrollo correspondía al II milenio a.C.: Bronce I (= Calcolítico o Eneolítico), II (Bronce Pleno o Antiguo y Medio) y III (Bronce Final o Atlántico). Esta periodización del Congreso de Almería pronto acusó dificultades cronológicas y geográficas, aunque se mantuvo hasta los años 1960, pues el estudio de la periodización y las secuencias relativas de las culturas de la Edad del Bronce de la Península Ibérica, básico para comprender sus características, evolución y relaciones, ha sido escasamente abordado.

Tarradell (1963) delimitó la extensión real de la Cultura de El Argar limitada al SE, planteando la existencia de otras áreas diferenciadas, como el Bronce Valenciano (id. 1963). Sólo en los años 1970-1980 se ha comprendido la complejidad de la Edad del Bronce al irse identificando nuevas culturas, no siempre suficientemente bien definidas, en el País Vasco (Apellániz 1974), el Suroeste (Schubart 1975), la de las Motillas (Nájera 1984), la del Bronce Atlántico (Ruiz Gálvez 1984) o las del Nordeste (Maya 1992) o de la Meseta (Delibes 1995), etc.

Paralelamente a este proceso, se identificó definitivamente el antiguo Bronce I como Calcolítico o Eneolítico, incluyendo en él hasta el fenómeno Campaniforme. En consecuencia, la Edad del Bronce propiamente dicha o "Bronce II" de 1949 quedó delimitada a un Bronce Pleno, que englobaba el mal diferenciado Bronce Antiguo y Medio de otras secuencias europeas y un Bronce Final, que sería el equivalente al "Bronce III" de 1949, aunque en algunas áreas también se ha diferenciado una fase intermedia, el Bronce Reciente o Tardío. De este modo, actualmente, en unas áreas se usa una división cuatripartita y en otras tripartita, Bronce Antiguo, Medio, Reciente y/o Final, pero generalmente teóricas y no bien adaptadas a los datos arqueológicos reales, dificultad que explica el uso en ocasiones de términos como Bronce Pleno, Bronce Antiguo o Bronce Medio con un significado equivalente.

Esta imprecisión terminológica refleja la dificultad de organizar secuencias a partir de los pocos datos existentes, incompletos y de escasa calidad, lo que obliga a extrapolaciones de otras ares, preferentemente de la Cultura de El Argar o el Bronce

Atlántico, así como a basar toda la cronología relativa en las dataciones de C-14, en ocasiones utilizadas al límite de sus posibilidades teóricas a falta de otros datos de mejor calidad para establecer las seriaciones locales y las correlaciones interculturales, en vez de lograrlas por medio de los materiales arqueológicos. El problema se ha acentuado por revisiones excesivamente teóricos e hiperevolucionistas, más basadas en presupuestos ideológicos que en la interpretación inductiva de los datos (Lull 1983, Martínez Navarrete 1989, Nocete 1989, etc.), muchas veces más preocupadas por plantear alternativas hipercríticas respecto a las visiones tradicionales que por presentar soluciones válidas al rehuir el desarrollo y dispersión de elementos culturales, por lo que resultan muy poco útiles para precisar la secuencia relativa y las interrelaciones entre las distintas áreas culturales de la Edad del Bronce. Frente a esta tendencia, a partir de los años 1960, sólo algunos prehistoriadores, especialmente alemanes, se han ocupado de la cronología relativa, como Blance (1971), Schubart (1975), Schüle (1980), Spindler (1981), etc., casi siempre con su interés centrado más que en establecer una visión de conjunto, en una cultura, en especial la de El Argar, que en este sentido ha servido de referencia a nivel peninsular.

La falta de una buena secuencia relativa aun se nota más tras los crecientes avances en la investigación de estos últimos años (vid. supra), que han evidenciado la complejidad cultural de la Edad del Bronce en la Península Ibérica. A este hecho se añaden las graves carencias de la investigación arqueológica, como la falta de una política sistemática de excavaciones estratigráficas y de estudios tipológicos que permitan definir las áreas culturales identificadas y precisar sus características, secuencias tipológicas, límites y evolución, muchas veces desconocidos, lo que lleva a extrapolaciones basadas en áreas próximas o a interpretaciones más teóricas que basadas en datos arqueológicos.

Igualmente, faltan análisis tipológicos esenciales de elementos válidos como indicadores cronológicos, rara vez recogidos sistemáticamente y carteados para permitir precisar las áreas culturales y su cronología relativa. Pero en la Edad del Bronce, salvo las hachas (Monteagudo 1977) y las raras espadas (Almagro-Gorbea 1976) y alabardas (Schubart 1973; de Senna-Martínez 1994), se echa a faltar el análisis de otros elementos culturales, como los diversos tipos de tumbas (en pithos, en fosa, dentro o en poblado, etc.), para los que se carece de todo análisis de conjunto.

Este hecho es aun más evidente en lo que atañe a la industria ósea y las cerámicas. La importancia de estas últimas es esencial por ser el elemento arqueológico más frecuente a falta de mejores indicadores tipológicos, pero su tipología y el estudio de sus formas y asociaciones está por hacer en la mayoría de las áreas. Incluidos algunos elementos tan característicos como las cerámicas de cordones o las "queseras". Por ello, salvo algunos estilos decorativos más precisos como los campaniformes o los de Cogotas, que se identifican con el Bronce Reciente, es casi imposible su utilización cronológica antes del Bronce Final. Y este problema se ve acentuado por la escasez de objetos de bronce, cuya secuencia tipológica, salvo en las áreas atlánticas, resulta en la mayor parte de los objetos poco precisa antes del Bronce Final.

Sólo de este modo se explica la dificultad existente para poder precisar cambios culturales significativos en muchas áreas culturales durante gran parte de la Edad del Bronce, lo que ha llevado a basar su cronología exclusivamente en análisis de C-14, utilizando incluso fechas aisladas de interpretación incierta a fin de evitar los estudios tipológicos y estratigráficos para precisar la cronología relativa, hecho que supone un círculo vicioso que explica la falta de estudios de conjunto y de visiones de síntesis.

Esta situación de hecho, agravada por el hiperevolucionismo de esos años que ha despreciado de hecho analizar los contactos externos, aun los más evidentes, a veces justificándose en razones epistemológicas o ideológicas, explica que en estos 20 últimos años a penas se puedan señalar para la Edad del Bronce algunas visiones de conjunto válidas construidas sobre secuencias locales y correlaciones externas y, en consecuencia, las carencias de la visión aquí planteada. En consecuencia, la periodización de la Edad del Bronce de la Península Ibérica aquí propuesta resulta aun muy teórica en muchas regiones.

Dada la dificultad de definir el inicio de la Edad del Bronce, de acuerdo con la visión más generalizada, se puede considerar que la Edad del Bronce arranca tras la desaparición del substrato Campaniforme generalizado por todas las áreas de la Península Ibérica (Harrison 1977; id. 1980), que constituye un seguro horizonte delimitador precisado por sus distintos estilos cerámicos (AOC, Marítimo, Ciempozuelos, Palmela, Carmona, Salomó, Silos, Dornajos, etc.), al que se asocia su metalurgia de puñales de lengüeta y puntas de Palmela, botones en V, brazaletes de arquero, etc. y el enterramiento individual, elementos culturales que en muchas áreas pasan a la fase inicial de la Edad del Bronce.

