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ARTE

La noche estrellada Vincent van Gogh

La noche estrellada  Vincent van Gogh

La noche estrellada

Vincent van Gogh
(Dutch, 1853–1890)

1889. Oil on canvas, 29 x 36 1/4" (73.7 x 92.1 cm)

 

Vincent van Gogh: Emoción, visión y un estilo singular
Mencionen a Vincent van Gogh (holandés, 1853-1890) y una de las primeras cosas que probablemente vienen a la mente de muchas personas es el hecho de que él cortó su propia oreja. Este acto despiadado, cometido en 1888, marcó el comienzo de la depresión que lo atormentaría hasta el final de su vida. Pero conocer a Van Gogh es superar la caricatura del artista torturado y mal entendido y familiarizarse con el trabajador, profundamente religioso y difícil hombre. Van Gogh encontró su lugar en el arte y produjo pinturas emocionales, visualmente deteniendo a lo largo de una carrera que duró sólo una década.
En gran medida autodidacta, Van Gogh produjo más de 2.000 pinturas al óleo, acuarelas, dibujos y bocetos, que se convirtió en demanda sólo después de su muerte. También escribió decenas de cartas, especialmente a su hermano Theo, en las que elaboró ​​sus pensamientos sobre el arte. "Siempre sigan caminando mucho y amando la naturaleza, porque esa es la verdadera manera de aprender a entender el arte mejor y mejor", escribió en 1874. "Los pintores comprenden la naturaleza y la aman y nos enseñan a ver".
Era la naturaleza, y la gente que vivía cerca de ella, que primero agita las inclinaciones artísticas de Van Gogh. En esto no estaba solo. Los paisajes seguían siendo un tema popular en el arte de finales del siglo XIX. Impulsados ​​en parte por su insatisfacción con la ciudad moderna, muchos artistas buscaron lugares parecidos a paraísos terrenales, donde pudieron observar la naturaleza de primera mano, alimentando sus resonancias psicológicas y espirituales en su trabajo. Van Gogh estaba particularmente ocupado con los campesinos que veía trabajando en el campo; sus composiciones tempranas ofrecieron retratos de campesinos holandeses y de paisajes rurales, rendidos en tonos oscuros, melancólicos.
En 1886, Van Gogh se trasladó a París, donde se encontró con las obras de los impresionistas y los neo-impresionistas, y las composiciones puntillistas de Georges Seurat. Inspirado por la armoniosa correspondencia de colores de estos artistas, sus pinceladas más cortas y su uso liberal de la pintura, aclaró su propia paleta y aflojó su pincelada, enfatizando la aplicación física de la pintura en la tela. El estilo que desarrolló en París y se llevó a cabo hasta el final de su vida se conoció como postimpresionismo, un término que abarca obras hechas por artistas unificados por su interés en expresar sus respuestas emocionales y psicológicas al mundo a través de colores vivos y expresivos, a menudo imágenes simbólicas. En una carta a su hermana Willemien, tocante a la mente y al temperamento de los artistas, Van Gogh escribió una vez que era "muy sensible al color ya su lenguaje particular, a sus efectos complementarios, contrastes, armonía".
En 1888, Van Gogh había regresado al campo francés, donde permanecería hasta su muerte. Allí, cerca de los campesinos que le habían inspirado desde el principio, se concentró en pintar paisajes, retratos (de sí mismo y de otros), interiores domésticos y naturalezas muertas llenas de simbolismo personal.
Observación e imaginación en la noche estrellada (1889)
"Esta mañana vi la campiña desde mi ventana mucho tiempo antes del amanecer, con nada más que la estrella de la mañana, que parecía muy grande", escribió van Gogh a su hermano Theo, describiendo su inspiración para una de sus pinturas más conocidas, The Starry Night (1889) .3 La ventana a la que se refiere fue en el asilo de Saint-Paul en Saint-Rémy, en el sur de Francia, donde buscó un respiro de su sufrimiento emocional mientras continuaba haciendo arte.
Esta pintura a escala media sobre el aceite sobre lienzo está dominada por un cielo nocturno lleno de luna y estrellas. Recoge las tres cuartas partes del plano del cuadro y parece turbulento, incluso agitado, con patrones intensamente remolinos que parecen rodar a través de su superficie como ondas. Está lleno de brillantes orbes, incluyendo la luna creciente a la extrema derecha y Venus, la estrella de la mañana, a la izquierda del centro, rodeada por círculos concéntricos de luz blanca y amarilla radiante.
Debajo de este cielo expresivo se encuentra un pueblo silencioso de casas humildes que rodean una iglesia, cuyo campanario se eleva bruscamente sobre las ondulantes montañas azul-negras en el fondo. Un ciprés se sienta en el primer plano de esta escena de la noche. Llama-como, alcanza casi al borde superior del lienzo, sirviendo como acoplamiento visual entre la tierra y el cielo. Considerado simbólicamente, el ciprés podría ser visto como un puente entre la vida, representada por la tierra, y la muerte, representada por el cielo, comúnmente asociada con el cielo. Los cipreses también eran considerados árboles del cementerio y de luto. "Pero la visión de las estrellas siempre me hace soñar", escribió una vez Van Gogh. "¿Por qué, me digo a mí mismo, las manchas de luz en el firmamento serían menos accesibles para nosotros que las manchas negras en el mapa de Francia? Así como tomamos el tren para ir a Tarascon o Rouen, tomamos la muerte para ir a una estrella. "4
La noche estrellada se basa en las observaciones directas de Van Gogh, así como su imaginación, recuerdos y emociones. El campanario de la iglesia, por ejemplo, se asemeja a los comunes i

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Vincent Van Gogh

La noche estrellada

Saint Rémy, junio de 1889

Medio
Óleo sobre lienzoDimensiones29 x 36 1/4 "(73,7 x 92,1 cm)CréditoAdquirido a través de Lillie P. 
Bliss Bequest (por intercambio)Número de objeto472.1941DepartamentoPintura y Escultura
Este trabajo está a la vista en el Piso 5, en una 
Galería de Colecciones , con otras 19 obras en línea.
Vincent van Gogh tiene 6 trabajos en  línea.
Hay 2,377 pinturas en línea.

