El FC Barcelona comenzó su campaña europea tal y como la terminó, con un nuevo título. Un tanto de Lionel Messi en la primera parte y otro de Cesc Fàbregas casi al final bastaron para que los azulgranas se coronaran en Mónaco como nuevo campeón de la Supercopa de la UEFA. El FC Porto realizó un gran planteamiento, con una intensa presión, pero el cansancio acabó por pasar factura al campeón luso. Con esta victoria el Barça levanta este torneo por cuarta ocasión y se queda a un tan sólo uno del récord en posesión del AC Milan.
Tal y como estaba previsto Josep Guardiola apostó de inicio por Éric Abidal y Javier Mascherano para cubrir las bajas en el centro de la zaga de Gerard Piqué y Carles Puyol. Pero el técnico azulgrana todavía se guardó una baza. Sergio Busquets comenzó el encuentro desde el banquillo y Seydou Keita fue de la partida como sustento del centro del campo. En posiciones más adelantadas no hubo sorpresas y comenzaron los mismos hombres que llevaron al equipo a la gloria de Wembley. Y al frente de todos ellos, Messi. En el campeón luso Vítor Pereira también se guardó un as en la manga y Silvestre Varela no comenzó de inicio.
El duelo no fue sencillo para los intereses azulgranas desde el inicio. El Oporto dejó de lado su estilo de juego, muy similar al del Barcelona, para plantear una presión que le dio grandes resultados en los primeros compases. Ahogó el juego azulgrana y robó el balón cerca del área de Víctor Valdés, lo que le permitió generar ocasiones de peligro. João Moutinho dispuso de la primera con un gran lanzamiento desde el borde del área que Valdés rozó con la yema de los dedos en una preciosa estirada.
El Barça no se sintió cómodo y sufrió para superar la primera línea de presión, pero reaccionó con una oportunidad inmejorable. Pedro Rodríguez le ganó la espalda a la defensa lusa y plantó ante Helton en el 10’, pero su vaselina se fue arriba por centímetros. Dos minutos después fue Hulk el que rompió la cintura a Abidal dentro del área para que su disparo cruzado se fuera desviado. No estaba cómodo el Barça, lento en la salida de balón. Sólo las apariciones de Messi daban aire a un equipo que no construía su juego habitual.
Tuvo que ser a través de un grave error defensivo como el Barcelona se adelantase en el marcador. Fredy Guarín se equivocó en una cesión a su zaga y el esférico acabó en los pies de un Messi que no desaprovechó el regalo. Se giró, regateó a Helton y mandó el balón a la red en el 39’ para anotar su primer tanto en este torneo. Fue la mejor manera de festejar su premio como Mejor Jugador de la UEFA en Europa.
Tras la reanudación el Oporto fue de nuevo el primero en avisar, y como en el primer tiempo, con un disparo de Moutinho que rozó el palo. Poco después Guarín intentó enmendar su error con un violento disparo que encontró al respuesta de Valdés. Sin embargo, y con el marcador en contra, el Oporto comenzó a dejar espacios en defensa, lo que provocó que el Barça también gozara de ocasiones, como la que gozó David Villa en el 56’ y que detuvo Helton poco antes de ser sustituido por Alexis Sánchez.
El Barcelona controló a su gusto el segundo tiempo pero un malentendido entre Mascherano y Valdés a punto de estuvo de convertirse en el tanto del empate. Apareció Abidal al corte para rescatar a los suyos. En el minuto 86, Rolando vio su segunda tarjeta amarilla al derribar a Messi y fue expulsado, con lo que las esperanzas del Oporto se terminaban.
Y más, cuando dos minutos después Messi se encontró con Cesc y el ex jugador del Arsenal FC hizo el 2-0 ante la alegría de la afición culé. Mientras, el Oporto terminó el partido aún peor cuando Guarín vio la roja directa en el descuento e incluso Iniesta pudo hacer el tercero sino llega a ser por la parada de Helton. Esta fue la última acción de un duelo que volvió a coronar al Barça con otro título europeo.
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