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Hemos realizado la etapa Jaime y Miguel.

Hemos empezado en la gasolinera de Villanua a las 8h15 y habia una niebla que no dejaba ver a 100 metros, esta ha ido levantando a lo largo del camino y se ha quedado una mañana soleada.

Jaime tenia mucha ilusion en hacer el camino desde que estuvo en Galicia y vio como los peregrinos llegaban a Santiago.

Para tener 10 años se ha portado como una persona mayor y aunque al final estaba un poco cansado no se ha quejado

A Jaime le ha gustado mucho la caminata y se ha sorprendido de que solo nos haya adelantado un peregrino.

Tambien hemos visto el tren descarrilado que estaba parado en las vias del canfranero, y como lo arreglaban y remontaban hasta la estacion de Jaca.

Para mi es la segunda vez que hago este tramo y hemos elegido la variante GR-65.3 que no la habia hecho la anterior vez, y que esta muy bien señalizada y no nos hemos equivocado en el camino

Hemos llegado a Jaca a las 13h 45 y como el albergue no abria hasta las 15h hemos comido y nos hemos tumbado en un parque de la ciudad

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Sellos de la etapa

Cuño comercial del Mesón Porta de Santiago.

Cuño comercial del café-bar La Concha.

Cuño comercial del Hostal restaurante San Paio.

Cuño comercial del bar Casa David.

 

Cuño del albergue de peregrinos.
Montjoy, Montxoi o Colina de San Marcos, que todos estos nombres tiene y desde cuya cima se divisan por primera vez las torres compostelanas, casi en el horizonte. Es aquí donde los peregrinos entonaban con más entusiasmo que nunca el famoso y antiguo Canto del Ultreya: "¡Herru Sanctiagu!, ¡Got Sanctiagu!, ¡E ultreja! ¡E sus-eja!, ¡Deus adiuvanos!". Representando el monumento al peregrino.

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La infinita Vía Láctea se acaba, la Estrella Polar está más cerca y el gozo salta de legua en legua del monte al Obradoiro.

El itinerario

Es la última etapa para llegar a la meta marcada hace 775 kilómetros en la rojiza San Juan de Pie de Puerto. Están a punto de finalizar los días de prados, ovejas, literas, sombra, solana, barro, conversación, autoconocimiento, misticismo, religiosidad, cereal, viñedos, sopas de ajo, sandalias frailescas, idiomas indoeuropeos, tijas, manillares, ampollas, piedras, vidrieras, arbotantes, arquivoltas, cacao, tiritas, botas, rectas, curvas, sacrificios y empeños.

Esta última etapa tiene un riesgo importante: que se haga larguísima. Las ganas del peregrino de llegar a Santiago y la dureza del tramo, contribuyen a esta sensación. El itinerario puede dividirse en dos partes diferenciadas. Una primera que alcanza hasta el aeropuerto (los primeros 24 kilómetros) y que cuenta con los encantos de los bosques de eucaliptos y robles, los pueblos con las gallinas por la calle, los paisajes, los montes... Y una segunda en la que se pierde toda esa belleza. Son 14 kilómetros entre grandes rotondas, carreteras, urbanizaciones, polígonos donde están los estudios de televisión... El resultado es que cuando se llega al Monte do Gozo no hay ningún monte. Eso sí, se ha construido un carril para los peregrinos con un firme perfecto y que garantiza la seguridad de los caminantes. Después de esta etapa de constantes subidas y bajadas, son muchos lo que ya tiene clara una cosa: las piernas sufren más en los descensos, sobre todo en la última cuesta que va hasta Santiago.

Principales dificultades

- Los grados de las pendientes con las que se encuentra el peregrino en esta etapa son bastante fuertes.

- Conviene tener en cuenta que en San Payo, después de pasar el aeropuerto, hay un desvío provisional bien señalizado, que tras dos kilómetros vuelve al original.

Qué ver y qué hacer

Concejo do Pino:
Esta localidad de Santa Irene fue hace muchos años sede del Ayuntamiento de O Pino. Se puede visitar la pequeña capilla que la santa mártir portuguesa tiene dedicada y que data del siglo XVIII. En el alto de Santa Irene -un kilómetro antes- se puede atisbar el horizonte e imaginar las costas gallegas, alguno piensa que se puede respirar ese aire marinero tan peculiar de las Rías Baixas y de la Costa da Morte. En el Alto hay un par de restaurantes donde le dan a uno de comer.

Arca:
En Arca las casas están agrupadas en torno a la carretera nacional, la villa ofrece tantos servicios como una ciudad importante. Arca, antesala de Santiago, es un tapón de peregrinos en verano. Es zona de eucaliptos y el último refugio antes del Monte do Gozo. En Pedrouzo -pegando a Arca- hay un bar que abre temprano y sirve desayunos.

Santiago de Compostela:
Desde el gran complejo en que se ha convertido el Monte do Gozo se ve, por fin, Santiago de Compostela y sus torres barrocas de la capital. La meta de la gran ruta jacobea: Santiago es una gran ciudad de casi 90.000 habitantes que compagina la modernidad de la plaza Roja y el aeropuerto de Lavacolla con el halo misterioso, religioso, romántico, cosmopolita de la plaza del Obradoiro. El feliz caminante descubre una ciudad de piedras oscurecidas por el paso del tiempo y por la humedad. Rúas viejas con olor a Ribeiro y a pulpo se diseminan por todo el Casco Antiguo. La catedral en plena plaza del Obradoiro representa el culmen del Camino, en ella descansa, según la leyenda, el apóstol que ha hecho que miles de personas emprendan un viaje lleno de cansancio y experiencias que se convertirán en recuerdos para toda la vida. Lo mejor es hacerse con alguna espléndida guía que le haga recorrer con sentido por la histórica ciudad. Entonces comprenderá mejor la belleza del precioso y filigranero Pórtico de La Gloria, obra del Maestro Mateo, la plaza de las Platerías, el Ayuntamiento, la Azabachería, el Hostal de los Reyes Católicos? y cada losa de la impresionante plaza del Obradoiro. A las 12 del mediodía y 6 de la tarde cada día tiene lugar en la catedral la Misa del Peregrino: es la hora del botafumeiro.

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DE 8H15' A 16H45'

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11H45'18H30'

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Itinerario

En la misma Plaza do Concello de Triacastela el Camino se bifurca, presentando dos opciones para llegar a Sarria, en esta etapa indicaremos el camino a seguir por la ruta histórica y más directa, por el solitario y desconocido valle de San Xil, a través de aldeas perdidas y corredoiras hundiads en un túnel de pizarra y carballos.

 

Desde la misma Plaza do Concello, se toma a la derecha, siguiendo el curso del regato Valdoscuro, un viejo camino sombreado de abedules, robles, castaños y chopos, hasta llegar a Balsa.

 

Desde aquí, se asciende hasta desembocar en una pista asfaltada, a la altura de una grande y moderna fuente peregrina, poco antes de llegar a San Xil, cuyo caserío se deja a la izquierda. Pista adelante, se sigue ascendiendo hasta el Alto de Riocabo, en el que se toma, por la derecha, una corredoira que va a desembocar a otra pista asfaltada a la entrada de Montán, cuyo disperso caserío se atraviesa y se continúa hasta el lugar de Fontearcuda y, tras volver a cruzar la carretera, se llega a Furela.

 

Desde aquí, carretera adelante, se pasa por Brea, Pintín, la iglesia de San Esteban de Calvor, Aguiada, San Mamede, San Pedro do Camiño, y Vigo, ya fusionado con Sarria.

 

En el interior de la villa, se pasa el puente sobre el río Ouribio, y por la Rúa do Peregrino, la Escalinata Mayor y la Rúa Mayor, se sube hasta el Convento de las Magdalena, de los PP. Mercedarios.

Poblaciones

A Balsa [ 129,000 Kms. a Santiago ]

San Xil [ 128,400 Kms. a Santiago ]

Fontearcuda [ 123,800 Kms. a Santiago ]

Montan [ 124,000 Kms. a Santiago ]

Furela [ 121,500 Kms. a Santiago ]

Pintin [ 119,000 Kms. a Santiago ]

Calvor [ 118,400 Kms. a Santiago ]
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Los límites de las provincias de León y de Lugo se unen en la Sierra de los Ancares.

El itinerario

Es una Reserva Nacional con una fauna y una riqueza paisajística de lo mejor de España. Cuenta con tradiciones, creencias y leyendas que son arropadas por una arquitectura popular cuyo elemento más antiguo son las pallozas y los hórreos. Es una ruta salpicada por brezos, retamas, centenarios bosques de hayas y robles (carvallos) junto a caseríos dispersos por aquí y por allá. De Villafranca por la carretera se llega al pequeño pueblo de Pereje, a un par de kilómetros se encuentra Trabadelo y el inmediato Cerro de Aldares, guarida de los cobradores del portazgo, que no reparaban en recurrir a la violencia para conseguir el peaje de paso.

Por el angosto valle de Valcarce se llega a La Portela y a la desembocadura del río Balboa, donde se sitúa Ambasmestas y se mezclan las aguas junto a una antigua calzada romana. Un poco más adelante en el Camino se levantan la floreciente Vega de Valcarce, el pequeño poblado de Ruitelán y Herrerías, donde todavía hoy se puede contemplar el edificio dedicado a la fundición del hierro procedente de las minas del Caurel. A la salida de Herrerías se encuentra el barrio del Hospital Inglés, destinado a los peregrinos de las islas británicas. La Faba y Laguna de Castilla son las últimas poblaciones de la provincia de León. Ya en Lugo, y por tanto en la Galicia de la Xunta, se encuentra a 1293 metros de altitud O Cebreiro, lugar emblemático del Camino de Santiago.

