REAL CLUB DEPORTIVO MALLORCA
REAL C.D. MALLORCA
Orígenes y antecedentes:
De confusa puede tratarse la introducción del fútbol en la capital balear, pues se desconoce a ciencia cierta cómo aparece y gracias a quien. De todos modos, lo que sí esta confirmado es que alrededor de 1902 surge el Club España, una sociedad íntimamente ligada al Círculo Ciclista de Palma que practica sus actividades en el velódromo de Son Espanyolet. A esta entidad pronto le suceden otras como el Mecánico F.C. en 1904, adscrita bajo las órdenes de la Compañía Isleña Marítima y el Palmesano F.C., además de la sección futbolística del Veloz Sport Balear, con sede en el velódromo d’Es Tirador y ya a mediados de los años diez otros como el Mallorca Foot-ball Club, quien asume el protagonismo en este periodo. La implantación del fútbol en la capital hizo que la afición creciese y bien pronto fue tomando cuerpo la idea de formar un conjunto fuerte con el que desafiar a ciudades de la península y, de paso, distraer a las masas en los ratos de ocio.
Historia del club:
Así pues, el 27 de febrero de 1916 se redactó el acta de constitución de la Sociedad Alfonso XIII Foot-ball Club, para que el dia 6 de marzo se constituyera la primera Junta Directiva del nuevo club. Su primer presidente fue elegido el 14 de abril, siendo Antonio Moner el que desempeñaría tal cargo. El club tomó como terreno de juego el denominado Campo de Buenos Aires. Este terreno de juego se inauguró el 25 de marzo frente al potente F.C. Barcelona que venía precedido de gran fama, perdiendo por un contundente 0-8. Tras jugarse unos amistosos con clubs catalanes se solicitó en el mismo 1916 ingresar en la Federación Catalana (la Federación Balear no existía por aquel entonces). La Federación Catalana aceptó en 1917 a regañadientes cuando el club era ya desde el 28 de junio del año anterior Real Sociedad Alfonso XIII F.C., título otorgado por S.M. El Rey D. Alfonso XIII.
Paralelamente a este proyecto nacen otros clubs en la ciudad de Palma como son: el Baleares F.C., fundado el 20 de noviembre de 1920 de la fusión surgida entre Mecánico F.C. y Mallorca F.C.; y el Athletic Club de Palma, nacido en 1922. Posteriormente acabarán fusionándose ambos en 1942 bajo la denominación de C.D. Atlético Baleares.
En cuanto a la Real S. Alfonso XIII F.C., este club ingresa en los primeros veinte en la recién creada Federación Balear y durante casi toda la década disputa encuentros ligados tanto al Campeonato de Mallorca como amistosos contra los numerosos adversarios isleños que van surgiendo. Pero ante todo es la presencia y disputa de partidos frente a clubs extranjeros y peninsulares de nivel lo que más atrae a la afición, quien acude en masa al campo ávida de espectáculo. En la temporada 28/29 la Federación Española implanta el Campeonato Nacional de Liga y el club balear entra en la puja, pero lamentablemente para sus intereses no consigue entrar en el Campeonato de Segunda División a consecuencia de su escasa trayectoria y ausencia de títulos, teniendo que esperar a la campaña 31/32 para ingresar en Tercera División, gracias a ser Campeón oficioso balear y gracias también a ser el primer club insular en ser admitido en Categoría Nacional, tras la gestión e insistencia de sus directivos. Es precisamente en 1931 tras la llegada de la II República cuando se ve obligado a cambiar de nombre, pasando a ser C.D. Mallorca. Desde aquí hasta la Guerra Civil, el club mallorquín pierde fuerza y no vuelve a figurar dentro del panorama nacional, manteniéndose en un segundo plano.
