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Eurobasket 2015

 

 

80 - 63
¡Campeones de Europa!


 

España pertenece al tiempo (80-63)
Tres veces campeona de Europa. España conquistó el Eurobasket tras vencer a Lituania por 17 puntos (80-63) en una final dominada de principio a fin. Pau Gasol, magistral con 25 puntos, 11 rebotes, 4 asistencias y 43 de valoración, se vistió de MVP para liderar a un equipo eterno en el tiempo
20 Sep. 2015.- "Ustedes dormían, nosotros soñábamos despiertos", escribía Martín Tello en Colombia 1982, cuando España ganaba por primera vez a Estados Unidos, ignorando que 33 años después el soñar se vistió de disfrutar y el imaginar de celebrar. Oro, oro, oro. Tres veces, tres campeonatos, tres historias diferentes, tres instantáneas para la posteridad, tres momentos más de una era que va mucho más del Eurobasket, que va mucho más del baloncesto.

La Selección Española vuelve a reinar en Europa con un monarca que convence hasta al más republicano. Se llama Pau Gasol y firmó una vez más una actuación portentosa (25 puntos, 11 rebotes, 43 de valoración) para darle otro pellizco a la historia, para aumentar el palmarés de un equipo eterno, que vivió una final muy diferente a la agonía sufrida contra Francia en la ronda anterior.

Lituania celebró llegar al descanso con vida (41-33) tras un primer cuarto dominado por completo por Gasol (19-8). Sin embargo, en el tercero, España volvió a volar (60-43) para acabar convirtiendo los minutos finales en un homenaje a sí misma hasta el 80-63 final, que le coloca tercera en el ranking histórico del medallero y añade otro capítulo al libro de gestas de una generación que nunca entendió de sueños imposibles. "Ustedes soñaban despiertos, nosotros hacíamos historia".

El epílogo lo escribe Pau

Si el Eurobasket fuera una serie, habría acabado tras el partido frente a Francia, con el corazón a punto de salirse, con lágrimas en los ojos, con la sensación de que no ibas a ver en tu dichosa vida algo igual. Quizá un guionista algo málvado hubiera terminado el capítulo justo después del triple de Batum, con la prórroga por jugarse, a modo de cliffhanger. Sea como fuere, el season finale pareció emitirse el jueves. Lo del domingo sonaba más bien a epílogo. Y con oro, emocionaba más.

Todos le focos estaban puestos en él y en la primera jugada ya apareció. El tapón de Pau Gasolera simbólico. Su grito con rabia a continuación, aviso y promesa. Y los suyos le creyeron. Llullsaludaba de inicio con un par de penetraciones a canasta, Rudy y Mirotic aparecían a continuación y el propio Fernández ponía el 11-4 en solo cuatro minutos con un triple liberador.

Pau, sin anotar, ya dominaba. Un robo por aquí, un tapón por allá, asistencia, intimidación. Y el peso de líder que hacía más grande a la mejor España en defensa del campeonato, siempre atenta para cortar la línea de pase, siempre rozando cada balón ajeno, siempre pensando en robar para correr y en correr para anotar. Con esos ingredientes, si encima Gasol se ponía el traje de leyenda, el oro tendría dueño. El de Sant Boi no lanzó hasta el ecuador del cuarto. Dentro. A la siguiente, anotó nuevamente tras pase de Llull (15-4, m.6). Más tarde, convirtió en el poste bajo tras reverso y, en pleno trance, se colgó del aro para anotar su octavo punto consecutivo y romper el luminoso (19-6, m.8). La perfección era esto.

Los de Kazlauskas, erráticos en el tiro (4/15 en el primer periodo), evitaban una diferencia de escándalo por su dominio en el rebote y alguna pincelada de Kuzminskas. Sin embargo, llegaba al segundo acto con una losa de once puntos (19-8, mayor renta en un primer cuarto en la historia del torneo) y otro par de golpes en su moral en forma de tapones de Claver y Reyes en la jugada final, mientras los aficionados españoles se debatían si es más divertido ganar con exhibición o con agonía. Lo primero te deja sin aliento. Lo segundo te deja sin voz.


Los soldados, al rescate

Es Rudy Fernández, ha vivido un calvario en forma de dolores en la espalda durante el torneo y nació para jugar finales. El arreón del balear le permitió a España vivir su momento más dulce en la primera mitad. Un tiro de 5 metros y un baile con la bola en sus manos, quebrando a su defensor para encestar sumados a una falta forzada en ataque en sus mejores minutos vividos en Lille (25-12, m.8). 