Los 28 kilómetros que forman esta etapa son duros, así que la mentalidad con la que salga el peregrino es muy importante. Esta jornada tiene dos partes muy diferenciadas.

- La primera transcurre por una vía amarilla construida de forma paralela a la nacional 6 y que supone una garantía para la seguridad de los caminantes. Este carril amarillo comienza a tres kilómetros de Villafranca del Bierzo y acompaña al caminante a lo largo de 13 kilómetros. Este tramo se considera como una preparación para los kilómetros más duros que vendrán después.

- La segunda parte de esta etapa comienza en el Cruce de la Faba. En este punto se recomienda a los ciclistas la subida por carretera; a los caminantes les esperan 6 kilómetros de senderos, caminos y duros repechos, pero siempre abrigados por un precioso bosque.

Entre La Faba y O Cebreiro se encuentra la Laguna de Castilla, donde hay una fuente en la que se puede leer “agua no controlada”. La gente del pueblo la bebe sin ningún problema, pero un peregrino denunció al pueblo porque supuestamente tuvo problemas con ella, y ese cartel está colgado desde entonces.

Principales dificultades

- Ascensión a O Cebreiro: Son 7 kilómetros. El primero de ellos es por asfalto y el resto por caminos. Esta dura pendiente deja un descanso al peregrino a la altura de la Faba, donde se suaviza el terreno para reponer fuerzas antes de llegar a la cumbre. Lo más recomendable es disfrutar del estupendo paisaje y, sobre todo, dosificar las energías. De todas maneras todo el esfuerzo se ve recompensado con la llegada a la bella localidad de O Cebreiro.

Qué ver y qué hacer

Pereje:
Pueblo pequeño de la Sierra de los Ancares rodeado de viejos castaños que aún conserva su trazado medieval en la calle Mayor. Fue objeto de un sonoro litigio que enfrentó a los cluniacenses de Santa María de Cruñego, de Villafranca, y a los monjes de Aurillac que regentaban el Cebreiro. En él se vieron involucrados Alfonso IX de León, la reina doña Urraca y el Papa Urbano II. La causa fue que el abad de Cebreiro levantó una iglesia y un hospital de peregrinos en Pereje, localidad que está dentro de la administración cluniacense de Villafranca. Se puede contemplar alguna palloza.

Vega de Valcarce:
Vega de Valcarce, situado en las estribaciones de la Sierra de Caurel y bañado por los ríos Navia, Lor y Valcarce, es el pueblo más grande del valle. Vega de Valcarce está construido entre dos viejos castros: Veiga y Sarracín. El primero sirvió desde el siglo XI de refugio a los recaudadores del portazgo, un impuesto de paso por estas tierras. El segundo fue fundado en el siglo IX por el conde de Astorga. El castillo de Sarracín está en ruinas y data de los siglos XIV y XV. La Magdalena, tan presente en el Camino, como patrona de pecadores y penitentes, atestigua la característica peregrina de la villa. Valcarce ofrece servicios completos para el peregrino: tienda de comestibles y bares donde sirven comidas.

Ruitelán
Ruitelán es un pequeño poblado rodeado de bosques de castaños en plena subida a O Cebreiro, administrativamente pertenece a León, aunque parezca que estemos ya en Galicia. La iglesia parroquial está consagrada a San Juan Bautista y una capilla a San Esteban. En la falda del monte hay un lugar donde se dice que vivió retirado el eremita lucense San Froilán (833-905), que domesticó un lobo cuando éste le atacó y posteriormente llegó a ser obispo de León; actualmente es patrón de Lugo. En Ruitelán hay dos bares que son a la vez tienda de comestibles y panadería.

O Cebreiro
O Cebreiro es un poblado de piedra, probablemente de origen prerrromano, y portal de Galicia por la provincia de Lugo. Es otro de los lugares míticos del Camino. O Cebreiro corona, a cerca de 1.300 metros de altura, el macizo galaico-leonés. Todo en este paraje es mágico: un paisaje misterioso, pallozas, niebla... Es uno de los lugares que primero acogió peregrinos en su ruta a Santiago. Destaca el simple y primitivo templo prerrománico de Santa María la Real. En su interior se venera la hermosa imagen bizantina de Santa María la Real (s. XII), patrona de la comarca: en su fiesta el 8 de septiembre acuden unos 30.000 romeros. En una de las pallozas se ha instalado un Museo Etnográfico. Hay varios mesones.

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Etapa plena en la hoya –20 kilómetros de ancho y 60 de largo– del Bierzo.

El itinerario

Comarca rodeada por la cordillera Cantábrica, los montes gallegos y por los montes Aquilanos. Está región posee un magnífico paisaje donde el clima benigno fructifica en abundantes viñedos, huertas y frutales, e incluso plantas de tabaco que jalonan la ruta peregrinal.

De Ponferrada se sale por Compostilla, su corazón industrial, y se llega a Columbrianos, donde se pueden contemplar restos de antiguos castros romanos. Siguiendo por el aún llamado Camino Real, se entra en Fuentes Nuevas, en esta localidad se puede visitar la ermita del Campo Divino Cristo, un poco más adelante se aparece la bonita y crecida Camponaraya con su iglesia dedicada a San Ildefonso, obispo de Toledo. Llegamos a Cacabelos que se atraviesa por la Calle de los Peregrinos, auténtica espina dorsal de la atractiva villa.

En las proximidades de Cacabelos se alzan los restos del Monasterio de Santa María la Real del siglo X, luego viene la población de Pieros con su iglesia de San Martín de Tours para llegar a Villafranca del Bierzo. Localidad señorial, considerada como el corazón de la comarca berciana y asentada a orillas del río Burbia en su confluencia con el Valcarce, es la más galaica de las ciudades leonesas. El aroma de las empanadas bercianas, el botillo, los cachelos y el lechazo nos guiará hasta la tasquera calle del Agua.

Esta etapa se puede considerar sencilla, ya que no cuenta con ninguna dificultad señalable. Los primeros kilómetros transcurren por asfalto, aceras y carreteras, por lo que no aportan mucha belleza al itinerario. Una vez pasado Pieros hay dos opciones para recorrer los últimos kilómetros: la ruta más oficial (con más asfalto) y una alternativa que pasa por Valtuilla de Arriba. Esta segunda opción es más larga (kilómetro y medio más) pero ofrece la posibilidad de disfrutar de un tramo de gran belleza, paisajes estupendos y una enorme tranquilidad. Al principio el piso no está en buen estado, pero luego mejora y no hay ningún problema.

Qué ver y qué hacer

Cacauelos:
La villa a orillas del río Cúa fue destruida por las tropas de Almanzor y por un terremoto, y posteriormente fue reconstruida por el obispado de Santiago. La iglesia de Nuestra Señora de la Plaza fue construida en los siglos XVI y XVII; aún quedan restos románicos como el ábside. En el pórtico hay una Virgen románica del siglo XIII. En el santuario del Virgen de las Angustias hay una imagen del Niño Jesús jugando a las cartas con San Antonio de Padua. Merece la pena visitar el Museo Arqueológico, donde se recogen abundantes muestras del rico pasado prerromano y romano de la comarca (a 2 kilómetros se encuentra el Castrum Bergidum, capital de los astures que acabo dando nombre a la comarca). Junto a la ermita de San Roque sigue abierto el taller de Moreira, el célebre zapatero de Cacabelos que lleva 32 años reparando el calzado de los peregrinos. Cacabelos tiene 4.360 habitantes y se pueden encontrar servicios de todo tip.

Villafranca del Bierzo:
El origen de Villafranaca del Bierzo se remonta a las comunidades de francos, comerciantes extranjeros, que allí se establecieron con Alfonso VI, y sobre todo a la fundación de una comunidad de monjes cluniacenses en el año 1070. En el siglo XII la mitad de la población era extranjera. Nada más entrar en Villafranca se encuentra la iglesia de Santiago, templo románico lombardo de una sola nave y con la magnífica portada del Perdón. El Papa español Calixto III concedía a los peregrinos enfermos o impedidos que pasaban por esta puerta las mismas indulgencias que si hubieran llegado a Santiago. La calle del Agua atraviesa la ciudad de una a otra parte, en ella se encuentran varios palacios y un convento. El castillo de los Marqueses de Villafranca (s. XVI) es de propiedad individual y tuvo mucha relación con la historia del pueblo. El convento de la Anunciada de 1606 se erigió sobre el antiguo Hospital de San Roque, la tradición dice que San Francisco de Asís se hospedó en él. Villafranca tiene una bonita Plaza Mayor y una Alameda de estilo francés. Abundan las tiendas y los bares.

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Etapa 27 6/8/07

El Burgo Ranero – Masillas de las mulas 19.10 Km.

Salida 7h llegada 13h (horario posible)

 

Nos levantamos a desayunar en una cocina abarrotada de peregrinos que iban saliendo según se preparaban para la siguiente etapa. Allí tuvimos otro encuentro con ese personaje solitario que el dia anterior se había echado el pegote de que el hacia 30 o 40 Kms diarios y que vamos que se hacia el camino en 4 dias… Me extraño que dijese esas cosas, estuviera en el albergue el dia anterior antes que nosotros y que saliese después de nosotros, en principio no le di mas importancia que a la de una persona que le gusta darse a entender como que es un andarín de aupa.