Tras la Guerra, el C.D. Mallorca resurge con fuerza y es invitado a entrar en el campeonato de Segunda División. En el grupo que se le asigna es cuarto, pero una reforma de las categorías nacionales lo lleva a Regional al final de la misma. Durante la temporada 40/41 realiza una campaña sin problemas e ingresa en Tercera División. En las temporadas 41/42 y 42/43 resulta tercero, siendo el empeño del club bermellón el conseguir lo antes posible el ascenso a Segunda División. Esta meta la consigue brillantemente al término de la temporada 43/44 tras proclamarse Campeón de su grupo y en la Fase Final.
Su ingreso en Segunda División lo vive de forma apasionada y con nuevos bríos, pues el 22 de septiembre de 1945 inaugura su nuevo Campo de Es Fortí, más tarde denominado Luís Sitjar. Deportivamente se realizan campañas aceptables, hasta que en la sesión 47/48 desciende a Tercera División al encadenar una serie de malos resultados. En la temporada 48/49 es tercero en su grupo y promociona para el ascenso, pero la ampliación a dos grupos que experimenta la Segunda División hace que ascienda de forma directa beneficiándose de esta medida.
El C.D. Mallorca recibe en 1949, tras la insistencia de su directiva, la autorización gubernamental para recuperar su antiguo título de Real, y desde entonces pasa a llamarse Real Club Deportivo Mallorca. En el aspecto deportivo permanecerá cinco campañas consecutivas en la división de plata sin demasiada relevancia, hasta que en la campaña 53/54 desciende a Tercera División tras ser decimosexto. Desde 1954 hasta el final de la década, el club bermellón inicia un verdadero calvario para recuperar la categoría perdida. En la temporada 54/55 es primero en su grupo pero no supera la Fase de Ascenso al ser último. En la sesión 55/56 es subcampeón pero ni tan siquiera llega a la Fase de Ascenso al ser eliminado previamente por la U.D. Mahón. En la campaña 56/57 es Campeón, pero en la eliminatoria por el ascenso se topa con el C.D. Alcoyano, 3-2 en el Collao y 2-1 en casa, siendo obligado la disputa de un desempate en el que pierde por 2-3. En la campaña 57/58 es nuevamente Campeón pero de nuevo eliminado en la Promoción. En esta ocasión elimina en principio al C.D. Mestalla: 5-0 en casa y derrota por 1-0 en Valencia. En la segunda eliminatoria cae ante el Elche C.F.: 1-0 en Palma y 4-2 en la ciudad alicantina. Por fin, en la temporada 58/59 consigue el objetivo tras ser primero en su grupo y eliminar a la U.D. Sans: 0-0 en Barcelona y 3-0 en casa; y al Club Gimnástico de Tarragona en la Final: 2-2 en la ciudad imperial y 6-0 en el Luís Sitjar.
El club balear después de muchos años de sentida ausencia, le tiene verdaderas ganas a la nueva categoría y conforma una plantilla espléndida que le lleva a Primera División por vez primera en su historia con Juan Carlos Lorenzo de entrenador y Jaime Rosselló como presidente. El Real C.D. Mallorca aguantará tres temporadas consecutivas en la categoría reina hasta que en la campaña 62/63 descienda al perder la Promoción con el Real C.D. Español: derrota por 2-1 en Barcelona y victoria en casa por 2-1, más derrota final en el partido de desempate en Madrid por 0-1. Un par de temporadas después conseguirá con bastante esfuerzo recuperar la Primera División, al proclamarse Campeón de su grupo de Segunda. La temporada 65/66 entre los grandes del fútbol nacional no es tan fructífera como la anterior etapa y a la primera de cambio pierde la categoría al ser decimoquinto, tras un apretado sprint final. El club bermellón, ante el lógico malestar de su afición, vuelve a una división de plata en la que no logra alcanzar los primeros puestos en las dos siguientes temporadas. Sin embargo, en la campaña 68/69 en medio de una categoría remozada que ha sido reducida a un solo grupo, finaliza tercero y asciende. Como sucediese en el capítulo anterior, el Real C.D. Mallorca es incapaz de mantenerse más de un año en la división de honor y una vez cumplido el torneo 69/70 es decimoquinto y acaba descendiendo.