"Esta mañana vi el país desde mi ventana mucho antes del amanecer, con nada más que la estrella de la mañana, que parecía muy grande", escribió Van Gogh a su hermano Theo, desde Francia. Arraigada en la imaginación y la memoria,The Starry Night encarna una expresión interna y subjetiva de la respuesta de van Gogh a la naturaleza. Con pinceladas gruesas y deslumbrantes, un ciprés parecido a una flama une el cielo agitado y la tranquila aldea de abajo. El pueblo fue inventado en parte, y la aguja de la iglesia evoca la tierra natal de van Gogh, los Países Bajos.

Etiqueta de la galería de 2011

Texto adicional 

El cielo nocturno de Van Gogh es un campo de energía turbulenta. Debajo de las estrellas en explosión, el pueblo es un lugar de orden tranquilo. La conexión entre la tierra y el cielo es el ciprés parecido a una flama, un árbol tradicionalmente asociado con cementerios y luto. Pero la muerte no fue nefasta para van Gogh. "Mirar las estrellas siempre me hace soñar", dijo, "¿Por qué ?, me pregunto, ¿no deberían los puntos brillantes del cielo ser tan accesibles como los puntos negros en el mapa de Francia? Justo cuando tomamos el tren hacia llegar a Tarascon o Rouen, llevamos la muerte para alcanzar una estrella ".

El artista escribió sobre su experiencia a su hermano Theo: "Esta mañana vi el país desde mi ventana mucho antes del amanecer, con nada más que la estrella de la mañana, que parecía muy grande". Esta estrella de la mañana, o Venus, puede ser la gran estrella blanca que queda a la izquierda del centro en La noche estrellada . La aldea, por otro lado, se inventa, y la aguja de la iglesia evoca la tierra natal de van Gogh, los Países Bajos. La pintura, como su compañero diurno, The Olive Trees , está enraizada en la imaginación y la memoria. Dejando atrás la doctrina impresionista de la verdad para la naturaleza en favor de los sentimientos inquietos y el color intenso, como en esta imagen altamente cargada, van Gogh hizo de su obra una piedra de toque para toda la pintura expresionista subsiguiente.

Extracto de la publicación del Museo de Arte Moderno, MoMA Highlights , Nueva York: El Museo de Arte Moderno, revisado en 2004, originalmente publicado en 1999, p. 35

Cuadros de mujeres de Fernando Botero

Cuadros de mujeres de Fernando Botero

Cuadros de mujeres

de Fernando Botero

 

Decimo Loteria de Navidad 2015

Decimo Loteria de Navidad 2015

Décimo del Sorteo de Navidad 2015

El maestro de Murillo ilustra el décimo de la Lotería de Navidad 2015

«La Adoración de los Pastores» de Juan del Castillo acompaña a los números de la suerte del Sorteo navideño de este año

Un muchacho arrodillado ante el pesebre con un cesto de palomas vuelve la cabeza y sonríe a los que ya se han hecho con un décimo deLotería de Navidad de este 2015. Quizá ese guiño de complicidad con el espectador ha sido el que ha llevado a Loterías y Apuestas del Estado a escoger la «Adoración de los Pastores» de Juan del Castillo para acompañar a los números de la suerte.

Detalle del cuadro

El pintor barroco avecindado en Sevilla (c. 1590- c. 1658) pintó hacia 1636 esta obra como parte del Retablo Mayor de la Iglesia del convento dominico de Santa María de Monte Sión de Sevilla, que estaba situado en el mismo lugar del barrio de la Macarena donde hoy se ubica la capilla de la Hermandad de penitencia de Montesión.

La Virgen sostiene los extremos del paño blanco que arropa al Niño, al que rodean San José y un grupo de siete pastores. Entre ellos se encuentra el joven que llama la atención sobre lo que sucede en la escena. «Es un recurso bastante utilizado en la pintura barroca», subraya Rocío Izquierdo, conservadora del Museo de Bellas Artes de Sevilla donde se encuentra el lienzo.

MUSEO DE BELLAS ARTES DE SEVILLA

Sala V donde está expuesta la «Adoración de los Pastores» de Juan del Castillo

En la Sala V, la más representativa del Museo, se expone actualmente esta «Adoración de los Pastores» junto al resto de las pinturas que se conservan del retablo en el que Juan del Castillo narró la vida de la Virgen. «Se halla colocada en el mismo orden en el que se supone que estaban en el retablo original», explica Izquierdo.

«Esta pintura junto al resto del retablo está considerada, dentro de la producción de Castillo, como de lo más interesante», añade la conservadora del museo que recuerda que este pintor barroco «fue el maestro de Murillo y Alonso Cano».

Algunas de estas pinturas se encuentran en paradero desconocido, tras las vicisitudes por las que pasó el retablo. En 1810 las tropas francesas desmontaron los lienzos y los depositaron en el Alcázar, donde permanecieron hasta que, una vez liberada Sevilla, se volvieron a integrar. Se sabe que figuraron en él hasta 1835, fecha en que se desamortizaron los bienes eclesiásticos, según explica Rocío Izquierdo.

Cinco años después, en 1840, pasaron a formar parte de los fondos del recién inaugurado Museo Provincial de Bellas Artes de Sevilla, donde hoy se muestran en la sala dedicada a la pintura barroca, Bartolomé Esteban Murillo y su entorno.

Suerte y cultura

Precisamente con otra «Adoración de los pastores» de Murillo se inició en 1960 esta costumbre de ilustrar los décimos de lotería, convirtiéndose así el décimo en un vehículo cultural. El año pasado fue la «Adoración de los Reyes Magos», del pintor flamenco Pieter Coecke Van Aelst, la que acompañaba a los números y el anterior «El Nacimiento» (1597), del pintor italiano manierista Federico Barocci, que se conserva en el Museo del Prado.

Quienes deseen ver la obra original que ilustra los décimos de la Lotería de Navidad 2015 no tienen más que visitar el Museo de Bellas Artes de Sevilla, en la plaza del Museo, y encaminar sus pasos hasta la sala que antiguamente fue la Iglesia del Convento de la Merced. «Hasta ahora no hemos notado que se haya acercado más público a verlo que el resto del año», apunta la conservadora del Museo, quizá porque «aún no está muy publicitado».

