La Crónica | I Teorema de la efectividad: 2 disparos = 2 goles = 3 puntos | | La entrada del cabezón ha sido decisiva |
| 30/9/2007.- El Real Zaragoza sumó su segunda victoria consecutiva en casa tras vencer por dos goles a cero al Sevilla. El conjunto de Víctor Fernández realizó una primera parte similar a la de Barcelona, con falta de intensidad y mal juego, donde sólo César se salvó de la quema. Sin embargo, la entrada de D'Alessandro en la segunda parte revolucionó el encuentro y marcó las diferencias y también uno de los goles. El Cabezón marcó de falta directa en el 8 de la segunda parte mientras que Sergio García culminó en gol una extraordinaria jugada de Gabi y un preciso pase de Óscar. | Ficha técnica | 2 - R. Zaragoza: César; Cuartero, Pavón, Sergio Fernández, Juanfran, Gabi , Luccin, Zapater, Aimar (Oscar, min.81), Oliveira (D'Alessandro, min.46) y Diego Milito (Sergio García, min. 71). 0 - Sevilla: Palop, Dragutinovic, Fazio, Boulahrouz, D. Alves, Martí, Keita, Adriano (Renato, min.67), L. Fabiano, J. Navas(Poulsen, min. 66) y Kone (Kanoute min. 65). Goles: 1-0 Matuzalem (17') ; 1-1 Juanfran (24') ; 2-1 Diego Milito (70') Árbitro:Pérez Burrull, cántabro. No se complicó nada la vida en un choque tranquilo en su parcela. Más que notable. VER ACTA ARBITRAL Incidencias: Presenciaron el choque unos 30.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del socio número uno del Zaragoza, José Pérez García. | Por Joca Nunca el Real Zaragoza de los últimos años había rentabilizado tan bien dos disparos a puerta y se había podido quitar del medio a un rival, a priori, llamado a hacer grandes cosas como es el Sevilla.
El conjunto aragonés necesitaba la victoria en La Romareda y la consiguió. No importaba tanto el cómo la consiguiera sino que los tres puntos subiesen al casillero del conjunto aragonés. Y... ¡Vaya si subieron!
Víctor Fernández, de nuevo, se empecinó en jugar sin bandas y en colocar a los mismos cromos del rombo, aunque en este caso en la línea de cuatro del centro del campo. Es decir, el técnico aragonés seguía convencido en seguir jugando igual que en Barcelona el pasado miércoles, partido de infausto recuerdo para la parroquia blanquilla. Y así le fueron las cosas al Real Zaragoza en los primeros cuarenta y cinco minutos.
La primera parte fue anodina, aburrida y con los nervios a flor de piel cada vez que los de Juande se aproximaban a la meta defendida, un día más de forma sensacional, por César Sánchez. El Real Zaragoza fue incapaz de tirar ni a portería ni fuera de ella ni una sóla vez en los primeros 45 minutos.
Sin embargo, el Sevilla, jugaba de memoria, jugaba sólo, aunque demostraba que no es el que maravilló la anterior temporada. Los de Juande no brillan como el año pasado y de cara al marco contrario no están tan finos. Aunque eso sí, dejaron en la primera parte, donde fueron muy superiores al Zaragoza, jugadas como la de Koné y un rosario de disparos que, afortunadamente para los blanquillos, no acabaron en gol.
Sin embargo, un hecho cambió el devenir del encuentro. Tras el descanso, Víctor decide dejar en las duchas a Oliveira y sacar sobre el terreno de juego a D'Alessandro. La entrada del argentino revolucionó al Real Zaragoza que, aunque estuvo a punto de encajar un gol en el primer minuto tras la reanudación, mejoró sustancialmente su imagen.