El cuadro báltico amagó con reaccionar después de un par de acciones positivas de KavaliuskasKalnietis, mas un triple de Mirotic y otros 4 puntos seguidos del ominipresente Pau pusieron la máxima en el luminoso (34-16, m.16), con el aroma a la final del Mundial frente a Grecia asomando. Solo era un espejismo. "Son un equipo de soldados", decía Rudy del equipo menos
lituano desde que Lituania es Lituania. Más músculo que talento, más oficio que genialidad, más garra que inspiración, más defensa que ataque. Y más corazón, por fin, sobre la pista para cambiar el escenario del choque, aprovechando los despistes de España y la sangría en el rebote a su favor.

Kalnietis señaló el camino con un triple. Valanciunas por fin se atrevió a anotar en la cara deGasol. Y pese a que Mirotic retrasó la remontada con un acierto exterior, Seibutis se echó a su equipo a la espalda, como en la semifinal contra Serbia. "Seibutis, Seibutis, Seibutis La Casilla", cantaban como grito de guerra en Bilbao hace un lustro. Llega a jugar de negro como con lo ha hecho de verde durante este campeonato, y le ponen su nombre a una grada. 

Seibutis anotó sobre la bocina un triple para despertar a sus compañeros y, tras robo deMaciulis, volvió a acertar desde el 6,75 para que Lille rugiera como si fuera la mismísima Vilnius. Francia cambiaba el blanco por el amarillo y el azul por el verde y por primera vez, más allá de la presentación inicial, España sintió que la presión era adversa. Peor aún, pese al ganchito posterior de Pau Gasol y el palmeo de Claver, el triple con el que Maciulis cerró el segundo cuarto dejaba el partido vivo (41-33). Y eso, tras lo superior que había sido España en los dos primeros cuartos y su maldición del tercero, devolvió los nervios a más de uno durante el descanso. Así se disfrutaba más, ¿no?

Ribas rompe la tendencia

Doctor Jekyll frente a Mister Hyde. Mister Hyde contra Doctor Jekyll. El equipo capaz de ganarle a Serbia días después de caer frente a Bélgica contra el centro de las críticas en el arranque que enamoró a todos en una semana. El de la defensa inicial perfecta contra el conjunto que, después de anotar 8 puntos en 12 minutos, sumó 25 en los 8 siguientes para volver a creer. Una fe que duró lo que dura un intervalo. Lo que duró la carrera de Ribas para machacar en la primera jugada del tercer cuarto. Lo que duró el balón en el aire tras el tiro de Llull para el +12 (45-33, m.22). Lo que duró el propio Ribas en volver a exclamar que quiere estar en Río.

Vaya campeonato el del otro Pau. Qué primera fase, qué actitud... y qué tercer cuarto. El barcelonés emergió nuevamente desde el lateral para encestar y, en la siguiente acción, para poner la máxima del partido con un letal triple (52-35, m.25). Quedaba un mundo pero la final parecía rota. Quedaba una vida pero 2003 apareció en el recuerdo. Aquella final perdida, aquella plata dorada. Esta revancha vencida, esta revancha ganada. 

Kuzminskas, todo orgullo, se enfrentaba a su destino con dos canastas seguidas y pese a que España se quedaba sin Rudy al chocar con Jankunas y a que Kalnietis se animaba con un triple, España no se ponía nerviosa gracias a los puntos de Gasol y Rodríguez (56-42, m.28). Por si fuera poco, el Claver más agresivo y menos tímido visto jamás con la elástica nacional, el que apareció en la fase de eliminatorias, desató la locura con una canasta de tres (60-42, m.29) que pedía a gritos la rendición de su rival. Diez minutos para el oro.

Un equipo, una era

Hace 6 años, ningún español había podido celebrar jamás un Eurobasket. Una buena actuación ya era un orgullo. Una medalla, una fiesta. Después de conquistar el mundo en 2006 y del "Holdenazo" en casa de 2007 -cómo dolió aquel partido-, ganar parecía posible, soñar parecía obligado. En el Eurobasket de 2009 se vivieron los mismos instantes de tensión que en este campeonato. Derrotas que dolían, dudas que acechaban, críticas que hacían daño. Hasta el partido de Lituania. Hasta un 23-0 de parcial, cuando más llovía, que cambió para siempre el partido, que cambió para siempre aquel torneo y que cambió para siempre la historia de España. Llegó el oro. Llegó otro. Y este 20 de septiembre de 2015, como solo pudo hacer la mejor mejor Yugoslavia, cayó un tercero inmensamente dorado, como el juego de un equipo que creció de principio a fin de la mano de su líder, acabando lanzado un campeonato que, si dura una semana más, termina convirtiendo en Dream Team al equipo de las dudas.

Ni tres minutos sin anotar ni solo dos puntos hasta el ecuador del periodo. Nada iba a cambiar la historia del partido. Pau, que lo mismo asistía a Claver -cuánta rabia en ese mate, Víctor- o anotaba sin inmutarse desde la personal cual tirador lituano (64-49, m.35), no lo iba a permitir. Lituania, allá donde el baloncesto es religión, lo intentó por última vez pero en ese momento Llullle dio el golpe de gracia con un triple (69-54, m.36) que se oyó en las calles, que retumbó en cada casa, como tres días antes aquel mate violento de Gasol contra Francia. El murmullo se convirtió en grito. El rumor en realidad. España era campeona.

