26ª JORNADA R. MURCIA 1 REAL ZARAGOZA 4
28.2.2009 - LIGA 2ªDiv. 2008/09 - JORNADA Nº 26
REAL MURCIA 1-4 REAL ZARAGOZA
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Llegó el puñetazo en la mesa
El Zaragoza resurge con una autoritaria goleada en Murcia >> Marcaron Ewerthon, Ayala, Zapater y Arizmendi >> La poca fiabilidad en defensa recomienda rebajar cualquier euforia >> Portentoso partido de Ponzio >> El equipo recuperó el buen tono.
Hacia falta esto. Una prueba de vida. Contundente y certera. A domicilio. Una reacción implacable para estimular la fe y el optimismo tras el desangelado episodio de Elche. Todo se había oscurecido demasiado. Pero el Real Zaragoza gritó en Murcia. Sigue ahí, vivo, recuperado y devuelto al buen camino. Y gritó fuerte, goleando en un partido en el que barrió del campo al rival hasta borrarlo y sobreponiéndose al gol del empate gracias al cabezazo de Ayala, el punto clave del partido. El triunfo solo tembló cuando lo hizo también la defensa del Real Zaragoza.
Su endémica inconsistencia, su escasa fiabilidad, recomienda evitar cualquier ejercicio eufórico. El optimismo está permitido, pero el Zaragoza lleva una granada en el bolsillo. Y en cualquier instante puede detonar. Está claro, la granada es su defensa.
Pero más vale fijarse en todo aquello que permite hablar de un Zaragoza resurgido tras el desastre de Elche. El equipo recuperó su identidad, la seriedad de su fútbol, elaboró juego, gobernó el partido, alcanzó elevadas temperaturas en el trabajo de presión y robo, y recobró toda su pegada. La victoria se fundamentó en el centro del campo. Tuvo mucho que ver la perfecta mezcla que formaron Gabi y Ponzio.
Entre los dos, devoraron a Movilla, factoría de producción del Murcia en los últimos partidos, pero que contra el Zaragoza murió por asfixia. Ya desde muy pronto, los aragoneses se centraron en ahogar la salida de balón del Murcia. Condenados a quitarse el balón como si ardiese, los centrales murcianos entregaban constantemente la pelota al Zaragoza.
El dominio de los de Marcelino era claro, pero desafilado. Hasta que Gabi fue arrollado en el área y Ewerthon ejecutó el penalti engañando a Elía. El Murcia trató de reaccionar pero Gabi y Ponzio lo impidieron. Al argentino se le esperaba y firmó un poderoso partido: inyectó cemento, fue intenso, mordió el balón y los tobillos… aquello liberó a Gabi, muy ordenado en la gestión del juego.
Un trallazo de Ponzio al larguero dio paso a los mejores instantes del Murcia. Fue en la recta final del primer tiempo. Y allí llegó la duda. Con el empate. La jugada fue un horror. Ayala peinó hacia el sitio incorrecto, el imberbe Aquino recogió el regalo y López Vallejo se lo quitó abriendo sus manoplas. Pero no concluyó ahí el desatino de la defensa de Marcelino, que hasta ese punto se había mantenido rocosa y concentrada. El rebote le cayó a Pulido, se atragantó con el balón y Montoro no tuvo piedad.
Esa fatalidad al borde del descanso despertó los fantasmas de Elche en un equipo habituado a dispersarse psicológicamente. La vuelta tras el descanso aumentó esa impresión. López Vallejo le sacó un gol a Montoro y el partido se deslizó hasta el punto culminante del duelo. Ayala se propulsó hacia el cielo en un lanzamiento de córner abierto por Caffa y reventó imperial el balón con la frente. No fue un momento cualquiera, porque eso gol destapó toda la ironía del fútbol.
