El Real Zaragoza duerme líder ya esta noche de martes y quedará a expensas de lo que haga el Cádiz en Soria, frente al Numancia, en la tarde del jueves. Ganaron los aragoneses con autoridad por 1-3 en Lugo en un partido que durante muchos minutos estuvo competido, equilibrado. Pero las individualidades en momentos concretos y, sobre todo, la calidad y la solvencia como grupo en la última media hora decantaron con claridad el tanteador a favor de los zaragocistas, que bien pudieron haber goleado incluso con mayor contundencia.
El duelo comenzó muy igualado, con alto ritmo en ambos equipos, que escenificaron un toma y daca constante durante los primeros 15 minutos. Atacaba el Lugo bien por las bandas, con Rhamani y Gerard Valentín (lateral esta vez en función de extremo) ofrenciendo buenos centros al ariete Carrillo. Respondía el Real Zaragoza con contragolpes bien llevados por Soro y Kagawa pero, en casi todas las acciones, errando el último pase. Fue un ir y venir constante que dejó dos claras ocasiones para los locales y una para los aragoneses. La primera del Lugo llegó antes del minuto uno, en una penetración del argelino Rahmani tras una pérdida de Guti que acabó con un chut duro, por alto, que se le marchó fuera por poco en el palo cercano. Replicó el cuadro aragonés en el minuto 5, al culminar el debutante Francés -17 años- una contra de Guti, con un lujo de dejada de Luis Suárez, que tuvo que echar a córner el portero Cantero cuando el balón ya se colaba por arriba. Y la contrarréplica la puso el tanque Carrillo, de cabeza a centro de Rahmani en el minuto 10, que se le escapó cruzado sin hallar puerta por poco.
El Real Zaragoza, en unos breves minutos de inspiración en las combinaciones ofensivas, logró adelantarse en el marcador en el 18. Kagawa hizo un golazo, marca de la casa, tanto que recordó sus repertorios en Dortmund y Manchester en sus días dorados. El japonés recogió un afortunado rebote de Eguaras, a la salida de un córner en la frontal del área, tras un fallo inicial del navarro en el empalme desde la corona. Orientó el balón en posición correcta mientras la zaga local se dormía y lanzó un obús con la derecha a la base de poste de Cantero, que nada pudo hacer. Una diana de lujo que le vino a los zaragocistas a la medida. El Lugo notó el rejonazo hasta el descanso y los de Víctor Fernández rebajaron pulsaciones de responsabilidad y se introdujeron en un contexto más relajado que al principio. Pesaba, y mucho, el varapalo del 1-3 recibido del Alcorcón el sábado.
El problema de los avispas -vistió el Zaragoza uniforme de respeto- fue, una vez más, la salida del balón desde atrás. Atienza y El Yamiq, los señalados por los errores gruesos que costaron la derrota ante los alcorconeros en la recta final de aquel choque, repitieron errores en el Anxo Carro, facilitando la reacción del Lugo por momentos. Era el Zaragoza el que le daba vida a los rojiblancos con sus yerros increíbles, que volvieron loco a Víctor Fernández en el banquillo, por reiteración. También Eguaras y Nieto cometieron errores serios en posiciones comprometidas. De esos marros preocupantes, por la mala praxis atacante de los lucenses, solo surgió un problema serio que rozó el gol del empate: y fue El Yamiq, en propia puerta, el que estuvo a un palmo de la pifia tras un centro de Rahmani en el minuto 43.
El cuadro aragonés, desde el gol de Kagawa, prácticamente no tiró a portería con intención. Burgui, flojo, no se iba de su par casi nunca. Soro, aunque lo intentó con énfasis, no logró desbordar jamás. A Luis Suárez no le vieron, en dos contragolpes flagrantes con peligro, ni Burgui ni el citado Kagawa, ante la desesperación del colombiano que se desmarcó en ambas ocasiones con suma facilidad para haberse quedado solo ante el portero gallego. En definitiva, que el 0-1 al descanso era un magnífico botín en un encuentro de alta tensión interna y, por esa ventaja en el marcador, se atenuaban y se perdonaban fallos mayores en cuestiones básicas del juego. No jugó redondo el Real Zaragoza. Lo hizo con muchos grumos en su puesta en escena. Pero le dio de sí para irse al refrigerio del intermedio con una ilusionante renta. La mejor noticia fue el descaro de Francés, bien atrás, rápido al corte, y con valentía para subir la banda y rematar si era preciso. De nervios, ni gota.
En el inicio del segundo periodo, Curro Torres, técnico lucense, metió veteranía en el medio campo con el incombustible Pita. Víctor, esta vez, prefirió esperar a las sustituciones y mantuvo al once inicial, pese a que hubiese sido comprensible dar descanso a un escaso Burgui. Como ya sucedió en el arranque del partido, el balón echó a rodar con una ocasión del Lugo en el primer minuto. El central Marcelo Djaló remató con el pie derecho un centro desde el lateral del área, alto por centímetros, dejando en evidencia otra de las máculas de la tarde en la zaga zaragocista: los gallegos remataron todo a balón parado. Mejor o peor, pero todo. Hubo dificultades para restar el juego aéreo.
