Concurso Sardinas Lisboa 2019
¿Por qué Lisboa huele a sardina desde principios de junio?
Alrededor de la festividad de san Antonio, todos los barrios de la capital portuguesa inician sus fiestas populares en las que no pueden faltar esta delicia del mar
Sardinas ganadoras.
El 13 de junio es san Antonio, patrono de Lisboa. Su celebración es la excusa para el inicio de las verbenas antes, durante y después del santo, pues estas seguirán en pie con la excusa de que llega san Juan y luego san Pedro, y ya que el santo cae en jueves por qué no empezar la fiesta el fin de semana anterior. Total, que Lisboa huele a sardina desde principios de mes y así olerá hasta que llegue julio, casualmente, un lunes.
Exactamente, Lisboa huele a sardina desde el día 1, porque en esa fecha los pescadores pudieron comenzar a echar sus redes a este pez, después de ocho meses de prohibición. Según los científicos, la especie se encuentra en peligro de extinción y Portugal tiene buena parte de culpa. En este mes, los portugueses compran 13 sardinas por segundo, según Docapesca, empresa estatal que controla las lonjas. Tienen el récord mundial de ingesta de sardinas en un mes. Si solo se comieran las que pueden pescar su flota, serán 5.000 toneladas, pero se quedan cortas y los mercados tienen que comprar sardinas marroquíes y españolas, si es que los peces también tienen nacionalidad.
Otro anuncio ritual de la llegada de las verbenas es el concurso de diseño de sardinas de cerámica, que ha cumplido su novena edición y que cada año cobra más importancia, no solo por la calidad artística de los participantes, sino también porque son un reflejo de las inquietudes de la sociedad.
En este año, de las cinco ganadoras, una sardina representa al feminismo, otra al alojamiento local (Lisboa es la ciudad europea con más habitaciones Aibnb per cápita, según Moody’s) y otra las multitudes que siguen estas fiestas populares.
Así que Lisboa se viste de sardina, huele a sardina asada y suena a chuntachunta en terrazas de bares y hoteles, en sociedades deportivas, comunidades de barrio y patios particulares, pues quien más quien menos organiza su propia sardinada. Así que el turista ocasional debe incorporar a su guía turística una noche de verbena popular si quiere saborear Lisboa.
Las hay ahora de todas las clases, verbenas sin sardina, verbenas veganas, verbenas carnívoras, verbenas ecológicas, verbenas gais, verbenas infantiles, verbenas religiosas, verbenas con orquesta, pero si solo se vive una vez, que sea una verbena fetén, de las de la asociación de barrio de toda la vida, y ya puestos, qué más popular que las que se organizan en Alfama y la Morería. Para llegar a ellas no hace falta el Google Maps, guíense por el olfato.
La noche principal es, naturalmente, la de san Antonio, del 12 al 13 de junio; en ese día hay programadas 24 fiestas populares en todos los barrios de la ciudad. Destacan las de Alfama, la Morería, Alvalade, Parque de las Naciones, Bica y Benfica, aunque cada barrio, lógicamente, dice que la mejor es la suya.
En Alfama, la verbena del Beco das Cruzes programa 20 verbenas en los 25 últimos días del mes, al igual que el Marítimo Clube Lisboa en la Bica; es decir, que para los turistas será fácil coincidir con alguna de ellas, aunque hay otras de tanto raigambre como la de La Voz del Operario y la de Villa Bertha, en el no menos típico barrio de Graça. Es imprescindible echar una ojeada a la programación de Cultura na Rua.
Al igual que la ración de sardinas, la orquesta es imprescindible en una buena verbena (arraial), así que a la calidad del producto hay que añadirle la calidad musical. Que sean populares no significa que sean gratuitas. Hay que pagar módicos precios, aunque la ración de sardinas no baja de los 10 euros.
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