Allí la figura original del zagal sonríe a los visitantes. Desde el décimo de la Lotería de Navidad, su sonrisa será la de la suerte para muchos y a todos dará a conocer la obra de este maestro de Murillo.

La leyenda del rey Monje, o La campana de Huesca

La leyenda del rey Monje, o La campana de Huesca
Título: La leyenda del rey Monje, o La campana de Huesca
Autor: Casado del Alisal, JoséNum. de catálogo:P06751Cronología: 1880Técnica: ÓleoSoporte: LienzoMedidas: 356 cm x 474 cmEscuela: EspañolaTema: HistoriaExpuesto: NoProcedencia: Nuevas Adquisiciones, 1882; Museo de Arte Moderno.

Conocido tradicionalmente con el título de La Campana de Huesca, el cuadro narra uno de los acontecimientos más truculentos de la historia medieval española. El momento en que Ramiro II de Aragón, decapita uno a uno a todos los nobles que habían osado desafiar su poder real. Habiendo el rey prometido hacer una campana que resonara reafirmando su poder, la confeccionó con las cabezas de los nobles rebeldes que dispuso en un círculo, colocando a modo de badajo la cabeza del arzobispo responsable de la truncada conspiración. El cuadro muestra el instante exacto en que el monarca muestra su acción al resto de la corte. 

Casado logra realizar una obra donde la monumentalidad de la arquitectura, unido a la semipenumbra del sótano donde tiene lugar la escena, contribuyen a dotarla de un dramatismo muy efectista. El realismo con que aborda las figuras, fruto de su gran capacidad de observación, unido a la claridad de ideas con que desarrolla la composición, contribuyeron a crear uno de los mejores cuadros de historia del siglo XIX español. 

Adquirido en 1882 para el Museo del Prado, fue enviado poco después al Museo de Arte Moderno.

Exposicion Picasso. Arte y Arena

Exposicion Picasso. Arte y Arena

PICASSO. ARTE Y ARENA
12 de febrero - 11 de mayo de 2014
Palacio de Sástago, Zaragoza

Por vez primera, Zaragoza recibe una exposición de Picasso con fondos de la Casa Natal del artista. La exposición recoge 39 grabados, cerámicas y libros ilustrados de Picasso, y es la misma que anteriormente se ha podido visitar en la propia sede de la Fundación Picasso, así como en Valladolid, la ciudad francesa de Pau y la norteamericana de St. Augustine (Florida). Es el toro, a veces aislado de cualquier presencia humana, el protagonista absoluto de la muestra. En ella, puede asistirse a la experimentación gráfica a la que Picasso sometió a la figura del toro (como en la serie de litografías realizadas entre diciembre de 1945 y enero de 1946 en las que el artista procede a un paulatino y radical proceso de simplificación), pero también se convierte el animal en sujeto de un rito y un ritual: la Tauromaquia. La exposición se completa con la serie de 24 grabados que Picasso hizo en 1957 para ilustrar “La Tauromaquia o arte de torear” de Pepe Illo, cedidas para la ocasión por un coleccionista privado, que añadidos a las 39 piezas de la Fundación hace elevar el número final de obras a 63.

Exposicion Sabana Santa

Exposicion Sabana Santa

Sudario de Turín

 
Fotografía de la Sábana Santa en dos versiones: a la izquierda, en positivo; y a la derecha, en negativo. Hay que tener en cuenta que, a diferencia de una foto, la imagen en el sudario se trataría de la impresión directa del cuerpo sobre la tela, de tal manera que su lado derecho (a la izquierda en la imagen) correspondería a la izquierda del rostro real. Por tanto, vemos una imagen invertida a la realidad, es decir que en la frente habría una "Ǝ" y no una "E".

El Sudario de Turín —también conocido como la Síndone, la Sábana Santa o el Santo Sudario— es una tela de lino que muestra la imagen de un hombre que presenta marcas y traumas físicos propios de una crucifixión. Se encuentra ubicado en la capilla real de la Catedral de San Juan Bautista, en Turín (Italia).

El sudario mide 436 cm × 113 cm. Los orígenes del sudario y su figura son objeto de debate entre científicos, teólogos, historiadores e investigadores. Algunos sostienen que el sudario es la tela que se colocó sobre el cuerpo de Jesucristo en el momento de su entierro, y que el rostro que aparece es el suyo. Otros afirman que este objeto fue creado en la Edad Media. La Iglesia católica no ha manifestado oficialmente su aceptación o rechazo hacia el sudario, pero en 1958 el papa Pío XII autorizó la imagen en relación con la devoción católica hacia la Santa Faz de Jesús. En 1988 la santa sede autorizó la datación por carbono-14 de la sábana, que se realizó en tres laboratorios diferentes, y los tres laboratorios dataron la tela entre los siglos XIII y XIV (1260-1390). La Iglesia católica aceptó la datación realizada , sin retirar el culto al objeto por representar algo, de la misma manera que se reza ante una cruz de madera por lo que representa.

La imagen de la sábana se puede apreciar más claramente en negativo, debidamente contrastado, que en el color sepia original. La imagen en negativo fue contemplada por primera vez en la noche del 28 de mayo de 1898, en el reverso de la placa fotográfica del fotógrafo amateur Secondo Pia, que estaba autorizado para fotografiarla mientras se exhibía en la Catedral de Turín

El grito

El grito

 

El grito

 
El grito
Edvard Munch, 1893
Óleo, temple y pastel sobre cartón • Expresionismo
89 cm × 73,5 cm
Galería Nacional de Oslo, Oslo, Bandera de Noruega Noruega

El grito (en noruego Skrik), es el título de cuatro cuadros del noruego Edvard Munch (1863-1944). La versión más famosa se encuentra en la Galería Nacional de Noruega y fue completada en 1893.[1] Otras dos versiones del cuadro se encuentran en el Museo Munch, también en Oslo, mientras que la cuarta versión pertenece a una colección particular. En 1895, Munch realizó también una litografía con el mismo título.

En los últimos años, la obra, en dos versiones diferentes, ha sido objeto de robos de gran repercusión mediática. La versión más conocida, la de la Galería Nacional, fue robada en febrero de 1994, y fue recuperada en una acción policial ocho semanas más tarde. En agosto de 2004 se produjo el robo de una de las versiones expuestas en el Museo Munch. Dos años después, el 31 de agosto de 2006 la policía noruega anunció la recuperación de la pintura, en buen estado.

