Con contundencia y pasajes de fútbol de alto vuelo, Alemania venció 4-1 a Inglaterra en el partido por los octavos de final de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010 disputado en el estadio Free State de Mangaung/Bloemfontein el 27 de junio. El encuentro tuvo ráfagas emocionantes, fue de ida y vuelta y evidenció un marcado dominio germano.
Ambas selecciones salieron al campo de juego con mucha cautela, ejerciendo presión en el medio campo. Esos primeros minutos, donde sólo hubo una acción de riesgo en los pies de Mesut Oezil, que sacó David James con los pies, de ninguna manera hacían presagiar lo que vendría.
Alemania ejerció el dominio territorial ante una Inglaterra que se vio asfixiada por el versátil planteo germano. Las insinuaciones alemanas se cristalizaron en el marcador luego de un pelotazo largo de Manuel Neuer que peleó Miroslav Klose con un defensor inglés. El experimentado delantero teutón hizo gala de su potencia, dejó en el camino a Matt Upson y definió, cayéndose, ante la salida de James (1-0, 20’).
Los dirigidos por Joachim Loew disfrutaron a continuación de un intervalo de contundencia y buen juego. A los 30’, una buena habilitación de Thomas Mueller dejó a Klose mano a mano con James, quien rechazó con los pies. Enseguida, una sincronizada combinación entre Oezil, Klose y Mueller, permitió un centro para Lukas Podolski, que ejecutó un zurdazo bajo que se metió por el medio de las piernas del guardameta (2-0, 32’).
Los ingleses apelaron a su orgullo y despertaron con actitud y fútbol. Lo tuvo Frank Lampard pero salvó de manera brillante Neuer. El descuento llegó tras un centro de Steven Gerrard, que cabeceó en forma precisa Upson (2-1, 37’). Los minutos finales fueron electrizantes con aproximaciones en ambas áreas, Gerrard incluso estrelló un tiro en el travesaño, y un ritmo vertiginoso.
Una diferencia inapelable
Inglaterra encaró el complemento con la firme decisión de igualar. Lampard sacudió otra vez el larguero de Neuer y todo parecía encaminarse a un empate. Pero los teutones de a poco nivelaron las acciones y dispusieron de una ocasión a través de Bastian Schweinsteiger, que salió por centímetros.
Y en una ráfaga de precisión y velocidad, los germanos liquidaron el pleito. En un contragolpe electrizante, Schweinsteiger habilitó a Mueller, que fusiló a James (3-1, 67’). Instantes después, Oezil inició un arranque endiablado desde su campo, se metió en el área y le sirvió el gol a Mueller, que la empujó el fondo de la red (4-1, 70’).
Los ingleses se vieron apabullados por la contundencia alemana e intentaron con pelotazos aislados sin profundidad. Sólo a través de una jugada colectiva entre Rooney y Gerrard, que sacó de modo providencial Neuer, pudo haber descontado.
Los minutos finales transcurrieron con la tranquilidad teutona y la desesperación de los Tres Leones, que debieron resignarse a armar las maletas.
Alemania, que avanza a los cuartos de final por 15ª vez consecutiva desde 1954 y ha estado entre los 8 mejores en 16 de sus 18 participaciones, jugará con el vencedor de Argentina-México, el 3 de julio a las 16:00 en el estadio Green Point de Ciudad del Cabo.
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