Fuimos saliendo del pueblo y la hilera de arbolitos volvió a acompañarnos a nuestra izquierda, a estas horas de la mañana, tampoco es que la sombra sea necesaria, pero al medio dia y cuando estos crezcan con los años, ayudaran a tener sobra en estas ultimas explanadas cerealistas que dan la bienvenida a un nuevo cambio en el paisaje. El matrimonio catalana andaluz no adelanto como hizo también en la pasada etapa, seguimos su ritmo un ratito pero el ritmo que ellos imprimían al camino era diferente al nuestro, ellos andaban muy deprisa y hacían pausas mucho mayores que las nuestras, por lo que con ello fue un continuo encuentro hasta llegar a León donde terminaban su camino.

Una escuela de aeronaves próxima hizo que durante varios kilometros de recorrido nos acompañara una avioneta la cual iba y venia, recreando nuestra vista y aturdiendo nuestros oídos. Sirvió como distracción a estas primeras horas de la mañana, cualquier cambio en el paisaje es agradecido para el caminante ávido de nuevas imágenes que distraer a la mente en su andar.

Tras llegar a Reliegos unas pintorescas bodegas hundidas en el monte nos reciben a su  entradas donde tomamos nuestro pertinente almuerzo, que no perdonamos, por servir de reconstituyente y de descanso, (reseñar que el pulso con el vaso de leche tras la andada no es muy bueno porque no mantienes el equilibrio y me costo llevarlo hasta la mesa). Allí  mientras descansábamos en la terraza nos volvimos a encontrar con Ana (la pucelana) y decidimos seguir el camino juntos, otro andador a la izquierda de la carretera no llevara hasta Mansilla, el paisaje esta cambiando, el verde empieza a ser extensivo, y un montón de cigüeñas empiezan a jalonar nuestro peregrinaje, que bonita estampa, con su croar de picos y sus vuelos majestuosos. El andador se hace también mas amigable, porque un par de zonas de descanso jalonan el camino, con Mansillas al fondo, y pronto nos acercamos a una carretera muy transitada que cruzaremos por un puente y la proximidad de naves nos indica que al  ir acercándonos a León capital, los pueblos son mas importantes e industriales.

Mansilla de Mulas es un pueblo mas importante que los anteriores, por su tamaño y valor del enclave, pasamos sus famosas murallas y nos adentramos en la zona histórica buscando el albergue, este tiene una bonita recepcion impregnada de sabor jacobeo y nos acoge con una sorpresa, nos regala unas entradas para poder bañarnos en la piscina municipal, cosa que agradecemos en demasía.

Tras cambiarnos de ropa, quedamos los 3 en ir a la piscina, cosa que cuesta encontrar, pues esta a las afueras del pueblo y esta están un poco alejadas, tras confundirnos en un principio llegamos a la carretera principal donde varios clubs de alterne jalonan la carretera antes de llegar a la piscina, que al estar nublado nos acoge totalmente vacía. En principio nos cuesta meternos en el agua pero tras la primera impresión el cuerpo agradece la relajante sensación que produce sobre los músculos cansados tras la caminata. La salida es bastante fresca ya que al estar nublado secarnos cuesta un ratito, solo un peregrino mas aparecerá a lo largo del par de horas que estuvimos allí. El socorrista, un chico de la zona muy simpático entabla conversación con nosotros y nos cuenta que ha estado haciendo andadas por el camino, veo que esta acostumbrado a caminar y fuerte. También hablamos de otras cosas que hacen pasar un grato agradable.

Es hora de volver porque serán las 15h o 16h y hay que comer algo para reponer fuerzas tras relajar los músculos, ahora le toca al estomago, volvemos a recorrer el camino andado hasta llegar cerca del albergue donde comemos unas pizzas que nos sientan divinamente, ahora el que pide su ración es el sueño, es curioso como según vas eliminando las necesidades mas imperiosas, van amaneciendo las menos urgentes.

Tras una siesta a la que Anabel hay que despertarla para que luego por la noche pueda dormir. La tarde la utilizamos en tomar una coca-cola en un bar y en comprar algo en una tienda de ultramarinos que hace el Agosto con los peregrinos para cenar, no nos apetece recorrer el pueblo y lo mas que llegamos es a la plaza contigua y a la muralla que sirve de salida al peregrino. Volver a reseñar que la tarde se hizo un poco larga y que se echo un aire fresco que aunque poco apacible para estar sentado en la calle, se agradece cuando toca caminar. Allí volvimos a coincidir con otro matrimonio de catalanes muy simpáticos que hablando de las etapas las habían programado igual que nosotros en su recorrido, con la diferencia que salían 1 o 2 horas antes de que saliera el sol para llegar lo antes posible, pues llevaban muy mal lo del calor.

Llego la hora de la cena y aunque la cocina estaba muy bien equipada, la gran cantidad de peregrinos preparando la cena hizo que aquello pereciera un galimatías, conseguir preparar algo para tomar y tener asiento para ello fue una odisea, pero con tiempo y calma lo conseguimos, además gracias a que había variedad en la cocina para preparar pude cenar a gusto, pues lo que habíamos comprado no era del total agrado mío.

Nos resistimos a irnos a la cama, pues en el patio interior se estaba muy bien, pero debíamos pensar en el día siguiente y como hacia cierto fresco nos subimos a nuestro cuarto, esta vez  ocupado por 9 o 10 literas, reseñar que nos alojamos con Ana y que a los pies de Anabel dormía el individuo fantasma que según el hacia 40 Kms todos los días, pero que justo esta etapa solo hizo 19 Kms., vaya ¿no hacia semejantes caminatas? Además el día anterior había dormido en la cocina porque le molestaban los ronquidos y resulta que me contó Anabel que esta noche no paro de roncar. Además lo sospechoso era que en Burgo Ranero Anabel lo había visto trapichear con el hospitalero sobre el dinero del cepillo, diciendo que si se lo repartían y que el ayudaba en no se que…. Vamos un tipo de poco fiar……

El sujeto ya estaba sobre aviso en la cabeza de Anabel.

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Etapa 26 5/8/07

Sahagun – El Burgo Ranero 18.0 Km

Salida 7h llegada 13 h

 

Y llego el verano del 2007, y volvimos a reanudar el camino donde lo dejamos. Le hemos cogido el tranquillo a esto de hacer de 100 a 150 Km. anuales al Camino de Santiago, y lo que en un principio pudiera parecer una meta sin fin, por la cantidad de años a invertir, ahora el empeño y el paso del tiempo, te hace ver los frutos y china chana se va acercando la meta tan ansiada, con mas facilidad de la esperada.

Como Sahagun caía un poco lejos desde Zaragoza,  para empezar a andar tras recorrer los 450 Kms. que separan ambas ciudades, la estrategia a seguir es dormir en el albergue de Sahagun tras el viaje y empezar a andar al día siguiente con la fresca y tras reposar del viaje por carretera. Poco a poco la distancia que separa Zaragoza de la salida anual del Camino es más larga, eso quiere decir que año a año la distancia recorrida en su totalidad va siendo más considerable, nos alejamos de Zaragoza y nos acercamos a Santiago.

Tras llegar a Logroño la carretera corre paralela al Camino, por lo que mientras conduzco, recorro mentalmente los caminos y pueblos atravesados en el 2005 y 2006. Una parada para almorzar y descansar en el mismo bar que lo hicimos hace 2 años en Villafranca de Montes de Oca, donde los peregrino paran para reponer fuerzas antes de emprender la subida a dichos montes, me hace impregnarme del espíritu peregrino que tanto añoro a lo largo del año.

Cuando llegamos a Sahagun y tras pensar donde dejamos el coche para que pase lo mas desapercibido posible, en la puerta del albergue nos recibe el hospitalero, que dice conocerme hacer el camino el año pasado, ya que estuvo el año anterior allí también, y tras comentarle que queremos reanudar el camino de nuevo, ya que lo dejamos allí. Aun llevo el justificante de alojamiento en el albergue del año anterior que tengo dentro de la credencial que esta escrita con su letra y esto le hace gracia.

Pasamos  la tarde visitando el pueblo y conseguimos dejar el coche delante de la puerta del albergue de tal forma que parece que estemos alojados en un hotel a la puerta de este y pase el mayor tiempo posible a la sombra.

Volver a dormir en el mismo albergue donde lo hice el ultimo día del año anterior, me hace sentirme como en casa y reanudar todos los sentimientos arrinconados durante tantos meses.

Salimos por la mañana, como siempre con la noche sobre nosotros y las farolas de la calle guiándolos hacia la salida dirección Santiago. Cuando dejamos estas, una leve penumbra se va vislumbrando en el clarear del cielo. Un andador a la izquierda de una carretera estrecha y tranquila nos sirve para ir calentando las piernas y coger ritmo.

Tras 5 Kms. hay una bifurcación, para que el peregrino pueda elegir entre una senda fuera de la carretera y mas natural o seguir el andador mas urbanizado y mas corto, nosotros como siempre elegimos la alternativa corta, ya que Anabel prefiere llegar cuanto antes que ver caminos mas pintorescos.

Una hilera de árboles plataneros nos empieza a acompañar a nuestra izquierda, imagen que nos acompañara durante 2 o 3 etapas y que hará que sea una de las estampas típicas de esta parte del Camino. Nos recreamos viendo como según nos acercamos a cada uno de los arroyos, los árboles se hacen más frondosos y grandes, mientras que ocurre lo contrario según nos alejamos. Esto ocurrirá varias veces durante el trayecto y nos hace meditar la importancia del agua para el desarrollo de los árboles en idénticas circunstancias.

Tras cruzar Bercianos del Real Camino el camino continúa con la misma imagen de senda paralela a la carretera local poco transitada y la hilera de arbolitos a nuestra izquierda. La autopista se va aproximando lentamente a nuestra derecha, y eso nos alegra, ya que tenemos que atravesar esta justo antes de llega a Burgo Ranero, aunque esto se hace de rogar y este cruce se alarga en el tiempo.