La versión que llevaba 70 años en manos del noruego Petter Olsen, cuyo padre había sido vecino, amigo y luego mecenas de Munch, fue subastada el 2 de mayo del 2012 por 119,9 millones de dólares, en la casa Sotheby’s de Nueva York, convirtiéndose así en la obra más cara vendida en una subasta.

Todas las versiones del cuadro muestran una figura andrógina en primer plano, que simboliza a un hombre moderno en un momento de profunda angustia y desesperación existencial. El paisaje del fondo es Oslo visto desde la colina de Ekeberg. El grito está considerado como una de las más importantes obras del artista y del movimiento expresionista, constituyendo una imagen de icono cultural, semejante al de la Gioconda de Leonardo da Vinci.

El cuadro es abundante en colores cálidos de fondo, luz semioscura y la figura principal es una persona en un sendero con vallas que se pierde de vista fuera de la escena. Esta figura está gritando, con una expresión de desesperación. En el fondo, casi fuera de escena, se aprecian dos figuras con sombrero que no se pueden distinguir con claridad. El cielo parece fluido y arremolinado, igual que el resto del fondo.

Historia

La fuente de inspiración para El grito podría encontrarse quizá, en la atormentada vida del artista, un hombre educado por un padre severo y rígido que, siendo niño, vio morir a su madre y a una hermana de tuberculosis. En la década de 1890, a Laura, su hermana favorita, le diagnosticaron un trastorno bipolar y fue internada en un psiquiátrico. El estado anímico del artista queda reflejado en estas líneas, que Munch escribe en su diario hacia 1892:

Paseaba por un sendero con dos amigos - el sol se puso - de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio - sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad - mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza.

Munch inmortalizó esta impresión en el cuadro La desesperación, que representa a un hombre con un sombrero de copa, de medio lado, inclinado sobre una prohibición y en un escenario similar al de su experiencia personal.

No contento con el resultado, Munch pinta un nuevo cuadro, esta vez con una figura más andrógina, de frente, mostrando el rostro, y con una actitud menos contemplativa y más activa y desesperada. Lo mismo que la anterior, esta primera versión de El grito, se llamó La desesperación. Según detalla Robert Rosenblum (un especialista de la obra del pintor), la fuente de inspiración para esta estilizada figura humana podría haber sido una momia peruana que Munch vio en la Exposición Universal de París en 1889.[cita requerida]

El cuadro fue expuesto por primera vez en 1893, formando parte de un conjunto de seis piezas titulado Amor. La idea de Munch era la de representar las distintas fases de un idilio, desde el enamoramiento inicial a una ruptura dramática. El grito representaba la última etapa, envuelta en angustia.

La obra no fue muy bien acogida por la crítica y, el conjunto Amor fue clasificado como arte demente (más tarde, el régimen nazi clasificó a Munch de artista degenerado y retiró todos los cuadros que había en una exposición en Alemania). Un crítico consideró el conjunto, y en particular El grito, tan perturbador, que aconsejó a las mujeres embarazadas que no visitaran la exposición [cita requerida]. La reacción del público fue discrepante y el cuadro se convirtió en motivo de discusión y por primera vez se hace mención de El grito en las críticas y reportajes de la época.

Munch realizó cuatro versiones de El grito. El original de 1893 (91 x 73,5 cm) con una técnica mixta de óleo y pastel sobre cartón, está expuesto en la Galería Nacional de Oslo. La segunda (83,5 x 66 cm) en témpera sobre cartón se exhibió en el Museo Munch de Oslo hasta que fue robado en 2004. La tercera pertenece al mismo museo y la cuarta es propiedad de un particular. Para responder al interés del público, Munch realizó también una litografía (1895) que permitió imprimir el cuadro en revistas y periódicos. El 31 de agosto del 2006 la policía de Oslo anunció que la segunda versión de la obra fue recuperada, junto con la Madonna, otra obra de Edvard Munch también robada en el 2004.[3]

 Los robos

El 12 de febrero de 1994, El grito de la Galería Nacional de Oslo fue robado en pleno día por una banda de ladrones (en principio se pensó en un grupo anti-abortista activo en Noruega[4] ) que se permitieron dejar esta nota: Gracias por la falta de seguridad. Tres meses después los ladrones se dirigieron al gobierno noruego solicitando, por la entrega del cuadro, un millón de dólares estadounidenses. El gobierno rechazó la oferta y poco después, -el 7 de mayo- el cuadro fue recuperado en una acción conjunta efectuada por la policía noruega en colaboración con Scotland Yard y el museo Getty.

El 22 de agosto de 2004, la versión expuesta en el Museo Munch fue robada a mano armada por tres hombres enmascarados, junto con la Madonna del mismo autor. El museo esperó una petición de rescate pero ésta nunca llegó. Además se ofreció una recompensa de 97 millones de euros. Según el periódico sueco Svenska Dagbladet, el cuadro habría sido quemado a fin de eliminar pruebas. Los dos cuadros fueron recuperados el 31 de agosto de 2006 por la policía noruega, dos años después de su robo, y en relativo buen estado. Sin embargo, el 20 de diciembre del mismo año se reveló que los expertos del Museo Munch llegaron a la conclusión de que el daño hecho a El Grito era irreparable. El deterioro, debido a la humedad en la zona baja de la pintura, causó una decoloración que impide que el cuadro pueda ser completamente restaurado a su perfección original.

El grito como icono

A finales del siglo XX, El grito adquirió estatus de icono cultural que comenzó en el período post-Segunda Guerra Mundial. En 1961 la revista Time utilizó El grito en la portada de su edición dedicada a los complejos de culpa y a la ansiedad. Entre 1983 y 1984, el artista pop Andy Warhol realizó una serie de estampaciones en seda sobre las obras de Munch, que incluían El grito. La idea fue desacralizar la pintura convirtiéndola en un objeto de reproducción en masa.

Característico del arte posmodernista es el irónico e irreverente tratamiento que realiza Erró de la obra cumbre de Munch, en sus acrílicos El segundo grito (1967) y Ding dong (1979).

