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LIGA 2ªDiv. 2022/23 JORNADA Nº36 (16.4.2023)

LIGA 2ªDiv. 2022/23 JORNADA Nº36 (16.4.2023)

LIGA 2ªDiv. 2022/23 JORNADA Nº36 (16.4.2023)

PARTIDO OFICIAL Nº 3599

Real Zaragoza SADREAL ZARAGOZA 4-1 REAL RACING

 Azon 45’
Bermejo 26’
Simeone 20’
Simeone 61’
Fernandez 84’ (P)

Titulares



1 Alvarez (P) (C) 1 M. Parera (P)
3 JAIR JR 6 Iñigo (C)
4 BEBÉ   75’ 10 Vicente   46’
5 Jaume   46’ 15 Gonzalez
9 Azon   75’ 16 Germán   46’
10 Bermejo   64’ 17 U. Medina
14 Serrano   65’ 18 Garcia
17 Nieto 19 Matheus Aias   25’
18 Fran Gamez 20 JUERGEN
20 Simeone 21 Aldasoro   46’
24 Lluis Lopez 24 Pombo   80’

Sustituciones



5 Jaume   21 Zapater 46’ 19 Matheus Aias   13 JOKIN 25’
10 Bermejo   8 Valderrama 64’ 21 Aldasoro   8 Fausto 46’
14 Serrano   23 Molina 65’ 16 Germán   4 Moreno 46’
9 Azon   38 Sans 75’ 10 Vicente   29 Fernandez 46’
4 BEBÉ   7 Miguel 75’ 24 Pombo   2 Alvaro 80’

 

Real Zaragoza 4-1 Real Racing

66.2 % Posesión 33.8 %
11 remates dentro 3
8 disparos bloqueados 1
8 remates fuera 3
8 disparos recibidos 1
3 tarjetas amarillas 0
0 tarjetas rojas 2
3 faltas recibidas 20
20 faltas cometidas 4
100 perdidas de posesion 99
48 recuperaciones de posesion 39
0 fueras de juego 3
xxxxxx

El Real Zaragoza goleó 4-1 a un Racing que se quedó con dos jugadores menos en el minuto 21

En una tarde afortunada con los accidentes del fútbol, Simeone (2), Bermejo y Azón dieron forma a un tanteo que se quedó muy corto. La permanencia está ya muy cerca.

El Real Zaragoza sumó el octavo partido consecutivo sumando, sin perder, al golear este sábado al Racing de Santander en una tarde con infinidad de aciertos y, sobre todo, de eventualidades favorables en el desarrollo del juego. El rival jugó con dos jugadores menos durante más de 70 minutos, encajó los dos primeros goles zaragocistas inmediatamente después de cada tarjeta roja recibida, por lo que desde muy pronto los de Escribá decantaron la balanza a su favor.

De tanto en cuanto, hay días en los que sale todo de cara. Y este sábado 15 de abril fue uno de esos para el Real Zaragoza. Esas líneas maestras del inicio de la trama lo definen con nitidez. Véase. Con solo 16 minutos transcurridos, el rival se quedó con 10 hombres por expulsión imprudente de Íñigo Sáenz, que le dobló el tobillo malamente a Grau y el VAR lo retrató (no así el árbitro de campo, el verde Busquets Ferrer, al que hubo que rectificar vía satélite). En el siguiente ataque zaragocista, Simeone metió el empeine en el primer palo a centro de Bebé y coló el balón por alto para hacer el 1-0 en el 19. El argentino se vengaba de su mala noche en El Sardinero en la primera vuelta, donde el expulsado fue él y el damnificado el Zaragoza. Y también se quitaba enseguida el mal sabor de boca de una ocasión fallada en el 15 a bocajarro en un gran centro de Azón.

Aún no se había levantado de semejante doble golpe el cuadro montañés cuando le llegó otra combinación izquierda-derecha de los guantes finos de un Real Zaragoza certero, por fin. En una contra veloz, Simeone ganó a Rubén Alves la carrera, se quedó solo ante el portero Parera que, en su salida mal pensada, paró el remate (que iba dentro) con la mano… fuera del área. O sea, roja directa para el guardameta. Y era solo el minuto 21. Se quedó el Racing con 9 futbolistas a falta de tres cuartos largos de partido. Pero es que en esa falta, la de la mano, Bermejo lanzó de primeras a la barrera, recogió él mismo el rechace y colocó de segundas el zurdazo cerca de la escuadra izquierda del recién aparecido Ezkieta, guardameta suplente que sacó del campo al único delantero santanderino, Matheus. Era el minuto 25 y todo estaba resuelto, decantado y abierto para que el Real Zaragoza lograse una goleada histórica, si ese era su afán.