Las síntesis de Harrison (1980), han permitido señalar en la Península Ibérica dos fases principales en la dispersión del vaso campaniforme, que corresponden a áreas diversas y a estilos diferenciados, aunque una y otra ofrecen gran interés para identificar correlaciones cronológicas. La fase inicial la representa el campaniforme Marítimo y sus derivaciones, de muy amplia dispersión peninsular (Harrison 1980: f. 6). Al margen de éste, destaca el estilo decorativo con cuerda y peine (cord and comb), cuya distribución se limita al NE peninsular, aunque llega hasta Entretérminos, Madrid, en su punto más occidental. Este tipo puede considerarse llegado a través de los Pirineos Orientales desde el Languedoc, pues se relaciona con el inicio del campaniforme en el Este y Mediodía de Francia, seguramente llegado por el valle del Ródano, junto a los AOO (All Over Ornamented) y los AOC (All-over-Corded) (Harrison 1980: f. 5). Sólo en la Cueva Filomena (Castellón) aparecen campaniformes Cordados junto a Marítimos y AOC, pues en Portugal y Andalucía sólo aparece el tipo Marítimo.

En Portugal, en los yacimientos fortificados de tipo Vila Nova de San Pedro, como Pedra de Ouro, Penha Verde o Zambujal, así como en las sepulturas colectivas de tipo tholos, como Paia das Maças y Palmela, el campaniforme Marítimo aparece en la última fase en estrecha asociación con vasos seguramente de producción local asociados a oro, botones de tortuga (Pai Mogo) y puñales de lengüeta. Aunque se usa cobre arsenical, también aparece el bronce en algunas puntas de Palmela. Paulatinamente el estilo Marítimo evolucionó hacia el campaniforme de tipo Palmela, que representa la fase final.

Los cuencos predominan sobre los vasos campaniformes y su decoración es incisa, en banda alrededor del borde externo, apareciendo finalmente formas carenadas, como en Ciempozuelos, y vasos sobre pie así como grandes vasos de almacén decorados con estilo campaniforme, como el de Carmona, en Andalucía Occidental (Harrison 1974: 17 s. y 22 s.). Se asocian a botones de tortuga (S. Pedro de Estoril), puntas de Palmela, raras muñequeras (una de oro de Agua Branca, con paralelos británicos, cf. Harrison 1980: f. 96) y algunas hachas planas y alabardas (Grutas de Alcobaça, Leiría), que señalan la transición al Bronce Antiguo.

El estilo Marítimo también aparece en el NW en pequeñas sepulturas megalíticas y la perduración de la metalurgia campaniforme constituye el horizonte de Montelavar-Atios, que marca, igualmente, el inicio del Bronce Antiguo en Galicia.

A su vez, por todo el centro, levante y mediodía peninsulares, el estilo campaniforme más característico es el Ciempozuelos. Sin embargo, en la parte oriental de la Meseta Norte, el grupo de Silos puede considerarse también epi-campaniforme tardío, como en la parte oriental de la Submeseta Meridional, el "Grupo de Dornajos" (Poyatos et al. 1988) que pudiera relacionarse con cerámicas impresas del Bronce Valenciano, como Muntanya Asolada (Martí 1983) o el Castillejo de los Moros (Fletcher – Alcácer 1958), mientras que en Cataluña otro grupo campaniforme local, también tardío, se conoce como tipo Salomó (Harrison 1974: 20 s.).

A su vez, este análisis de la cronología relativa de la Edad del Bronce en la Península Ibérica finaliza en el Bronce Final, cuyo desarrollo cultural y relaciones internas y externas resultan mejor conocidas y presentan ya una problemática distinta, por representar el inicio de los procesos de etnogénesis que caracterizan la Edad del Hierro y las culturas prerromanas (Almagro-Gorbea – Ruiz Zapatero (Eds.) 1992).

Como base de partida de esta periodización se ha tomado la síntesis de Ruiz Gálvez (1984), que ofrece un primer análisis de conjunto de las diversas áreas culturales hasta entonces documentadas, aunque con una visión en la que sólo se diferencia un Bronce Pleno (equivalente al Antiguo-Medio de Europa Occidental) y un Bronce Tardío (id., 340). Esta división, que coincide con la de Early and Late Bronze Age planteada años antes por Savory (1968), es válida para comprender el desarrollo general de la Edad del Bronce en la Península Ibérica, pero los datos actuales exigen una periodización más precisa de las áreas culturales para permitir su correlación mutua, que se ha obtenido de las diferentes secuencias locales. Pero en la Edad del Bronce de la Península Ibérica se usa una división cuatripartita (Bronce Antiguo, B. Medio, B. Tardío o Reciente y B. Final) en unas áreas y, en otras, una tripartita (Bronce Antiguo, B. Medio, B. Final), lo que dificulta su equiparación. Además, unas y otras son teóricas en la mayor parte de las áreas y, por ello, se adaptan a veces con dificultad a los datos arqueológicos.

Pero también es esencial valorar la compleja articulación interna que ofrece La Edad del Bronce en la Península Ibérica corno consecuencia de fuertes diferencias geográficas internas y de su situación en el extremo Suroeste de Europa, entre el Mediterráneo y el Atlántico. Esta situación explica las diversas corrientes culturales que afectan de diverso modo a las distintas áreas culturales de la Península Ibérica contribuyendo a su diversificación (Almagro-Gorbea 1986). Una atlántica, afecta especialmente a las áreas occidentales y a la Meseta, pero también alcanza prácticamente toda Andalucía; otra mediterránea, característica de las regiones levantinas, llega hasta el Atlántico meridional; una tercera ultrapirenaica, es evidente en el Nordeste, especialmente al Norte del Ebro.

Teniendo en cuenta el substrato calcolítico y los influjos de las corrientes señaladas, cabe diferenciar 9 áreas culturales principales, que en gran parte coinciden con las señaladas en estudios previos (Ruiz Gálvez 1984; Vega Fernández – Hernando 1995):

1, El Bronce Atlántico;

2, La Meseta Norte;

3, La Meseta Sur;

4, El Bronce del Suroeste;

5, Andalucía Occidental (Bronce del Bajo Guadalquivir y de la Campiña);

6, El Sureste (Cultura de El Argar);

7, El Levante (Bronce Valenciano o Ibérico);

8, El Bronce del Noreste;

9, El Área cántabro-pirenaica.

Los Pilares de Europa

Los Pilares de Europa

Los Pilares de Europa

La Edad Media en el British Museum

DEL 13 DE JULIO AL 29 DE OCTUBRE DE 2017

¿Hasta qué punto la Edad Media puede considerarse un periodo oscuro de la historia?  Situada entre la grandeza de dos épocas, la Edad Media ha sido un periodo históricamente subestimado. 

“Los pilares de Europa” te plantea una relectura de la Edad Media a través de 260 objetos que proceden mayoritariamente de la colección del British Museum.

 

LA EDAD MEDIA  FUE, EN REALIDAD, UNA ÉPOCA DE GRANDES TALENTOS ARTÍSTICOS Y DE DESARROLLO CULTURAL.”
SIR RICHARD LAMBERT, PRESIDENTE DEL CONSEJO DEL BRITISH MUSEUM

En líneas generales, los términos ‘Edad Media' y ‘medieval' se refieren al periodo de la historia de Europa comprendido entre los años 400 y 1500 d. de C. Mil años conocidos como una época de grandes desequilibrios sociales entre la vida ostentosa de las clases altas, la miseria y el analfabetismo del resto de la población. Hoy en día, el término ‘medieval' sigue empleándose para describir algo que es bárbaro o anticuado. Sin embargo, la Edad Media comportó enormes cambios políticos, económicos, artísticos y culturales que aún hoy podemos ver: castillos, catedrales, obras de arte, objetos artesanales e incluso palabras y topónimos.

Esta exposición te propone una nueva lectura de este periodo de la historia, articulado en cinco ámbitos: la formación de Europa, el poder real, la vida en la corte, la Iglesia, la vida en las ciudades y el legado. Su objetivo es abrir una ventana al mundo de la Edad Media a partir de los tesoros y la cultura material tanto de la élite dominante como de otros grupos sociales.