El primer desahogo del Real Zaragoza llegó en el minuto 55, tras diez minutos de cierto agobio atrás. Fue una colada de Nieto, que entró en el área con decisión y se quedó a mitad de camino entre un remate y un centro raso. No cogió puerta por dos metros y no asistió a Luis Suárez en la zona de la culminación. En la siguiente jugada fue Kagawa, muy entonado en las proximidades del área, el que rozó el 0-2 al lanzar un derechazo desde la frontal, en una falta mal defendida por los galaicos, que se fue alto rozando el larguero. Estas dos acciones frenaron algo los ímpetus de los anfitriones, cada vez más atolondrados pero forzando córneres y faltas peligrosas ante la inoperancia avispa por alto. De hecho, el empate lo rozó Pita en una falta al área y, seguidamente, El Hacen remató con la testa el enésimo saque de esquina no restado por los zaragocistas, fuera por un metro.
Como en el primer tiempo, clonando momentos, el Real Zaragoza hizo el 0-2 en otro instante de lucidez en el minuto 18 de la reanudación, el mismo que había utilizado para adelantarse en el tanteador al inicio. Fue otro golazo que, de paso, sirvió para redimir a dos jugadores que estaban en el ras del suspenso y el aprobado justito: Eguaras y Guti. El de Ansoaín sacó de su diestra un pase de su manufactura particular, por encima de los centrales, dejando a Guti solo ante Cantero, tras un desmarque sobresaliente del aragonés. Raúl controló de maravilla y fusiló al portero local con la zurda, con potencia y colocación. A falta de media hora, el ansiado triunfo estaba encarado.
Víctor reforzó la medular, con Igbekeme en vez de Burgui. Curro Torres se la jugó, metiendo dos arietes: Cristian Herrera y Barreiro, potencial en el juego aéreo para la desesperada intentona final. Pero cuando todo estaba recolocándose y el Lugo se disponía a buscar su reacción, el mediocampista mauritano El Hacen cometió una fea falta, durísima, sobre el gemelo derecho de Eguaras y, a instancias del VAR, el árbitro Areces lo expulsó. Era el minuto 75 y el Real Zaragoza lograba instalarse en un escenario inmejorable. Linares entró por un destacado Kagawa, esta vez sí un jugador desequilibrante. Torres suplió a Soro y el Zaragoza cambió su cara en los tres cuartos. Precisamente Linares, fresco como el último día, se quedó solo ante Cantero tras un pase de Guti al espacio y su remate raso rozó literalmente el poste derecho por fuera.
No fue la última oportunidad nítida para los zaragocistas. En el 83, Luis Suárez encaró al guardameta desde larga distancia, con el Lugo ya reventado por los cuatro costados, y marró un gol de los que nunca suele fallar, rematando por alto, fuera, desviado cuando todo el mundo cantaba ya la diana. Los gallegos daban muestras de haber bajado los brazos sin remedio. Y, claro, el Real Zaragoza acabó firmando el 0-3 ante tantas facilidades. Una penetración de Torres por la derecha acabó en un centro raso mal restado por Djaló, que dejó el balón a placer para que Linares rubricara el tercero de la tarde lucense. Gran rendimiento siempre del de Fuentes de Ebro, que anotó así en la portería donde el año pasado se estrenó como zaragocista.
Al final, después de haber podido ganar 0-5, el Real Zaragoza estropeó algo el récord final al encajar el gol del Lugo en el minuto 91 tras un córner que la defensa aragonesa acometió sin concentración. Los locales, que siempre fueron ganadores en estas jugadas, encontraron un inútil premio con el tiempo cumplido por medio del central Josete. El 1-3, con la misma secuencia del bofetón recibido el sábado del Alcorcón pero esta vez a favor, quedó como registro definitivo. Las cosas volvieron a su sitio, el agua a su cauce, y el Real Zaragoza de poderío y solvencia de la segunda vuelta pasó por encima de un adversario de esos a los que hay que vencer si se quiere lograr un objetivo tan grande como es el ascenso a Primera.
Ficha Técnica
CD Lugo: Cantero; Campabadal, Josete, Marcelo Djaló (Fernando Seoane, 89), Kravets; Jaume Grau (Pita, 46), Jaime Seoane (Álex López, 81), El Hacen; Gerard Valentín, Rahmani (Cristian Herrera, 64) y Carrillo (Barreiro, 64).
Real Zaragoza: Ratón; Francés, Atienza, El Yamiq, Nieto; Eguaras (Zapater, 87), R. Guti; Soro (Torres, 76), Kagawa (Linares, 76), Burgui (Igbekeme, 67); y Luis Suárez (Blanco, 87).
Árbitro: Areces Franco (Comité Asturiano). Expulsó a El Hacen (75), a instancias del VAR, por una durísima entrada a Eguaras. No mostró tarjetas amarillas.
Goles: 0-1, min. 18: Kagawa. 0-2, min. 63: R. Guti. 0-3, min. 85: Linares. 1-3, min. 91: Josete.
Incidencias: Tarde fresca en Lugo, con 15 grados al inicio del partido. El césped del estadio Anxo Carro presentó un buen aspecto. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la pandemia.
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