En los 20 minutos que separaron este fulgurante inicio zaragocista del descanso las pautas del juego fueron unívocas. Dominio total del equipo de Escribá ante un rival entregado que, eso sí, aún armó tres contragolpes correctísimos con el zaragozano Pombo e Íñigo Vicente mostrando su clase. Tanto que forzaron dos amarillas, las de Grau y Bebé, que sentaron fatal a Escribá. De hecho, Pombo rozó el 2-1 en una penetración veloz que sacó Cristian Álvarez en un paradón abajo en el minuto 30.

En el área cántabra pudieron caer los goles a mansalva. Bermejo se topó con el portero en el 28 en un disparo franco, raso, en el área. Bebé, desde 30 metros, forzó a otra parada de mérito de Ezkieta en el minuto 31. En el córner consiguiente, Azón cabeceó y el portero sacó por encima del travesaño con apuros un gol seguro. En el 39, Lluís López volvió a ganar por alto el saque de esquina de Bebé y la pelota rozó literalmente la escuadra derecha por fuera. En el 45, Francho firmó una carambola de billar de las que entran pocas en docena: su chut cruzado dio en el poste derecho, voló por encima de la línea, se estrelló en el palo izquierdo y el efecto lo sacó hacia fuera. Increíble. Jugada de experimento de física en bachillerato. En el tiempo de aumento, el equipo de Escribá siguió al galope. Azón cabeceó picado un buen centro de Nieto y Ezkieta volvió a salvar el tanto en una estirada de mérito. Pero cuando pasaban dos minutos del 45, el portero visitante ya no pudo hacer nada en el tercer tanto rubricado por el propio Azón, que lo celebró con su recuperador, Andrés Ubieto,con enorme alegría. Había sacado abajo Ezkieta el primer remate del ‘9’ blanquillo, pero el balón quedó elevado a quemarropa y Azón metió la frente por delante de Germán para anotar a puerta desguarnecida.

Thank you for watching

Evidentemente, la segunda mitad, tras tanta incidencia favorable al Real Zaragoza y devastadora para el Racing, era un brindis al sol, un elemento sobrante propio para hacer la sangre que desease el equipo zaragocista con un contrincante cadavérico. En el fútbol antiguo hubiésemos sabido de antemano que la tarde era de 8 o 9 goles con seguridad. En estos tiempos modernos, de tanta esgrima y postizo, la cuestión era una incógnita

De entrada, tras el refrigerio, José Alberto hizo un triple cambio. Metió pulmón y retiró a tres puntales básicos de su once para guardarlos para mejor ocasión (Íñigo Vicente, Aldasoro y Germán). Por su parte, Escribá dejó en la ducha al tarjeteado Grau, con el tobillo tocado por la entrada durísima de la roja de Sáenz, y metió al aplaudido Zapater. Y empezó a correr el reloj. Era momento de apuestas. ¿Hasta cuántos goles iba a llegar el Real Zaragoza en estas circunstancias tan especiales y anómalas? Se oyó de todo en la grada.

El juego comenzó algo inconexo por parte zaragocista, con el Racing encerrado en un 5-3-0 de autodefensa de tortuga nada reprochable. Cualquiera habría hecho lo mismo en una tarde tan peculiar. Un par de gambetas de Bermejo, un par de centros malos de Nieto y poca chicha durante el primer cuarto de hora de la reanudación. Hasta el 59 no hubo un disparo como tal, de Simeone, tras un control, que se le marchó cruzado, fuera. Sirvió de despertador esta acción. Tanto que en la siguiente llegada al área, en un juego próximo al balonmano por lo posicional, Zapater remató mal desde la corona del área, recogió la pelota Simeone, se revolvió para lanzar con la zurda, mordido su golpeo, y el balón entró a gol tras dar en el poste izquierdo. Era el 4-0 en el 61, con media hora por delante.

Escribá retiró a Bermejo y Francho, para tenerlos sin abolladuras el próximo día en Eibar, y dio minutos a Eugeni y Molina, este muchos días después. A la gente se sonó raro que no le diera un rato largo al joven P. Sans. Era el día, tal vez. En ese momento de confusión por las sustituticiones, de nuevo el zaragozano Pombo estuvo a punto de marcar el tanto del honor visitante (nunca mejor dicho lo del honor, por lo meritorio que es armar algún ataque potable con solo ocho jugadores de campo) con un obús desde 25 metros al que respondió Cristian Alvarez con otra parada descomunal por alto en el minuto 65.

