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Partido 30 semifinal

Partido 30 semifinal

 

  
Alemania
1
 
2
Italia
 0-1M. Balotelli  20’
 0-2M. Balotelli  36’
M. Özil  (Pen)  90’1-2 
Des: 0-2
Estadio Nacional de Polonia (Asistencia: 58,500)
Árbitro: Stephane Lannoy

 

 

Equipos
Alemania
(4-2-3-1)
Manuel Neuer1
71’ Jerome Boateng20
90’ Mats Hummels5
Holger Badstuber14
Philipp Lahm16
Bastian Schweinsteiger7
Sami Khedira6
Toni Kroos18
90’ Mesut Özil8
46’ Lukas Podolski10
46’ Mario Gómez23
Suplentes
Tim Wiese12
Ron-Robert Zieler22
Per Mertesacker17
Benedikt Howedes4
Marcel Schmelzer3
46’ Marco Reus21
Lars Bender15
Ilkay Gundogan2
Mario Gotze19
71’ Thomas Müller13
46’ Miroslav Klose11
Andre Schurrle9
Italia
(4-1-3-2)
1Gianluigi Buffon
6Federico Balzaretti
15Andrea Barzagli
19Leonardo Bonucci 61’
3Giorgio Chiellini
21Andrea Pirlo
8Claudio Marchisio
18Riccardo Montolivo 64’
16Daniele De Rossi 84’
9Mario Balotelli 37’ 70’ 20’  36’ 
10Antonio Cassano 58’
Suplentes
14Morgan De Sanctis
12Salvatore Sirigu
7Ignazio Abate
4Angelo Ogbonna
5Thiago Motta 89’ 64’
22Alessandro Diamanti 58’
23Antonio Nocerino
13Emanuele Giaccherini
11Antonio Di Natale 70’
20Sebastian Giovinco
17Fabio Borini
Entrenador
Joachim Low 
Entrenador
Cesare Prandelli 

 

 

Alineaciones
Alemania Italia
1Goles2
0Asistencias2
15Disparos10
8Disparos a portería5
3Paradas7
1Goles de penalti0
1Penaltis0
36Centros6
14Saques de esquina0
0Fueras de juego2
13Faltas cometidas19
1Tarjetas amarillas4
0Tarjetas rojas0
55%Posesión45%

 

ALEMANIA 1 - 2 ITALIA

Alemania: Neuer; Boateng (Müller, m. 70), Hummels, Badstuber, Lahm; Schweinsteiger, Khedira, Kroos; Özil, Mario Gómez (Klose, m. 46), Podolski (Reus, m. 46). No utilizados: Zieler, Wiese; Howedes, Mertesacker, Schmelzer, Bender, Goetze, Schürrle y Gündogan.

Italia: Buffon; Balzaretti, Barzagli, Bonucci, Chiellini; Marchisio, Pirlo, De Rossi; Montolivo (Motta, m. 64), Cassano (Diamanti, m. 58), Balotelli (Di Natale, m. 69). No utilizados: Sirigu, De Sanctis; Ogbonna, Nocerino, Giovinco, Abate, Maggio, Giaccherini y Borini.

Árbitro: Stephane Lannoy (FRANCIA). Amonestó a Hummels, Bonucci, De Rossi, Motta y Balotelli.

Goles: 0-1. M. 20. Balotelli. 0-2. M. 36. Balotelli. 1-2. M. 92. Özil, de penalti.

Estadio: Nacional de Varsovia: Unos 45.000 espectadores.

Balotelli se pide la portada

Dos goles del ‘nueve’ de Italia, el segundo un fantástico chupinazo, paran los pies a una Alemania desagradablemente soberbia, víctima de su propia arrogancia

Nadie mejor que Italia para parar los pies a Alemania, desagradablemente soberbia, víctima de su arrogancia, ayer empequeñecida en el estadio Nacional de Varsovia. Hasta anoche era un equipo que jugaba con el ánimo y la determinación propias del que reclama venganza contra España. No solo aspiraba a ganar el título, sino que también pretendía tomar la bandera del fútbol moderno que ahora defiende La Roja. Aseguraba no solo que había dado con la fórmula, sino que la había mejorado tanto que ahora hasta le aburría el juego de España. Ensimismada, se olvidó de Italia y de su historia, de su capacidad competitiva, de la sapiencia de Prandelli y de la pegada de Balotelli.