Este descenso marca el principio de una década ruinosa para el conjunto mallorquín, pues no solo no consigue ascender sino que va de mal en peor a medida que avanzan los años, y en la temporada 74/75 desciende trágicamente a Tercera División. Deportivamente las cosas no funcionan, el club anda inmerso en una gran crisis y hacen falta dos años para salir de este pozo. Al final, en la campaña 76/77 se asciende a la recién creada Segunda B en lo que se considera una continuación del martirio bermellón, pues no solventa sus carencias. Por si fuera poco, la temporada 77/78 es calamitosa y el club cae estrepitosamente en Tercera División al ser decimoctavo. Son malos tiempos y se teme la desaparición de la entidad. Las fuerzas sociales de la ciudad de Palma se unen y con la colaboración de todos se consigue ser Campeón de grupo en la temporada 79/80 y el ascenso a Segunda B, un mal menor ante su delicada situación.
El proyecto emprendido por la directiva mallorquinista es devolver al club por donde solía estar pocos años antes y en la campaña 80/81 se proclama Campeón de su grupo, ascendiendo directamente a Segunda División. Son nuevos tiempos y el Real C.D. Mallorca parece lanzado hacia la Primera División, categoría que alcanza casi en tiempo record al ascender en la temporada 82/83. La temporada 83/84 por contra, significa una gran decepción para el club balear, pues acaba en decimoséptimo puesto y descendiendo a Segunda División. Pero la base para ser de nuevo un club grande ya esta sentada y en pocos años vuelve a ascender, tras conseguir el tercer puesto en la sesión 85/86. Los baleares se convierten en un equipo ascensor y durante la campaña 86/87 es la auténtica revelación del campeonato con un merecido sexto puesto en la tabla, delante de clubs con más solera. En la siguiente edición 87/88 es decimoctavo y desciende. En la campaña 88/89 es favorito claro para conseguir el ascenso, pero un apretado final le lleva a la cuarta plaza teniendo que jugarse mediante Promoción ante el Real C.D. Español una plaza entre los grandes: derrotado por 1-0 en Barcelona, consigue darle la vuelta en el Luís Sitjar con un 2-0 favorable que le da el merecido y ansiado ascenso.
En la temporada 89/90 inicia un nuevo ciclo de tres campañas consecutivas en Primera División, casi siempre con bastantes problemas deportivos que desembocan en un nuevo descenso a Segunda División finalizada la temporada 91/92, todo ello coincidiendo con la transformación de la entidad en Sociedad Anónima Deportiva a consecuencia de la nueva Ley del Deporte. El club pasa oficialmente a denominarse Real C.D. Mallorca, SAD. A destacar en estas fechas, resulta la memorable presencia en la Final de la Copa del Rey de 1991 que pierde ante el Club Atlético de Madrid por 0-1 en la prórroga, con la gran desilusión de sus seguidores y simpatizantes. En la temporada 92/93 tiene la oportunidad de volver a Primera División al ser cuarto, pero en la Promoción no puede superar al Albacete Balompié: 1-3 en casa e infructuosa victoria por 1-2 en el Carlos Belmonte. La segunda oportunidad llega en la temporada 95/96 tras ser tercero. Nuevamente la desperdicia al ser superado en esta ocasión por el Rayo Vallecano de Madrid: 1-0 en casa y derrota por 2-0 en Vallecas. Por fin, el ansiado ascenso llega en la temporada 96/97 cuando tras ser otra vez tercero, cumple venganza del Rayo Vallecano de Madrid y asciende por el valor doble de los goles fuera de casa: 1-0 en el Luís Sitjar y derrota por 2-1 en Madrid. Desde entonces el club balear milita en Primera División de forma interrumpida.