Cuando llega este, un viaducto muy urbanizado (hasta los arboles tienen riego por goteo como en las ciudades, no veo otra posibilidad para que estos puedan vivir en un ecosistema tan seco), cruza por debajo de la autopista, y tras girar hacia la izquierda y dejar la autovía a nuestro lado, aparece el pueblo tan deseado por ser el fin de la caminata de hoy.

Llegamos antes de que abra el albergue, dejamos las mochilas en la puerta y nos sentamos  en la terraza de un bar enfrente de este a tomar una coca-cola. El albergue es un típico edificio de la zona con paredes de barro y paja de color amarillo muy pintoresco, este es un albergue de una hermandad italiana, también hay otro privado, pero como siempre intentamos alojarnos en albergues que estén impregnados del espíritu peregrino y no en el espíritu empresarial que conllevan los privados.

Cuando abre tres hospitaleros, vamos a llamarles “especiales” nos acogen con una hospitalidad  digna de mención. Los 2 que te registran en el libro y sellan la credencial son 2 italianos mayores que se toman su tiempo con cada peregrino hablando con cada uno y contando una gracia que se les ocurre según la procedencia del peregrino, esto seria de agradecer si no se hubiera formado una fila muy larga de peregrinos cansados y con ganas de ducharse y cambiarse de ropa, que soportan lentamente que les llegue el turno. Cuando nos llega el turno y tras depositar el donativo por el alojamiento (Yo suelo hacerlo al final del día, valorando la hospitalidad, el trato, el albergue…. Para así tener en cuenta todo y no quedarme corto o dar en demasía según el albergue), un hospitalero realmente raro nos acompaña a nuestra habitación en el piso superior, cogiéndonos las mochilas y enseñándonos el albergue y cada parte de el y el uso que podemos dar en cada caso. Lo extraño no es todo lo antes mencionado, sino el sujeto en cuestión, un elemento difícil de describir que por no herir sensibilidades ni querer asemejarlo a grupos de nuestra sociedad las cuales respeto mucho, prefiero dejarlo en una persona “muy rara”.

Las habitaciones son de 8 camas y lo pintoresco de estas es que entre una y otra las paredes no llegan hasta arriba, por lo que el ruido entre ellas se mezclan, además de tener el suelo de madera, con el ruido que conlleva. El techo es el propio tejado con las vigas de madera. Lo dicho, una pintoresca casa la cual recordare para siempre, aparte de los picotazos con los que amanecí al día siguiente, creo que por los mosquitos que entraron por la ventana, imposible de cerrar por la noche o por haber pulgas en las camas, nunca lo sabré.

Tras ducharnos y cambiarnos de ropa, decidimos ir a comer a uno de los 3 restaurantes que había enfrente del albergue. Recuerdo entrar en uno y no se porque, tal vez porque ya no nos daban mesa o porque no nos gustaba el menú, nos cambiamos a otro mucho mas luminoso y bonito, donde comimos con una chica de pucela que vive en Valencia y que según pasaran las etapas llegaríamos a intimar mucho, tanto que añoro no saber ahora de ella al romperse nuestra amistad por la distancia. La verdad es que como no había mesas para ella le dijimos que se sentase con nosotros y enseguida intimamos, pasando una sobremesa muy agradable.

Una breve siesta después de comer y tras levantarnos, como en el pueblo había poco que ver y tras dar una rápida vuelta por este, la tarde se nos hizo realmente larga, recuerdo ese día como interminable por no poder hacer nada, también entablamos relación con un matrimonio que vivía en Cataluña pero era andaluces hasta la medula por su acento y gracia al hablar. También comentar que conocimos a otro tipo que ya nos pareció un poco extraño lo que nos contaba y que mas adelante contare cierta anécdota que queda para el libro de bitácora de este entrañable camino.

Tras tomar algo para cenar en la cocina del albergue, nos subimos a dormir, donde nos cogería una tormenta de aire al principio y agua mas adelante, impresionante que serviría para refrescar el ambiente al día siguiente, por lo menos a primera hora de la mañana.

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 Etapa 25 12/8/06

Calzadilla de la Cueza – Sahagun 22.40 Km

Salida 7h llegada 14h

 

Y como cada año, llega la ultima etapa del 2006, en principio mi meta para este año era León, pero entendía que Anabel dijese que eran muchos kilómetros, pues necesitábamos 3 días mas, y eso hacia 9 etapas este verano, cosa que yo no tenia muy seguro de poder convencer a mi chica. Solo hay estación de tren en Sahagun o sino tienes que llegar a Leon. La causa que me convenció para arrojar la toalla, es que solo veía que el camino es un negocio para los puntos por donde pasa, el hecho de acoger al peregrino quedo en el olvido. Palencia es territorio de negocio cuando una flecha amarilla recorre su provincia. Preferí seguir al año siguiente con nuevos bríos que me hicieran disfrutar del Camino.

Recorremos las pocas casas que tiene el pueblo a la luz de las farolas y cuando dejamos el pueblo una senda paralela a la carretera no lleva sin perdida aunque la luz de la mañana no haya levantado aun, Fue amaneciendo mientras transcurría estos primeros paso. Un pequeño bosque acompaña al caminante a su izquierda, dando a entender que también hay árboles en Castilla, un repecho y su correspondiente bajada nos acerca a Ledigos, donde intento sellar la credencial, ya que todo sigue cerrado por ser muy pronto para los lugareños.

Volvemos a coger el andador que acompaña la carretera y se aprecia un cambio de paisaje. Por las ondulaciones del camino, árboles, acequias, campos de labranza. El camino nos acerca a la autovía hasta llegar a algunos cruces que acceden a ella. Nosotros continuamos paralela a ella y a la carretera que conecta varios pueblos que llevan a Sahagun.

Cuando llegamos a Terradillo de los Templarios, es la hora de reponer fuerzas, por lo que buscamos un lugar donde desayunar, el único sitio que existe es el albergue que nos ofrece un bocado muy austero, tostada, mantequilla y café. Lo admitimos, no hay otra opción, comento con la hospitalera mis impresiones sobre el negocio del camino y ella me ofrece las suyas igual de validas, ella dice que si no existiesen los albergues privados, no habría donde parar, yo comprendo su postura, aunque no la admito.

Tras esta pausa prolongamos nuestra caminata por un camino ondulante, vadeando un par de arroyos secos, sigo haciendo notar que el paisaje a cambiado, chopos , álamos y mas arbolado aunque no frondoso confirman mi teoría.

Pasando por Moratinos nos acercamos a San Nicolás de Real Camino, donde otro albergue privado, mejor llamado restaurante y hostal, nos acoge para comernos un bocadillo y una coca cola que nos sienta de muerte, como para quedarnos a descansar en la terraza a la sombra de unos árboles y la brisa fresquita.

Pero debemos llegar a Sahagun, el medio día esta llegando, el calor empieza a hacer mella en el camino, a partir de aquí sin ningun arbol y seco como el desierto. Son los últimos 7 kilómetros con la autovía a nuestro lado y Sahagun al fondo como si fuese un oasis al que no llegamos nunca. Yo siempre he disfrutado mucho de cada una de las ultimas etapas de cada año, ya que me lo tomo relajadamente queriendo disfrutar de los últimos kilómetros, pero el calor empieza a ser de justicia, y los peregrinos, nos van adelantando cada vez en mayos numero, muchos de ellos no paran en Sahagun.

El mojón de la provincia de León llega poco antes de entras en la población, hito que yo disfruto como un ritual cada vez que ocurre y que hasta ahora a pasado una vez por temporada.2002 Navarra, 2004 La Rioja, 2005 Castilla, 2006 Leon “ellos quieren Llion solo”.¿El próximo será Galicia?.

Tras entrar en Sahagun, el recorrido por el pueblo se hace un poco largo, buscando el albergue, pasamos por un hotel que tiene muy buena pinta y reímos pensando que podría ser este el albergue. Tras cruzar el puente de las vías del tren vemos que hay 2 albergues, el municipal y el privado, como siempre que se puede elegir, optamos por el municipal, el religioso o como mucho el de la asociación jacobeoa.

El albergue esta emplazado en un antiguo templo religioso que se ha restaurado, como salón de actos y oficina de turismo la parte baja, mientras la superior es albergue, este es muy pintoresco y agradable a pesar del poco espacio que tienen los peregrinos para su recreo, pero como digo muy agradable y acogedor.

Reseñar la dificultad para saber a que hora y en donde paraba el autobús que lleva a Burgos, pues nos recorrimos todo el pueblo preguntado y cada vez que nos decían un posible lugar, este había cambiado, al final cuando supimos su lugar, que era el hotel de la entrada, ese día no había autobús, con lo que fuimos a la estación de Renfe y gracias a que llevaba una hora de retraso, pude coger el tren a Burgos para traerme el coche para tomarnos unos días de vacaciones en León. La última solución que veíamos era continuar trayecto hasta León, pero se pudo solucionar.

Una vez cogido el tren, la nostalgia me embargó, ya que iba lleno de peregrinos que volvían de Santiago, que ganas de ponerme en su lugar, eso hubiera querido decir que había llegado a mi destino, tantas veces anhelado. Me sentí un peregrino que no había completado mi misión. Pero visto en retrospectiva, también puedo ver la parte positiva de que aun me queda llegar y disfrutar hasta ese momento. Ahora empiezo a pensar si realmente quiero llegar y que se acabe esta aventura tan maravillosa que estoy realizando. Otro tanto me ocurrió, una vez cogido el coche, cuando recorría los 120Km. que había caminado quería rememorar cada imagen que percibía, como lo había hecho andando y  a que etapa correspondía.

