En un partido lleno de alternativas y con emoción hasta el último suspiro, Alemania se colgó la medalla de bronce de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010 tras imponerse a Uruguay por 2-3 en el estadio de Puerto Elizabeth el sábado 10 de julio. Los germanos se subieron así por segunda edición consecutiva al tercer cajón del podio.

Mientras Óscar Tabárez fue fiel a su once tipo, al que regresó Luis Suárez tras cumplir un partido de sanción en semifinales, Joachim Loew, que recuperó a Thomas Mueller, se vio obligado a hacer diversos ajustes a su equipo por la baja por gripe de Phillip Lahm y Lukas Podolski. Además prescindió de Miroslav Klose porque llegaba tocado con molestias en la espalda.

Ambos equipos salieron con ambición y las ocasiones no se hicieron esperar. Primero probó Diego Forlán, pero su tiro libre salió por centímetros por encima de la escuadra (7’). Luego, un cabezazo de Arne Friedrich se estrelló en el larguero (10’). Con alternativas de ida y vuelta, el equilibrio en el marcador se rompió pronto. Mueller se coló hábilmente entre la defensa uruguaya para rematar al fondo de la red el rechazo de Fernando Muslera, que había despejado defectuosamente un tiro de Bastian Schweinsteiger (0-1, 19’).

Reacción charrúa, réplica alemana
La Celeste no perdió la cara y siguió aguantando con paciencia los embates germanos y buscando su oportunidad. La creó Diego Pérez al robar un balón a los pies de Schweinsteiger. Asistió a Suárez que vio perfectamente el desmarque por la izquierda de Edinson Cavani, quien encaró en solitario a Neuer para equilibrar la contienda (1-1, 28’).

Antes del descanso, Suárez estuvo a punto de cambiar las tornas, pero su remate se fue desviado (42’). Fue Forlán, tras el intervalo, quien acertó a batir de nuevo el arco alemán tras disparar en media tijera un balón enviado por Egidio Arevalo desde la derecha (2-1, 51’).

Poco duró la alegría en el bando sudamericano pues Muslera erró en su intentó de cubrir el centro de Jerome Boateng, y dejó a Marcell Jansen en posición perfecta para el remate de cabeza (2-2, 56’).

Se mantuvo, empero, la dinámica de alternativas en ambos arcos. Probaron con disparos desde lejos Suárez (61’) y Schweinsteiger (74’), pero con poca puntería. Con el paso de los minutos, Uruguay fue retrasando sus líneas, afectado por el cansancio y Alemania agobió con balones colgados. Así fue como se decantó la balanza. Khedira recogió un rechace en el área chica y volvió a batir a Muslera (2-3, 82’).

Stefan Kiessling se perdió la sentencia en un disparo alto desde el punto de penal cuando estaba solo ante el arquero charrúa (88’). Y Forlán estrelló en el larguero las esperanzas uruguayas en un tiro libre en el tiempo añadido (93’).