COLECCIÓN DE COLECCIONES

“Los pilares de Europa” es la primera muestra surgida del acuerdo de cuatro años de colaboración firmado entre la Obra Social ”la Caixa” y el British Museum.
Para esta exposición se incluyen más de 260 piezas de gran valor histórico procedentes en su mayoría de la colección del museo londinense, una de las colecciones públicas más importantes del mundo. A su vez, la muestra se complementa con préstamos de las colecciones del Museo Arqueológico Nacional de Madrid, el Museu Nacional d’Art de Catalunya y el Museu Frederic Marès. Un total de 19 objetos cedidos por colecciones españolas contribuyen a contar la historia de los reinos del sur enmarcada dentro de Europa.

EL LEGADO DE LA EDAD MEDIA

Una de las muchas aportaciones de la Edad Media fue la creación del concepto de Europa y la formación de muchos estados y bases de la Europa actual. Tras la decadencia del Imperio Romano, aproximadamente en el año 400, y a causa de la migración de la población hacia nuevas áreas de asentamiento, Europa cambió mucho. Emergieron nuevos reinos y nuevos principados, dirigidos por poderosos gobernantes pero con una emergente identidad común. En este periodo el concepto de Estado-nación fue tomando sentido, así como la sensación de que Europa era muy diferente al mundo que la rodeaba

EL ORIGEN DEL UNIVERSO

EL ORIGEN DEL UNIVERSO

EL ORIGEN DEL UNIVERSO

¿Qué había antes de que existiera el mundo tal como lo conocemos? Los griegos contestaron a esta pregunta mediante unos relatos y unos mitos.Al principio, sólo existía el Vacío; los griegos lo llamaron Caos. ¿Qué es el Caos? Una inmensidad vacua, negra y oscura, en la que nada se veía. Una especie de caída, de vértigo, de confusión, sin fin, sin fondo. Era un vacío tan impresionante como una inmensa boca siempre abierta en la que todo quedara engullido en una misma noche indiferenciada. En el origen, pues, sólo existía el Caos, abismo ciego, oscuro, ilimitado.Después apareció la Tierra. Los griegos la llamaron Gea. La Tierra surgió del propio seno del Caos. Hela aquí, pues, nacida con posterioridad al Caos y representando, según cómo se mire, su antítesis. La Tierra ya no es ese espacio vacío, esa especie de caída oscura, ilimitada e indefinida. La Tierra posee una forma distinta, separada y precisa. A la confusión, a la tenebrosa indiferenciación del caos, se enfrenta la claridad, la firmeza, la estabilidad de Gea. Sobre la Tierra todo aparece dibujado, visible, sólido. Podríamos definir a Gea como aquello sobre lo cual los dioses, los hombres y los animales pueden caminar con soltura. Es el suelo del mundo.

EN EL SUBSUELO DE LA TIERRA: EL CAOS

Nacido del inmenso Caos, el mundo tiene ahora un suelo. Por una parte, este suelo se alza hacia la altura en forma de montañas; por otra, se hunde hacia la profundidad en forma de abismo. Este subsuelo se prolonga indefinidamente, de manera que, en cierto modo, lo que se encuentra en la base de Gea, bajo el suelo firme y sólido, siempre es el abismo, el Caos. La Tierra, surgida en el seno del Caos, está cada vez más próxima a él en las profundidades del abismo. El Caos evoca para los griegos una especie de neblina opaca en la que todas las fronteras se confunden. En lo más hondo de la Tierra vuelve a encontrarse este aspecto caótico inicial.Aunque la Tierra sea perfectamente visible, tenga una forma específica y todo lo que nazca de ella posea también, a su imagen, límites y fronteras diferenciados, sigue siendo de todos modos, en sus profundidades, similar al Caos. Es la Tierra tenebrosa. Los adjetivos que la definen en los relatos pueden ser similares a los que explican el Caos. La Tierra tenebrosa se extiende entre la profundidad y la altura; entre la oscuridad y el enraizamiento en el Caos que representan sus profundidades, por un lado, y, por otro, las montañas coronadas de nieve que proyecta hacia el cielo, las luminosas montañas cuyas cumbres más altas alcanzan la zona del cielo continuamente inundada de luz.La Tierra constituye la base de esa morada, llamada el cosmos, pero no es la única función que desempeña. Engendra y alimenta todas las cosas, salvo algunas entidades de las que hablaremos más adelante y que han salido del Caos. Gea es la madre universal. Los bosques, las montañas, las profundas grutas, las olas del mar, el vasto cielo, nacen siempre de Gea, la Tierra madre. Así pues, al principio existió el Vacío, el Caos, inmensa boca informe semejante a una oscura sima, sin límites, pero que en un momento posterior se abre sobre un sólido suelo: la Tierra. Esta se lanza hacia las alturas y se hunde en las profundidades.Después del Caos y la Tierra aparece, en tercer lugar, lo que los griegos llamaron Eros y denominaron más adelante «el viejo Amor», representado con canas en las imágenes: es el Amor primordial. ¿Por qué este Eros primordial? Porque, en esas épocas lejanas, todavía no existen lo masculino y lo femenino tal como nosotros lo conocemos, no hay seres sexuados. Este Eros primordial no es el que surgirá más adelante de la existencia de hombres y mujeres, de machos y hembras. A partir de ese momento, el problema consistirá en acoplar a sexos opuestos, lo que conlleva necesariamente el deseo por parte de cada ser implicado, cierta forma de consentimiento, en suma.Así pues, el Caos es asexuado, no es masculino. Sin embargo, Gea, la Tierra madre, es, necesariamente, femenina, Pero ¿a quién puede amar, como no sea a sí misma, ya que está sola, sin más compañía que el Caos? El Eros, que aparece en tercer lugar, después del Caos y la Tierra, no es, al principio, responsable de hacer nacer los amores sexuados. El primer Eros es una manifestación de la energía cósmica. De la misma manera que la Tierra ha surgido del Caos, brotará de ella lo que contiene en sus profundidades. Lo que estaba mezclado en sus entrañas es llevado al exterior: ha parido sin necesidad de unirse con otro ser. Lo que la Tierra entrega y manifiesta es lo mismo que permanecerá, envuelto en el misterio, en su seno.La Tierra pare en primer lugar a un personaje muy importante: Urano, el Cielo, en el que se incluyen todos los astros que lo pueblan. A continuación trajo al mundo a Ponto, es decir, el agua, todas las aguas, y, más exactamente, el mar, ya que la palabra griega es masculina. En resumen, la Tierra los concibió sin unirse a nadie. Mediante la fuerza íntima que llevaba consigo, la Tierra desarrolló lo que ya estaba en su seno y que, a partir del momento en que salió de ella, se convirtió en su doble y su contrario. ¿Por qué? Porque la Tierra produjo un Cielo estrellado idéntico a sí misma, una copia tan sólida y firme como ella y de su misma dimensión. Acto seguido, Urano copuló con ella. Tierra y Cielo constituyen dos planos superpuestos del universo, un suelo y un techo, un piso inferior y otro superior que se acoplan por completo.Cuando la Tierra parió a Ponto, la personificación masculina del mar, éste la completó, se introdujo en su interior y la limitó en la forma de vastas extensiones líquidas. Ponto, el mar, al igual que Urano, es el polo opuesto de la Tierra. Mientras que ésta es sólida y compacta, y en ella las cosas no pueden mezclarse, Ponto es todo lo contrario: es líquido, fluido, informe, inaprehensible; sus aguas se mezclan, indiferenciadas y confundidas. En la superficie, Ponto es luminoso, pero en sus profundidades no puede ser más oscuro, lo que lo une, tal como le ocurre a la Tierra, con el Caos.De ese modo se construye el mundo a partir de tres entidades primordiales: Caos, Gea y Eros y, a continuación, de dos entidades paridas por la Tierra: Urano y Ponto. Son, simultáneamente, fuerzas naturales y divinidades. Gea es la tierra que pisamos y, al mismo tiempo, una diosa. Ponto representa los flujos marinos y constituye, por tanto, un poder divino, al que se puede tributar culto. A partir de ahí se originan relatos muy distintos, historias violentas y dramáticas.

