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Pretemporada R. Zaragoza 2020/21 4°partido

Pretemporada R. Zaragoza 2020/21 4°partido

PRETEMPORADA 2020/21-4º AMISTOSO (19.9.2020)

REAL ZARAGOZA 1-0 GERONA

Ficha Técnica

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Vigaray (Francés, 77), Guitián (Clemente, 65), Atienza, Nieto; Eguaras (Zapater, 77), Javi Ros; Nick (Francho, 77), Lasure (Chavarría, 65); Vuckic (Sancho, 77) y Narváez (Baselga, 77).

Gerona FC: Muric; Calavera (Maxi Villa, 75), Ramalho (Alcalá, 60), Bernardo, Franquesa; Gumbau (Diamanka, 60), Ibrahima Kebé (Granell, 27); Valery (Gallar, 60), Samu Sáiz (Ferrán, 75), Jairo (Turmo, 75); y Pablo Moreno (Zeballos, 60).

Árbitro: Baiges Dones (Comité Aragonés). Amonestó a Nick (52).

Goles: 1-0, min. 62: Vuckic.

Incidencias: Tarde fresca, 22 grados al inicio del choque (a las 19.00), con ambiente húmedo de tormenta y con lluvia débil y constante. El césped de La Romareda poco a poco va mejorando del tratamiento que se le ha hecho en las últimas tres semanas y está con un aspecto aceptable.

Victoria del Real Zaragoza, que mejora su imagen del verano ante el Girona

Un gol de Vuckic en la segunda parte dio el triunfo a los de Baraja, que disiparon muchas de las dudas emitidas en los amistosos previos y dejaron destellos esperanzadores.

Fin de la pretemporada del Real Zaragoza con un triunfo, tan necesario como agradable, ante el Girona, uno de los favoritos en Segunda División un nuevo año. El equipo aragonés ganó 1-0 con un gol del recién llegado Vuckic en la segunda parte, después de haber sido superior en el transcurso del duelo preparatorio a los catalanes. Fue un episodio balsámico para todo el mundo, plantilla, técnicos, dirigentes y afición, después de la preocupación que habían originado los dos enfrentamientos anteriores contra el Getafe y el Nástic de Tarragona.

Interesante resultó ya el primer tiempo, pese al 0-0 parcial. Al menos, a diferencia de los dos días previos ante Getafe y Nástic, se apreció una idea clara de juego, un plan con el 4-4-2 que quiere poner en escena cada fin de semana Baraja. Y eso que faltaron timoneles, pues ni Eguaras ni Ros, el doble pivote elegido, tuvieron inspiración con la pelota en los pies. El mejor del equipo aragonés fue, con diferencia, el delantero colombiano Narváez, muy extenso en su repertorio: bajó a recibir, cubrió bien muchos balones a espaldas de la zaga catalana, abrió espacios, se fajó permanentemente con los defensores sacando faltas y, además, logró hallar dos remates que podían haber acabado perfectamente dentro.

El primero, en el minuto 7, en una volea en carrera, muy bonita, a pase elevado de Lasure (interior zurdo a falta de extremos aptos físicamente para jugar, por las bajas de Zanimacchia, Bermejo y Papunashvili). El nuevo delantero zaragocista empalmó con buena dirección pero el portero Muric hizo un paradón evitando el 1-0, que hubiese sido de ovación. Y el segundo, en el 39, empalmando en el área de primeras un centro raso de Nick, encontrándose de nuevo a Muric atinado abajo.

Las otras dos opciones de gol que firmó el Real Zaragoza antes del descanso llegaron muy pronto, en un inicio efervescente de los de Baraja, ambas mal culminadas por el citado Nick, activo y con ganas pero extrañando el papel de interior-extremo derecho que le volvió a otorgar el entrenador vallisoletano. En el minuto 2, el guineano no logró conectar una pelota suelta tras un centro raso al área de Lasure que se quedó a placer para buscar la portería gerundense. Y en el 5, el canterano zaragocista, solo en la corona del área, chutó mal, muy desviado, con todo a favor. Nunca fue lo suyo el disparo entre palos.

Por parte visitante solo cupo anotar una ocasión, pero fue realmente clara. La protagonizó el joven Pablo Moreno, cedido por el Manchester City, anticipándose a las espaldas de los dos centrales blanquillos, en esta cita Atienza y Guitián. Por fortuna, Cristian Álvarez previó la acción y llegó a tiempo en su salida, mano a mano, de abortar un gol que anduvo cerca. Poca pólvora presentaron los de Francisco, que puso un once inicial con muchas alternativas a los titulares. Y, además, ya no tiene a su matador del año pasado, el uruguayo Stuani, ni tampoco al mediapunta Borja García, ya en el Huesca. Solo Samu Sáiz, muy nervioso y alterado con Guitián toda la tarde, mostró aquella intención ofensiva que hizo del Girona un equipo mandón el año precedente.