Llegue al albergue, allí me esperaba Anabel, conocimos a una francesa que se le había   tragado la tarjeta el cajero y como era sábado no tenia ni un euro para comer y tenia que quedarse en el albergue hasta el lunes, cosa que no le habían puesto ningún problemas, le dijimos que cenase con nosotros con lo que habíamos preparado, también nos encontramos con un peregrino que conocimos el primer día cuando salíamos de Burgos y cambiamos impresiones sobre el camino, había realizado una de las etapas por la noche para ver la lluvia de estrellas, además se había recorrido el camino 8 o10 veces, increíble, y se volvía a Burgos para recorrer el camino que acaba de realizar para acompañar a unos amigos de cofradía.

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Etapa 24 11/8/06

Carrión de los Condes- Calzadilla de la Cueza 17.38 Km

Salida 7 h llegada 13 h (horario aproximado que no recuerdo)

 

Una noche en la que me despierto varias veces y en la habitacion dormimos 6 personas en literas de 2 camas, hay un ventanico pequeño por donde se cuela la luz de una farola y por el cual vislumbro si va aclarándose la noche para que llegue la hora de levantarse.

 

Bajo de la litera y le digo como siempre a Anabel que se vaya despertando, voy metiendo todo en la mochila y voy a la cocina destartalada y vieja a tomarme mi batido de chocolate con galletas de siempre. Anabel haciéndose la remolona, pues el cansancio de las 2 últimas etapas largas hace mella se levanta y tras asearse y vestirse con su habitual ceremonia, nos disponemos a salir. Aun es de noche y como el famoso bar España esta abierto, tomamos un café con un croissant que al estar reciente nos sienta de maravilla. En el bar solo estamos los dos paisanos de turno y algún peregrino que piensa igual que nosotros, nos asaltan las noticias de la televisión las cuales absorbemos con avidez ya que mientras recorres los caminos no son muchas las posibilidades de enterarnos de la actualidad.

 

Llega el momento de salir, empieza a clarear y salimos por la calle principal de Carrión, tan majestuosa ella, es una de esas vías que esta impregnada de sabor peregrino, y que te hace recordar cuantos siglos de caminantes han hecho ese recorrido antes que nosotros.

 

Como ya nos ha pasado algunas veces en las salidas de los pueblos, nos confundimos, ya que seguimos recto, y en el cruce con una calle que indica la salida del pueblo para los conductores nosotros no vemos ninguna flecha que nos haga cambiar la dirección. Llegamos a lo alto del pueblo y vemos que por allí no puede ser, apreciamos en la lejanía la meseta y el clarear de la mañana, retrocedemos, buscando a un lugareño que nos indique la dirección correcta, desandando el tramo andado, el río a nuestra derecha me hace pensar que debe ser por allí, ya que en el mapa el camino cruza este. Bajamos unas escaleras para coger la antigua carretera que recorre el pueblo, y seguimos esta, cruzamos un puente, cosa muy típica en nuestro caminar; a la rivera del río unas tiendas de campaña nos hacen pensar que allí esta el camping donde seguro duerme algún peregrino. A la salida del Carrión pasamos por el monasterio de San Zoilo, el cual es de visita obligada por su claustro y por sus archivos, cosa que no hicimos ayer, porque el cansancio que Anabel llevaba no nos hacia ni plantearnos llegarse hasta aquí.

 

La salida del pueblo da al cruce de la carretera de Palencia la cual atravesamos y cogemos una carreterilla estrecha  asfaltada y muy agradable, ya que llevamos una acequia a nuestra izquierda y los cañizales, los maizales, la humedad y el fresco mañanero, hace que disfrutemos, a pesar de que nos adelantan 2 o3 tractores que nos hacen ladearnos a un extremo de la carreterita, ya que al ser tan estrecha, no cabemos ambos. Esta carretera termina en la abadía de Benbevivere, la cual esta abandonada y bastante deteriorada, por lo que proseguimos nuestro andar, llega la hora de que Anabel se quitarse la sudadera y ambos las piernas de los pantalones, tras hacer nuestras necesidades y cruzar un riachuelo aparece ante nosotros la famosa vía Aquitana, indicado en un mojón, una recta de 12 kms en los que según dice todo el mundo solo hay una encina solitaria a mitad camino, el tramo según todo el mundo es interminable y aburridísimo, nosotros nos disponemos a realizarlo, pero siendo conscientes de que es otra de las etapas a realizar. Nada mas empezar me doy cuenta que nos acompañan una hilera de plataneros que van dando cierta sobra, por lo que los kilómetros sin vegetación se ven reducidos, algo es algo. La recta si que es recta, y se funde con el infinito, otra de las cosas que me sorprenden, es que como estamos recorriendo un camino carretero muy ancho y en el cual las piedras son muy numerosas, a un lado de esta se ha formado un caminillo por donde han desaparecido estas, y que seguimos todos los peregrinos en línea recta, para no tener que andar pisando piedras. Esta solo la abandonamos cuando un peregrino adelanta a otro, la curiosidad discurre durante bastantes kilómetros de este recorrido. También reseñar que en ocasiones este caminito de tierra entre piedras se convierten en 2 filas, una a cada lado del camino carretero.

Los árboles van siendo menos numerosos hasta desaparecer, tras cruzar primero un canal y mas adelante un camino asfaltado la recta continua, ya sin arboles y siendo rodeados solamente por campos de cereal. La vista la fijo en los peregrinos que me preceden, y que siguen el caminillo sin piedras, me sirven de liebre, ya que Anabel debe acompañarme por detrás para no tener que pisar las piedras que jalonan el camino, no es que sean demasiado grandes aunque son como huevos, pero hacen que no asienten bien los pies.

También comentar que a nuestra derecha a gran distancia, hay ratos que apreciamos la autovía que conduce a León, otra imagen en que recrear la vista.

 

Reseñar que la encina solitaria no recuerdo pasarla, lo que si recuerdo es pasar un par de pajares, únicas reseñas que puedo mencionar aparte de cruzar una vez mas otro canal. Lo que si es de agradecer es que la junta de Castilla ha colocado 3 puntos de descanso con su banco y mesa de hormigón, 3 zonas de descanso que por supuesto nosotros hicimos uso de ella, para tomar un respiro y tomar algún alimento para reponer fuerzas. La pega es que están muy sucios porque no se recogen las basuras de las papeleras y la gente termina tirando todo por cualquier sitio. La cuestión que se plantea es la siguiente, quien son los guarros, los peregrinos que tiran todo al suelo o la Junta por su desidia de no recoger la basura de las papeleras y limpiar el punto de descanso.

 

Como digo la recta, continua, continua, continua ... Pero como todo en esta vida tiene un final, llega un momento en que una pequeña “subida” (mejor ondulación)y giro a la derecha,  hace darte cuenta que no estas andando delante de una fotografía, la mañana da paso ya al sol mas alto, gracias a que corre una ligera brilla que ayuda el caminar el sol no cae a plomo. Y tras remontar este pequeño desnivel, tras intentar encontrar con la vista mas cosas que campos de cereales, acabamos viendo Calzadilla de la Cueza. Creo recordar llegar entorno al as 12h 30 o 13h

 

Mi impresión es que después de 2 etapas mas largas, esta se me hace más llevadera, al fin y al cabo son poco más de 17 Kms. y eso se tiene que notar.

 

El pueblo es el albergue, el hotel, del mismo dueño y poco mas, pero es de agradecer la piscina la cual haríamos uso de ella por la tarde, para refrescarme y relajar un poco los músculos, aparte que la tarde se hace larga por no poder hacer nada aparte que descansar en el jardín del albergue echarnos nuestra correspondiente siesta, cosa que asusta a Anabel, por que nos metieron en una habitación  con mas de 80 personas y los ronquidos a mitad de tarde eran de aupa. Comemos un bocadillo en el restaurante y comentamos el negocio del “dueño del pueblo”, todo el mundo termina en sus 2 negocios, además no se puede cocinar en el albergue con lo que tienes que comer caliente en el restaurante y dormimos como gallinas en un corral. Tiene trabajando para él a inmigrantes, mano de trabajo barata. Por lo demás comentar que las instalaciones están bien, y como de alojamiento no hay problema, porque tiene 2 plantas de literas, todos los ciclistas que llegan entrada la tarde y bien entrada, tienen sitio.

También en las horas que pasamos esa tarde, tuvimos tiempo de navegar por internet, con tan buena suerte que encontramos y reservamos el hotel del León que tan buena impresión nos dio tras terminar el camino este año y que repetimos en el 2007 para alojarnos y hacer turismo por esa ciudad tan maravillosa.

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Etapa 23 10/8/06

Boadilla del Camino – Carrión de los Condes 25 Km

Salida 7h llegada15h

 

Dejamos este paraíso de albergue, yo me levanto de noche para ir preparando la mochila mientras Anabel de desespereza y se arregla para empezar la caminata, cuando salimos por el portón del albergue el cielo empieza a tomar color azul oscuro. Nos liamos buscando la salida del pueblo al no encontrar las flechas, no sabemos si es que nos las vemos por la poca luz o es que no interpretamos bien el plano, tampoco vemos peregrinos a los que seguir. Terminamos volviendo al albergue para ver hacia donde se encaminan nuestros compañeros de travesía. Vemos que el camino correcto era en dirección opuesta y poco a poco salimos del pueblo por un camino ancho de tierra con anchos chopos en línea que nos acompañan en nuestro despertar. Una bonita luna llena nos guiara durante mucho rato, incluso cuando sea totalmente de día. Tras dos cambios de caminos anchos entramos en uno que va paralelo al canal de Castilla, el paisaje es muy bonito, con el canal a nuestra izquierda y gran vegetación a los dos lados, la luna sigue delante nuestra haciendo de guía. El camino me recuerda a mis días de preparación en Zaragoza, cuando recorro el canal Imperial de Aragón, cuantas horas y días invertidos en fortalecer los músculos que dan como resultado que el camino se me haga menos duro.