Como datar los años

Como datar los años

Cronologías históricas

Año 2017 despues de Cristo

6.021 desde la creacion del Mundo

4.366 desde el Diluvio Universal

4.261 desde la pobloacion de España

5.817 Calendario Nippur (Sumeria)

4.817 Calendario 1ª Dinastia Egipcia- Rey Narmer

5.778 Calendario Judio

2.793 Calendario Cronologia Gracia Antigua

(inicio de la 1ª Olimpiada Anigua)

2.770 ab urbe condita (fundación de Roma),

2.526 Post reges exactos 

(después de la instauración de la República Romana).

1.395 Calendario musulmán, después de la Hégira.

 

http://www.sordomedina.net/articulos/historia/cronologias-historicas.php

Imperio almohade

Lista de califas Almohades

Califas almohades
NOMBREREINADOCOMENTARIOS
Abu 'Abd Allah Muhammad ibn 'Abd Allah Ibn Tumart1121-1128/1130 
Abu Muhammad 'Abd al-Mu'min ibn 'Ali ibn 'Alwi ibn Ya'la al-Kumi1128/1130-1163oficialmente desde 1132/1133
Abu Ya'qub Yusuf (I) ibn 'Abd al-Mu'min1163-1184 
Abu Yusuf Ya'qub ibn Yusuf (I) al-Mansur1184-1199 
Abu 'Abd Allah Muhammad ibn Ya'qub al-Nasir1199-1213 
Abu Ya'qub Yusuf (II) ibn Muhammad al-Mustansir1213-1224 
Abu Muhammad 'Abd al-Wahid (I) ibn Yusuf (I) al-Majlu'1224 
Abu Muhammad 'Abd Allah ibn Ya'qub al-'Adil1224-1227proclamado en Murcia
Abu Zakariyya' Yahyà ibn Muhammad al-Mu'tasim1227-1235 
Abu l-'Ula (o Abu l-'Ala') Idris (I) ibn Ya'qub al-Ma'mun (o Idris al-Ma'mun)1229-1232proclamado en Sevilla en 1227
Abu Muhammad 'Abd al-Wahid (II) ibn Idris (I) al-Rashid1232-1242 
Abu l-Hasan 'Ali ibn Idris (I) al-Sa'id1242-1248 
Abu Hafs 'Umar ibn Ishaq ibn Yusuf (I) al-Murtada1248-1266 
Abu l-'Ula Idris (II) ibn Muhammad ibn 'Umar ibn 'Abd al-Mu'min, llamado Abu Dabbus1266-1269 
'Abd al-Wahid (III) ibn Idris (II) al-Mu'tasim1269califa en Tinmel, renunció a los 5 días
Ishaq ibn Ishaq ibn Yusuf (I)1269-1275/1276en Tinmel

 

Los Almohades (en lengua árabe: الموَحدون, Al-Muwahhidun) «los que reconocen la unidad de Dios», o Banu Abd al-Mumin4 (en árabe: بنو عبد المؤمن') fueron una dinastía bereber, aunque alguna voz identifique como marroquí,5 que dominaron el norte de África y el sur de la península ibérica desde 1147 a 1269.

Los Almohades surgieron en el actual Marruecos en el siglo XII, como reacción a la apertura religiosa de los Almorávides, que se habían hecho dueños del Magreb, pero habían fracasado en su intento de revigorizar los estados musulmanes y tampoco habían ayudado a detener el avance de los estados cristianos en la península ibérica. Muhámmad ibn Tumart lideró un movimiento religioso con el apoyo de un grupo de tribus bereberes del Alto Atlas de Marruecos6 7(principalmente masmuda), organizando el derrocamiento de los almorávides, pertenecientes a los Sanhaya (zeneguíes), y, posteriormente, Abd al-Mumin y su familia, de los Zenata, tomaron el control y eliminaron a los ziríes y hammadíes. Los Almohades fueron derrocados por las dinastías bereberes de los merínidas, los ziyánidas y los háfsidas del Magreb.

Historia

Orígenes

Ibn Tumart, fundador del movimiento fundamentalista, fue proclamado por sus seguidores mahdi(«el [imam] guiado»), creencia de raíz ideológica chiita pero también aceptada por el sunnismo, y llamó a todos los musulmanes a retornar a las fuentes primeras de su fe, es decir, el Corán. Siguiendo estos principios radicales, se enfrentaron con los Almorávides, que habían impuesto una rígida ortodoxia maliquí, pero que apenas habían transformado las costumbres populares poco acordes con el Corán. Si bien fue Ibn Tumart el que creó la doctrina que otorgó cohesión y fundamento al nuevo movimiento político y religioso, fue su seguidor y sucesor al frente de este,Abd al-Mumin el que aportó el genio militar para convertirlo en un gran imperio que dominó el Magreb y al-Ándalus.8

Expulsado de Marrakech en el 1120 por las autoridades almorávides con las que se había enfrentado a pesar de las escasas diferencias doctrinales que tenía con estas, Ibn Tumart se instaló en su región natal del Sus.9 Allí predicó contra los almorávides y, a finales del 1121, sus seguidores lo reconocieron como mahdi.10 Poco después se trasladó a Timnal, donde tuvo que repeler sucesivas campañas almorávides.10 Su movimiento fue extendiéndose por las montañas, si bien no logró conquistar la cercana capital almorávide, que atacó en el 1130.10 Poco después de esta derrota, en agosto del 1130, falleció Ibn Tumart, y le sucedió al frente del movimiento Abd al-Mumin.11

Después de dominar el norte de África, enfrentando a la confederación de tribus bereberes de los Masmuda con los Lamtunas almorávides, desembarcaron desde 1145 en la península ibérica y trataron de unificar las taifas utilizando como elemento de propaganda la resistencia frente a los cristianos y la defensa de la pureza islámica. Por eso su yihad se dirigió por igual contra cristianos y contra musulmanes. En poco más de treinta años, los Almohades lograron forjar un poderoso imperio que se extendía desde Santarém en la actual Portugal hasta Trípoli en la actualLibia, incluyendo todo el norte de África y la mitad sur de la península ibérica, y consiguieron parar el avance cristiano cuando derrotaron a las tropas castellanas en 1195 en la batalla de Alarcos.

