29.9 .2019 – LIGA 2ªDiv. 2019/20 JORNADA Nº 8
PARTIDO OFICIAL Nº 3433
REAL OVIEDO 2-2 REAL ZARAGOZA
Ficha de Partido | Temporada 2019/2020 | Jornada 8 |
Fecha: 29/09/2019 Hora: 18:30 h |
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Real Oviedo 2-2 Real Zaragoza
27.8 % Posesión 62.2 %
6 remates a puerta 8
2 remates paradas 3
8 remates fuera 4
3 remates otros 5
4 tarjetas amarillas 3
0 tarjetas rojas 0
16 faltas recibidas 11
12 faltas cometidas 17
135 balones perdidos 137
58 balones recuperados 57
4 fueras de juego 3
2 intervenciones portero 3
El Real Zaragoza salva un punto en un mal partido en casa del colista Oviedo
Dos goles de Luis Suárez recuperaron sendas desventajas de los aragoneses, en una tarde fea en todas las facetas del juego.
Un punto extrajo el Real Zaragoza en Oviedo, ante el colista de la Segunda División, gracias a dos tantos de Luis Suárez, salvadores en momentos puntuales, el primero de ellos de penalti. A priori, poco bagaje según los pronósticos, viendo a uno y otro en la clasificación. Visto el partido, un punto bueno, porque los aragoneses bien pudieron haber degustado por primera vez el sabor de la derrota en un duelo feo, mal jugado en defensa, en la lína medular y en ataque. Con errores serios de coordinación y falta de continuidad. Lo positivo, la capacidad de reacción de los de Víctor tras ir por dos veces por detrás en el tanteador, algo que sucedió por primera vez en lo que va de curso.
El inicio del partido fue terrorífico por parte del Real Zaragoza. En un minuto, el goleador del colista, el ex blanquillo Ortuño, generó dos ocasiones de gol. En la primera, se le pitó fuera de juego tras parar el mano a mano Cristian Álvarez. En la segunda, de inmediato, el murciano anotó el 1-0 en una pésima acción defensiva de Delmás ante Saúl Berjón en la banda, con una dejada letal de Joselu que dejó solo al rematador. No se podían hacer peor las cosas en un día donde había que matar al Oviedo desde el arranque mismo del duelo. Los asturianos no podían creer tantas facilidades en la zaga avispa (el Zaragoza vistió de amarillo y negro). Sangalli, que cambiaba de extremo constantemente, era un quebradero de cabeza para Nieto y el citado Delmás en el primer cuarto de hora.
El equipo de un desesperado Víctor Fernández tardó en resituarse ante las nuevas coordenadas del lance. Tuvo la pelota, porque el Oviedo se la dio siempre, echado atrás para intentar guardar su preciosa ventaja. Pero los toques en la línea de medios se perdían siempre al final. Nadie encontraba a Kagawa, ni a los dos puntas, cuyos desmarques eran baldíos. Hasta el minuto 18 no se vio un ataque potable después de varios amagos que ya advirtieron de que la defensa local era un flan. Nieto marró un disparo franco en el área, tras un pase de Guti, y el balón salió a córner tras tocar en un jugador azul. A la salida de ese saque de esquina, en la segunda jugada, Ros centró y dejó solo a Grippo ante el portero Champagne, pero el suizo falló el gol más sencillo de su vida, a bocajarro, enviando la pelota alta. Increíble.
De repente, el Real Zaragoza, aunque mandaba, se empezó a poner nervioso, a alterarse al ver que no era su día en los metros definitivos y que, además, estaba dando el petardazo en el Tartiere cayendo por 1-0 contra pronóstico. Los astures aprovecharon un momento de ofuscación de la línea de creación zaragocista, con Ros y Eguaras desconectados del guión del partido, para estar a punto de poner el 2-0 en el marcador. Primero, de nuevo Ortuño, rozó el gol al cabecear un córner y provocar una buena parada por alto de Cristian Álvarez bajo palos en el minuto 25. Y dos más tarde, Sangalli, que ganó la espalda a Nieto, controló con el pecho y remató fuera, desviado, con todo a favor. El juego avisaba al Zaragoza de que, o empataba enseguida, o el lío podía ser morrocotudo en una tarde de máxima obligación ante el peor equipo del inicio liguero.