La reproducción de la obra en toda clase de productos, desde camisetas hasta tazas de cerámica, pósters, llaveros, etcétera da testimonio de su estatus como icono, así como de la completa desacralización para el público actual. En esa misma línea, se puede comparar con otras obras de arte, convertidas también en iconos, como la Gioconda de da Vinci. El grito es una obra con gran fuerza emocional, y la banalización de la imagen en la cultura popular se puede interpretar como el intento de desactivar el sentimiento de incomodidad que inevitablemente provoca en el espectador.

El muralista norteamericano, Robert Fishbone, descubrió un filón en el mercado cuando en 1991, comenzó a vender muñecas hinchables con la figura central de la obra. Su compañía con sede en San Luis, On The Wall Productions, vendió cientos de miles. Los críticos señalan que, al sacar la figura de contexto, Fishbone ha destruido la unidad de la obra de Munch, neutralizando, de este modo, su fuerza expresiva.

Escultor Pablo Gragallo

Escultor Pablo Gragallo

 

  

Pablo Gargallo

Pablo Emilio Gargallo Catalán (Maella (Zaragoza), 5 de enero de 1881- Reus (Tarragona), 28 de diciembre de 1934). Escultor y pintor aragonés. Considerado uno de los escultores más importantes e innovadores del siglo XX.

En el nº 20 de la calle Extramuros Bajos (conocida popularmente como del Bocheret, antes llamada de las Eras y después de la Industria y del Generalísimo, y actualmente avenida de Pablo Gargallo), de la localidad de Maella (Zaragoza), a las cinco de la mañana del día 5 de enero de 1881 nacía el segundo hijo del matrimonio formado por Mariano Gargallo Lacueva y Petra Catalán Vilanova, siendo bautizado en la parroquial ese mismo día, e inscrito en el Registro Civil, con los nombres de Pablo Emilio, el día siguiente. Una tradición familiar, no confirmada documentalmente, habla de que le precedió una niña, que al parecer moriría muy pronto. Tuvo Pablo tres hermanos más: Amalio (que fue guarnicionero), Luis (profesional de la vidriería artística) y Francisco (director de cine, que obtuvo popularidad y grandes éxitos comerciales).

Debido a dificultades económicas, la familia Gargallo Catalán, de origen campesino (aunque por entonces Mariano Gargallo era conductor de diligencia, y nunca herrero, en contra de lo repetido tantas veces), se traslada a Barcelona en 1888, domiciliándose en la calle Sadurní.

Hacia 1890, Mariano Gargallo era jefe de la dotación de bomberos del Teatro del Liceo, y Pablo estudiante en la Escuela de La Galera, dirigida por Jaume Viñas. Tanto él como sus hermanos actuaban ocasionalmente de coristas en las funciones de ópera del Liceo, consiguiendo así algún dinero. Entre tanto, las inclinaciones artísticas del joven Gargallo y sus aptitudes para el dibujo se manifestaban progresivamente.

Con catorce años, en 1895, trabaja durante varios meses en un taller de alfarería situado en la calle Giriti, hasta que su tío materno Fidel Catalán le consiguió un puesto de aprendiz, sin sueldo, con el escultor Eusebi Arnau i Mascort, profesional de gran prestigio entonces en los ambientes artísticos catalanes. Al mismo tiempo, asiste a clases nocturnas de dibujo. De estos años son las academias y buen número de los ágiles apuntes que se conservan, muchos de ellos en el Museo Pablo Gargallo de Zaragoza.

En los meses de enero y abril-julio de 1898 participa por primera vez en sendas colectivas, la XV Exposición Extraordinaria de Bellas Artes, celebrada en la Sala Parés, y la IV Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas de Barcelona, donde presenta la escayola En la artesa, hoy en el Museu Nacional d´Art de Catalunya. Ese mismo año realiza el Retrato de Frederica Vallmitjana, acuñado en plata como medalla por Vallmitjana. En este momento tenía su taller en la calle San Martín, nº 1.

Alrededor de 1900, frecuenta la tertulia del café Els Quatre Gats, estableciendo permanente amistad con Pablo Picasso, Angel y Mateu Fernández de Soto, Isidre Nonell, Rafael Nogueras Oller, Ricard Canals, Manolo Hugué, Jaume Sabartés, Ramon y Jacint Reventós y otros. Asiste a la Escuela de Bellas Artes de La Lonja, donde Agapit Vallmitjana i Barbany y Manuel Fuxà i Leal serán sus maestros de escultura, y traslada su taller a la calle Comercio. Participa en la exposición colectiva Art i Patria.

En La Lonja, obtiene en 1902 una bolsa de viaje para estudiar en París, pero la muerte de su padre le convierte inesperadamente en cabeza de familia, imposibilitando su marcha.

Habiendo logrado prórroga de su bolsa de viaje, marcha a París en octubre de 1903, se instala en la calle Vercingetorix, conoce a Max Jacob, se apasiona por los museos y estudia la obra de Rodin.

Regresa a Barcelona, en marzo de 1904, y se reinstala en el taller de la calle Comercio, ocupado por Picasso durante su ausencia. Para recuperarse de una crisis de salud, permanece algún tiempo en casa del doctor Petit, en La Garriga (Barcelona), donde realiza la Chimenea conocida por el apellido del propietario, ahora perteneciente a las colecciones del Museo Pablo Gargallo, en cuya planta principal está instalada. Dibuja los primeros estudios de la figura que terminaría siendo, casi treinta años después, su Gran profeta.

En 1905 trabaja circunstancialmente como medallista, realizando encargos para Juli Vallmitjana, de lo que es muy buen ejemplo la medalla para la Exposición del Círculo Artístico de Barcelona de ese mismo año.

Quizá como consecuencia de su primera exposición de planteamiento individual, presentada en febrero-marzo de 1906 en el Salón Parés de Barcelona y formada principalmente por los bajorrelieves, sobre las virtudes y pecados capitales, realizados después del viaje a París, el arquitecto Lluís Domènech i Montaner le contrata para ejecutar la decoración escultórica, exterior e interior, del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo de Barcelona, grandioso proyecto arquitectónico en el que también trabajaría Eusebi Arnau i Mascort. Marcha a Madrid y trabaja una breve temporada, como medallista, con Agustín Querol (al que también retratará en una medalla, cuyo punzón se realizó en los talleres Vallmitjana), regresando a Barcelona nuevamente enfermo. De este año son sus medallas de Enrique Borrás y Christian Franzen y del siguiente la conmemorativa de la Coronación de la Virgen de la Misericordia de Canet de Mar, para cuyo cementerio (y alrededor de estas mismas fechas o poco después) realizará, también por encargo de Domènech i Montaner, el tetramorfos de los Cuatro evangelistas del panteón de la familia Font. Participa, con La Bestia del Hombre, en la Exposición General de Bellas Artes celebrada en Madrid.

