CARTEL FIESTAS DEL PILAR 1921
Cartel Fiestas del Pilar 1921
Titulo: desconocido
Autor: Dr. Navarro
En 1921 se volvió lentamente hacia una cierta normalidad y, así, ya en el mes de agosto se nombró una Junta de Festejos para que preparase dignamente el programa de fiestas y en septiembre se dio a conocer el cartel anunciador cuyo autor era el arquitecto municipal, Sr. Navarro; el motivo principal de la obra es el escudo de la ciudad de Zaragoza que sobre un fondo rojo ocupa el centro del cartel; en la zona superior la ya clásica silueta deI templo del Pilar y en la zona inferior aparece un espacio donde se ubica el texto. Todo el cartel está rodeado por una orla árabe que es una copia de la que rodea el salón del trono del castillo de la Aljafería.
El comentario que se hizo en la prensa de dicho cartel es el siguiente:
"El cartel tiene un sabor regional muy marcado dentro de la sencillez de composición... Habrá podido el Sr. Navarro hacer sin pretensiones el cartel, pero precisamente por la sobriedad del asunto, si bien muy característico y serio de lo más clásico de Zaragoza es un detalle de acierto que avalora su mérito".
En este cartel se ha omitido la figura humana y en él se han representado de una forma fotográfica una serie de elementos característicos y representativos de la ciudad. De él podemos decir que es un diseño hecho por un arquitecto historicista que sacrifica lo creativo-imaginativo por el equilibrio y clasicismo de todo el conjunto, serio, noble y distanciado, más propio de un frontispicio de libro que de un cartel.
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Cartel Fiestas del Pilar 1920
Titulo: No hubo cartel
Autor:
Si 1919 no supuso ningún avance para el cartel, mucho menos lo sería 1920, año en el que se suspenderían todos los trabajos preparatorios de las fiestas del Pilar debido a la delicada situación social que atravesó Zaragoza durante ese año.
En agosto, y a pesar de las huelgas que se sucedían, se preparaban los actos conmemorativos del Centenario de la Reconquista, que en Zaragoza coincidirían con la celebración de Ias fiestas del Pilar; pero en septiembre la situación se agravó, y se convirtió en peligrosa. Para comprender mejor el ambiente en que se encontraba la ciudad reproducimos a continuación algunos párrafos de un artículo aparecido en Heraldo de Aragón el 28 de septiembre de 1920:
"... el estado de los conflictos que tiene en vilo a Zaragoza desde hace un mes se agrava cada día que pasa. No se ha resuelto ninguna huelga de importancia; se han declarado otras varias. No se han normalizado todavía los servicios municipales. Se van cerrando con carácter indefinido muchas fábricas y talleres. Se habla de protestas y quiebras, cosa que no había ocurrido desde hace muchos años. No se tiene seguridad ni confianza alguna en el normal abastecimiento de la plaza. Los odios y rencores entre las diversas clases sociales se avivan ... Se lleva la lucha sorda a terrenos que siempre estuvieron acotados para esos fines, y el incendio se va propagando por los campos amenazando seriamente a la población rural... Aquellas ventajas alcanzadas en los años de neutralidad y que prometían para nuestro pueblo días prósperos, se van esfumando. Al paso que vamos, en menos de un año habrá perdido Zaragoza la mitad de su naciente industria, verá paralizado en absoluto su desarrollo urbano, y en quiebra su hacienda municipal... Por fatal suerte le ha correspondido a Zaragoza ser una de las primeras víctimas de esas conmociones precipitadas por la guerra y las ambiciones desmedidas que trajo consigo la escasez de la producción. El fabuloso enriquecimiento de unos centenares de personas ha determinado la insoportable carestía de la vida y el descontento y la desmoralización en todos los ordenes ... Y como en España, hace muchos años que no se gobierna ni se legisla ni se administra ... no es extraño que hayamos llegado a la situación en que nos hallamos hoy ... ".
Durante la guerra, España se había convertido en el granero de Europa y, una vez terminada ésta, desaparecieron muchos mercados extranjeros y se produjo una crisis, que, por supuesto, influiría más sobre las clases bajas. Los precios se dispararon, había menos trabajo, apareció el hambre, las huelgas indefinidas.
Ocho días antes de su comienzo, las fiestas del Pilar todavía no se habían preparado:
"Sin embargo, como en Zaragoza hay mucha gente que quiere divertirse, la Comisión de Gobernación se limitará a confeccionar un pequeño programa, subordinado a los medios con que cuenta. Tratase únicamente de dar la sensación a la ciudad de que no pasan desadvertidas las fiestas tradicionales del Pilar ... ".
El día 10 de octubre dejó de publicarse Heraldo de Aragón, por una huelga, y no volvió a aparecer hasta diciembre del mismo año.
Es normal pensar que, ante esta situación, no se hiciera cartel de fiestas, y que ni siquiera se pensara en él.
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