En la jugada previa, Ayala se había anudado los pies entregando limpio el balón a Aquino, quien no fue capaz de lanzarse solo hacia la portería. Marcelino lanzaba demonios a Ayala desde el banquillo. Pero el argentino le abrochó la boca con su salto y su gol. A partir de ahí, el Zaragoza trituró al Murcia, que desapareció, abierto de líneas y fundido de ideas.
Los aragoneses se dedicaron a controlar el juego y a alejar al Murcia lejos de la defensa. Esa imagen de solvencia y autoridad fue la principal respuesta que dejó el Real Zaragoza en la Nueva Condomina.
Marcelino abrigó al equipo retirando a un Ewerthon fatigado y puso a Chus Herrero. El efecto dominó provocado por la sustitución movió a Zapater al extremo derecho, a Ander Herrera a la mediapunta y a Arizmendi al puesto de ariete.
Con esa imagen remozada, el Zaragoza se dedicó a azotar al rival empujado por un Arizmendi pletórico en todos los órdenes: la inspiración de peligro, la finalización, las ayudas defensivas, la conexión con los hombres de su periferia… El espigado delantero fabricó el hermoso gol de Zapater. Se fue de tres rivales y descubrió la incorporación de Zapater, quien embelleció el gol con un recorte seco y rasgado a un defensa y una precisa ejecución.
El Murcia estaba frito cuando al partido aún le quedaban unas cuantas vueltas. En una de ellas, Gabi hizo una preciosa palanca con un pase y entregó el balón a Arizmendi, que completó el remojón librándose del portero con facilidad y metiéndola sin obstáculos.
La reacción del Real Zaragoza fue aplastante. Todo un puñetazo en la mesa. Algo que se esperaba desde hace tiempo. Fuera y ante un rival en crecida. Que dure.
ESTADÍSTICAS | ||||||||||||||
P | 2340 | 26 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 29 | 0 | 0 | 0 | 0 | |
P | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 1 | 0 | 0 | |
D | 1260 | 14 | 0 | 0 | 2 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 4 | 0 | 0 | |
D | 1299 | 16 | 7 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 5 | 0 | 0 | |
D | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 0 | 0 | 0 | |
D | 630 | 7 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 4 | 0 | 0 | |
D | 1825 | 19 | 1 | 4 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 8 | 0 | 0 | |
D | 900 | 10 | 0 | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 3 | 0 | 0 | |
D | 1254 | 14 | 1 | 3 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 6 | 0 | 0 | |
D | 1396 | 16 | 2 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 6 | 1 | 0 | |
D | 180 | 2 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 1 | 0 | 0 | |
M | 858 | 9 | 5 | 7 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 2 | 0 | 0 | |
M | 97 | 1 | 1 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 0 | 0 | 0 | |
M | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 0 | 0 | 0 | |
M | 1426 | 16 | 5 | 3 | 2 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 6 | 1 | 0 | |
M | 873 | 11 | 6 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 5 | 0 | 0 | |
M | 190 | 1 | 1 | 4 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 2 | 0 | 0 | |
M | 1878 | 22 | 7 | 0 | 2 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 8 | 0 | 0 | |
M | 59 | 1 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 1 | 0 | 0 | |
M | 117 | 1 | 0 | 2 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 1 | 0 | 0 | |
M | 584 | 5 | 4 | 9 | 1 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 3 | 0 | 0 | |
M | 1640 | 19 | 7 | 5 | 1 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 5 | 1 | 0 | |
A | 1429 | 17 | 7 | 5 | 4 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 4 | 0 | 0 | |
A | 1059 | 11 | 7 | 11 | 2 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 1 | 0 | 0 | |
A | 1230 | 12 | 8 | 12 | 3 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 2 | 0 | 0 | |
A | 1761 | 20 | 6 | 4 | 17 | 0 | 4 | 0 |
| 0 | 2 | 0 | 0 | |
A | 7 | 0 | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 |
| 0 | 0 | 0 | 0 | |
A | 1325 | 15 | 4 | 2 | 8 | 0 | 1 | 1 |
| 0 | 4 | 0 | 1 |
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