Por fin, en el 28, Kagawa halló un balón a su medida en una combinación rápida con un ágil Guti. El japonés quebró en el área a su marcador, disparó raso y Champagne hizo una gran parada abajo para salvar el empate, echando el balón a córner. El Oviedo estaba siendo pitado por su impaciente público, por fallos groseros en el pase e imprecisiones propias de su situación desesperada. Sin embargo, el Zaragoza no estaba sabiendo sacar provecho de ese problema manifiesto en las filas norteñas. Hasta tal punto que Joselu, de nuevo en una contra mal parada por la media, tras un error de Eguaras y Ros, disparó solo y Cristian Álvarez tuvo que emerger de nuevo como salvador providencial, rechazando como pudo un gol seguro en el minuto 30.
Entre la confusión de unos y otros, en el 35 surgió la luz para los zaragocistas. Dwamena, desasistido toda la primera parte en punta, robó por presión un balón a Christian Fernández en el área ovetense y le dio un pase letal a Luis Suárez. El colombiano encaró la portería y, antes de rematar, fue trabado por detrás por Tejera. Penalty y amarilla (benevolente) para el jugador local. Suárez marcó la pena máxima con maestría para poner el 1-1 que devolvía la calma a un aturullado Real Zaragoza. El partido volvía a empezar, pero justo a mitad. Porque de ahí al intermedio ya no pasó nada destacable en las áreas.
Los de Víctor había salvado un problemón tremendo a base de insistencia y de una pizca de fortuna en ambas áreas en momentos clave. No estaba siendo un partido acorde a lo previsto. Un Real Zaragoza mejor plantado de lo que realmente estuvo hubiese sentenciado la victoria, con seguridad, en estos primeros 45 minutos. Pero la tarde salió rana porque atrás hubo agujeros serios, en medio no se manejó el balón con soltura y arriba no llegaron pases en condiciones a los delanteros. Había que mejorarlo todo tras el descanso.
La segunda parte empezó sin cambios nominales. Con el Oviedo lanzado, como al inicio del partido, en busca de otro gol tempranero que le diera ventaja. Ese arreón propio de los muy necesitados. Con el público caliente, achuchando a los aragoneses y presionando al árbitro. En su papel. Nada extraño. El Zaragoza tuvo que defenderse con uñas y dientes durante varios minutos. Y ahí cayó en la trampa de su mala defensa. Ortuño, en un centro al área, cayó tocado por Atienza. El juego continuó pero actuó el VAR, que instó a Díaz de Mera a ver el monitor y señalar penalti. Un penalti de televisión, más que discutible. El ex zaragocista anotó desde los 11 metros el 2-1 en el 55 y de nuevo el partido se le torció de mala manera a los de Víctor. La tarde venía envenenada desde el mismo pitido inicial.
La cosa es que pasó el cuarto de hora de la reanudación y el Real Zaragoza no había pisado el área azul. La histeria empezó a hacer acto de presencia en los avispas. Todo al revés de lo imaginado tras el 1-1 previo al intermedio. Una decepción tremenda observar el desarrollo del partido. Víctor movió dos fichas de vez: retiró a un impreciso Eguaras y al apagado Dwamena y metió a Blanco y Pombo. Puso a Guti de organizador con Ros y estableció una línea atacante de cuatro piezas: Kagawa de enganche con Blanco por la derecha, Pombo por la izquierda y Suárez de ariete. Y la jugada de ajedrez le salió bordada. En el 66 llegó el 2-2, en un pase al espacio de Pombo que Luis Suárez, mano a mano, resolvió con un toque sutil sobre la salida de Champagne. De nuevo era cuestión de volver a empezar. La zaga ovetense era de mantequilla todo el partido. Y eso aún cabía aprovecharlo. Quedaban más de 25 minutos para ello.
