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CARTEL FIESTAS DEL PILAR 1912

CARTEL FIESTAS DEL PILAR 1912

Cartel Fiestas del Pilar 1912

Titulo: XII

Autor: Victoriano Balasanz

 

En 1912 volvieron a resurgir las fiestas del Pilar; en el mes de agosto se convocó a todos los pintores de la ciudad para el concurso de bocetos del cartel de fiestas del Pilar. El premio era de 300 pesetas y el plazo que se les daba eran 15 días. Con un premio tan poco atractivo y un plazo tan breve se presentaron únicamente cuatro bocetos en el tiempo estipulado y uno fuera de concurso. El jurado estuvo formado por el teniente de alcalde Sr. Calvo, Dionisia Lasuén, Virgilio Escoriaza y Jerónimo Vicén, quienes tras examinar los cuatro bocetos declararon desierto el concurso. Enterado el alcalde Sr. BaIlarín y en vista del poco tiempo que quedaba para la llegada de las fiestas, solicitó al jurado que aceptasen el boceto entregado fuera de tiempo siempre que "reuniese las condiciones y tuviese sabor local". De esta manera se aceptó el boceto que resultó ser, de nuevo, original de Victoriano Balasanz, cuyo trabajo se definió como,"acabadísimo de ejecución, de buen colorido y admirable dibujo". 

En El Noticiero, tras la descripción de todos los bocetos presentados al concurso, se hacía lo propio con el cartel presentado fuera de tiempo cuyo lema era "XII": 

"Bajo un cielo sereno, evolucionan varios aeroplanos. Se ve en segundo término el templo del Pilar y un efecto de agua.

De tamaño natural hay un grupo de figuras, una baturra sentada con la falda llena de flores y la acompaña una señorita tocada de mantilla blanca, otra muy elegante con sombrero de paja y algo más retirada otra joven más modesta ataviada.

En una pilastra campea el escudo de Zaragoza y a la izquierda, entre flores y casi debajo de las figuras, un niño tiene los atributos del Comercio y la Industria. Todo está muy bien detallado... ". 

En efecto, un grupo de jóvenes mujeres que simbolizarían lo tradicional y lo moderno, aparecen en un primer plano junto al escudo de la ciudad. Y la alegoría del comercio y la industria sin faltar la nota taurina. Todo el grupo se recorta ante un fondo en el que destaca la silueta del Pilar, y en el cielo aparece el número más importante de las fiestas de este año: la fiesta de la aviación para la que se preparó una gran exhibición en el campo de Valdespartera de los intrépidos aviadores Garnier y Tixier, amenizando el acto una banda de música. La muestra que hicieron estos aviadores franceses el día 11 de octubre fue, sin duda, la atracción más importante de las fiestas, y para que todo el mundo pidiera contemplar sus piruetas en el aire, se preparó un servicio especial con precios reducidos, tanto por la Empresa de tranvías, como por la Compañía ferroviaria. Algo tan importante, desde luego, no podía faltar en el cartel de fiestas. Aparte de esta nota y de lo moderno del tema no hay nada destacable en el tratamiento de este cartel de fiestas, que está en la misma línea que el cartel de 1907, obra del mismo autor, es decir, una pretensión de realidad, pero de composición algo desmañada, dibujo muy poco flexible y colorido descriptivo, a juzgar por la reproducción realizada en los talleres de la viuda de Eduardo Portabella.

En cuanto al color, el artista no utilizó tintas planas sino que jugó con los colores para reproducir la calidad de las telas, puntillas, plumas, etc. como si de un cuadro realista se tratase. 

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Cartel Fiestas del Pilar 1911

Titulo: xxxx

Autor: Nicolás Escoriaza

En 1911 se advertía, a través de la prensa, un renovado, aunque mínimo, interés por parte de la Comisión de Festejos para preparar las fiestas del Pilar, y, para ello, lo primero que se hizo fue repartir la propaganda de las fiestas por todas las provincias españolas:

" ... El presidente, Sr. Pellejero, dió cuenta de que se habían repartido por todas provincias españolas y pueblos de Aragón 10.000 programitas anunciadores de las fiestas del Pilar y de que se estaba confeccionando en los talleres tipográficos de Portabella el cartel de fiestas, cuyo boceto ha sido pintado por el Sr. Escoriaza (don Nicolás), individuo de la Comisión de Festejos ... ".

Desconocemos cómo pudo ser el cartel que hizo el Sr. Escoriaza ya que ni siquiera apareció, como en otros años la descripción del mismo; sólo se hizo un breve comentario del que se desprende que no debió de agradar mucho:

“... el cartelito de fiestas de lo más mediocre que se ha visto... " .