De ahí al 80-63 final, otra ración de momentos. Llull anotando un triple a tabla y abrazándose conSan EmeterioReyes, el español más laureado junto al mitoT, yéndose al banquillo como un héroe, chocándole la mano a su técnico, brillante en el campeonato, esencial en el éxito logrado.Rodríguez sonriente, consciente de que conseguía el oro que le faltaba, además de ser declarado mejor base del campeonato. Y Gasol... bueno, Gasol anotando, a falta de un minuto y medio, su último triple de su campeonato más redondo y poniendo en pie a todos cuando Scariolo le sustituyó. De pie Lille, de pie Francia, de pie Lituania, de pie España, claro, de pie Europa y de pie un mundo del baloncesto que volvió a cambiar durante estas dos semanas con algo tan sencillo y tan difícil al mismo tiempo como enamorar con una pelota naranja.

En Lille nació Louis Pasteur, que juraba y perjuraba que la ciencia no entiende de países porque el conocimiento pertenece a la humanidad. El baloncesto, la más pasional de las pasiones, también es patria universal. Y este equipo repleto de oros -¡y van 3 europeos!-, de medallas, de momentos y de épica, pertenece ya al tiempo, a la leyenda que desafía la memoria, al selecto club de los que no fueron solo gloria sino era. Y aparecieron los Marc, Calderón, Rubio, Navarro, Abrines o Ibaka en el recuerdo. O los Jiménez y Garbajosa, faltaría más. Unos estuvieron. Otros estarán. Y todos fueron de la mano de la leyenda para también ser leyenda, de esas que se relatan con paciencia y orgullo, de esas que son aún más bonitas cuando los años pasan.

25 puntos, 11 rebotes, 4 asistencias, 43 de valoración y su segundo MVP bajo el brazo, al igual que un Cosic que ya tiene calle en Zadar. ¿Para cuándo la avenida Gasol? Sí, Pau, yo te vi jugar. "Y también vi jugar a la Selección Española", añadirán con razón desde cualquier lugar. Porque si a ti te emocionó Petrovic, si cuentas con épica historias de la Yugoplastika, de Sabonis o deVolkov, de yugoslavos o soviéticos, alguien dirá mañana, en la lengua que sea, que durante 15 años disfrutó -a veces con rabia, a veces con admiración- cuando un tipo vestido de rojo o blanco se empeñó en dominar con esmero el baloncesto FIBA con una de las, fuera del universo USA, mejores selecciones de todos los tiempos.

Y llegaron los abrazos. Los simbólicos, los eufóricos, los emocionados, los de locura. Redes rotas, confeti, galardones. Y sonó el himno, y brillaron las medallas. Y alguien, como escribióMartín Tello en 1982, cuando Pau aún balbuceaba, se atrevió a soñar despierto con los Juegos de Río de Janeiro 2016, se atrevió a soñar despierto con la (pen)última gesta, se atrevió a soñar despierto con mejorar lo inmejorable. Pónte guapa España, el tiempo te vuelve a mirar...

 

ESPAÑA80
NNombreMinPT2T3TLR.T.RDROASBRBPTFPFR+/-VAL
*4P. Gasol32258/171/16/8128441031101443
*5R. Fernandez21113/31/42/21101210231512
6S. Rodriguez2342/30/30/022060201045
7W. Hernangómez100/00/00/000000000000
*8P. Ribas2051/11/30/011000002072
9F. Reyes1882/30/14/4101101134109
10V. Claver1572/21/20/0642001231011
11F. SanEmeterio1000/10/00/01010000107-1
*12S. Llull31123/52/20/06605140211717
13P. Aguilar100/00/00/0000000010-1-1
*14N. Mirotic2881/32/50/0220210030125
15G. Vives100/00/10/011000000010
 Total 8022/388/2212/143325819596191986102

 

 

LITUANIA63
NNombreMinPT2T3TLR.T.RDROASBRBPTFPFR+/-VAL
*5M. Kalnietis36132/93/60/0110623001-1110
6D. Gailius110/00/01/2000000001-11
*8J. Maciulis2882/41/41/2422213132-146
*10R. Seibutis27132/52/43/4431003003-1311
11D. Sabonis100/10/00/00000000001-1
12A. Kavaliauskas1341/40/02/2523001042-63
*13P. Jankunas2030/00/43/6431001046-221
15R. Javtokas100/00/00/00000000101-1
*17J. Valanciunas26105/100/00/0954201051-1211
19M. Kuzminskas2684/70/20/0651201012211
21A. Milaknis930/11/20/1000000011-40
43L. Lekavicius1200/20/00/0000210000-61
 Total 6316/437/2210/173321121441311919-8553

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