La temporada 97/98 es muy exitosa para el club: se es quinto en liga, se llega a su segunda Final de la Copa del Rey en la edición de 1998, aunque con derrota final en los penaltis tras empate a uno a lo largo del tiempo reglamentario, y, finalmente, se obtiene el pase para disputar la Recopa el año siguiente. En el mes de agosto se consigue la Supercopa de España al derrotar en ambos partidos al F.C. Barcelona: 2-1 en Palma y 0-1 en la ciudad condal. Quizás la temporada 98/99 es igual de buena, pero sin duda es aún más recordada que la anterior ya que el Real C.D. Mallorca llega a la Final de la Recopa de Europa en lo que se puede considerar la cúspide de su carrera. Después de realizar un gran torneo y eliminar al Heart of Midlothian F.C. de Escocia, al K.R.C. Genk de Bélgica, al N.K. Varteks Varazdin de Croacia y al Chelsea F.C. de Inglaterra, el Real C.D. Mallorca cae frente al S.S. Lazio de Roma por 1-2 en partido disputado el 19 de mayo en el estadio Villa Park de Birmingham, consiguiendo así el subcampeonato de la última edición de la historia de la Recopa. En cuanto a la Liga, queda clasificado en un magnífico tercer puesto que le habilita para disputar la Fase Preliminar de la Champions League y, posteriormente tras caer en esta, la Copa de la UEFA. En agosto de 1999 y ante el lamentable estado en el que se encuentra el viejo recinto del Luís Sitjar, se inaugura el moderno estadio de Son Moix, Ono Estadi en la actualidad, que supone un gran paso hacia lo que es la estabilidad del club durante muchos años en Primera División. Esa temporada 99/00 se es décimo en Liga.
El nuevo milenio lo estrena con un magnífico tercer puesto en la campaña 00/01, sentando al ilustre Luís Aragonés en el banquillo. El equipo se clasifica para la Champions League tras eliminar al H.N.K. Hajduk Split en la prórroga: derrota por 1-0 en Split y victoria por 2-0 en Palma. En la Liguilla queda encuadrado en el Grupo C, junto a Arsenal F.C., F.C. Schalke 04 y P.A.E. Panathinaikos. Debuta en Palma contra el Arsenal F.C. el 11 de septiembre de 2002, con victoria del Real C.D. Mallorca por 1-0 y gol de Engonga. A pesar de que el Real C.D. Mallorca consigue vencer a todos sus rivales para sumar un total de 9 puntos, no puede pasar a la siguiente fase. En Liga sin embargo, no obtiene tan buenos resultados y acaba decimosexto con muchos apuros.
En la temporada 02/03 de la mano de Gregorio Manzano se es noveno en Liga, pero en la edición de la Copa del Rey de 2003 se lleva a cabo un gran torneo y con todos los merecimientos se obtiene el ansiado título un 28 de junio en el Martínez Valero de Elche, al vencer al decano Real Club Recreativo de Huelva por 3-0, con dos tantos de su figura Samuel Eto’o y uno de Walter Pandiani, siendo sin duda su título más preciado y reconocido. En la campaña 03/04 se llega a Octavos de Final en la Copa de la UEFA ante el Newcastle United F.C., mientras que en Liga se es undécimo. La campaña 04/05 es bastante más discreta: cae prontamente en la competición de UEFA y en la Liga todo parece indicar que se va a perder la categoría. Un magnífico sprint final con numerosas victorias consecutivas, propician que se mantenga la Primera División un año más. En la temporada 05/06 los agobios deportivos presionan nuevamente al conjunto bermellón, quien tiene que apretar al final para salvar la categoría repitiéndose la trayectoria iniciada en la sesión precedente. En la campaña 06/07 se es duodécimo con su técnico talismán Gregorio Manzano, consiguiendo la permanencia sin apuros y con un club estabilizado accionaral y deportivamente.
En las últimas temporadas, el conjunto bermellón ha conseguido superar la décima plaza y goza del privilegio de estar entre los grandes, aunque su economía anda maltrecha y es previsible que en el futuro se produzcan cambios en su gestión.
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