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Billete de 5.000 ptas año 1938

Billete de 5.000 ptas año 1938

Billete de 5.000 ptas año 1938

Durante los años de la Guerra Civil (1936-39) los billetes no sólo se emitían desde el Banco de España en Madrid, sino también desde las oficinas que éste tenía por las diferentes provincias españolas: Bilbao, Gijón y Santander, en la Generalitat de Cataluña y en el Consejo de Asturias y León.

En el presente artículo hablaremos del billete dedicado al pintor Mariano Fortuny, mandado hacer el 11 de junio de 1938, aunque no llegó a emitirse. La sede del Banco de España en Barcelona encargó su impresión en calcografía y litografía a la casa londinense: Bradbury, Wilkinson & Cª.

En la parte delantera destaca el busto del pintor perteneciente a un autorretrato que Fortuny realizó en 1858 y el característico sello rojo de espécimen que otorgaba Bradbury. Al no haberse puesto en circulación, carece de la firma de cajero. En el reverso vemos el cuadro: “La Vicaria” del pintor reusense. Como marca al agua hay una cabeza clásica. Su tamaño fue de 173 x 108 mm. y tuvo una tirada de 2.000.000.

Mariano Fortuny y Marsal, nació en Reus (Tarragona) en 1838, quedó huérfano muy joven y fue su abuelo el que se encargó de él, atendiendo la vocación artística del niño. El pintor Domènec Soberano fue su primer maestro. Trabajó con Antoni Bassa, platero y orfebre, que le influyó para la minuciosidad que posteriormente reflejará su pintura.

La familia Fortuny se traslada a Barcelona en 1852 donde el joven Mariano entra a trabajar en el taller del escultor Domènec Talarn, que contento con los avances de su alumno, gestiona por medio de la Obra Pía, una pequeña pensión y la matriculación gratuita en la Escuela de Bellas Artes de la Lonja. Allí recibe clase de los maestros Pablo Milá, Luis Rigalt y Claudio Lorenzale, encuadrados dentro del purismo nazareno (corriente romántica alemana que pretendía revivir la espiritualidad del arte cristiano medieval). Además acude a la escuela privada de Lorenzale, donde desarrolla su gusto hacia el movimiento romántico.

Seis años después, la Diputación de Barcelona le otorga una pensión para que viaje a Roma a cambio de que vaya mandando cuadros. Es en este viaje de estudios conoce a los pintores españoles Eduardo Rosales y Dióscoro de la Puebla, y al italiano Attilio Simonetti, al que le unirá una fuerte amistad.

Cuando comienza la Primera Guerra de Marruecos (1860) la Diputación de Barcelona le manda allí como cronista gráfico, junto con Pedro Antonio de Alarcón. El pintor se integra en el regimiento del general Juan Prim. Esta visita al continente africano supone para Fortuny el descubrimiento de la luz y las grandes extensiones de terreno. Aprende árabe para integrarse mejor con las gentes de Marruecos. En cuanto a su estilismo, va perdiendo los convencionalismos aprendidos sintiéndose atraído por los temas orientales. De éste periodo son La Batalla de Tetuán y Paisaje Norteafricano, en donde plasma la intensa luz solar en ambas obras.

Cuando finaliza la guerra, ha de regresar a Roma a continuar sus estudios, pero no hace un viaje directo. Visita el Museo del Prado, interesándose por la obra de Tiziano, Tintoretto, Velázquez y Goya. Conoce a su futuro suegro Federico Madrazo, director en esos años del Museo y de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. En Roma estudiaría en la Academia de Bellas Artes de Francia en la villa Médicis,

Solicita un nuevo permiso a la Diputación para regresar a África, durante dos meses vuelve a establecerse en Marruecos y pinta obras de carácter costumbrista, su obra se vuelve más orientalizante.

Se casa con Cecilia de Madrazo, hija y hermana de pintores, en la madrileña iglesia de San Sebastián. La pareja se instala en la capital momentáneamente, hasta que viajan a Roma. En esta ciudad comienza a pintar La Vicaría, en recuerdo a sus recientes nupcias. Es considerada como su mejor obra, y junto con El Coleccionista de Estampas y Fantasía sobre el Fausto de Gounod, Fortuny consigue el reconocimiento de los expertos y del público.