Fue como si D'Alessandro hubiese ejercido dentro de sus compañeros de bebida isotónica y hubiese dado "alas" a la moral del maltrecho y depresivo Zaragoza de la primera parte. Y fruto de ello, no de las ocasiones creadas, llegó el gol. Y tuvo que venir de falta directa botada por el propio Andrés que Palop no acierta a atrapar y se cuela al fondo de las mallas de la portería del gol sur. Primera igualdad del teorema de la efectividad máxima: 1 disparo = 1 gol. Algo bien distinto de la siguiente igualdad: 14 diparos = 0 goles del Sevilla.
Llegados a ese punto, el partido se volvió loco. El Sevilla seguía, como una hormiga, currante currante intentando seguir creando ocasiones y esperando "la oportunidad" que aunque llegó no se materializó. Sin embargo, Víctor decidió seguir moviendo el banquillo y, en esta ocasión fueron Sergio García y el defenestrado Óscar los encargados de saltar al terreno de juego y de protagonizar la mejor jugada de la noche.
Gabi, sensacional y currante un día más, recupera un balón en el centro del campo, que le cede a Óscar. El salmantino le mete un preciso balón a Sergio García que lo deja delante de Palop para que éste le haga una vaselina y meta el segundo gol y último de la noche a 4 minutos del final. Partido sentenciado y resolución del 1er Teorema de la efectividad: 2 disparos = 2 goles = 3 puntos
Con esta victoria el Real Zaragoza se quita del medio la presión de las últimas jornadas y, aunque consiguió una victoria sin brillo, Víctor logró implicar de nuevo a la grada e involucrar a algunos jugadores que o bien no se sentían titulares (caso de D'Alessandro) o bien no se sentían parte del proyecto (caso Óscar). Así pues, con dudas aunque con la moral por las nubes los de Víctor esperan ya al Aris de Salonica el jueves a las 9. |
| Puntuaciones (de 0 a 5) | César: 4. De nuevo volvió a salvar al Real Zaragoza de una nueva goleada. Por ello contribuyó desde atrás a que se forjara la victoria aragonesa. Cuartero: 2. Cumplió sin demasiados alardes en la banda derecha. Volvió a la titularidad y mejoró la actuación realizada por Diogo en los últimos encuentros. Sergio Fernández: 3. Fue el mejor de la zaga con diferencia, dentro de la mediocridad de la defensa aragonesa este año. Pavón: 1. Sigue sin enterarse de lo que va la fiesta. Está desconocido respecto del Pavón qu ese vió en pretemporada. Juanfran: 2. Realizó un excelente despliegue físico aunque, de nuevo, le tocó lidiar con un buen toro: Jesús Navas. A pesar de eso cumplió. Gabi: 3. Estuvo francamente bien. En la primera parte fue de lo poquito salvable y en la segunda fue piedra angular junto con D'Alessandro de la revolución psiquica del equipo. Zapater: 2. Estuvo atento al corte aunque cometió errores en la creación. Luccin: 1. No se enteró de lo que iba la fiesta y estuvo disperso de mente y espeso en el juego. Aimar: 2. De nuevo motor del equipo aunque sin que este esfuerzo se plasme en jugadas de gol. Oliveira: 0. Ni las olió. Fue sustituido en el descanso y no creó ni una sóla oportunidad de gol. Diego Milito: 0. Al igual que Oliveira estuvo desaparecido en combate y siempre muy lejos de la portería. Así, es imposible. D'Alessandro: 4. Fue el auténtico revolucionario del partido. Su entrada en el terreno de juego insufló de aire puro al conjunto aragonés. Fue el encargado, además, de anotar el primer gol de la noche y su primer gol en la presente temporada. Óscar: 2. Hizo la jugada del gol y poco más. Pero dejó muy clara su calidad y corroboró el famoso dicho de que si quieres puedes. Sergio García: 3. Marcó un gol sensacional y sentenció el encuentro. Razones suficientes para que su labor sea calificada de buena. | 0 - Nulo 1 - Flojo, suspenso 2 - Aprobado 3 - Bien 4 - Notable 5 - Excepcional |
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