23.8.2017 9º AMISTOSO PRETEMPORADA 2017/18
XV Trofeo Federacion de Peñas
23.8.2017 – 9º AMISTOSO – PRETEMPORADA 2017/18
REAL ZARAGOZA 1-1 MORATA
Ficha Técnica
CD Morata: Garrido (Sevillano, 48); Díaz, Cabeza (Franco, 48), Luis Aznar (Domingo, 48), Víctor Aznar (Sánchez, 84); Marín, Sanjuán (López, 48); Ferrando (Oriol, 84), Julio Aznar (Gómez, 56), Ucedo (Homorozean, 48); y Sainz (Da Silva, 48).
Real Zaragoza: Sergio García Paisa; David Vicente, Verdasca, Zalaya, Marcén; Torras, Marc Aguado (Raí Nascimento, 67); Papunashvili, Biel, Oyarzun; y Toquero.
Árbitro: Lou Garrido (Comité Aragonés). Amonestó a Verdasca (96).
Goles: 0-1, min. 46: Toquero. 1-1, min. 83: Ferrando.
Incidencias: Tarde calurosa y tormentosa en Morata de Jalón, con 34 grados. La lluvia amenazó, chispeando desde el minuto 35. El césped del campo de La Dehesilla no presentó las mejores condiciones, irregular en buena parte de su superficie. La instalación fue remozada por los responsables de la localidad y se instalaron gradas supletorias. Asistieron al evento 900 espectadores
El Real Zaragoza solo empató ante el Morata en el partido de las peñas
Por primera vez en las 15 ediciones del partido de las peñas, el Real Zaragoza no ganó a su rival, de categoría inferior. El CD Morata, de Regional Preferente, logró empatar a uno ante el equipo zaragocista en un choque decepcionante que, por más que Natxo González guardase en la banda a la mayor parte de los titulares, no ayuda a revertir las preocupantes sensaciones de la pretemporada y el inicio del curso del remozado bloque blanquillo.
En el once inicial, Natxo únicamente puso en el once inicial a Verdasca, Zalaya, Papunashvili, Oyarzun y Toquero. Un equipo experimental al que le costó sintonizar con el partido, con el Morata metido atrás a la espera de ver cómo rompía el juego. Hasta el minuto 15 no llegó la primera ocasión blanquilla, y la marró Toquero a bocajarro, al rematar al larguero un centro raso de Oyarzun. Falsa alarma. El Real Zaragoza no espabiló a partir de ahí. El reloj fue corriendo a ritmo de mero entrenamiento. Pausado, sin profundidad, sin desmarques. Un rondo sin pasión alguna.
En el 24, justo antes de que el árbitro instara a los equipos a acudir a los banquillos a refrescarse (el ya extendido tiempo para beber que impera en verano), de nuevo Toquero remató con intención en otro esporádico ataque zaragocista, pero el portero local, Garrido, rechazó a dos manos. El Morata no apretó en ningún momento a la defensa, por lo que no pudo verse nada al dúo de centrales Verdasca-Zalaya, más allá de salidas fáciles con la pelota desde el fondo. En el 31, Papunashvili probó por fin con una jugada individual. Encaró al central local, se fue en el área y, con todo a favor, remató fatal, cruzado, fuera.
De ahí al descanso, otro cabezazo en parábola de Toquero, que se marchó alto en el 33, fue la única jugada que logró asustar algo a Garrido. Poca cosa, obviamente, para lo que a priori se espera de este tipo de amistosos con tanta diferencia de categoría entre los equipos. Es decir, lo ocurrido en Morata invitó a dar carpetazo a cualquier análisis medianamente pausado y a archivar el caso en el apartado de desechables. Las ganas de agradar del georgiano Papunashvili, siempre a base de individualidades sin éxito, fue lo único que sobrepasó el ras del aburrimiento. Y, de entre los jóvenes de la cantera, la llamativa presencia del joven Aguado (hijo de Xavi) en la medular, con la ilusión propia de quien tiene esta oportunidad de jugar con el primer equipo por primera vez. El 0-0 del intermedio hablaba -mejor, gritaba- por sí solo. En Morata, ni que decir tiene, todo el mundo feliz en un día tan especial para el modesto equipo cementero.
Después del cuarto de hora del intermedio, en el que llovió con cierta intensidad, el Real Zaragoza pareció salir con ganas de poner las cosas en su sitio. Y en la primera jugada marcó el primer tanto del partido, por medio del siempre enchufado Toquero, que fusiló a placer un centro raso del lateral Marcén. Curiosamente, cuando se comentaba la sorprendente decisión de ambos entrenadores de no hacer ningún cambio al inicio del segundo periodo, el técnico local, Rubén Joven, nada más encajar ese 0-1 quitó a medio equipo de golpe en el 48. Natxo González, por el contrario, siguió guardando al escuadrón de los titulares junto a él en la banda. Solo asomò Raí Nascimento, recuperado ya de su inorportuna lesión, a falta de 25 minutos para el final. Sería la única sustitución.
No cambió nada el tempranero gol de Toquero, arruinando así la ilusión de la gente por ver algo más sustancial en el segundo acto del choque. Juego lento, pocas luces con la pelota en los pies y escasa ambición por mostrar cosas por parte de los protagonistas. Ni siquiera la susceptible debilitación del Morata, tras la aparición en el campo de sus suplentes, propició más jugadas ofensivas de los de Natxo. Se confirmaba que se abordó este bolo de las peñas con el temple de un mero entrenamiento… de esos que se hacen sin porterías.
A falta de un cuarto de hora, los moratenses tuvieron su momento de iniciativa ofensiva, por primera vez en el envite. Una falta colgada al área, seguida de un córner, llevó la zozobra ante la portería zaragocista, pero el portero del filial, Paisa, salvó con ciertos apuros lo que avisaba de lo que venmía, la increíble sorpresa. Eso se consumó en el minuto 83: El Morata forzó una falta peligrosa al borde del área que el extremo Ferrando transformó magistralmente con una rosca perfecta que superó a la barrera y al portero blanquillo. Era el 1-1 y lo que durante todo el partido se olisqueaba, por falta de aplicación del equipo zaragocista, acabó tomando cuerpo.
Reaccionó el Zaragoza con cierto orgullo ya en la recta final. Al estilo de los ‘mangas verdes’. Raí pudo ser objeto de penalti en el 87, pero el árbitro lo obvió. En un córner, en el 88, Verdasca cabeceó con fuerza y Sevillano, el guardameta de los rojigualdas, hizo la mejor parada del día. Todo poco antes de que Oyarzun ensayara un fuerte zurdazo desde 30 metros que, de nuevo el arquero local, envió por encima del larguero in extremis. El árbitro alargó el partido hasta el minuto 52, ante la impaciencia del público de Morata, que estalló de alegría cuando señaló el final del mismo.
Como había trofeo en disputa, el partido de las peñas tuvo, por primera vez en la historia de esta cita, tanda de penaltis. No hace falta decir más para entender en sentir de todo el mundo en La Dehesilla: estupor. Ganó el Real Zaragoza y, así, evitó que el bochorno fuera absoluto. Solo necesitó que anotaran sus cuatro primeros lanzamientos Toquero, Zalaya, Verdasca y Biel, porque el portero Paisa paró dos de los muchachos del Morata. Pura anécdota tras un partido que pudo haber servido para revitalizar los ánimos de la afición zaragocista y, sin embargo, lo que hace es ahondar en el terreno de las dudas.
0 comentarios