Ya recuperado, tras otro descanso campestre, recibe en 1907 el encargo de la decoración exterior del Gran Teatro del Bosque de La Fontana, de la que se conservan (instalados en la fachada del actual Cine Bosque, en la Rambla del Prat, Barcelona) los cuatro bajorrelieves que representan a Pablo Picasso, Isidre Nonell, Ramon Reventós y al propio Gargallo. Vuelve a París, pasando la primera noche de su estancia en el Bateau-Lavoir (donde le impresionan profundamente los últimos trabajos de Picasso), y durante su corta permanencia se instala en la calle Sèvres, trabaja algún tiempo para el escultor Robert Wlérick y realiza su primera máscara en chapa metálica, titulada Pequeña máscara con mechón, obra pionera y fundamental para el futuro desarrollo internacional de la escultura metálica no fundida. De regreso a Barcelona, se instaló en la calle Aribau, comenzando una época en la que abundan las colaboraciones en obras arquitectónicas. Participa, con Yo pecador, en la V Exposición Internacional de Arte de Barcelona.

Entre 1908 y 1910 realizó varias esculturas para el interior del Palacio de la Música Catalana de Barcelona, de nuevo por encargo de Domènech i Montaner, que había contratado también a Eusebi Arnau.

Efectua un nuevo y breve viaje a París, en 1909. Recibe el encargo del Monumento al actor Lleó Fontova, que resolverá íntegramente, incluido el pedestal. Realiza por encargo, en homenaje al gran dramaturgo catalán, el relieve Terrassa á Guimerá MCMIX.

En 1910 ejecuta el busto del pintor Josep Lluís Pellicer (hoy en una fachada del Parlament de Catalunya, en Barcelona). El 10 de junio se inaugura, en el Paseo de los Álamos del Parque de la Ciudadela, el monumento a Fontova, al tiempo que Gargallo perfecciona casi en secreto las técnicas de repujado aprendidas en La Lonja. Sigue trabajando para el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, toma parte en la primera exposición de Les Arts i els Artistes, asociación con la que siempre mantuvo vinculaciones, y entre este año y el siguiente realiza el relieve Angel rezando, que se conserva en la tumba de la familia Pidelaserra, en el cementerio de Sans (Barcelona), si bien un ejemplar en bronce forma parte de las colecciones del Museo Pablo Gargallo. Por su iconografía, quizá corresponde a las mismas fechas la medalla Salve, editada por Masriera.

Participa con tres obras en la VI Exposición Internacional de Arte, del Ayuntamiento de Barcelona, celebrada en 1911, obteniendo medalla de segunda clase con la escayola La diablesa blanca, hoy en paradero desconocido. Realiza la medalla del VIII Congreso Algodonero, concluye sus trabajos para el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, al tiempo que inicia, con Máscara de hombre y Máscara con mechón, su primera época del cobre, centrada casi exclusivamente en la realización de máscaras y cabezas en chapa metálica. Ese mismo año, los arquitectos Francesc de P. Guàrdia i Vial y Enric Catà i Catà, que en 1909 proyectaron la reforma de la fachada del Teatro Principal de Terrassa, le encargan los grupos escultóricos de la zona central de dicha fachada y diversos detalles ornamentales de la misma, todo lo cual se ha perdido y es ya irrecuperable como consecuencia de la mala calidad de la piedra utilizada.

Concurre a la Exposición Nacional de Pintura, Escultura y Arquitectura, de 1912, obteniendo una mención honorífica con La farruca, posteriormente desaparecida. Durante el otoño vuelve a París, donde se empadrona el 4 de enero de 1913, con domicilio en la calle Blomet, nº 45. Es un período difícil, lleno de privaciones y entusiasmos. Según el propio Gargallo, es la miseria, la bohemia, pero llena de esperanza, quizá porque convive otra vez con sus amigos Pablo Picasso, Manolo Hugué, Juan Gris, Soler Casabón, Max Jacob, y porque retoma o inicia su amistad con Maurice Raynal, Amedeo Modigliani, Gaston Modot, Pierre Reverdy, Maurice Princet. Gris le presenta a los marchantes Léonce Rosenberg y André Level, que adquieren sus primeras obras en chapa metálica.

En 1913, Juan Gris le presenta a Magali Tartanson, costurera francesa de diecinueve años, que había de convertirse para él en comprensiva y ejemplar compañera. Ese mismo año realiza tres pequeñas y hermosas obras (un bajorrelieve, una máscara y un dibujo a tinta) que retratan a su futura esposa.

Mientras pasaba el verano de 1914 en Barcelona, con su familia, se declaró la I Guerra Mundial, por lo que regresó rápidamente a París. Todos sus amigos fueron alistándose y él mismo lo intentó, pero fue rechazado por su endeble salud. Decide trasladarse a Barcelona con Magali. Para poder adquirir los billetes de tren, se ven obligados a vender un dibujo de Picasso, que les dedicó y regaló otro el mismo día de su marcha.

El matrimonio de Pablo y Magali se celebró el 4 de agosto de 1915 en la iglesia de San Juan del barrio de Gracia, en cuya calle de la Cuesta, nº 20, se instaló la pareja, que residiría allí por espacio de cuatro o cinco años. Sufre una importante crisis de salud, que le mantendrá un par de años limitado a trabajos de mediano y pequeño formato, fundamentalmente máscaras metálicas y joyería, parte de las cuales expondrá, al finalizar el año, en las Galerías Valentí, obteniendo un éxito importante y vendiendo la totalidad de las obras expuestas.