La Romareda trató de montar una ola en el graderío. Había ganas de disfrutar de un día así. Las goleadas, en esta década de vacas flacas en Segunda, han brillado por su ausencia en La Romareda como norma. La ola salió después de media docena de intentos. Falta rodaje en el zaragocismo. Están los muelles oxidados. Alguno tuvo que mirar el prospecto para ver cómo era este ejercicio mexicano.

La juerga llevó al equipo a jugar andando a partir de ahí. El Racing era ya un 8-0-0 tácticamente. Todos atrás, a la trinchera del área. Como en El Álamo. Hasta que no quede ni un revolver que descargar, a defender el fuerte. A falta de 20 minutos, se vio que los de Escribá no querían hacer el roto demasiado grande al Racing. El técnico, ya sí, metió a Sans y a Puche en los últimos 15 minutos. Se esperaba al menos un respingo final del Zaragoza en busca del quinto tanto, por aquello de las ganas de los que más minutos y oportunidades necesitan. Pero lo que ocurrió fue lo inverso. El cuadro santanderino logró marcar su gol en un penalti de VAR, en un salto algo temerario de Lluís López que golpeó con el codo a Rubén Álves. Peque anotó el 4-1 en el 84 y afeó el tanteo para los zaragocistas, que ya parecía muy escaso con el 4-0 para cómo se presentó el guión del duelo.

No acabó bien el equipo de Escribá. Las sustituciones enturbiaron las ideas en vez de esclarecerlas. Ver el parcial de 1-1 en la segunda parte frente a un capitidisminuido rival no puede tener nunca una buena lectura, aunque el global sea muy positivo y, en estos momentos de la liga, con la permanencia casi en el bote, eso sea lo único fundamental. Pero las cosas son como son. Para más inri, el Racing acabó con tres menos, pues se lesionó Rubén Alves muscularmente en el 87 y dejó a los suyos en un 11 contra 8 que hacía días no se veía por La Romareda. Ni aun así supo el deslavazado Zaragoza del final hilvanar una sola jugada más de peligro.

Antes del partido, el 4-1 lo hubiese firmado el zaragocismo con sangre, al cien por cien. Después del mismo, se quedó escaso el marcador para muchos paladares blanquillos. Esta vez, los accidentes del fútbol no mellaron al Real Zaragoza y, al contrario, arrastraron al desastre al de enfrente, el Racing que tendrá que seguir peleando por la permanencia. Los aragoneses están ya a tiro de piedra de escriturar su plaza en Segunda un año más, que será el undécimo seguido.

Ficha Técnica

Real Zaragoza: Cristián Álvarez; Gámez, Lluís López, Jair, Nieto; Grau (Zapater, 46), Francho (Molina, 64); Bermejo (Eugeni, 64), Bebé (Puche, 74); Simeone y Azón (P. Sans, 74).

Real Racing Club Santander: Parera; Medina, Germán (Moreno, 46), Ruben Alves, Saúl García; Íñigo Sáinz, Aldasoro (Fausto, 46); Juergen Elitim, Pombo (Mantilla, 79), Íñigo Vicente (Peque, 46); y Matheus (Ezkieta, 24).

Árbitro: Busquets Ferrer (Comité Balear). Expulsó a Íñigo Sáenz por juego violento con Grau (16) tras aviso del VAR. También mostró roja directa al portero Parera (21) por salvar un gol de Simeone con la mano fuera del área. Amonestó a Grau (28), Bebé (44) y Lluís López (83).

Goles: 1-0, min. 19: Simeone. 2-0, min. 25: Bermejo. 3-0,min. 45+2: Azón. 4-0, min. 61: Simeone. 4-1, min. 84: Peque, de penalti.

Incidencias: Tarde fresca en Zaragoza, desagradable por el fuerte viento, con 17 grados, sol y nubes. El césped de La Romareda presentó un buen aspecto. En las gradas hubo alrededor de 23.500 espectadores, de ellos más de 600 seguidores del Racing. Asistió al partido en el palco el exjugador del Real Zaragoza, internacional argentino, Cristian ‘Kili’ González.

 

 

SD HUESCA X-X SD HUESCA

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