Luchas contra los almorávides

En el 1132, Abd al-Mumin dirigió su primera campaña militar, contra las tribus de la región del río Draa, al sur del Gran Atlas.12 Aunque se desconoce su resultado, se sabe que a su regreso a Tinmel se lo proclamó califa.12 Hacia el 1140 y tras varias campañas con suerte diversa, los almohades consiguieron apoderarse del alto Sus.13 Hasta entonces los choques no dejaron un claro vencedor: mientras que los almohades se extendían sin freno por las montañas, los almorávides seguían controlando las llanuras.14

A continuación tuvo lugar la larga campaña de siete años que concluyó con la derrota total de los almorávides.13 14 La primera derrota de estos les privó de casi toda la Tadla.15 Incluso algunos grupos de cenhegíes de la montaña se pasaron a las filas almohades.15

La lucha contra los almohades quedó a partir del 1139 en manos del nuevo heredero al trono almorávide, Tasufin ben Alí ben Yúsef, que se había destacado en la lucha contra los cristianos de la península ibérica y había sustituido a su hermano como tal a su hermano Sir, fallecido.16 Por entonces, sin embargo, los almorávides perdieron el control del alto Sus.13

A continuación tuvo lugar la larga campaña de siete años que concluyó con la derrota total de los almorávides.13 La primera derrota de estos les privó de casi toda la Tadla.15 Incluso algunos grupos de cenhegíes de la montaña se pasaron a las filas almohades.15 Manteniéndose en las montañas, estos avanzaron por los valles del Atlas medio y lo sometieron hasta la línea del Muluya.15 A finales del 1141, en las sucesivas campañas habían dominado el Atlas medio y gran parte de la zona de los oasis, incluido Tafilalet.15 Los almorávides perdieron el contacto con su región de origen, el Sáhara.15 Hacia el 1142-1143, los almohades alcanzaron los alrededores de Tremecén, en donde se les unió la tribu Kumiya, a la que pertenecía al-Mumin.14 En el 1142, los almohades se apoderaron de gran parte del Marruecos septentrional montañoso, aunque sin infligir grandes derrotas al enemigo.17

En febrero del 1145, murió defendiendo Orán Ben Alí; los almohades conquistaron inmediatamente la ciudad.14 Seguidamente, el califa se volvió hacia Marruecos para conquistar por fin las ciudades de las llanuras.14 Cayeron en sus manos Fez, Salé y, el 24 de marzo de 1147, Marrakech.14El resto del año Abd al-Mumin se dedicó a purificar la ciudad y aplastar una revuelta en el Sus, aunque no dejó de enviar un pequeño contingente a al-Ándalus, donde los Estados cristianos estaban realizando importantes conquistas.14

Expansión por la península ibérica

El enviado del califa, un antiguo almorávide, pasó en la primavera del 1147 a la península ibérica donde, cooperando con las fuerzas Ibn Qasi, que se había alzado contra los almorávides, consiguió someter JerezMértola, el AlgarveNieblaBadajoz y Beja.18 En enero del 1148, las fuerzas almohades y sus coligados conquistaron Sevilla.19 Una gran rebelión de las tribus del Sus y del Atlas occidental, que se extendió a Ceuta y aSiyilmasa, detuvo temporalmente la expansión.19 En mayo y a pesar del sostén ofrecido a los rebeldes por el gobernador almorávide de Córdoba, el califa logró sofocarla.19 Abd al-Mumin ordenó después una depuración de la administración para eliminar los abusos, pero también una gran purga de las tribus en la que perecieron unas treinta mil personas, tenidas por desafectas.19

Conquista del Magreb central y oriental

Mezquita Kutubía de Marrakech, capital del Imperio almohade.

Dominado ya prácticamente al-Ándalus, Abd al-Mumin emprendió dos campañas en las que conquistó el resto del Magreb que aún no estaba en su poder.8 La primera la realizó en el 1152-1153 contra loshamadíes, de cuyo territorio se apoderó.8 ArgelBugíaConstantina y Bona, entre otras localidades, cayeron en sus manos, sin apenas tener que combatir.20 Cuando la zona parecía controlada, sin embargo, se rebelaron algunas tribus cenhegíes y árabes, a las que el califa derrotó, asegurando así el dominio de la región.21

En el 1153-1155, Abd al-Mumin proclamó a su hijo sucesor, lo que precipitó el levantamiento de diversos grupos contra este intento de fundar una dinastía.22 Abd al-Mumin aplastó a los rebeldes con la ayuda de los grupos árabes recién sometidos.22 Derrotó a las cincos tribus que habían constituido hasta entonces el núcleo del movimiento: la Hintata, Tinmal, Ganfisa Gadmiwa y Harwa.23 Los jeques masmudíes, tan importantes en los primeros tiempos del movimiento, quedaron relegadas a un segundo plano durante el reinado de los primeros califas de la dinastía de Abd al-Mumin, aunque recobraron parte de su poder después, con la crisis del Estado.24 Arrumbados los masmudíes, Abd al-Mumin se sostuvo gracias al respaldo de su propia tribu, la Kumiya y de los grupos árabes.25

En la siguiente campaña por la región, acometida en el 1159-1160, se adueñó de Ifriqiya, alcanzó Trípoli y eliminó la presencia cristiana en la zona, que había expulsado de ella a los ziríes y se había extendido por la costa.26 Arrebató a Roger II de Sicilia la ciudad de Mahdia, que este había conquistado en el 1147-1148, el 21 de enero de 1160.27 Aprovechó estas conquistas para añadir a sus fuerzas soldados de las tribus árabes que habitaban la región desde el siglo anterior.28 La amenaza normanda en la zona fue la que llevó al soberano almohade a partir de Marrakech para acometer una ofensiva en ella.29

Abd al-Mumin falleció en Salé en el 1163, cuando aprestaba tropas para realizar una campaña en la península ibérica.30 Poco antes había decidido cambiar de heredero: Muhammad, tenido por disoluto, dejó el puesto a su hermano Abu Yaqub Yusuf.31 Otros dos hermanos, señores de Fez y Bugía, descontentos con la decisión, murieron poco después.31 Abu Yaqub Yusuf heredó el trono, pero tuvo dificultades para sostenerse en él, y tuvo que afrontar levantamientos de los Gumara (en torno a Ceuta, en el 1167) y estabilizar la situación en al-Ándalus.32 Únicamente superadas estos apuros asumió el título de Amir al-Muminin, en el 1168.33 También tuvo que realizar una campaña por Ifriqiya que, al ser una provincia lejana, tendía a la rebeldía.34 En efecto, la provincia fue un foco continuo de problemas para el imperio por su lejanía del centro político y acabó con el tiempo en manos de una dinastía local, los hafsíes.35 En el 1180, una nueva rebelión en Gafsa en la que murió el gobernador almohade desencadenó una nueva intervención del califa.36 Tras esta campaña, de escaso éxito pues muchas tribus continuaron hostigando a los almohades, nuevos contingentes árabes pasaron al Magreb occidental, para participar en la guerra santa en la península ibérica.37

Abu Yaqub Yusuf falleció en el 1184, en medio de la intervención en al-Ándalus, y le sucedió su hijo, Abu Yusuf Yaqub al-Mansur.38 La proclamación de este como soberano y califa aconteció en Sevilla, y luego se confirmó en Marrakech, sin oposición alguna.38 al-Mansur puso fin inmediatamente a la campaña militar y regresó con el ejército al Magreb.38 Como habían hecho su padre y su abuelo, siguió incorporando contingentes árabes al ejército y, como había hecho ya su padre, incluyó también soldados de origen turco.38 Con este soberano el imperio alcanzó su apogeo, si bien el reinado estuvo cuajado de problemas, principalmente la crisis en al-Ándalus y la rebelión de Ifriqiya, fomentada por los Banu Ganiya.39 Estos últimos eran descendientes de los desaparecidos soberanos almorávides.40

El 22 de mayo de 1185, Ali ibn Ishaq ibn Ganiya tomó Bugía.41 Por la misma época, Qaraqus, un soldado mameluco de un sobrino de Saladino, se apoderó del Fezán y luego del Yebel Nefusa.40 Ambos unieron fuerzas contra los almohades.42 Con ayuda de algunas tribus árabes, los Banu Ganiya se hicieron luego con Argel, Asir, Miliana y Qal'a.42 Perdieron Bugía, recuperada por una flota almohade pero, junto con Qaraqus, conquistaron otras plazas: Gabes, Gafsa.43 Qaraqus conquistó Trípoli.44

Para acabar con la rebelión, al-Mansur partió hacia la provincia desde la capital imperial el 17 de diciembre de 1186.45 Parte del ejército resultó vencido en junio del 1187 cerca de Gafsa.46 El califa a continuación batió a los enemigos el 14 de octubre, cerca de Gabes.47 A continuación, fue sometiendo todas las ciudades de la región que estaban en poder de la liga enemiga.48 El éxito de la campaña fue, no obstante, temporal, y no acabó con las acciones enemigas, que continuaron.49 A finales de la década del 1190, la región se hallaba nuevamente en rebelión y en parte en poder de los Banu Ganiya, Qaraqus y sus aliados árabes.49

Apogeo

Fases de la expansión almohade.