La entidad Foment del Teatre Catalá le encarga, probablemente a finales de 1915 o principios de 1916, el monumento al actor Iscle Soler, que se financiará mediante suscripción popular, colaborando también el Ayuntamiento de Barcelona y las asociaciones de catalanes emigrados a Sudamérica. Para decorar el acceso del nuevo  Teatro del Bosque, tallará cuatro grupos en piedra a modo de capiteles, representaciones alegóricas de La Comedia del Arte, La tragedia griega, El teatro del siglo XVIII y Los trovadores, que fueron totalmente destruidos en una reforma posterior. Presenta su tercera individual en Barcelona, el mes de octubre de 1916, en las Galeríes Laietanes.

Durante 1917 recupera completamente su capacidad de trabajo, acepta nuevos encargos, como la Estatua tumbal de la señora Pidelaserra, instalada en el cementerio de Sans (Barcelona), y desarrolla un ambicioso proyecto, incluyendo los aspectos arquitectónicos y ornamentales, para el monumento a Soler, propuesta que no pudo llegar a materializarse, muy probablemente por limitaciones económicas.

En 1918 participará en la colectiva de Les Arts i els Artistes y en la primera convocatoria de la Exposició d´Art, que en lo sucesivo será promovida anualmente por el Ayuntamiento barcelonés. El 21 de abril de 1918 se inaugura oficialmente, en la plaza de la Igualdad (hoy de San Agustín), el Monumento a Iscle Soler, íntegramente realizado por Gargallo, que hubo de conformarse con una digna, pero muy modesta, simplificación de su excelente proyecto inicial, después todavía más despojado cuando las dos máscaras en piedra que ornaban el pedestal fueron destruidas durante la última guerra civil.

Hacia 1919, o quizá en 1920, traslada su vivienda al primer piso del número 146 de la calle Provenza, e instala el nuevo taller en los bajos de una casa próxima, donde comenzará sus decisivos trabajos en chapa de plomo. Participa en la Exposición Hispano-Francesa de Bellas Artes, celebrada en mayo-junio de 1919 en la Lonja de Zaragoza.

La Asamblea de los artistas participantes en la Exposició d´Art de 1920, a la que acudió con trece obras (cinco de las cuales eran joyas), decidió, por votación, distinguirle con una Sala Especial de Escultura en la exposición a celebrar en 1921. En octubre, Gargallo es nombrado, mediante concurso y por espacio de cinco años, profesor de Escultura y maestro de Repujado de la Escuela Técnica de Oficios de Arte de la Mancomunidad de Cataluña. Este mismo año, o quizá el siguiente, es nombrado también profesor de Escultura de la Escuela Superior de Bellos Oficios. Aquí se inicia su amistad con Josep Llorens Artigas, Xavier Corberó, Rafael Solanic, Antoni Serra, Manuel Humbert, Joan Miró, Rafael Benet. Desde este año y hasta 1923 realizará en chapa de plomo casi todas sus obras no fundidas, desarrollando el que denominamos intermedio del plomo e iniciando la revolucionaria inversión de volúmenes que tan específicamente caracterizará una de las tendencias de su obra.

Según lo previsto, la Exposició d´Art de Barcelona de 1921 le dedica una Sala Especial de Escultura, donde se presentan trece obras, que supone su definitiva consagración en Cataluña. En octubre, la Mancomunidad le nombra profesor de Escultura Aplicada al Repujado de la Escuela Técnica de Oficios de Arte. Durante las vacaciones viaja a París, en cuyos Salones participará regularmente.

En junio de 1922 nace Pierrette, única hija de Magali y Pablo. Como el año anterior y los siguientes, participa en el Salon d´Automne de París, donde pronto será uno de los expositores más conocidos y elogiados, como lo será en los sucesivos salones des Indépendants y des Tuileries.

Desde 1923 inicia su segunda época del cobre, diferenciada por la ejecución de figuras completas (singularmente sus famosas bailarinas), progresivamente de mayores dimensiones, y por el uso casi total de los volúmenes cóncavos, que en el caso de las máscaras (en las que abandonaría por completo la más tradicional representación convexa de años anteriores) tendrá sus antecedentes en varias pequeñas piezas de plata realizadas en torno a 1925.

Como consecuencia de la firma del escrito colectivo, publicado por el diario La Publicitat de Barcelona, en solidaridad con el profesor Dwelshauvers, expulsado por motivos extradocentes, y ante su negativa a retractarse, es destituido junto a buena parte de sus compañeros, en el mes de mayo de 1924, de sus cuatro cargos como profesor de la Escuela Superior de Bellos Oficios y de la Escuela Técnica de Oficios de Arte, que fueron desmanteladas a continuación. Regresa con Magali y Pierrette a París y se instalan en el nº 13 de la calle Dohis, de Vincennes, ya que el antiguo taller de la calle Blomet (que durante su ausencia ocupó Joan Miró) les resulta poco grato. Trabaja intensamente con el apoyo de sus amigos Raynal, Fierens, Reverdy, Warnod, Géo Charles, Waldemar George, Llorens Artigas, y de los marchantes Rosenberg y Level, que siguen comprando su producción, en cuyo desarrollo ha comenzado a utilizar, para las obras en chapa metálica, plantillas previas que, a modo de patrones, le permiten realizar distintas versiones y ampliaciones de una misma escultura, procedimiento que resultará decisivo para el resto de su trabajo más innovador.

Durante 1925 participa, entre otras colectivas, en los Salones des Indépendants, des Tuileries, d´ Automne y en la Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes, de París, y en el Saló de Tardor, de Barcelona, obteniendo en todos los casos reconocimiento, abundantes elogios y éxito indiscutible. Ese mismo año forma parte de la exposición oficial de arte francés contemporáneo presentada en Tokyo y Osaka.

Obsesionado por una obra que será decisiva en el conjunto de su producción, en 1926 realiza en chapa de cobre la Cabeza de profeta, unos veinte años después de que materializase por primera vez dicha figura en el relieve de San Juan Bautista, del friso de los santos de la fachada principal del Pabellón de Administración del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo.

