Partido 10 Grupo A
POLONIA 1 - 1 RUSIA
Polonia: Tyton; Piszczek, Wasilewski, Perquis, Boenisch; Blaszczykowski, Dudka (Mierzejewski, min.73), Polanski (Matuszczyk, min.85), Obraniak (Pawel Brozek, min.93); Murawski; Lewandowski.
Rusia: Malafeev; Anyukov, Berezutsky, Ignashevich, Zhirkov; Shirokov, Denisov, Zyryanov; Dzagoev (Izmailov, min.79), Kerzhakov (Pavlyuchenko, min.70), Arshavin.
Goles: 0-1. M. 37. Dzagoev. 1-1. M. 57. Blaszczykowski.
Árbitro: Wolfgang Stark. Amonestó a Lewandowski, Polanski, Denisov y Dzagoev por parte de Rusia.
Estadio Nacional de Varsovia.
El fútbol acalla el ruido
Rusia y Polonia igualan (1-1) un partido marcado por los incidentes entre las aficiones
Los jugadores de Polonia defendieron el campo ante los de Rusia mucho mejor que algunos radicales el puente del Vístula. El partido fue exquisito comparado con la batalla campal desatada en varios puntos de la ciudad, especialmente en las inmediaciones del río, camino del Estadio Nacional. Hubo una extrema brutalidad en varios enfrentamientos entre los radicales rusos y polacos y los 6.000 agentes de policía desplegados intervinieron sin contemplaciones con cargas, agua y gases lacrimógenos. El saldo provisional asegura que hay decenas de heridos y unos sesenta detenidos en las comisarias de Varsovia. A cambio, los que alcanzaron el campo, recluidos en las gradas unos 12.000 rusos y 40.000 polacos, parecieron convivir en paz, pendientes de un buen partido, muy deportivo, presidido por el mismo Michel Platini. El juego invitaba a mirar al césped y no a volver la vista sobre el Vístula y las calles de Varsovia.
Los rusos incluso pudieron desplegar una enorme pancarta antes de que sonaran los himnos: This is Rusia [Esto es Rusia]. Los muchachos de Zmuda se batieron con grandeza frente a los de Advocaat. Jamás desfallecieron sino que actuaron con intensidad y dinamismo, muy puestos, conscientes de que se enfrentaban a Rusia y de que defendían sus opciones de alcanzar los cuartos del torneo, la meta que se ha marcado el anfitrión. Aunque en formación, el equipo polaco tiene detalles futbolísticos interesantes y jugadores reconocidos internacionalmente, como el trío del Borussia Dortmund, seguramente la banda derecha más potente de la Eurocopa. La suerte de Polonia depende sobre todo de Lewandowski, Piszcek y Blaszczkowski, autor de un excelente gol por el efecto con el que golpeó la pelota. El zurdazo de Blaszczkowski recompensó el esfuerzo generoso del equipo, aplicado en la divisoria, menos atinado en las áreas.
Los polacos resuelven los partidos a partir de tres jugadores y los rusos los deciden con dos: Arshavin y Dzagoev, un pequeño y exquisito centrocampista de Osetia del Norte, es ahora mismo la figura de la grandilocuente Rusia. El jugador del CSKA ya ha marcado tres goles, el último contra Polonia, después de una tercera asistencia de Arshavin. Uno pone el pie y el otro la cabeza o la clavícula, como pareció anoche ante el gigante Tyton.
Acabado el juego, silenciado el estadio, el puente del Vístula recuperó el protagonismo de una jornada extremadamente tensa. El empate permitió a polacos y rusos defender su causa, algunos amistosamente y otros de forma beligerante, todos vigilados por un gigantesco despliegue policial.
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