A principios de los 70 se traslada a Paris para exponer sus obras en la sala parisina de Adolphe Goupil, marchante francés con quién tenía un contrato de exclusividad. Visita el Museo del Louvre y el de Luxemburgo, conoce la obra de los pintores franceses, destacando la de Eugène Delacroix. Después se instalaría en Granada con toda su familia, la libertad que siente al pintar allí, hace que se plantee establecerse en la ciudad.

La muerte de su criado en su estudio romano, le obliga a regresar a Italia.

En esta época comienza a padecer depresión, vive un periodo de gran éxito comercial, lo que provoca que no pueda pintar lo que realmente desea, su clientela le solicita obras concretas que le impiden evolucionar. Con este motivo viaja a Paris decidido a romper el contrato con Goupil.

Veranea en la villa de Portici (Nápoles), donde pinta: el Desnudo en la playa de Portici Los hijos del pintor, María Luisa y Mariano, en el salón japonés; en ambas se observa la pincelada suelta y espontánea que caracteriza su obra.

En Roma le diagnosticarán una úlcera de estómago y el 21 de noviembre de 1874 una hemorragia le causa la muerte. Su entierro fue un acto multitudinario al que acudieron numerosos artistas, los directores de la Academia de Francia y Nápoles y el embajador de España. Acompañaron el cuerpo del pintor hasta el cementerio romano de San Lorenzo Extramuros, le sepultaron con su paleta, sus pinceles y el último dibujo que había hecho. Su corazón fue enterrado en la prioral de San Pedro en su Reus natal.

En 1875 aquellos cuadros que se encontraban en su estudio fueron subastados en el parisino Hotel Drouot, al igual que algunos de los objetos que empleaba para pintar, alcanzando unos precios desorbitados.

A pesar de su prematura muerte, se le considera como uno de los grandes pintores del momento. Pintó sus figuras con mucho detalle, atento a los juegos de luces que le conferían un estilo libre y espontáneo.

La Vicaría de Mariano Fortuny está fechada en Paris en 1870. Es un óleo sobre tabla de medianas dimensiones (60 x 93,5 cms), en cuyo ángulo inferior izquierdo podemos ver su firma y la fecha: “Fortuny. 1870”. Sabemos que lo empieza a pintar después de su boda con Cecilia de Madrazo (1867), se representa el momento en el que se firma el contrato matrimonial. La escena se encuadra en un interior en el que aparece un espacio arquitectónico ficticio, algunos han querido ver similitudes con la vicaría de la iglesia de San Pedro de Reus. Los personajes se reparten en su interior, destacando la pareja de novios y sus acompañantes, cuya elegancia contrasta con los situados en el lado derecho de la composición. La representación de diferentes grupos sociales, le permite recrearse en la variedad de vestuario de los asistentes. Cada una de las figuras posee una fisonomía propia, algunos amigos del pintor posaron como figurantes, entre ellos el pintor vasco Eduardo Zamacois, vestido de torero. La representación de algunas mujeres vestidas de majas nos recuerda a la obra de Goya, por quien el artista catalán sentía gran admiración.

El virtuosismo y detalle que se plasman en esta obra le valieron el reconocimiento internacional. Su marchante enamorado de ella le pidió que le hiciera una copia, que Fortuny acabaría meses más tarde. La diferencia entre ambas está en que en una se ve una cortina verde plegada y en la otra se reproduce la verja de la catedral de Granada. Ésta última la adquirió Goupil por 25.000 francos y la vendió por 70.000 poco tiempo después a Mme. De Cassin. En 1914 estaba en la colección del Conde de Pradere, a quién se la compró la Junta de Museos en 1922 por suscripción pública. Hoy en día la podemos ver en la sala I de la planta primera del Museo Nacional de Arte de Cataluña con el número de catálogo: 010698-000.

El 29 de enero de 2015, se vendió en Cayón Subastas un ejemplar de este billete por 40.500€, su precio de salida era de 35.000€.

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