Interesante e igualada fue la primera mitad, con una sensación primera clara: el cuadro zaragocista logró desde el minuto inicial que no se notase la diferencia de categoría respecto de los béticos, que acabaron la liga pasada en el 5º puesto, justo detrás de los cuatro grandes. El inicio de los de Carcedo resultó esperanzador, con mando en plaza y gobierno de la pelota de medio campo en adelante. Aprovecharon sobre todo la flaqueza de la zaga sevillana en el lateral derecho, el adaptado Ruibal (es extremo), que resultó un agujero por el que Narváez, Azón y Chavarría percutieron siempre con intención, aunque nadie supo cómo acabar en gol las acciones prometedoras. Fue una pena esa nueva muestra de poco veneno que tiene este Real Zaragoza de los últimos años, pues de lo contrario los partidos los podría encarar con muchas hechuras de salir ganador.
La primera ocasión de gol, no obstante, la tuvo el Betis, en las botas del internacional Canales, que en el minuto 7 remató de rosca en el área un gran pase del exzaragocista Willian José y el balón rozó el palo por fuera. De ahí a la media hora, el Zaragoza se mostró superior, con Grau y Molina bien en el corte y la distribución en corto, aunque con más problemas para llevar pases profundos. Azón se fabricó tres contragolpes que se perdieron en el limbo, eso sí. En el minuto 30 surgió la primera gran opción de gol de los -de nuevo, por tercera vez en esta concentración- avispas. El central Francés, tras un córner en corto ensayado, remató solo en el segundo palo un centro de Bermejo y su chut con la derecha dio en el portero luso Rui Silva, tocó el poste y se fue a córner. Este episodio hizo de acicate a un apagado Betis, que no arranca en su gris pretemporada (sin triunfos hasta este punto). Los verdiblancos tuvieron un cuarto de hora final del primer tramo lleno de penetraciones al área aragonesa y de disparos con marchamo de gol. Canales, en el 35, aprovechó un error grueso de Molina, que se durmió en el área en la salida de atrás, perdió la posesión y dejó al ‘10’ del Betis solo mano a mano. Su remate superó por raso a Cristian Álvarez, que ralentizó el balón y dio tiempo a que Francés, a la desesperada, sacara ¿en la misma línea? Desde la tribuna y bien situados, pareció gol, que había rebasado la línea, pero el linier no llegó a tiempo a su lugar y no lo dio. No había VAR este miércoles, claro. Así que maravilloso para el Real Zaragoza.
En el 38, por dos veces, el equipo zaragocista se salvó de irse perdiendo al descanso. Ruibal, con efecto en el área, superó a todos y estrelló el balón en el poste derecho por alto, con Cristian ya vendido. La jugada venía de un rechace del argentino a disparo potente de Juanmi en el lateral del área grande. Sufría mucho ahí la zaga de Carcedo, así que el intermedio fue un bálsamo ideal para frenar a los andaluces.
El Zaragoza empezó el segundo tiempo sin sustituciones y el Betis solo cambió a Bartra, dando paso a uno de sus fichajes, el brasileño Luiz Felipe. Continuidad fue el lema de Carcedo y Pellegrini. Los sevillanos reanudaron el juego mucho más enchufados que lo empezaron una hora antes. Su técnico debió pedirles otra actitud, pues se estaban quedando cortos en intensidad y acierto. Los zaragocistas tuvieron que echar las líneas varios metros más atrás para contrarrestar este cambio de postura verdiblanca.
En el 55, los zaragocistas se desahogaron por primera vez con un avance de Bermejo por la banda derecha que remató de tacón, en un lujo, Azón. El balón dio en su marcador, Luiz Felipe, y no llegó a portería en una acción aplaudida. Fue un engaño al ojo, porque los béticos se mostraban mejores y aprovecharon un error serio de Francés en el 60 para hacer el 1-0. Willian José le hizo en engaño en un pase en profundidad de Guardado, el canterano se comió el balón y éste quedó a placer para la contra, mano a mano, del delantero andaluz, que superó por arriba en la salida a Cristian Álvarez. Se veía venir y sucedió.
Entre el minuto 64 y el 71 Carcedo cambió el equipo por completo. El Betis también había modificado hasta seis posiciones en el 63. Fue una fractura al ritmo de juego y se notó. Lo más novedoso, que Larrazabal fue utilizado como defensa lateral diestro y que Jair y Cristian Álvarez disputaron los 90 minutos. Y, en frente, la algarabía cuando salió el mítico Joaquín, un pequeño dios en el Betis a sus 40 años. El esprint final del duelo se desarrolló con un guión más deslavazado en ambos bandos. En ese batiburrillo de cierto descontrol, Simeone se fue en velocidad de Luiz Henrique en el 79 pero se le anticipó el portero Dani Martín con celeridad. Pero fue el Betis, por el peso de la calidad, el que anotó el 2-0 en un golazo espectacular de Loren, ariete que es aspiración del Real Zaragoza para que sea su ‘9’ este año. Desde 30 metros, vio a Cristian Álvarez, se preparó el balón y lanzó un derechazo brutal que se coló por arriba. No lo celebró el delantero, que sabe que ha de salir del Betis. Era el minuto 80 y parecía el partido sentenciado. No sucedió tal cosa porque este Zaragoza de Carcedo ya tiene un gen nuevo: no se rinde jamás y es especialista en remontadas postreras este verano.
Petrovic y Simeone firmaron dos goles por el mismo sitio, raso y pegado al palo derecho de Martín, en los minutos 82 y 84. Tremendo respingo ofensivo de los avispas cuando nadie lo esperaba ya. El serbio marcó desde fuera del área, con potencia. El nuevo delantero zaragocista lo hizo en el área, en un balón muerto en el segundo palo. Un día más, el equipo arregló y maquilló a última hora un tanteador muy adverso y, otras veces, definitivo para perder. La casta es de loar en este grupo. Y pudo ser remontada total, pues en el 92 se anuló un gol a Jair tras un córner por un fuera de juego que no lo pareció.
Interesante final de concentracion del Real Zaragoza en tierras malagueñas, con tres partidos dispares, saldados con los tres resultados posibles: una victoria, una derrota y este empate.
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