En 1927 se trasladan a un taller del nº 107 de la avenida del Maine, en Montparnasse, ocupado antes por el pintor brasileño Vicente do Rego Monteiro. Sigue trabajando con piezas metálicas progresivamente más gruesas, y se afianza en el uso de plantillas previas realizadas en cartón. El marchante Bernheim expone y comercializa sus obras. Es uno de los escultores seleccionados para la exposición de arte francés contemporáneo celebrada en Estocolmo. El Ayuntamiento de Barcelona le invita, en junio, a presentar tres bocetos de esculturas para el proyecto de ornamentación de la plaza de Cataluña, firmando en septiembre los contratos de obras para realizar El pastor de la flauta, La vendimiadora y El pastor del águila, las dos primeras ejecutadas en piedra de París y la última fundida en bronce. Ambos pastores (el modelo en escayola del segundo forma parte de las colecciones del Museu Comarcal de la Garrotxa, en Olot) siguen instalados en la plaza, pero la vendimiadora fue trasladada poco tiempo después, por modificación del proyecto ornamental, a los jardines del Parque de Montjuich. En abril de 1995 se inauguró un nuevo ejemplar de El pastor de la flauta en la plaza del Doctor Mira de Barcelona. Otro ejemplar de El pastor del águila, fundido con dicha finalidad entre 2002 y 2003, se instaló en abril del último año en la calle Alfonso I, esquina calle Candalija, de Zaragoza, desde la que se llega directamente al Museo Pablo Gargallo.

La Exposición Internacional de Barcelona de 1929 le encarga, en junio de 1928 (mientras aplica por primera vez, en Kiki de Montparnasse, los recursos de representación del volumen cóncavo y la supresión completa de elementos significantes en una máscara modelada para fundir en bronce), la ejecución de cuatro esculturas destinadas al Estadio Olímpico de Montjuich, dos Bigas en piedra artificial y dos Jinetes en bronce, estos últimos conocidos actualmente como Saludo olímpico (El atleta clásico y El atleta moderno). En 1981, ambos atletas fueron trasladados al Palacio de la Virreina, en las Ramblas barcelonesas, y en 1985-86 se fundieron nuevos ejemplares para la colección del Museo Pablo Gargallo de Zaragoza, ante cuya fachada están instalados. En 1989, los jinetes de Barcelona regresaron definitivamente a Montjuich, mientras las bigas (con sus aurigas) eran consolidadas y restauradas por la escultora Marta Polo, bajo la supervisión de los herederos de Gargallo y con ayuda de la documentación fotográfica conservada, obteniendo de las mismas un ejemplar en poliéster para el Estadio, y fundiendo en bronce un nuevo ejemplar, instalado en el parque deportivo Can Dragó, en la Meridiana, el año 1991.

A partir de 1929 Gargallo inicia su época del hierro, ya que, si bien había realizado anteriormente diversas obras en dicho material, todas ellas de gran interés y extraordinaria calidad, será desde ahora cuando ejecute, primero en chapa y después en plancha de hierro, la mayor parte de sus esculturas férreas más significativas, consagrándose definitivamente como un gran maestro de la escultura metálica no fundida.

Durante 1931 la familia Gargallo Tartanson se traslada de nuevo a otra residencia, esta vez casi de lujo, en el nº 3 de la calle Parque Montsouris, donde tenían como vecinos a Pierre Courthion, viejo amigo de la familia, y al pintor Amedée Ozenfant, pero Gargallo estaba inquieto y poco adaptado en aquel ambiente excesivamente confortable respecto a sus anteriores experiencias.

En diciembre de 1932 participa en la exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos, que tuvo lugar en la galería Flechtheim de Berlín.

Encuentran una casa de tres plantas, con jardín y dos estudios, que les parece más adecuada, en el nº 195 de la calle Vaugirard, a donde se trasladan a comienzos de 1933. Trabaja alegre, con ilusionado entusiasmo, preparando una exposición para Nueva York y otra para Barcelona. Intenta fundir en bronce el Gran profeta (al que incorpora, como en Urano, el decisivo y revolucionario recurso del vacío total, que no había utilizado anteriormente -salvo el caso relativo de Retrato de la señora Grant, donde sin duda juega otro papel- en obras destinadas a la fundición, completando así un admirable ciclo de investigación expresiva del que habían derivado revolucionarias innovaciones en el ámbito de la representación plástica), pero no consigue ayuda financiera.

La exposición en la galería Brummer de Nueva York, en febrero-marzo-abril de 1934, constituyó un acontecimiento extraordinario, tanto de crítica como de público, lo que no fue suficiente para evitar que Gargallo temiese la opinión, el juicio sobre sus obras, de los amigos de juventud que más estimaba. La subsiguiente exposición en la sala Parés de Barcelona supuso un éxito sin precedentes y pronto se habló de llevarla a Madrid. Se le homenajea con una comida en el hotel Colón, el día 18 de diciembre. Pero está cansado, cansado de muerte, según escribe a su amigo Soler Casabón. Viaja, con dos terceras partes de su exposición barcelonesa, hasta Reus, donde el Centro de Lectura le ha preparado un homenaje. Antes ha escrito a París, pidiendo a su mujer y a su hija que se reúnan con él. Agotado, contrae una bronconeumonía que acaba rápidamente con su vida, falleciendo el 28 de diciembre, en una habitación del hotel Londres de Reus, tres días después de inaugurada la exposición que le había llevado allí, justo cuando comenzaba a consagrarse como un maestro indiscutible de la escultura contemporánea universal.

Esculturas destacadas

  • Los Humildes (1904)
  • La Pareja (1904)
  • Pablo Picasso (relieve de la fachada del cine Bosque de Barcelona, 1907, donde también esculpió un retrato de Isidro Nonell). Versiones posteriores son el Retrato de Picasso en piedra (1913) y Máscara de Picasso con versiones en terracota y también en bronce del mismo año.
  • Fauno con barba, Fauno con monóculo, Faunesa con flequillo y Faunesa con pendientes (1915, chapa de cobre)
  • Retrato de Ángel Fernández de Soto y Mano de Ángel Fernández de Soto (ambas de 1920).
  • El virtuoso (1921)
  • La mujer con la sombrilla (1921)
  • Pequeño marinero con pipa, (1922)
  • El joven de la margarita (El aragonés) (1927)
  • El pastor del águila (1928)
  • Kiki de Montparnasse (1928)
  • Muchacha de Caspe (1929)
  • Greta Garbo con pestañas, (1930)
  • Bailarina española (1931)
  • El profeta (1933)
  • Urano (1933)