El trabajo de la estudiante del grado en Diseño de Producto, que reside en La Lastrilla, será el primer cartel de Titirimundi seleccionado a través de un concurso convocado por el Festival y la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Segovia Casa de los Picos, gracias a la financiación del premio, dotado con 300 euros, por el Casino de la Unión.
En esta primera convocatoria del certamen han participado medio centenar de estudiantes y alumnos titulados poniendo ilusión, técnica y creatividad, según ha destacado la directora del Festival, Marián Palma Castillo, quien se muestra “satisfecha” con el resultado del concurso.
El cartel guarda la alegría del Festival y el vacío de la pérdida de Julio Michel, su fundador. Con la grafía en amarillo sobre fondo negro, refleja una ‘T’ ligeramente inclinada en la que un equilibrista en monociclo desliza y mueve un títere de hilos. Esta imagen pretende expresar “la sencillez con la que Titirimundi transforma Segovia en pura magia y volvemos a la niñez”, comenta la autora, de 21 años, que participó en el proyecto de reconversión de la Plaza Fernán González con el equipo de Boamistura y ha tenido experiencia en diseño y desarrollo de marca para sendas empresas, así como diseño publicitario para Didáctica Gauss. “El amarillo —explica Cristina Padilla— responde a la felicidad, al sol de la niñez, y el negro representa el vacío que ha dejado Julio Michel”.
El jurado, compuesto por profesores de la Escuela de Arte y Superior de Diseño, el diseñador Roberto Turégano, la hija mayor del fundador y director de Titirimundi, Ana Estrella Michel Lois, y la actual directora del Festival, Marián Palma Castillo, ha reconocido el movimiento que refleja el cartel y la representación del espíritu de Titirimundi. Titirimundi siempre ha cuidado cada cartel, en cuya ilustración han participado diseñadores como Madrigal, el mismo Turégano, Gianni Ferraro, o Mikel Urmeneta y su marca Katuki Saguyaki, y su historia se refleja en cada uno de ellos, donde están presentes memoria y emoción.
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