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3.8.2016 – 4º AMISTOSO – PRETEMPORADA 2016/17

3.8.2016 – 4º AMISTOSO – PRETEMPORADA 2016/17

3.8.2016 – 4º AMISTOSO – PRETEMPORADA 2016/17

   CD TERUEL 0-2 REAL ZARAGOZA


Ficha técnica

CD Teruel: Albero (Mario, 46); Jael (Fandos, 63), Cabetas, Durán (Biel, 73), Néstor (Lou, 21); Velasco (Acerete, 46), Arcega (Pérez Rubio, 46); Juanma (Calomarde, 37) (Cota, 56), Terre (Gómez, 46), Gauna (Suárez, 46); y Kamate (Redón, 46).

Real Zaragoza: Ratón; Fran (Andrés Barrera, 78), Popa (Zalaya, 70), Cabrera (Rico, 46), Casado (Villalba, 84); Xumetra (Buenacasa, 63), Morán (Álvarez, 70), Javi Ros (Raúl Guti, 34), Cani (Isaac, 46); Ángel (Pombo, 46) y Dongou (Raí Nascimento, 78).

Árbitro: Aranda Anquela (Comité Aragonés). Amonestó a Arcega (42), Casado (43), Kamate (45) y Raúl Guti (58).

Goles: 0-1, min. 17: Javi Ros. 0-2, min. 51: Raúl Guti.

Incidencias: Tarde de mucho calor en Teruel, con 35 grados al inicio del partido, 28 cuando se puso el sol. Césped en buen estado. Alrededor de 1.000 espectadores en las gradas del estadio de Pinilla. Luis Milla, turolense de cuna, fue agasajado por sus paisanos en su retorno al campo en el que comenzó su carrera como futbolista en los años ochenta. En el palco estuvo el secretario general Paco Checa y todos los miembros del área deportiva: Narciso Juliá, Albert Valentín, Ramón Lozano y Ángel Espinosa.

Victoria insulsa en un partido experimental en Teruel

El Real Zaragoza cubre el expediente sin ningún brillo con dos tantos de Javi Ros y el joven del filial Raúl Guti.

El Real Zaragoza se impuso por 0-2 al CD Teruel en el cuarto amistoso de pretemporada de los blanquillos. Un partido extraño desde su previa, dadas las importantes bajas con las que Luis Milla viajó hasta el campo de Pinilla. Ni Irureta, ni Zapater, ni Wilk, ni Lanzarote, ni los lesionados Marcelo Silva y Alex Barrera estuvieron en la expedición.

Con hasta ocho canteranos, el técnico aragonés utilizó este duelo ante un rival de Tercera División, también en proceso de construcción, para ensayar nuevos sistemas tácticos y diferentes ubicaciones a las habituales en la figura de varios futbolistas. Al final, solo tres jugadores del primer equipo terminaron el choque sobre el césped, una muestra del cariz de este partido de preparación estival.

En la primera parte, el abrumador dominio del balón que tuvo el cuadro zaragocista –como estaba previsto- no tuvo el refrendo correspondiente en las llegadas al área turolense. Fue un manejo de la pelota demasiado insulso, sin profundidad.

Milla propuso una variante táctica interesante de antemano, metiendo a Cani por dentro en la organización del juego junto a Javi Ros y con los apoyos internos de Xumetra, de manera que las bandas del ataque quedaban francas para los dos laterales, Fran y Casado, que fueron auténticos extremos la mayor parte del tiempo.

Atrás, Morán fue el tercer central en los inicios de cada jugada. Arriba, Ángel y Dongou pululaban en busca de balones a las espaldas de los centrales locales. Por momentos, fue un 3-2-4-1 muy llamativo. Pero no salió bien y chirrió muchas veces por falta de práctica.

El Real Zaragoza tocó y tocó sin precisión final. Los primeros 45 minutos dejaron muchos espacios de vacío, demasiadas lagunas sin pisar las cercanías del portero del Teruel. Atrás, apenas hubo problemas para la zaga blanquilla, ya que los de Moisés Gutiérrez plantearon un partido defensivo, muy bien armados tácticamente en estático y dejando pocos espacios para la fluidez del Zaragoza, que a estas alturas de verano sigue siendo escasa e insuficiente para afrontar los partidos oficiales que asoman en apenas 18 días.