El trayecto a la vera del canal se alarga hasta que tenemos Fromista  a nuestra vista, cruzamos por una pequeña pasarela el canal y descendemos hasta el pueblo, cogemos una carretera de entrada al pueblo que se convierte en calle larga y ancha con gruesos plataneros a ambos lados. El pueblo tiene pinta de pequeña ciudad, y cuando llegamos a la plaza nos recibe la preciosa joya del románico que es la iglesia de San Martín, las palabras se quedan cortas para describir esta iglesia (la vista al natural dejan pequeñas las magnificas fotos que había visto de ella), como es muy pronto esta cerrada y no podemos esperar a que la abran, por lo que tenemos que conformarnos con verla por fuera.

Desayunamos en un bar en la plaza, que bien sienta un colacao y un bocadillo de tortilla, cogemos fuerza para esta etapa que al desajustarla ayer por hacer 10 kms. de mas, hoy pensamos hacer 5 kms mas de lo previsto para compaginarla a las etapas programadas y de esta forma adelantamos 1 día.

Retomamos el camino, y nada mas abandonar Fromista volvemos a coincidir con la pareja de payasos que iremos acompañando hasta Carrión, Un andadero con mojones cada pocos metros nos llevara hasta Carrión, la vista con los 2 mojones franqueando el andadero es una imagen muy típica y bonita, intento hacer una foto para ponerla de fondo de pantalla en el ordenador, pero la sombra que proyectamos sobre ellos al darnos el sol de mañana estropea esta fantástica foto. También hacemos otra de las fotos que iremos haciendo según nos acerquemos a Santiago, un cartel de carretera indica a los conductores cuantos kms. faltan a Santiago. Cuando vemos la cantidad de kilómetros hace que cualquiera se desanime, pero lo que hay que pensar no es lo que queda, sino lo que ya hemos recorrido, te das cuenta que el marcador va descendiendo poco a poco. Que lejos queda los 850 o 870 que hay desde Somport, cuantas cosas vividas desde ese 1º día de peregrinaje, y cuantas aun por vivir. Todo ello viene a colación porque tras atravesar Población de Campos, un pueblo que despierta a un mañana de verano, y cruzar un puentecito a su salida junto a la carretera, llegaremos a un hito importante en esta etapa, un gran sauce llorón es el punto intermedio que hay desde Somport a Santiago. Queda la misma distancia por recorrer, que la que hemos recorrido. A partir de este momento ya no tenemos que contar los kilómetros recorridos, sino ir descontando los que quedan para llegar. La pregunta a realizar: ¿Qué, nos volvemos o llegamos hasta el final? . Nunca imagine llegar a este hito, como cuando llegue a Santiago no se que es lo que se me pasara por la mente, me asusta pensar en ese momento, claro que para saberlo tendré que llegar allí. Ahora cuando estoy escribiendo estas memorias me planteo si realmente quiero llegar, ya que llegar es terminar, terminar una aventura que realmente estoy viviendo con mucha pasión y esperanza, esperando que llegue cada verano para ponerme en camino. Cuando llegue se habrá acabado este anhelo, no se si realmente deseo llegar o que este “camino” no termine nunca. Es una fuerza interior que te atrae, un sentimiento que me desconcierta, sobre todo pensando que me considero no creyente, no se si lo que siento……

Nada mas pasar el sauce llegamos a Revenga del Camino, son las fiestas y los paisanos nos animan a sumarnos a sus fiestas, nos acompañan a ver su iglesia, nos guían muy amablemente, dan sopas de ajo en la calle y Anabel se sienta en un banco a saborearlas, se esta aficionando a ellas, una charanga muy folclórica se acerca y Anabel se une a ella para hacerse una foto, cosa que la charanga agradece enormemente, hablando con una señora , nos descubre que es de Zaragoza y que se vino aquí cuando se caso, sigue teniendo morriña de nuestra ciudad, te das cuenta de que cuando te alejas la gente se siente muy orgullosa de ser maños, luego dicen que la gente es despegada de Aragón.

En la recta que lleva a Villalcazar hay 2 o3 merenderos, pero no paramos hasta llegar allí, también decidimos que la iglesia templaria que nos habían recomendado no perderla, al estar un poco apartada y el cansancio hacer mella, decidimos dejarla para verla cuando pasemos con el coche. Descansamos durante un buen rato en la única sombra que veremos hasta llegar a Carrion, el sol esta pegando de lo lindo y aunque el aire se agradece, llevamos la pantorrilla, el hombro y el cuello por la parte izquierda al rojo vivo. Tomamos cacahuetes, barritas energeticas y nos preparamos un sobre de sales en el agua como reconstituyente.Ya que la recta de 5.5 kms que nos queda se nos va hacer un infierno, ya no solo por el cansancio sino por el sol que hace que nos duela la zona socarrada, la llegada nunca llega y sobre todo tras culminar la pequeña subida que hará que veamos el pueblo a lo lejos, y parezca no acercarse nunca.

Cuando entramos la duda sobre en que albergue alojarnos nos hace decidirnos por el 1º que es el convento de las clarisas, yo llevo informes de que es mejor el municipal, pero Anabel no puede dar un paso, además una pareja en un tractor nos recomienda ir a ese y como por fuera es muy bonito y el patio interior es precioso, nos alojamos allí, la habitación deja mucho que desear además me parece caro 6 euros, las monjas las veo muy interesadas en cobrar, pero la decisión esta tomada y no es cuestión de cambiar.

Tras ducharnos nos vamos a un restaurante a comer donde Anabel siempre recordara el cocido completo que se comió. Una siesta después no hay quien nos la quite, para después dar un paseo por este majestuoso pueblo castellano, lleno de monumentos históricos y un sabor a medieval que infunde su rua y su casco antigua, cuantos peregrinos a lo largo de la historia abran pasado por allí. El frontal del museo diocesano espléndido.

Anabel esta de mal humor, una de sus crisis, cuando dice que no le encuentra sentido a hacer el camino y siente perder el tiempo haciendo esto. Esta cansada, hemos hecho en 2 dias lo que pensábamos hacer en 3 y eso se nota, la próxima etapa es corta, creo que servirá para reponer fuerzas. Me da rabia que no disfrute de este encantador pueblo, compramos en un supermercado algo para cenar, ya que en el albergue hay una destartalada cocina donde poder tomar algo.

El albergue esta lleno de italianos, para variar, y entablo conversación con 2 ciclistas españoles que cambian los neumáticos de sus bicis por estar muy desgastados, que rapidez, con lo que me cuesta a mi.

El cansancio nos hace tener ganas de acabar por este año.

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Etapa 22 9/8/06

Hontanas – Boadilla del Camino 30 Km

Salida 7h llegada16h

Día maratoniano, fue la etapa mas larga hecha hasta el momento.

 

Como todas las mañanas la rutina diaria para ponernos en marcha, la mañana es agradable y cogemos una senda paralela a la carrera local que va franqueada por árboles y que cuando volvamos a retomarla la hará muy bonita y entrañable andar con la hilera de árboles a nuestros dos lados y el sol despuntando detrás nuestro, entre los campos segados de trigo encontramos un conejo que me acerco a tocar con el palo, me aconsejan no tocarlo porque debe estar enfermo ya que no se mueve y parece aletargado, quien me lo recomienda son los peregrinos que durante esta temporada llevaremos mas a nuestro lado, y que nos reviran para tirar en momentos malos, por lo menos a Anabel, habían dormido en el albergue privado y el de Zaragoza ya ha hecho el camino 2 o 3 veces, es el mas sensato, el otro el vasco es el payaso de la pareja. Al principio empezamos a entablar amistad, es de Zaragoza pero vive y trabaja en Burgos, según el una ciudad mas pequeña, pero mejor para vivir, porque puedes ir a todos los sitios a pie entre otras cosas, además suele hacer la Baja Aragón en coche y ello nos sirve para que me cuente curiosidades sobre esta prueba que a lo largo de los años ha ido cambiando su espíritu aventurero y el me va narrando curiosidades de la prueba, Anabel va por detrás hablando con el otro esto es bueno porque asi no se le hace tan pesado el camino.

Cuando llegamos a la ruinas de S. Antón su majestuosidad nos deslumbra como una carreterita puede pasar por debajo del arco y sus dependencias servir de albergues, no hay palabras para describir semejante singularidad. Anabel aprovecha para grabar en video las ruinas y yo sello la credencia para que quede impreso el lugar visitado.

De allí a Castrogeriz hay 3 kilómetros , y la vista de su ex –colegiata de Maria del Manzano nos va dando la bienvenida, cuando pasamos por ella un bar con terraza nos invita a desayunar pero como nos habían recomendado el mesón preferimos ir allí.

Anabel se hace una foto con  un jardín de flores que hay a la entrada de una casa, cualquier sitio es bueno para tener un recuerdo del camino. En el camping llamado del Camino de Santiago hacemos una parada para sellar y proseguimos atravesando este largo y gran pueblo que no termina nunca, el albergue de la plaza esta cerrado y cual es nuestra sorpresa que tras recorrer calles y mas calles (2 Kms. de pueblo) nos estamos saliendo del pueblo sin encontrar el mesón, maldito mesón las vueltas que nos hizo dar y el tiempo que perdimos, al final con humor de perros lo encontramos y el bocadillo de tortilla de patata sentó impresionante, el padre de Anabel nos llama para saber por donde vamos y quedarse tranquilos de que no nos pasa nada.

