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Copa del Rey. 2011/12 – Dieciseisavos vuelta

Copa del Rey. 2011/12 – Dieciseisavos vuelta

 

21.12.2011 – Copa del Rey. 2011/12 – Dieciseisavos vuelta

Partido oficial Nº 3092 del R.ZARAGOZA 

REAL ZARAGOZA 0-2 ALCORCON

Ficha técnica

0 - Real Zaragoza: Roberto, Zuculini, Lanzaro, Paredes, Abraham, Antonio Tomás (Kevin, 70'), Ponzio, Edu Oriol, Luis García, Lafita (Juan Carlos, 46') y Postiga (Ortí, 46').

2 - AD Alcorcón: Raúl Moreno, Carney (Montañéz, 56'), Agus, Javi Hernández, Bermúdez, Expósito, Sanz (Quini, 71'), Mora, Miguélez, Fernando Sales (Saúl, 63') y Oriol Riera.

Goles: 0-1 Riera (86') y 0-2 Quini (89').

Árbitro: Iglesias Villanueva, asistido por Costoya Rodríguez y Fernández Suárez. Amonestó Ponzio, Paredes y Abraham del Real Zaragoza y a Rubén Sanz y Miguélez por parte visitante.

Incidencias: Partido de dieciseisavos de Copa del Rey disputado en el estadio municipal de La Romareda.

Parte de defunción

El Real Zaragoza cayó eliminado de la Copa del Rey tras su derrota por 0-2 ante el Alcorcón en una nueva exhibición de un equipo sin vida. Consumado el desastre, la afición ha mostrado su profundo malestar y desprecio hacia el máximo accionista de la entidad.

Un año más, el Real Zaragoza se marcha eliminado de la Copa del Rey a las primeras de cambio y ante un Segunda. Triste consecuencia del estado de descomposición en el que se encuentra el equipo dirigido por Javier Aguirre, incapaz de dominar el partido ante un equipo de una categoría inferior y cuya debilidad le llevó, una vez más, a encajar dos goles en los últimos minutos del encuentro. La historia de la temporada repetida hasta la extenuación.

La primera parte fue un canto al bostezo solo interrumpido por tres acciones claras de gol para el cuadro visitante. El Real Zaragoza, que jugó con su teórico equipo titular, o al menos uno factible de serlo, mostró los errores, lagunas y fallos de los que suele hacer gala en el campeonato de Liga y, con un juego anodino y repetitivo, apenas supo inquietar a los amarillos, que todavía se estarán preguntando como pudieron marcharse al vestuario sin anotar ni un solo gol.

Tras varios minutos sin ningún tipo de acción reseñable, los blanquillos, inexplicablemente, se vinieron abajo cual castillo de naipes quedando a merced de los madrileños. Todo empezó en el minuto 27, cuando el veterano Fernandez Sales, toda una amenaza por el carril diestro de los alcorconeros, le robó la cartera a Lanzaro quedándose mano a mano con Roberto. El meta, excelso como siempre, consiguió evitar el gol pero el daño estaba hecho. Tres minutos, y tras otra pérdida en el centro del campo, Carney intentaba una vaselina desde fuera del área que se marchó por poco.

Con el Alcorcón completamente crecido, Rubén Sanz le arrebató la pelota a Ponzio cuando éste trataba de sacarla jugada y, en combinación con Sales, conseguía rematar desde dentro del área. Su chut salió demasiado alto aunque sirvió para torpedear, todavía más, la frágil moral aragonesa. Por último, Miguélez, en el 32, disfrutó de una doble ocasión que erró de manera increíble. Primero, totalmente solo ante Roberto, golpeó al portero. El rechace volvió a caer en las botas del extremo zurdo que, en su segunda tentativa, golpeó al larguero para incredulidad de todos los presentes. Un Segunda División sacaba los colores al que una vez fuera miembro distinguido de la aristocracia copera.

Cuando algo no gusta a Javier Aguirre, y es comprensible su descontento con lo visto sobre el verde, suele realizar cambios al descanso. Una práctica que esta temporada ha tenido que usar en varias ocasiones. Así, el mexicano dio paso a Jorge Ortí y Juan Carlos por Postiga y Lafita. Las alternativas surgirían su efecto y, por medio del extremo izquierdo, el Real Zaragoza llegó a portería. En dos ocasiones, en el minuto 5 y en el 15, el ex del Real Madrid Castilla probó fortuna, aunque en las dos ocasiones se estrelló ante el arquero visitante.

También Ortí dispuso de su ocasión, esta a pase de Edu Oriol, quizás el jugador con las ideas más claras de cara a portería contraria. Sin embargo, el canterano no supo definir bien. Poco después, el ariete se alió con Kevin Lacruz, que había entrado por un gris Antonio Tomás, en la segunda y última oleada zaragocista del partido. Por un momento, los de Aguirre parecían sueltos e, incluso, llegaron a contagiar al público de La Romareda, huérfano de alegrías. Mero espejismo.

Los últimos minutos de cada encuentro suelen ser terreno minado para los aragoneses y así fue una vez más. El delantero amarillo, Oriol Riera, fue el encargado de poner fecha a la defunción definitiva del Real Zaragoza. Minuto 86, 0-1, adiós a la Copa y protesta generalizada. En medio del ambiente de descontento, con el público cargando contra directiva, cuerpo técnico y jugadores, Quini hizo el segundo para los suyos. Remate de un cuerpo que ya yacía inerte sobre el verde.


 

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