El Real Zaragoza, en el debut de Javier Irureta en La Romareda, se ha impuesto por 1-0 en un partido clave contra un rival directo en la lucha por alejarse de los puestos de descenso, lo que le supone poder respirar algo más tranquilo y hacer bueno el empate de la pasada jornada contra el Rácing de Santander. En un encuentro con poco lucimiento el conjunto maño fue el único que puso gotas de calidad y ha terminado imponiéndose gracias a su tridente mágico formado por Diego Milito, Ricardo Oliveira y Sergio García, que fueron lo mejor del encuentro ante un Athlétic que tras el descanso empujó con juego directo y con mucha fuerza pero al que le faltó capacidad de remate.
Un fornido Athlétic, con 10 jugadores por encima del 1,80 metros de estatura, preparó de inicio una tupida tela de araña para intentar frenar el juego de ataque local, que caía una y otra vez en la pegadiza maraña que suponía la fuerte presión de su oponente, sin poder superarla. Además, en las pocas ocasiones en las que conseguía perforarla, el conjunto maño se veía frenado por la ingente cantidad de faltas que cometía el conjunto bilbaíno, que no tenía ningún rubor en la reiteración de las mismas. Esto hacía que el juego estuviera atascado la mayor parte del tiempo porque tampoco el equipo de Joaquín Caparrós era capaz de combinar. Como mucho enviaba balones largos desde su defensa a la punta de ataque que eran fácilmente cortados por la zaga local.
El juego, pues, era un cambio de la posesión del balón cada pocos segundos y un nulo espectáculo que se atenía al dicho de que dos no juegan si uno no quiere. En la única ocasión clara de peligro que se produjo en los primeros 45 minutos, en el 28, el conjunto de Javier Irueta inauguró el marcador gracias a un fulgurante contragolpe por la banda derecha que acabó con un centro medido de Diego Milito sobre Ricardo Oliveira, que no tuvo más que empujarla a placer a las mallas. Tras el descanso el conjunto local pudo haber dejado casi sentenciada la contienda cuando a los dos minutos Diego Milito envió un potente disparo al larguero desde fuera del área.
El Athlétic dio un paso adelante tácticamente en la segunda parte y el Zaragoza atrás, ya que quiso jugar a la contra. Esto permitió que los rojiblancos, aunque sin un gran peligro, rematasen a la meta local en apenas diez minutos un par de ocasiones, más que en todo el primer periodo. Esto comenzó a hacer que la zaga local, firme durante todo el primer tiempo, empezara a mostrar fisuras como ya había ocurrido en otras ocasiones. Sin embargo, el equipo maño también daba muestras de su peligrosidad a la contra y así en el minuto 76 Sergio García volvía a estrellar el esférico en el larguero de la meta del debutante Armando.
La mejor ocasión para los vascos llegó en el minuto 86 con un remate de Aitor Ramos en el área pequeña que no pudo precisar y que mandó a las manos del cancerbero local cuando era más fácil haber marcado, lo que privó a su equipo del empate ya que no volvió a gozar de ninguna ocasión más para intentar sacar al menos un punto.
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