 


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Cartel Fiestas del Pilar 1910

Titulo: xxxx

Autor: xxx

En 1910, ante la pasividad del Ayuntamiento que parecía desentenderse de nuevo de la organización de las fiestas el Sindicato de Iniciativa y Propaganda de Aragón (S.I.P.A.) celebró una reunión con las agrupaciones de los gremios, comercio, " fuerzas vivas", etc. para formar una junta que se encargase de recaudar fondos y organizar los festejos del mes de octubre. Esa reunión se hizo el 3 de septiembre y tres días más tarde la junta allí nombrada "en vista de la premura del tiempo con que se tropieza y la imposibilidad de poder confeccionar un programa digno" desistió de su labor organizadora de las fiestas.

Este año se celebraron los actos "más indispensables" y, por supuesto, no apareció en la prensa ninguna alusión al cartel de fiestas, lo que es comprensible después de conocer la falta de preparación de las fiestas, que nos hace suponer que aquel año no habría cartel de fiestas.

 


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Cartel Fiestas del Pilar 1909

Titulo: xxxx

Autor: Victoriano Balasanz

LAS CRISIS POLITICAS y EL CARTEL DE FIESTAS.

Tras 1908, que fue un año de esplendor en el que diversas actividades se sucedieron en Zaragoza bajo el signo del "triunfo por la paz, el arte y el progreso" surgió uno de los graves problemas que harían tambalearse al sistema político, económico y social de nuestra nación: la guerra de Marruecos. En efecto, la cuestión marroquí enfrentó a los partidos políticos (ya que algunos se oponían a tal aventura), dividió al ejército, originó un déficit de cientos de millones en una economía ya debilitada, y desencadenó graves conflictos sociales, culminando estos con la llamada "Semana trágica" de Barcelona que comenzó el 26 de julio de 1909.

Por supuesto, esta situación de crisis a todos los niveles también tuvo repercusiones en Zaragoza, en cuya prensa local se dedicaba todos los días la primera página al conflicto de Marruecos donde se hallaban muchos soldados aragoneses. Tanto es así que el Ayuntamiento no preparó un programa para las fiestas del Pilar e incluso se anunció en la prensa que en ese año de 1909 no iban a celebrarse tales fiestas. Este hecho levantó comentarios en la ciudad: unos querían celebrar las fiestas, otros no… . Reflejo de esta situación es la carta que fue enviada a Heraldo de Aragón, firmada por un zaragozano de la que entresacamos algunos párrafos:

" ... Parece ser que entre los miembros de nuestra Corporación Municipal, hay criterios opuestos en cuanto a la organización y celebración de las fiestas del Pilar en el año actual.

Mientras unos opinan que deben celebrarse con fastuosa solemnidad, otros son de parecer que deben reducirse a los actos religiosos, la salida de gigantes y cabezudos, reparto de bonos a los pobres, y aquellos actos que otras entidades organicen... pero nosotros, y con nosotros, sin duda la mayoría de los vecinos, opinamos que debe organizarse un escogido y variado programa ... las razones en que basamos nuestra opinión son de consideración, sin contar que para aquella fecha, es muy probable que haya triunfado en Marruecos nuestra justa causa, y en este caso, no podría organizarse en pocos dias los festejos, y menos aún hacer la oportuna propaganda que se precisa para que la afluencia de forasteros fuera tan importante como el comercio desea y necesita.

Por el motivo de la guerra, no han dejado de celebrarse las fiestas y ferias en ninguna otra ciudad de España, y de no efectuarlas en nuestra ciudad, perdería no pequeños ingresos el comercio, la industria, la clase obrera, las arcas municipales tan necesitadas de fondos y, en general, toda la población.

Podría  dárseles un cierto carácter piadoso... dedicado a implorar de cielo la terminación de la guerra y el triunfo de nuestras armas... esto para el creyente; y para todos celebrando funciones, tombolas etc., a beneficio de los que en África luchan por la santa causa de la Patria. Y como el tiempo que resta... es poco, y se necesita ya todo para organizar el programa y hacer la consiguiente propaganda, entendemos que debe de activar los trabajos ad hoc ... ".

Dos días después de la publicación de esta carta otro zaragozano mandaría otra en similares términos al periódico. El Ayuntamiento, por fin decidió celebrar las fiestas del Pilar y para ello una de las primeras noticias fue la relativa al cartel que aquel año también sería obra de Victoriano Balasanz del que solo conocemos su descripción a través de la prensa:

" El asunto es muy bonito y está interpretado con mucha corrección y elegancia.

Domina como motivo principal del cartel, una escena genuinamente baturra que representa una fiesta de jota a orillas del Ebro con varias figuras de bailadores muy bien dibujados.

En la cabecera del cartel se lee la consabida leyenda de Fiestas del Pilar, Octubre 1909 y campea un hermoso escudo de Zaragoza orlado de guirnaldas muy bien distribuidas de geranios.

Termina el cartel una silueta del Pilar a la luz de la luna y un espacio para anunciar los principales festejos ... ".

De este cartel se tiraron 300 carteles grandes y de 3.000 a 4.000 pequeños.

Si 1909 fue un año difícil, no serían mejores los siguientes; la "guerra del Riff’ no se terminaba nunca y el desconcierto era total en el país.

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