Abu Abdallah Ibn Tumart había nacido en una tribu bereber, en el noroeste deMarruecos, en un ambiente muy austero donde destacó por su capacidad de estudio. Hacia los 18 años, emprendió un largo viaje de quince años por el mundo árabe que lo llevó a CórdobaLa MecaDamasco y Bagdad entre otras grandes ciudades. De regreso a su ciudad natal de Sus, emprendió un movimiento de reforma religiosa apoyado en tres grandes pilares, y que sintetiza de manera original un gran número de influencias recibidas en el periodo anterior. Estos tres pilares son:

  • La necesidad de desarrollar la ciencia y el saber para consolidar la fe
  • La existencia de Dios, que le parece indudable y se percibe a través de la razón
  • La absoluta unidad de Alá, radicalmente distinto de cualquiera de sus criaturas. Criticará la costumbre típica del islam occidental de asociar lo divino con lo terreno, dotando a Alá de atributos antropomórficos. Dios es un ente puro, casi abstracto, sin ningún atributo que lo acerque a nuestra realidad. Esta unicidad absoluta se reflejaba también en su manera de entender la comunidad islámica, que debía estar dirigida por un imam, con carácter de guía y modelo, a quien todos deben obedecer e imitar.

A pesar de los esfuerzos de los gobernantes, la dinastía almohade tuvo problemas desde un principio para dominar todo el territorio de Al-Ándalus, en especial Granada y Levante, donde resistió durante muchos años el famoso Rey Lobo, con apoyo cristiano. Por otro lado, algunas de sus posturas más radicales fueron mal recibidas por la población musulmana de España, ajena a muchas tradiciones bereberes. A principios del siglo XIII había conseguido alcanzar su máxima expansión territorial con la sumisión del actual territorio tunecino y la conquista de las Baleares.

La amenaza cristiana de al-Ándalus

Los Almohades establecieron la capital de al-Ándalus en Sevilla. A la izquierda de la imagen, la Torre del Orofortificación albarrana cuyo primer cuerpo es una construcción almohade de 1221.

Poco después, la victoria cristiana en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212) marca el comienzo del fin de la dinastía almohade, no sólo por el resultado del encuentro en sí mismo, sino por la subsiguiente muerte del califa al-Násir y las luchas sucesorias que se produjeron y que hundieron el califato en el caos político.

En 1216-1217, los Benimerines se enfrentan a los Almohades en Fez. En 1227 Ibn Hud se proclama emir de Murcia, alzándose frente a los Almohades. En 1229 se independizan los Háfsidas de Túnez. En 1232Muhámmad I de Granada, conocido como al-Ahmar se proclama emir en ArjonaJaénGuadix y Baza. En1237 es reconocido como emir en Granada. Un ejército formado por fuerzas de las Órdenes Militares y delobispo de Plasencia puso sitio a la ciudad de TrujilloMuhámmad ibn Hud acudió a la petición de socorro, pero se retiró sin hostigar a los sitiadores. La ciudad fue conquistada el 25 de enero de 1232.50

Decadencia

Los almohades se caracterizaron por una arquitectura de estilo militar. Un ejemplo es la Alcazaba de Badajoz. En la foto la Torre de Espantaperros, modelo de la Torre del Oro.

El principio de la herencia dinástica desagradó a los líderes tribales, a los jeques (sheikhs o šayḫ, شيخ). Después de una severa derrota cerca de Túnez en 1187, el emir debió aliarse con Saladino. Los reinos cristianos de la península ibérica (CastillaAragón y Navarra y, en menor medida, Portugal y León) se organizan para emprender una nueva ofensiva de Reconquista, en especial, silenciando sus disputas internas e infligiendo a Al-Násir la derrota de Las Navas de Tolosa ( 16 de julio de 1212).

Tras la invasión de Berbería Oriental de los hermanos Ali y Yahia Ben Ghania, descendientes de los Almorávides que Abd el-Mumin había desposeído después de atravesar Argelia victorioso. Los dos hermanos habían establecido un principado en el Djerid; Alí fue asesinado, pero su hermano Yahia comenzó la conquista del centro y norte de Ifriqiya. Se las arregló para apoderarse de Mahdía, de Kairuán y de Túnez en 1202, haciendo prisioneros al gobernador almohade y a sus hijos. Ben Ghania saqueó las ciudades, sus jardines y sus animales. Ante esta situación llena de peligros, el califa Al-Násir, que reinaba en Marrakech, partió a la reconquista de Ifriqiya. Entró en febrero de 1206, en Túnez, abandonado por el enemigo, y permaneció allí un año para restablecer la autoridad almohade en todo el territorio. Entonces, antes de regresar a Marruecos, le confió el gobierno de la provincia a uno de sus lugartenientes de confianza, Abdel Ouhaid Abou Hafs el Hentati (forma arabizada del nombre bereber Faska u-Mzal Inti).

Batalla de Las Navas de Tolosa, óleo de Van Halen expuesto en el palacio del Senado (Madrid).

El nuevo gobierno había sido investido de amplios poderes: reclutó tropas que eran necesarias para la paz y para la guerra, designó funcionarios del Estado, los cadis. Fue un líder inteligente y enérgico. Después de su muerte, su hijo Abu Zakariya lo sucedió en 1228 y un año después de su nombramiento, se declaró independiente del califa de Marrakech, con el pretexto de que había abrazado el sunnismo. Príncipe de una gran dinastía, Abu Zakaria debió de fundar la dinastía háfsida que gobernó el Magreb oriental durante tres siglos.

El final

En el Magreb, las dinastías locales se imponían, como los hafsíes en Túnez en 1229; los abdalwadíes en el Magreb central en 1239; o los merínidas que en 1244 capturaron Mequinez, situada en el oeste del Magreb. En al-Ándalus, surgen los terceros reinos de taifas, los nazaríes de Granada crearon un reino independiente que sobrevivió hasta 1492. Al mismo tiempo, la Reconquista progresaba a buen ritmo:Qurṭuba (actual Córdoba), la ciudad símbolo del islam hispano, cayó en 1236; Balansiya (Valencia), en1238Isbiliya (Sevilla), en 1248. Estos retrocesos sucesivos y la desintegración del imperio sonaban a toque de difuntos de la dinastía almohade, que termina con Abû al-`Ula al-Wâthiq Idrîs, después de la toma de Marrakech por los benimerines en 1269.

Taza lobulada de fuente doméstica de mármol con inscripción en árabe. Siglo XIII. Califato almohade.

Economía y comercio

Dirham de plata almohade.

En la época de los Almohades, los musulmanes, que ya habían organizado las formas de su comercio en función de las necesidades del tráfico internacional, refinaron sus métodos, en los que se inspiraron los cristianos. A pesar de las diferencias de religión, y a pesar incluso del desarrollo de la carrera (donde el control escapaba a los soberanos africanos), las relaciones e intercambios entre cristianos y musulmanes no dejaron de crecer.