La primera ocasión de gol fue de los bajoaragoneses, en el minuto 7, en la única jugada ligada que culminaron. Centró desde la izquierda Gauna y cabeceó Kamate alto, anticipándose en el salto y la posición a un estático Popa. La réplica zaragozana llegó enseguida. En el 9, Casado remató a bocajarro con la cabeza un centro largo del otro lateral, Fran, y el guardameta Albero se lució con un paradón enviando el balón a córner por encima del larguero.

En esos primeros minutos donde el Real Zaragoza era muy superior, llegó el 0-1. Fue un latigazo en el minuto 21 de Javi Ros desde casi 30 metros, con la derecha, que botó antes de llegar a la portería y, tras dar en el palo, entró a la red como un obús. Un golazo. De fabricación individual, eso sí.

No empató el Teruel de milagro dos minutos después. Velasco cabeceó solo, a quemarropa, un córner sacado al segundo palo por Juanma. Ni Cabrera, ni Popa, ni el portero Ratón acometieron el centro. El balón se marchó fuera rozando el palo derecho. Era la evidencia de que, por arriba, la defensa necesita más atención y mejores prestaciones. Ese es un defecto a pulir por Milla cuanto antes.

En los últimos 20 minutos de ese deslavazado primer tiempo, apenas pasó nada reseñable. El Zaragoza se acomodó con el 0-1 y jugó al trote. El Teruel, apenas tenía argumentos para salir hacia arriba. Cani intentó varias filtraciones de pases en busca del dúo de arietes. Xumetra fracasó en un par de penetraciones por la derecha.

La izquierda fue un desierto. Solo dos acciones aisladas, en las que tanto Dongou como Ángel pidieron sendos penaltis, pudieron cambiar el tanteador. En la primera, Cani dejó solo al camerunés ante Albero pero, en el intento de regate al portero, Dongou se dejó caer con bastante evidencia. No es la primera vez que cae en esa mácula en vez de buscar el remate a gol. Y en la segunda, Xumetra sí que pareció caer desequilibrado por detrás por Cabetas, pero el árbitro no vio pena máxima.

Javi Ros se marchó antes del intermedio, siendo sustituido por Raúl Guti. El Teruel también inició el carrusel de cambios antes de tiempo. El aburrimiento se apoderó del graderío y el pitido final de Aranda Anquela fue un alivio generalizado.

En la segunda mitad, como también marcaba el guión preestablecido, llegó la mutación de ambos onces. Y, por lo tanto, se abrió un nuevo partido. Milla puso un doble lateral derecho, con Isaac atrás y Fran en funciones de extremo. Rico se estrenó como central zurdo y el joven Pombo suplió a Ángel para reivindicarse como alternativa válida desde el filial.

Un jugadón precisamente de Pombo, en el 6 de la reanudación, tras un buen contragolpe iniciado por Isaac con un pase de 40 metros hacia Xumetra, que el gerundense prolongó de maravilla hacia Pombo, permitió a este hacer dos regates en carrera sobre el central Durán y el portero y rematar a puerta vacía. In extremis, Cabetas metió el pie para evitar que la pelota entrara. Raúl Guti, que seguía la acción, remachó el tanto. Para él quedó la autoría del tanto, pero realmente el padre de la criatura fue Pombo.

Fue un espejismo esa gran acción del 0-2. No significó el preludio de ninguna mejoría en la plasticidad del partido. Al contrario, todo desembocó en el alboroto habitual de las segundas fases de estos encuentros de agosto, repletos de cambios y sin ritmo alguno. De entre la ausencia total de continuidad, solo cabe reseñar dos jugadas de peligro ante la portería local.

En la primera, en el minuto 63, Fran disparó solo en el área pero su chut se marchó fuera rozando el palo derecho. Y en la segunda, en el 78, de nuevo Fran (jugó como extremo, con Isaac de lateral por detrás de él) golpeó con violencia el balón, Mario rechazó como pudo y Dongou, con todo a favor, remachó alto cuando el gol se cantaba en las gradas.

Al final de la cita, quedó el paladar de haber visto un partido incompleto, lleno de ausencias y con mucho de experimental. Un ensayo sin ninguna trascendencia profunda, tal y como ya se preveía desde el día anterior. Al Real Zaragoza le sigue faltando gol (los dos puntas, ayer juntos en la primera parte, apenas generaron peligro). Esa es la principal conclusión que sigue vigente día tras días.



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