LIGA 2ªDiv. 2021/22 JORNADA Nº33 (27.3.2022)
LIGA 2ªDiv. 2021/22 JORNADA Nº33 (25.3.2022)
PARTIDO OFICIAL Nº 3554
REAL ZARAGOZA 1-1 AMOREBIETA
Ficha de Partido | Temporada 2021/2022 | Jornada 33 |
Fecha: 25/03/2022 Hora: 21:00 h |
Real Zaragoza
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| Amorebieta
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ENTRENADOR SUSTITUCIONES
| GOLES
| ENTRENADOR SUSTITUCIONES
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Real Zaragoza 1-1 Amorebieta
56.2 % Posesión 43.8 %
2 remates dentro 4
7 disparos bloqueados 2
6 remates fuera 6
12 disparos recibidos 15
1 tarjetas amarillas 5
0 tarjetas rojas 0
14 faltas recibidas 11
13 faltas cometidas 15
188 perdidas de posesion 161
75 recuperaciones de posesion 77
1 fueras de juego 0
xxxxxx
El Real Zaragoza salva un pobre empate ante el penúltimo, el Amorebieta, ¡en el minuto 96!
Azón, como siempre en el último mes, evita el ridículo de haber perdido un duelo de bajo nivel futbolístico ante los vascos, que se adelantaron en el 77 en un córner.
Iván Azón Monzón. Cinco goles en un mes y un saco de puntos para aupar al Real Zaragoza de la zona más baja de la clasificación hasta las tierras de nadie, de la calma. El último, en esta noche de viernes ante el penúltimo clasificado, el Amorebieta, que llegó al minuto 96 ganando 0-1 a un paupérrimo equipo aragonés que rozó un marcador para sonrojarse in eternum. El canterano, suplente un día más, maquilló el problema con el 1-1 final que igualaba el tanto de Óscar Gil a falta de solo 13 minutos para la finalización del choque en un córner fatalmente defendido por los aragoneses.
Fútbol de hojalata, de metal menor, el que ya se vio en una primera parte bastante impropia de la liga profesional. Un rival, el modesto Amorebieta, que mostró en todo momento decenas de carencias futbolísticas que sostienen su penúltima posición, casi agónica. Un Zaragoza lleno de bajas, remendado por Jim como supo y pudo, en especial en la línea media. Un terreno de juego que, pese a parecer en la previa que estaba bien, resultó ser una pista de patinaje fruto de las lluvias de la semana y un extraño estado de blandura. Total, una mezcla de nivel poco digestible para el público. feo, pesado y escasamente plástico fue lo visto hasta el descanso.
No puede quejarse el equipo zaragocista del 0-0 del intermedio. Dos regalos, otros días letales, de Chavarría y Cristian Álvarez propiciaron las dos ocasiones más claras de gol en ese periodo, ambas del Amorebieta, claro. En el minuto 17, Nolaskoain recogió la ‘cesión’ del lateral blanquillo a la salida de un córner, un despeje corto en el área, y lanzó alto cuando estaba solo con todo a favor. Y aún fue más nítida la errada por Guruzeta en el 42, tras un pase mortal del portero local en una pésima salida desde atrás comenzada ya antes por un dubitativo Lluís López. El punta vasco, con la portería vacía, remató fuera, mal. Así que, del mal, el menos.
Trufadas entre estas dos manchas defensivas aragonesas se gestaron varias llegadas ante el portero Santamaría con aroma de gol, cierto es. Pero sabido es que la puntería de los de Jim es este año penosa. Ese mal es de fábrica y no tiene arreglo. Las más notorias las tuvo, de forma gemela, el inerte Sabin Merino, de cabeza, en el segundo palo, a centros idénticos de Sainz. La primera la echó fuera por dos metros, mal, en el 34. Y la segunda, en semiplancha, la tiró a un palmo del mismo palo en el 38. No tiene un átomo de inspiración el fichaje invernal de Torrecilla. Antes, Zapater había desaprovechado una falta directa al borde del área, en el 30, que tras dar en la barrera se fue a córner rozando el poste izquierdo. Lo demás, fuegos de artificio de Eugeni, de un alborotado Álvaro Giménez y de un Vada empeñado hasta tres veces en chutar al muñeco en posiciones francas, en vez de colocar.
El Amorebieta jugó a sujetar el empate inicial como botín mínimo en un día en el que solo les servía ganar y, con el paso del segundero, esperar que lloviera del cielo el 0-1. Y le faltó el canto de un euro para salirle el plan perfecto. Guruzeta dejó salir a córner a su favor un balón que era jugable con peligro en el área a poco del descanso. Muestra clara de que la fe de los norteños estaba en el balón parado, no en su destreza en el movimiento de la pelota corrida. El Zaragoza… no se sabe bien a qué jugó. Empezó con buen fuelle, como siempre, pero le duró la sensación menos de un cuarto de hora. Y después, todo al tuntún. La medular, con Zapater, Vada y Eugeni fue un tanto etérea. En punta, Sainz y Merino, en las bandas, quisieron pero casi nunca pudieron con una zaga de cinco hombres. Y Giménez es siempre una isla cuando los rivales se cierran. No hay fútbol para generar peligro con asiduidad. Gámez y Chavarría, los laterales, esta vez no anduvieron finos en sus incorporaciones, siempre deslavazadas a la hora de la verdad.