El Magreb no comerciaba sólo con España, pues sus lazos comerciales llegaban a las ciudades de Túnez,BugíaConstantinaTlemcén y Ceuta (en Ceuta hubo un funduk marsellés, fundicium marcilliense, hacia1236). Los bienes producidos en esta zona eran transportados e intercambiados con los estados de Pisa,GénovaVenecia y la rica ciudad de Marsella.51

 

Primer Gobierno Provisional de la Segunda República Española

Primer Gobierno Provisional de la Segunda República Española

El Primer Gobierno Provisional de la Segunda República Española presidido porNiceto Alcalá Zamora de la Derecha Liberal Republicana se constituyó el 14 de abril de1931, hasta la crisis del 14 de octubre de 1931. Constituye la etapa más larga del Gobierno Provisional de la Segunda República Española

 Reparto de carteras
ImagenCartera NombrePartido
Bundesarchiv Bild 102-12783, Alcala Zamora.jpgPresidente del Gobierno Provisional Niceto Alcalá-Zamora y Torres

Priego de Córdoba (Córdoba),1877

Derecha Liberal Republicana
Alejandro Lerroux sentado.jpgMinistro de Estado Alejandro Lerroux García

La Rambla (Córdoba), 1864

Partido Republicano Radical (PRR)
Fernando de los Ríos (cropped).jpgMinistro de Justicia Fernando de los Ríos Urruti

Ronda (Málaga), 1879

Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Manuel Azaña.JPGMinistro de la Guerra Manuel Azaña Díaz

Alcalá de Henares (Madrid),1880

Grupo de Acción Republicana
Santiago Casares Quiroga.JPGMinistro de Marina Santiago Casares Quiroga

La Coruña1884

Organización Republicana Gallega Autónoma (ORGA)
Indalecio Prieto.jpgMinistro de Hacienda Indalecio Prieto Tuero

Oviedo (Asturias), 1883

Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Miguel Maura.JPGMinistro de la Gobernación Miguel Maura Gamazo

Madrid1887

Derecha Liberal Republicana
Marcelino Domingo.JPGMinistro de Instrucción Pública y Bellas Artes
 Marcelino Domingo Sanjuán

Tarragona1884

Partido Republicano Radical Socialista (PRRS)
Alvaro de Albornoz.JPGMinistro de Fomento Álvaro de Albornoz Liminiana

Luarca (Asturias), 1879

Partido Republicano Radical Socialista (PRRS)
Largo Caballero.jpgMinistro de Trabajo Francisco Largo Caballero

Madrid, 1869

Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Nicolau D'Olwer.JPGMinistro de Economía Nacional Luis Nicolau d'Olwer

Barcelona1888

Acción Catalana Republicana (ACR)
Diego Martínez Barrio.JPGMinistro de Comunicaciones Diego Martínez Barrio

Sevilla1883

Partido Republicano Radical (PRR)

La huella de la guerra de la Independencia

La huella de la guerra

Recursos Didácticos

La guerra, la destrucción de las cosechas y la escasez de productos provocaron un ciclo económico de carácter inflacionario en las economías locales.

La constante presión fiscal sobre los pueblos generó la pasividad de las gentes y un rechazo a los excesos cometidos por los soldados y guerrilleros sobre sus bienes. A las malas cosechas y campos abandonados por la falta de hombres, se sumaron las epidemias (1809, 1810, 1813), la miseria y el hambre (1811-1812).

Vivir en tiempos de guerra fue una heroicidad para las capas más desfavorecidas de la sociedad. Los bagajes, alojamientos de soldados, requisas y suministros fueron continuos, junto a otros atropellos y violencias, principalmente de contenido religioso, como actos de iconoclastia y sacrilegios cometidos por los imperiales.

Las ciudades sitiadas se convirtieron en verdaderas ratoneras de muerte para la población civil: tras el asalto venía el saqueo, los robos, las violaciones de las mujeres, los incendios y excesos de todo tipo.

La guerra introdujo la inseguridad, trajo la muerte y el caos a todas partes, y alteró la cotidianidad de la vida diaria, las costumbres religiosas, la diversión y el esparcimiento. La mujer alcanzó un nuevo protagonismo en la esfera pública, realizando tareas de aprovisionamiento y de organización de la resistencia.

Durante la guerra se incrementaron las separaciones matrimoniales, creció el número de hijos ilegítimos, la cohabitación de personas no casadas y el adulterio. En definitiva, la guerra introdujo una cierta relajación de costumbres y un tímido proceso de secularización en España.

Las celebraciones patrióticas se institucionalizaron (Dos de Mayo, proclamación de la Constitución) y, en la España josefina, se potenciaron las corridas de toros y la fiesta del Emperador (15 de agosto). La Guerra de la Independencia se convirtió, a la postre, en paradigma de todas las guerras modernas.

La violencia, ejercida sin límites en esta contienda, nos muestra lo peor del hombre, la deshumanización total y la barbarie.

Hombres y mujeres en medio de una España devastada

España se empobreció. La guerra sesgó la vida de muchos españoles, también aumentó la mortalidad por la crisis de subsistencias (1812) y las reiteradas epidemias sufridas por la población. Las destrucciones de bienes de todo tipo fueron cuantiosas. Se esquilmó el patrimonio histórico y se retrasó el crecimiento económico en unos treinta años. 

La vida cotidiana y la supervivencia

¿Cómo sobrevivir a tanta barbarie? En muchos pueblos estallaron movimientos populares de protesta por los alistamientos irregulares, requisas desorbitadas y actuaciones arbitrarias de las juntas. Los conflictos sociales se extendieron entre los campesinos que vivían sojuzgados desde antiguo. La Iglesia tuvo un gran protagonismo pues, junto a otros festejos cívicos con motivo de la proclamación de la Constitución, en las iglesias se celebraban las victorias.

Actitudes populares ante la guerra

El gran protagonista de la Guerra de la Independencia fue el pueblo y sus motivaciones fueron diversas e imprecisas. Las masas populares irrumpieron por primera vez en la Historia de España en la vida política y social de la nación. 

El conflicto social: disturbios y resistencias

El fracaso de las instituciones permitió que salieran a la luz los antagonismos sociales, propios de una sociedad estamental basada en los privilegios: resistencia a la movilización y oposición a las quintas, ajustes de cuentas, ataques a la propiedad y a los colaboradores con el enemigo. 

Costumbres, festejos, distracciones y diversiones

Los ciudadanos vivieron la contienda de forma diferente según su condición social y el lugar donde les tocó vivir. La guerra trastocó la rutina diaria de las gentes e introdujo cambios en las costumbres, en las diversiones y en las formas de vida. 

La enseñanza

Durante la guerra las actividades académicas de los colegios militares continuaron en otros lugares, como hizo el Real Colegio de Artillería de Segovia. Algunos maestros intentaron abrir escuelas en las ciudades libres y los estudiantes universitarios de los últimos cursos insistieron en conseguir sus títulos. 

Alcance de la represión y de la violencia

En muchos pueblos estallaron alborotos populares dirigidos contra los franceses avecinados y contra quienes eran sospechosos de colaborar con ellos o eran afrancesados. La represión se llevó a cabo a través de tribunales extraordinarios del Crimen, establecidos por la Junta Central. En los territorios dominados por los franceses, la represión de los insurrectos fue ejecutada, principalmente, por la Policía General. El trato a los prisioneros fue, por lo general, inhumano.

Tribunales extraordinarios de Vigilancia y de Seguridad Pública

Para proteger la seguridad interior del Estado y a los ciudadanos, el Gobierno de la nación creó tribunales extraordinarios de Vigilancia y de Seguridad Pública en muchas ciudades. 

La represión de los insurrectos

Los gobernadores militares franceses tomaron medidas represivas en las provincias que controlaban contra las personas que apoyaban la causa patriótica y el gobierno de las juntas.

La represión a franceses y afrancesados

Cuantos colaboraron con el Gobierno intruso fueron considerados traidores a la patria y perseguidos, lo mismo que los franceses residentes, cuyos bienes fueron embargados. También algunos soldados imperiales fueron ejecutados.

Prisioneros

Los prisioneros franceses sufrieron, a menudo, un trato tan vejatorio como los españoles que cayeron en sus manos. Los prisioneros de Bailén, que acabaron en la isla de Cabrera, vivieron la dura experiencia de un verdadero campo de concentración.