Tras conseguir salir de este maldito pueblo, la pareja del tango ya estaban en el mesón y nos habían dicho que se llegaba mejor yendo por la carretera que atravesando el pueblo, tenemos por delante la cuesta mas dura de esta temporada, nada que no se pueda salvar con paciencia y empeño, hay que reseñar que el resto de etapas son y serán plano plano plano. Un puentecito de madera muy majo será el punto de partida de la cuesta, reseñar que como acabamos de almorzar y descansar la cuesta se hace mas llevadera, además la compañía de 2 nuevos peregrinos catalanes hace que el esfuerzo se haga mas llevadero y la subimos a buen ritmo.

Cuando llegamos arriba me asombro de que Anabel lo haya hecho tan bien y sin problemas, las vistas desde allí son increíbles de todo el valle con Castrogeriz en primer lugar, unos bancos ayudan a tomar un respiro, el problema es que esta muy mal cuidado y entra basura de la gente y la dejadez llena de cardos y hierbajos no apetece quedarse mucho rato, tomamos de nuevo el camino….

Se llanea durante un rato para tener que descender de nuevo en fuerte pendiente, desde arriva volvemos a tener una vista inmensa del camino que nos falta por recorrer, la vista de la meseta es esplendida pero desesperanzadora por lo lejos que se ve a los peregrinos en el fondo del valle, hay que pensar que llegaremos dentro de una hora donde alcanza la vista, la bajada es peligrosa por el desnivel y porque las piedras están bastante sueltas y hace que el pie no lo podamos apoyar bien para ir bajando, además los ciclistas bajan a toda pastilla y se juegan el físico y nos lo hacen jugar a nosotros también, según bajamos el desnivel se va atenuando y vamos cogiendo mas seguridad a la hora de no tener ningún susto. Echamos la vista atrás y ahora vemos la bajada larga y empinada.

El sol empieza a pegarle de lo lindo y la recta árida y larga parece no acabar nunca, casi al final de ella volvemos a coincidir con la pareja “de payasos” como les llamamos, que nos alcanzan, gracias a ellos conseguimos coger fuerzas para continuar y paramos en una fuente un ratito y les da por meterse con una peregrina que no sabemos su nacionalidad.

Son las 13h y llegamos a San Nicolás de Puente Fitero donde en principio íbamos a quedarnos a descansar, pero el albergue esta solitario, no hay ni una casa mas, hasta las 16h no abren el albergue, tres horas de espera en la puerta pueden ser interminables, los hospitaleros prácticamente nos echan diciendo que hay muy pocas plazas (12) y son para los que lleguen mas tarde, por lo que como vemos poca hospitalidad decidimos animados por nuestros compañeros y viendo lo desolado del lugar continuar hasta Boadilla del Camino 10 Kms. mas.

La capilla gótica que hace de albergue es muy bonita pero nos da pavor dormir en la misma iglesia aunque las referencias eran muy buenas.

Tras pasar por el famoso puente llegamos al mojón de la provincia de Palencia, tras la foto de rigor y un leve descanso a la vera del puente, emprendemos de nuevo el viaje unos chopos nos adentran en Itero de la Vega, haya albergue privado, pero la decisión esta tomada, tras cruzar una carretera, la recta de 4 o 5 kms. con subida a un otero es una meta inalcanzable, el riego por aspersión de un terreno nos sirve para refrescarnos un poquillo, llegar arriba es una penuria, pero lo conseguimos pensando si de verdad merece haber alargado la etapa, descansamos un rato desde arriba viendo aun los 5 o 6 Kms. que nos quedan, el sol y el calor empiezan a apretar la zona de la pierna en donde me pega el sol lo llevo al rojo vivo, el problema de que te pegue el sol todo el día en el mismo lado hace que lleve la pantorrilla izquierda y ese lado del cuello que no me lo puedo rozar. Las paradas empiezan a ser constantes, aunque no se puede parar mucho ya que no se sabe que es peor, el  cansancio o el sol. Al final de la recta tres arbolitos nos sirven de sombra para poder descansar de verdad, el pueblo esta ahí pero no hay forma de llegar, los hombros los llevo muy cargados por el peso.

Decidimos intentar llegar, el pueblo aunque no es grande, ya se sabe el albergue al final del pueblo, parece no tener fin. Esta vez el albergue elegido es el privado por la diferencia de calidad con el municipal que es muy elemental.

Un precioso patio ajardinado con una piscina que es un paraíso nos da la bienvenida, pero yo solo veo dejar la mochila, allí no encontramos con la pareja famosa.

Como es tarde comemos de lo que llevamos encima y esperamos a la hora de la cena para cenar en el restaurante del mismo albergue. Relajarnos en el césped fresquito da la vida, el dormitorio esta muy oscuro porque la gente duerme y apiñado no me termina de convencer. A mitad de tarde salimos a ver el soberbio rollo, es precioso y visitamos la iglesia, como esta a punto de cerrar y quiero conseguir el sello, tengo que echarme una carrerita hasta el albergue, el estilo de la carrera me da risa la forma de correr por los dolores de las piernas.

La cena la hacemos con un matrimonio mayor de franceses muy majos y aunque solo sabe castellano la mujer y mas bien poco la cena es muy agradable, también nos acompaña un chico vasco triatleta, esta el chico cachas, que esta haciendo el camino en bici y al revés, pasamos un rato muy agradable con los tres en la mesa y siempre es agradable compartir experiencias.

Un cigarrito Anabel y a la cama que apagan la poca luz del dormitorio.

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Etapa 21 8/8/07

Rabe de las Calzadas – Hontanas 18.6 Km

Salida 7h llegada 12h30

 

Nos levantamos de noche para que según nos aseábamos, preparábamos la mochila y desayunábamos algo de lo que llevábamos en la mochila se fuera clareando el cielo,

Cuando salimos del alberque el cielo aclaraba y tuvimos que ir con cuidado buscando la salida del pueblo ya que la flechas no se apreciaban bien.

Vamos entrando en la Castilla cerealista, unos llanos nos acercan a Hornillos del Camino donde esperamos a que abran un bar para poder desayunar y coger fuerzas.

Subimos a una nueva meseta en la cual empiezan a aparecer los típicos montículos hechos por los peregrinos con piedras 2 de ellos quedan a nuestra izquierda. Las rectas empiezan a ser largas y sin fin visible, tras una bajada llegamos al arroyo de San Bol donde se encuentra un albergue hippi, como no se encuentra en el camino y hay que coger un cruce a la izquierda para llegar a el, Anabel se queda sentada descansando en un mojón con la vieira del camino y yo me acerco al albergue para sellar la credencial y tener el sello como recuerdo de la etapa, es un albergue diferente, el comedor es como una cueva al aire, cada uno coge lo que quiere y paga lo que puede, el ambiente es un poco diferente al de resto de alberges, sello y me voy. Anabel esta sentada tomando un tente en pie, esta de foto y le hago un par, el marco es muy bonito.

 

Volvemos a subir una cuesta y cruzamos una carretera, Pilar de Dibus llama a Anabel, habíamos acordado que cuando ella fuese por la carretera de Burgos a León la llamase para que la acercase al pueblo en el cual íbamos a dormir ese día y así se ahorrase los kilómetros que nos quedaban, pero la mala suerte se ceba con nosotros, ya que entre que se puso a llamar y le cogimos el teléfono ya que la cobertura por las zonas que andamos no esta asegurada, ella había avanzado mucho con el coche y tenia que hacer muchos kilómetros hacia atrás para recogerla, por lo que se quedo en agua de borrajas la trampilla. Me hizo gracia la expresión que dijo, “si aun estáis en Burgos”, esto sirve para comprobar la diferente visión de los kilómetros recorridos si los haces en coche que si vas andando, a nosotros nos había costado día y medio llegar allí, a ella pasarse el punto de encuentro e irse muchos kilómetros mas allá , unos minutos.

Pasada la carretera, recibo un mensaje al móvil, que gracioso haces el camino para desconectar del mundo y sentir cierta espiritualidad contigo mismo, y el móvil te devuelve a la rutina diaria y a estar enterado de todo lo que pasa. La mujer de Ramón a fallecido tras una larga lucha con un cáncer de mama, nunca un mejor sitio para enterarte y poder meditar sobre la existencia de uno mismo en la tierra, tu y tus pensamientos.

Volviendo al camino estamos ante la última recta del día pero se hace como siempre larga e interminable, gracias a que como vamos por un altanazo, corre una ligera brisa que nos ayuda en el caminar, la hora también acompaña ya que aun es medio día, no conseguimos divisar el pueblo hasta estar prácticamente en el, esta en un hondo, tras unas bajadas nos encontramos en el, y el calor allí si que se hace notar al no correr la brisa.

El albergue es municipal, hay otro privado, esta abierto, al no haber nadie nos alojamos. Esta enclavado en un edificio antiguo y bien recuperado, las literas están nuevas y bien conservadas.

La hospitalera llegaría un par de horas mas tarde cuando ya estábamos duchados y habíamos lavado la ropa, tiendo en la puerta de entrada al sol para que se seque lo antes posible, como tiene cocina pero el pueblo no tiene tiendas, comemos en el único restaurante del pueblo, el menú del día esta bien pero un poco escaso tras nuestra andada.

Tras la siesta reparadora paseamos por el pueblo que al ser pequeño tiene poco para ver y la tarde se hace larga, unas buenas charradas con los paisanos una coca cola en la terraza del restaurante, y la visita a u anciano que hace manualidades con raíces, hacen transcurrir la tarde que como digo se hace larga al llegar tan pronto al pueblo y ser tan pequeño.