Así que todo quedó pendiente de una segunda mitad que era una incógnita enorme. Y con un banquillo, el de Jim, lleno de chicos del filial y pocas alternativas a priori. No hubo cambios en ningún bando de entrada. Y el Real Zaragoza volvió a reiniciar el lance con empuje, con un disparo al poste de Sainz a bocajarro tras centro de Chavarría en el 47. Ese tipo de ocasiones, en días así de obturados, no se deben fallar en momentos tan claves. El Amorebieta replicó con una llegada en la que Bilbao casi remata en el área chica en un barullo. Todo estaba abierto de par en par. El que primero golpeara tenía medio partido ganado. Lo sabían ambos. El dominio fue claro de los aragoneses, con el Amorebieta amurallado. Pero siempre faltaba ese último toque de calidad que nadie encontró. Eugeni, el más capacitado, estaba siempre lejos de la jugada decisiva. Los pitos de la grada fueron in crescendo por los fallos claros del equipo… y se pidió enseguida al, de nuevo suplente, Azón. Es ya cuestión de estado.
Una buena llegada, aislada, de los vascos, rematada alta por San José en la corona del área, provocó una sonora bronca de la grada hacia el equipo y el banquillo. No era día de paciencia. Hizo daño la dejadez vista en Cartagena seis días antes. Eso se paga. Debía espabilar, y mucho, el apático Zaragoza de este viernes. El runrún era ya clamor a falta de 25 minutos. El primero que movió fichas fue Mujika, el técnico visitante, metiendo metralla en punta. Al minuto, Jim reaccionó e introdujo en el campo a Puche y Azón, los salvadores del último duelo en casa ante el Fuenlabrada. Era la misma jugada de baraja sobre tapete, esta vez a falta de menos de media hora.
Las sustituciones le sentaron mejor al Amorebieta, que casi marcó por medio de Obieta en el 70 de un potente testarazo a centro de Seguin que detuvo bien Cristian Álvarez. El Zaragoza se iba deshilachando cada vez más, nervioso, sin poso en ninguno de sus hombres. El cambio de Eugeni -fundido siempre cuando llega a la última media hora- por Nieto originó cierto estupor en las gradas. La falta de recambios de Jim era evidente. En el 76, una falta lejana de Seguin casi se coló sin que nadie la tocara, dio en Jair y se fue a córner. Y a la salida de ese saque de esquina… la tragedia prevista si los vizcaínos encontraban petróleo en algún balón parado: Óscar Gil, cabeceó a la escuadra derecha y coló la pelota en la red. El 0-1 cuando solo restaban 13 minutos olió a chamusquina. Ha vuelto el Zaragoza desgraciado y carente de todo tipo de mecanismos mínimos para jugar la pelota. Y, claro está, sin gol en sus piezas. O sea, un equipo sin cuerpo ni sustancia alguna. Perder con este Amorebieta de rango menor era, obviamente, un tremendo desdoro.
Mujika cerró al equipo en un castillo de defensas con el doble cambio en el 81. Para ellos, el triunfo era pasaporte para su milagrosa salvación, si llega en mayo. Daban la vida por esta victoria. A todo esto, el Real Zaragoza, lejos de reaccionar, no mostró ni una gota de orgullo. Lo del otro día en Cartagonova. El público coreó con olés los pases de los vascos. Cachondeo con sorna aragonesa, de la que duele. Y el Amorebieta empezó a no querer jugar más, fingiendo lesiones, una tras otra. Y Vada perdió el oremus en un rifirrafe con Obieta e hizo perder otros dos minutos largos, con una expulsión que el VAR rectificó a un mal árbitro como es Ávalos.
El castigo para el pobre Amorebieta se había escondido en el minuto 96, el último del aumento. Azón, siempre Azón, cabeceó en carrera un centro -bueno por fin- de Gámez en la última jugada del partido. Lo hizo con potencia, a su modo. El 1-1 que quebraba la vida de los vizcaínos y simplemente aliviaba el ridículo zaragocista de haber caído con el penúltimo, un rival de hechuras muy débiles. Al final, otro empate al serial histórico de este penoso curso que ojalá acabase mañana. Aún habrá algún visionario que hablará de promoción de ascenso. Esos arrebatos de optimismo populista son propios del peloteo que tan popular hizo ‘La Codorniz’ en tiempos de periodismo inteligente. Pero hace días que esto huele a fin insulso de un curso, otro más, de padecimientos diversos.