El expolio del patrimonio histórico

Tras las batallas y el fin de los asedios, los franceses practicaron de forma sistemática el saqueo y el pillaje en los pueblos y ciudades ocupados. De esta forma, desapareció una parte importante de las obras de arte, objetos de valor y bibliotecas de iglesias, monasterios, catedrales e instituciones privadas.

La Guerra de la Independencia como paradigma de las guerras modernas

La Guerra de la Independencia se convirtió en una guerra total, donde todo fue válido, sin límite alguno. La violencia y la represión indiscriminada sobre la población civil la ejercieron todos los contendientes sin ningún miramiento. Al introducir la cultura de la violencia, que trastornó a la sociedad española durante mucho tiempo, esta guerra se puede considerar como paradigma de las guerras modernas.

 

Compañía de Reales Diligencias

Compañía de Reales Diligencias

Compañía de Reales Diligencias que cubría regularmente la línea Madrid-Zaragoza

En el primer tercio del siglo XlX existen en la Península infinidad de empresas que desde Madrid hacen trayectos por todas las carreteras y caminos conduciendo personas y mercancias. Hacer el estudio de todas y cada una de ellas es imposible, aunque tenemos que matizar  por su importancia  para nosotros la Sociedad de Diligencias y Postas Generales  ,así como las relacionadas con el transporte con Andalucia y concretamente con Sevilla.
   Vamos a ver cómo surgió esta Sociedad de Diligencias y Postas Generales haciendo un poco de historia. En 1816 se forma en Cataluña, la " Sociedad de Diligencias " , merced a los socios fundadores que en número de 9 decidieron impulsar un sistema moderno y cómodo para el viajero.Sin embargo, el tiempo pasa hasta 2 años, y aunque el Gobierno de la Nación da su beneplácito, la intendencia y la logística es muy dificil, aunque cuentan con el transporte de la correspondencia, motivo por el cual el proceso de expansión se hace con dificultad para exasperación de los socios. Por fin se logra establecer una línea regular entre Barcelona y Valencia en 1818.
  El dia 1 de Octubre de 1819, después, de varios intentos fallidos, comienza la Carrera Valencia-Madrid, enlazando con la Capital, Castilla la Nueva, Murcia , Valencia  y Cataluña. En este año también se intenta establecer ruta entre Madrid y Sevilla, pero son dos las circunstancias que impidenel proyecto: Por un lado la oposición de los Maestros de Posta y por otro, la epidémia de cólera que se extendia por Andalucía desde hacia 5 meses. En 1820 se le concede el transporte de la correspondencia para esta línea, lo que reactiva la puesta en servicio; sin embargo, la epidemia de cólera se reactiva y el hecho fracasa. A primeros de Enero de 1821,se consigue por fín el viaje Madrid -Sevilla con coches mucho mas cómodos y ligeros.
 La  Sociedad en este tiempo,tiene también puestas sus miras expansivas en la Carrera Madrid-Irún ( en principio la mas importante de todas) contando a favor de los socios sus contactos franceses. Casi 2 años se tarda en correr la línea pues grandes dificultades de tipo técnico y de presiones no ortodoxas hacen que los Maestros de Postas impidan su puesta en funcionamiento. Nuevamente la concesión del correo por parte del Gobierno, hace que se dé el impulso necesario y es en este año de 1821 cuando queda establecida la Diligencia Madrid-Irún.
  
    
                 
            
                     
                                 Manual de Diligencias de España para el año 1834
 
 
 La  Sociedad en este tiempo,tiene también puestas sus miras expansivas en la Carrera Madrid-Irún ( en principio la mas importante de todas) contando a favor de los socios sus contactos franceses. Casi 2 años se tarda en correr la línea pues grandes dificultades de tipo técnico y de presiones no ortodoxas hacen que los Maestros de Postas impidan su puesta en funcionamiento. Nuevamente la concesión del correo por parte del Gobierno, hace que se dé el impulso necesario y es en este año de 1821 cuando queda establecida la Diligencia Madrid-Irún.
  En Mayo de 1827 y por cuestiones diferentes suscitadas entre las administraciones de Barcelona y Madrid, hacen que la Sociedad se escinda en dos: La catalana que va a continuar con el mismo nombre, quedándose con las lineas de Valencia y Zaragoza y la otra que se denominó  Compañía de Reales Diligencias, ya que contó con el favor de la Corte e incluso llevaba el escudo real.
  Las líneas adjudicadas a esta nueva Compañía fueron Madrid-Irún, Madrid-Valencia,Madrid-Sevilla y Madrid -Zaragoza; prácticamente todo el moontante de la primitiva Sociedad.
  Dado el futuro y buen funcionamiento y rendimiento de la empresa, El Rey y su familia, así como otros miembros de la Corte, son nom,brados Sócios, a cambio de lo cual se le otorga a la Compañía la consideracion de MAESTRO MAYOR DE POSTAS y se le otorga el transporte del correo durante 12 años. Como correspondencia, la Compañía monta en 1828 las líneas de Badajoz, La Coruña y Granada.
  Sufrió la competencia de otras, como la de  Caleseros de Burgos, sobre todo en la línea Madrid-Irún, que le hizo daño en el monopolio que desempeñaba. Las Guerras Carlistas, por un lado, así como la línea de Andalucía ,por otro, supusieron un gran quebranto económico para la empresa  Caleseros de Burgos y aunque volvieron a correr la línea de Irún, una vez terminadas las Guerras Carlistas, aceptaron en 1842 la oferta de fusión que les hizo la  Compañia de Reales Diligencias, realizandose ésta, y formándose una nueva sociedad que se denominó Diligencias Generales de España.
  Por otro lado, las Guerras Carlistas, tambien produjeron un gran descalabro económico a la Compañía de Reales Diligencias; además, una vez pasadas éstas, se suman otros factores como la no renovación del contrato del correo y la aparición de otras empresas recorriendo los mismos lugares ,e incluso llegando a otros a los que no llegaban las primeras. Entre estas nuevas compañías esta la de Carsi y Ferrer que con el nombre de Diligencias Peninsulares, se limitó a pocas líneas al principio de su fundación en 1840; pero en 1842 tiene lugar su expansión haciendo el recorrido por todas las vias que hacian las Reales Diligencias llegando incluso a lugares que no se explotaban.
  La de  Postas, que surge en 1842 y actua en pequeña escala, pero en 1845 absorbe la antigua Sociedad de Diligencias catalana, y se decide ainvadir los territorios en los que operan las anteriores.
  La competencia desleal, el encarecimiento de los costes el abaratmiento de los precios para captar pasajeros, etc. hacen que todas sufran grandes perjuicios económicos.
  En 1845 se unen las empresas Diligencias Peninsulares y Postas, surgiendo una nueva Compañía más competitiva que se llamó Diligencias Postas Peninsulares. En 1847, el 17 de Febrero, esta empresa llega a un acuerdo de fusión con las Generales de España, que tiene lugar el 9 de Abril de dicho año, tomando la sociedad el nombre de  Diligencias y Postas Generales.
 
  Queremos mostrar un documento, que por su curiosidad y buen estado de conservación, merece ser publicado. De reciente adquisición, se trata de un billete de Diligencia, de la Compañía " Diligencias y Postas Generales ", para el trayecto La Coruña-Madrid, cuyo precio es de 400 reales de vellón.

 

https://books.google.es/books?id=d7ru5LZZP5kC&lpg=PA99&ots=MJPYn1LErx&dq=Compa%C3%B1%C3%ADa%20de%20Reales%20Diligencias&hl=es&pg=PA98#v=onepage&q=Compa%C3%B1%C3%ADa%20de%20Reales%20Diligencias&f=false