Acompañado de Cassano, apareció Balotelli el día que más le necesitaba Italia y agradeció con dos goles la paciencia que han tenido Prandelli y Pirlo. Uno para cada uno. No habían aguardado en balde al nueve. El 1-0 responde al ariete que cabecea un centro de Cassano mal replicado por los dos centrales de Alemania. Un clásico. El 2-0, en cambio, fue tremendo, solo al alcance de un delantero extraordinario como Mario por el desmarque, la carrera y la pegada. El gigante Neuer quedó petrificado por el latigazo de Balotelli. A Balotelli no le gustan los partidos de clasificación ni los que no tienen remedio, sino que le interesan los partidos imposibles y los mayores desafíos, como eliminar a Alemania.

Nunca aspiró a ser el protagonista de la apertura de la sección de deportes, sino que se pide siempre la portada. A Italia le ha compensado esperar a Balotelli. A la que ha contado con un delantero de nivel, se ha convertido en un equipo muy interesante, sutil e inteligente, sobre todo por el despliegue de su tropel de finos centrocampistas. Y, aunque Balzaretti, Barzagli, Bonucci y Chiellini no son ni suenan tan bien como Cannavaro, Nesta y Materazzi, se defendieron suficientemente bien para negar a Alemania, víctima de su propio embudo y de la impaciencia, desconcertada por tener que remar a contracorriente, acostumbrada como estaba a jugar con el viento de cola.

A juzgar por la alineación, a Alemania no le hacía ninguna gracia enfrentarse a Italia. Equipo profundo, excelente en las entradas por los costados, se recogió con un centrocampista inesperado y prescindible como Kroos, sustituto de Müller, y mantuvo al inexpresivo Podolski. Los agitadores del partido contra Grecia, futbolistas dinámicos como Reus y Schürrle, calentaban el banquillo al lado de Klose, de nuevo suplente ante Mario Gómez. A Löw le quedó un equipo excesivamente rígido, mucho tallo y poca dinámica, a expensas siempre de enganchar con Özil, excelente en la orientación y la aceleración del juego, pero excesivamente solo ante la defensa de Italia, necesitado de mayor ayuda que las apariciones de Khedira.

A la que Alemania se quiso corregir, mediado el descanso, ya había tomado dos goles, demasiada ventaja para cualquier equipo y más para La Azzurra. Reus agitó al equipo y, por un momento, pareció capaz de dar la vuelta al encuentro en compañía del reaparecido Klose. No tuvieron tino en el remate y, además, atacaron de forma atropellada, nada que ver con la clarividencia de las contras de Italia. Nuevamente exigido, respondió bien Buffon y, a cambio, sus compañeros se precipitaron en posiciones fáciles para el 0-3. No había noticias de Özil en un partido memorable de Pirlo. El mediocentro de la Juve dictó una clase magistral: fue un Rolls-Royce en Varsovia.

Alrededor de Pirlo, Prandelli ha armado un equipo que tiene muy buen gusto y solo concibe el juego a partir del balón. Incluso se defiende con él y las áreas han dejado de ser su coartada para entregarse a la divisoria. Los centrocampistas tocan, se asocian y se ofrecen a zagueros y delanteros. Aparecen volantes cada día. Ya se sabía de Pirlo y se tenían buenas referencia de De Rossi. Ahora también se habla de Marchisio y ayer se descolgó Montolivo. Los cuatro proporcionaron la munición suficiente para que se exhibiera el dúo dinámico: Cassano-Balotelli. Ha roto a jugar Italia antes de lo que se suponía y se presenta como el peor rival para España.

Italia se ha entrometido en el diálogo que desde hacía seis años mantenían España y Alemania. Los alemanes desparecieron en cuanto se les empinó un partido, demasiado bien acostumbrados, irreconocibles ante los italianos tras renunciar a su identidad, empeñados en jugar por dentro cuando se les teme por fuera. Löw se equivocó tanto en la alineación como Hummels, Badstuer, Boateng y Lahm en los goles. La portería se le hizo pequeña a Alemania incluso cuando le sudaban las manos a Buffon con 0-0 y se tuvo que conformar con el gol del honor. Aunque acertó Özil, nunca un tanto de penalti y en el último minuto había tenido tan poco valor.

Aunque se desconoce si sabía que Italia siempre gana a Alemania, ayer se constató que no hay mejor antídoto contra la arrogancia que un tipo desacomplejado y genial como Balotelli.

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