Ficha Técnica
Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Gámez, Lluís López, Jair, Chavarría (Nano, 86); Zapater, Eugeni (Nieto, 75), Vada; Sainz (Puche, 64), Álvaro Giménez y Sabin Merino (Azón, 64).
SD Amorebieta: Santamaría; Aldalur (Lozano, 75) Nolaskoain, Irazabal, Óscar Gil, Seguin; San José, Olaetxea (Luengo, 81), Bilbao (Álvaro Peña, 63); Moreno (Obieta, 63) y Guruzeta (Ozkoidi, 81).
Árbitro: Ávalos Barrera (Comité Catalán). Amonestó a Seguin (29), Irazabal (44), Óscar Gil (64), Nolaskoain (89), Obieta (90) y Vada (90).
Goles: 0-1, min. 77: Óscar Gil. 1-1, min. 96: Azón.
Incidencias: Noche fresca en Zaragoza, con 15 grados al inicio del partido (las 21.00) tras un día primaveral. El césped de La Romareda estuvo algo blando y muy resbaladizo por las últimas lluvias. En las gradas hubo alrededor de 13.000 espectadores. El árbitro expulsó a Vada (90) con roja directa por un encontronazo con Obieta y el VAR le rectificó.
Iván Azón rescata otra vez al Real Zaragoza y a JIM
Un gol de cabeza del joven delantero en un largo descuento evita que el Amorebieta derrote en La Romareda a un equipo aragonés sin ideas y repleto de bajas.
Otra vez Iván Azón. Otra más. Juan Ignacio Martínez se empeña en no alinearlo como titular, pero el joven delantero aragonés no deja de rescatar al Real Zaragoza y al propio entrenador, cuyas excusas ya no hay quien las defienda. Un cabezazo de Azón en el minuto 96 evitó la victoria del Amorebieta en La Romareda y salvó a un Zaragoza sin ideas y plagado de bajas, y al que no le da más que para acabar la temporada en la mitad de la tabla, sin agobios, pero sin aspiraciones.
Lluis López, Vada y Borja Sáinz fueron las tres novedades en el improvisado once de JIM, que, para no perder la costumbre, volvió a dejar en el banquillo al “titularísimo” Iván Azón, mientras Haritz Mujika presentó hasta cuatro cambios en su alineación, dos de ellos forzados por la ‘cláusula del miedo’. Así Aldalur, Olaetxea, Seguín y Óscar Gil suplieron a Larrazabal, Markel Lozano, Andoni López y Javi Ros, el primero y el cuarto cedidos por el equipo aragonés.
El Zaragoza salió dominador, como si quisiera expiar rápidamente sus pecados de Cartagonova, y puso coto con más corazón que intención a la portería de Santamaría, pero su ímpetu fue como un fogonazo y no tuvo consecuencias. El Amorebieta, protegido por sus tres centrales, aguantó con orden la tímida embestida y hasta pudo sorprender pasado el cuarto de hora con un remate alto de Nolaskoain, libre de toda marca, en un córner muy mal defendido.
A lo más que llegó a asustar el Zaragoza en todo el primer tiempo fue en una falta al borde del área para un zurdo que quiso lanzar Zapater y que acabó en saque de esquina, y en dos cabezazos de Sabin Merino a centros de Borja Sáinz, que se fueron rozando los postes. Pero entre los tres palos, ni un disparo.
A tres minutos del descanso, el Amorebieta se encontró con un regalo inesperado, pero Guruzeta, con todo a su favor, no aprovechó el pase errado de Cristian Álvarez, cuyo juego de pies no ha mejorado ni con el paso de los años.
El Zaragoza, agitado en el intermedio, comenzó la segunda parte como un cohete y Borja Sáinz, tan activo como confuso, estrelló en el palo un centro chut de Chavarría, pero otra vez el Amorebieta logró ralentizar el juego y cortocircuitar la capacidad creativa del equipo aragonés, de por sí muy disminuida sin Francho ni Jaume Grau.
A media hora del final, con el equipo vasco crecido y el público enfadado, JIM volvió a recurrir a la desesperada a Iván Azón y a Puche. Pero para entonces el Amorebieta ya había desarbolado al centro del campo del Zaragoza, y su ambición acabó teniendo premio en el minuto 78 al cabecear Óscar Gil, adelantándose a Jair, un córner sacado por Seguín.
A partir de ahí, el Zaragoza cayó en las prisas y el desánimo y fue presa fácil de un Amorebieta que mejoró con los cambios y demostró en La Romareda que quiere vender cara su suerte hasta el final. Pero no contaba con Iván Azón, que sigue en estado de gracia y que en la última jugada de un largo descuento volvió a rescatar al equipo aragonés y al propio JIM.
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