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CARTEL FIESTAS DEL PILAR 1922

CARTEL FIESTAS DEL PILAR 1922

CARTEL FIESTAS DEL PILAR 1922

TITULO: NOCTURNO

Autor: Rafael Agudo Arnal

 

EL CONCURSO PARA LA ELECCION DEL CARTEL DE FIESTAS SE AFIANZA.

Hemos visto cómo a partir de 1915 los carteles de fiestas del Pilar o bien eran reproducciones de obras, o bien se encargaban directamente a los artistas, pero, a partir de 1922, el concurso quedó establecido con continuidad.

Trescientas pesetas fue el premio concedido al ganador del concurso en 1922, por lo que a pesar de concurrir 14 artistas a la "competición", ésta no podía ser de muy buena calidad, porque evidentemente por ese dinero, como decía irónicamente un crítico en Heraldo de Aragón, "no podía esperarse el concurso de Ignacio Zuloaga".

En las bases quedaban establecidas las medidas del boceto: 90 cm. por 45 cm., que se duplicarían después al hacer la reproducción litográfica del boceto, También en las bases se especificaba que el autor se vería obligado a inspeccionar y corregir las pruebas litográficas,

Si a ello añadimos el plazo para presentar los trabajos: 10 días, hay que reconocer que evidentemente no se daban muchas facilidades a los artistas. Se convocó concurso, pero... ¿con que condiciones? Un premio ínfimo, un plazo brevísimo y unas dimensiones que todavía seguían sin ser las adecuadas.

Quizás por estos motivos Valenzuela la Rosa rehusó a la invitación que se le hizo para formar parte del Jurado que debía calificar Ias obras y que aquel año estuvo compuesto por los concejales Gabriel Faci, Oliver Rubio, el arquitecto Navarro y el artista Díaz Domínguez.

El ganador fue, al igual que en 1915, Rafael Aguado Arnal, por su obra " Nocturno", también muy similar a la de aquel año. En ella aparecen dos baturras una sentada en primer plano y con una guitarra, la otra, en pie, y con una cesta de frutas sobe el hombro ocupa el segundo plano, ante un fondo nocturno de azul transparente donde se pueden ver el puente de Piedra, el Pilar y, surcando el cielo, estallan cohetes y bengalas. De él se comentaba en la prensa:

"Están pintados con sobriedad, a tintas planas, con objeto de facilitar la ampliación litográfica (... ) no es tal obra la mejor de Rafael Aguado pero está bien ... ".

El comentario que podría hacerse a este cartel es muy similar al de 1915, a pesar de que en aquél no hemos podido ver el color; Aguado sigue en la línea de los carteles de grandes figuras en un primerísimo plano que comenzó en 1914 León Astruc. En este caso dos baturras (igual que en 1915) expresan la alegría de las fiestas en sus rostros, y que también se ve en el fondo del cartel donde aparece la ciudad engalanada con luces y fuegos artificiales, que se reflejan en las tranquilas aguas del Ebro. Es, pues, al igual que el cartel de 1917, obra de Díaz Domínguez, un nocturno, y por lo tanto las figuras están iluminadas con luces artificiales; el color negro de la noche está sustituido por el azul, sin duda para dar mayor alegría visual a la imagen. La perfección del detalle es la característica de este cartel, donde el artista se entretiene en representar las flores de los mantones o la cesta de frutas de una forma realista con cierta tendencia a lo decorativo como se puede apreciar en el título de "ZARAGOZA1922" o incluso en la colocación de los distintos elementos que forman la escena.

De una forma cómoda, sin derrochar mucha originalidad, Rafael Aguado había vuelto a ganar el concurso.

A pesar de que en las bases no se especificaba más que un único premio, el Jurado propuso como accésits a los bocetos que llevaban por lema "Zaragoza 1922" y "Vidriera", de los que se reprodujo éste último, firmado por Sánchez Sarta como portada del programa de fiestas de aquel año.

CArtel Finalistas Pilar 1922. Titulado : Vidriera. Autor: Sanchez Sarte

Se trata también de una escena nocturna en la que aparece en primer término una baturra con una cesta de frutas y al fondo un edificio; pero la originalidad de este cartel radica en que las figuras están compuestas por unas líneas negras irregulares que producen el efecto del entramado de una vidriera" tema, éste, que está muy relacionado con el auge que en esa época tomaron en Zaragoza las artes decorativas y concretamente con las vidrieras que adquirieron una gran importancia debido a las excelentes producciones de "La Veneciana".

La escena está enmarcada con una decoración de motivos vegetales a modo de rollos con mascarillas o caretas muy pequeñas y simplificadas al estilo neocubista que contrasta con el naturalismo del conjunto.

Los colores están aplicados mediante manchas planas y el artista ha detallado únicamente el mantón de la baturra. Al igual que en 1917, para que resaltasen las figuras, Sánchez Sarta tuvo que colocar unas nubes blancas en el cielo.

Indudablemente este cartel es mucho más original no solo en cuanto a temática sino también en cuanto a tratamiento, que el cartel ganador del concurso, lo que viene a demostrarnos que los gustos del Jurado no tendían, precisamente, hacia la innovación, sino que en la mayoría de los casos se inclinaban hacia lo tradicional de los símbolos como algo representativo de la ciudad.


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Trescientas pesetas fue el premio concedido a Rafael Agudo Arnal por su obra. Además de que la recompensa no fue muy generosa, los artistas que participaron en el concurso solo contaron con 10 días de plazo para elaborar sus bocetos y presentarlos. En los años posteriores, siguiendo la línea de Aguado, las figuras de baturras se convirtieron en una constante en las imágenes elegidas para anunciar las fiestas.

Fuentes: Archivo Municipal de Zaragoza y exposicion Heraldo de Aragon

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