El técnico del Oviedo, Javier Rozada, se la jugó también faltando 15 minutos, con otro doble cambio de tinte ofensivo. No les servía el empate a los locales. Lolo González y Borja Sánchez introdujeron oxígeno en la línea creativa asturiana. El final iba a ser un cara a cara a suerte o verdad, a todo o nada. Si alguien marcaba el tercer tanto se iba a llevar la victoria con seguridad. El Oviedo lo tuvo a mano en el 78, en botas del recién salido Borja, tras una contra provocada por una pérdida letal de Ros. Pero el disparo del ovetense se marchó fuera, cruzado, por muy poco. Se olió ahí de nuevo el desastre zaragocista.
Rozada aún apuró más con el tercer cambió, el panameño Bárcenas, otro punta. Víctor contrarrestó con Lasure en vez de un deslavazado Kagawa. El empate empezaba a sonar como bueno. Los zaragocistas no ligaban jugadas ofensivas y era el Oviedo el que más rasmia ponía en el juego. Sin embargo, el recién incorporado Lasure se encontró con un regalo en el área en el 85 y falló el tanto de la victoria. Remató solo, a placer, mal. Dio en un defensor astur y el portero Champagne evitó el gol en una parada llena de fortuna y reflejos. El fútbol era una locura hacía rato. Un ir y venir de área a área sin control. A base de córneres, el Oviedo embotelló al Zaragoza sobre el minuto 90. En un contragolpe tras uno de esos saques de esquina, Blanco tuvo otro gol en su pie zurdo tras un avance largo de Guti, pero chutó fuera en el palo cercano. Todo muy precipitado.
Al final, por fortuna, llegó el silbido último de Díaz de Mera y el 2-2 quedó escriturado. En un mal partido, el Real Zaragoza no había perdido. Era la mejor noticia, porque hubo varios pasajes del encuentro en el que se temió lo peor. Dos remontadas de los zaragocistas para acabar igualando ante un equipo catatónico y alborotado. En un partido normal, con mejores prestaciones de los jugadores claves de Víctor, el triunfo hubiera vuelto en la bodega del autobús. La lectura es, en todo caso, positiva en este sentido. El equipo sigue invicto. Sin derrotas en su balance. Y arriba en la tabla, aunque no con la solvencia que se aguardaba antes de los dos últimos partidos, frente al Lugo y este Oviedo de furgón de cola. Otro capítulo de aprendizaje en una temporada que será larga y tendrá mil historias de todo tipo y condición. Todo, desde arriba en la clasificación y sin perder todavía un solo partido. No es mala cosa.
Ficha Técnica
Real Oviedo: Champagne; Lucas (Borja Sánchez, 75), Carlos Hernández, Christian Fernández, Mossa; Tejera, Jimmy (Lolo González, 75); Sangalli, Joselu (Bárcenas, 82), Saúl Berjón; y Ortuño.
Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Delmás, Atienza, Grippo, Nieto; Eguaras (Blanco, 63), R. Guti, Javi Ros; Kagawa (Lasure, 82); Luis Suárez y Dwamena (Pombo, 63).
Árbitro: Díaz de Mera Escuderos (Colegio Castellano-manchego). Amonestó a Tejera (35), Sangalli (45), R. Guti (49), Grippo (61), Saúl Berjón (67) y Borja Sánchez (83).
Goles: 1-0, min. 1: Ortuño. 1-1, min. 36: Luis Suárez, de penalti. 2-1, min. 55: Ortuño, de penalti. 2-2, min. 66: Luis Suárez.
Incidencias: Tarde agradable en Oviedo, con nubes y 22 grados. Irregular el césped del Carlos Tartiere, blando y con algunas calvas. En las gradas, alrededor de 12.000 espectadores.
SD HUESCA 1-0 GERONA
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