En el Real Zaragoza se apreció que Baraja no da tanta rienda suelta a los laterales. Tanto Vigaray (y éste lo nota) como Nieto se han de ceñir mucho más a defender que a atacar. Sin chispa ni imaginación en la pareja de medios centro (los referidos Eguaras y Ros), las transiciones llegaron mayormente a través de pases largos desde las esquinas, con Lasure de más a menos (atinado al inicio, cansado después) y con Nick muy previsible. Arriba, Narváez dejó muestras de ser un punta muy aprovechable cuando el equipo empiece a tener ciertos automatismos adquiridos. Pero Vuckic, por tercera tarde consecutiva, se mostró flotante, con pocos recursos para fabricarse él solo las jugadas de peligro, sin aparición potable durante largos y largos minutos. El esloveno parece no haber encontrado la sintonía del Real Zaragoza todavía.

El segundo periodo arrancó sin cambios, más allá del forzado del potente centrocampista Kebé en el Girona a los pocos minutos por lesión. Se esperaba con ansias la confirmación de la mejoría del Real Zaragoza. Para ello era necesario ver más afán incisivo en punta, más continuidad en los balones y combinaciones cerca del área gerundense. Sabido es que sin gol no hay nada que hacer en esto del fútbol.

De entrada, el que salió más enchufado de la caseta fue el Girona. En 5 minutos pisaron el campo zaragocista más que en toda la primera mitad. En la primera llegada al área de Álvarez, el extremo Valery avisó empalmando alto por poco un centro largo al segundo palo que no restó de cabeza Nieto. Hubo un par de saques de esquina, esta vez bien defendidos (no como en Tarragona) por los blanquillos. Otro avance a destacar en los tiempos que corren.

La réplica de desahogo del Zaragoza llegó en un avance del esperado Vuckic, que cayó a la banda derecha, condujo la pelota con inteligencia entre tres rivales y asistió a Ros en la frontal para que buscase el marco visitante. El disparo del navarro se fue al Auditorio, muy alto. Poco a poco los de Baraja retomaron la iniciativa y, en esa fase de crecimiento, hubo un penalti por mano (codo) de Ramalho en un disparo de Eguaras desde la frontal, a pase de Nick en una jugada excelente de Vigaray por la línea de fondo, que el árbitro aragonés Baiges Dones no vio. En estos bolos de verano no hay VAR. En un partido de liga, seguramente hubiese habido pena máxima y se hubiese visto si hay lanzador nuevo en la remozada plantilla, pues se viene de un año con hasta 7 penales fallados.

A la hora de juego, Vuckic encontró el balón que lo hizo emerger como goleador blanquillo. Fue en el minuto 62 y el asistente iba de amarillo, era del Girona, el capitán Granell, que hizo una cesión errada, suicida, a su portero Muric. Realmente le entregó la pelota al ariete internacional con Eslovenia, que agradeció la gentileza para encarar al guardameta kosovar, regatearlo con clase y marcar así a puerta vacía el primer tanto del Real Zaragoza en esta breve pretemporada. Estos goles de regalo también sirven. Y mucho. De hecho, cuando es al revés, los palos para quienes fallan son superlativos. Así que está muy bien saber sacar provecho cuando son los otros los que la pifian. El 1-0 vino a hacer justicia con la mejor puesta en escena de los de Baraja todo el partido. Y, enseguida, llegó la batería primera de sustituciones en los locales. La recta final se afrontaba, pues, con otras hechuras diferentes.

El Girona intentó reaccionar y Samu Sáiz estuvo cerca de gestar el empate en un contragolpe individual en el minuto 74, pero ni disparó ni pasó bien a Gallar, por lo que el Real Zaragoza se libró del disgusto. Entre el alboroto de las caras nuevas en unos y otros, el equipo aragonés provocó un par de contras interesantes, una tras un corte de Chavarría que acabó mal el de Figueras y otra llevada por Baselga, también con mal final en el pase definitivo.

Con apenas tres partidos de pruebas en solo 7 días el Real Zaragoza, con las bajas por problemas físicos de Jair, Zanimacchia, Bermejo, Gabriel Fernández, Papunashvili, Igbekeme y Raí, más la especial situación de Guti y Kagawa (que se deben ir del equipo en breve tiempo), queda ya dispuesto para engancharse a la liga el sábado que viene en La Romareda ante Las Palmas. Se acabaron los escasos disparos con balas de fogueo. Lo siguiente ya tiene puntos en juego.

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