Las mujeres del pueblo nos avisan de que ha llegado el camión ambulante que vende de todo y nos sirve para comprar algo para cenar, un poco de jamón de York , unas salchichas y unos yogures nos sentaran bien antes de acostarnos, Anabel decide hacerse también una sopa de sobre, que llevamos en la mochila, los hornillos de la cocina no funcionan, calientan muy poco, la sopa cuesta hacerse una eternidad hasta encontrar un hornillo que calentaba medianamente. Yo paso el rato contemplando a un peregrino que esta absorto en sus mapas y planos del camino, mide cada centímetro del plano y anota cada piedra que pueda haber en la próxima etapa, y luego me dicen que yo preparo cada etapa con esmero. También reseñar la peregrina que se alojo nada mas llegar nosotros y que va sola, que ya ha hecho el camino varias veces y que hace según ella etapas muy largas, valoro su determinación y poderío a la hora de caminar sola.

Llegada la noche y antes de irnos a dormir, salimos a la calle, aprovechar los últimos minutos antes de que nos encierren, como dice Anabel, allí conocemos a un italiano de unos cuarenta y tantos años que recorre el camino solo como promesa , para tirar el anillo de su mujer muerta hace poco, nos comenta que lo ha recorrido varias veces y nos cuenta que vive en una granja en un pueblo semiabandonado en Italia, que tiene varios hijos y vive con sus padres y suegros, cuanto valor y resignación y compostura para afrontar la vida, nos dejo una onda impresión todo lo que nos contó.

Por ultimo reseñar que los roncadores traen de cabeza a Anabel y empiezan a aparecer las agujetas y los dolores musculares

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Etapa 20 7/8/06

Burgos – Rabé de las Calzadas 10,8 Km

Salida 11h llegada14h

Recto y llano, soleado con aire, bueno para caminar

 

Empezamos esta 4ª temporada donde lo dejamos el verano pasado. Madrugamos saliendo de Zaragoza para llegar lo antes posible a Burgos. Aun con todo se nos hacen las 10 o las 11 de la mañana cuando entramos en la capital, buscamos un buen sitio donde dejar el coche durante una semana, sacamos las mochilas, almorzamos unos bocadillos y unos melocotones y nos ponemos a callejear por la ciudad aproximándonos al parque lineal que escolta al río Arlanzón que nos llevara a cruzar el parque el parral donde se encuentra el  albergue que puso punto final al  tramo que recorrimos el año pasado. La mañana es fresca y la ciudad despierta a  una nueva mañana estival, pasamos el precioso enclave universitario y en el restaurante que hay en la esquina en el cual intento sellar la credencial para que conste que hemos empezado en Burgos y podamos dormir en el próximo albergue de peregrinos, tras conseguir que me habrán el restaurante y esperar un buen rato a conseguir el sello, nos disponemos a salir de Burgos atravesando a un lado todas las nuevas facultades que están construyendo para ampliar la ciudad universitaria, a la derecha un barrio de casas nuevas nos despiden de esta bonita e histórica ciudad.

Anabel necesita hacer sus necesidades y los primeros pasos son buscando un lugar entre los campos que despiden la ciudad donde poder deshogarse, muchos terraplenes casas semiabandonadas y un nuevo barrio (creo que se llama los Guindales) que están urbanizando al fondo a la derecha nos acompañan durante los primeros kilómetros una pequeña ermita es nuestro 1º encuentro con el románico.

Empezamos a adentrarnos en una  bonita chopera, el frescor de la sombra y el aire hace que la temperatura sea fresca y agradable. Es una maravilla caminar entre estos grandes chopos que amenizan el camino y lo hacen umbrío. Tal y como entramos vamos saliendo de el, y empieza a cambiar el paisaje, tierras de cultivo son la nueva estampa, tras varios cruces de caminos donde alternamos vías de tierra con zonas asfaltadas empezamos a tener enfrente los puentes que soportan la autovía que une Burgos con León, unos sobrecogedores puentes por la altura y dimensiones, llamada autovía del Camino de Santiago, como ha cambiado a lo largo de los siglos los caminos de llegar a la ciudad de apostos, no solo el camino que se recorre andando, ya les gustaría a los peregrinos de la edad media tener estas estupendas vías tan seguras y comunicadas, sino que ahora existen autovías rapidísimas para que los turistas lleguen rapidísimamente y recurran en pocas horas lo que hace pocos siglos se realizaba en meses, lo que hace el turismo y el negocio de un camino que no podemos imaginar a donde llegara para exprimir una ruta que ha perdido todo el sentido que tenia antaño.

Tras sortear la autovía, por abajo y la carretera nacional por arriba salimos a una local para en un breve tramo a la vera de la carretera llegar a Tardajos y su bonito crucero nos da la bienvenida allí paramos en un bar para reponer fuerzas y Anabel tomar su dosis de cafeína, todos tenemos nuestros vicietes y Anabel sin café no es ella.

Descansamos un ratito en ese bar lleno de lugareños y gente que veranea en este pueblecito a la salida de Burgos. Nosotros emprendemos el camino cruzando el pueblo y entablando conversación con un peregrino que nos indica que el albergue de este pueblo esta muy bien pero que aun quedan varias horas para que abran, este peregrino será uno de los que nos acompañaran a lo largo del camino y que cuando terminemos en Sahagún nos daremos cuenta que es de esas personas que merece tener como amigo por su forma de ser. Decidimos seguir porque no estamos muy candados ya que solo llevamos 5 Km y nuestra meta es  Rabé, salimos del pueblo por una carretera llena de chalet que la gente utiliza para evadirse de la ciudad, muchos de ellos grandiosos y con mucho gusto, admirando estas segundas residencias llegaremos a Rabé, fin de nuestra primera etapa, el albergue esta cerrado y no abre hasta las 13 o 14 pero el problema  no fue ese sino que el hospitalero no llego hasta pasada una hora larga mas, por lo que la espera se hizo bastante larga, gracias a que llevábamos algo de comer y pudimos reponer fuerzas y descansar en los bancos que había  en la puerta del albergue, auque no es lo mismo que si lo haces después de una buena ducha.

Cuando llega no va alojando en las diferentes habitaciones de la casa, la nuestra es de 8 camas y la compartimos con dos parejas de ciclistas con las que pasaríamos la tarde muy amenamente, gracias a dios que son 2 matrimonios jóvenes y creemos que no roncaran, ya que los ciclistas tienen fama de ello.

El alojamiento lo cogemos con cena ya que en este pueblo no hay tiendas ni bares y el albergue no dispone de cocina para uso de los peregrinos, el negocio del albergue es cobrar las cenas y los desayunos. Suerte que como el hospitalero es novato, las referencias que tenia de este albergue eran buenas gracias a la hospitalera anterior la famosa Mariví que tuvo que dejarlo después de muchos años por un tumor que le había salido, lleva poco mas de un año se le olvida cobrarnos, cosa que agradecemos ya que la cena no vale lo que cobra, cenamos tras esperar unos turnos larguísimos, la pasta estaba pasadísima, no sabia ni preparar un espaguetti que solo los condimento con tomate mezclado con perejil, con una ensalada que solo llevaba lechuga, y para colmo se habia quedado corto de comida y tuvo que hacer mas y fatal. Pero no nos podíamos quejar por que no habíamos pagado nada y demás en el camino se dice que el peregrino no exige nada solo agradece lo que se le da.

La tarde se hizo larga ya que no estábamos cansados pues habíamos andado pocos kilómetros y era nuestra 1ª etapa, aunque como habíamos madrugado bastante la siesta sentó bien y luego dimos un paseo por el pueblo que era francamente pequeño pero coqueto y terminamos la tarde charlando con los ciclistas en uno de los bancos y según bajaba el sol el aire se hizo fresco tirando a frió, la noche era realmente fría y no se podía estar charlando fuera en la calle, nos daba esperanza para el día siguiente no nos hiciera demasiado frió.

La cena fue muy divertida, ya no por los ”manjares” sino porque el hospitalero suplía su inexperiencia con verborrea y el grupo de italianos que cenaron con nosotros pusieron la típica gracia que tienen a la hora de dialogar. El vino también ayudo lo suyo.

El albergue se lleno de tal manera que tuvo que colocar colchonetas en el suelo de la salita de reuniones y en el pasillo de la entrada, esto causo que al haber solo 2 baños la estampida a la mañana siguiente fuese coger baño una odisea.

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Una decena de kilómetros en territorio navarro son los que faltan para llegar a Sangüesa, importante población desarrollada al albur del Camino y donde, según la tradición, estuvo predicando San Francisco de Asís. Su casco antiguo y la preciosa iglesia de Santa María merecen un paseo extra por la capital de la merindad.

El peregrino se enfrenta a una etapa larga. Se puede dividir en tres partes:
- Una primera de Artieda a Ruesta (los primeros diez kilómetros), sin grandes dificultades y en la que la mayor parte del itinerario transcurre por asfalto. Aunque no cuenta con arcén, se puede andar por los laterales de la carretera que son de hierba y se encuentran en buen estado.
- Una segunda parte de unos 12 kilómetros que va de Ruesta y Urdués de Lerda. En este tramo hay que subir a Peña Musera y el correspondiente descenso a Urdués.
- La tercera (últimos 10 kilómetros) de Urdués a Sangüesa cuenta con camino muy cómodo.

Sangüesa
Sangüesa es la capital de la Merindad del mismo nombre y la ciudad más importante de la Navarra media oriental. Su origen y desarrollo va unido a su situación en una encrucijada de caminos entre la montaña y la ribera. Sangüesa contó con una densa implantación romana. La primitiva villa "Sangüesa la vieja", que se identifica con el actual Rocaforte, desempeñó en el siglo X una importante labor en la defensa contra los musulmanes, en sus intentos de acceder al reino navarro.
Su monumento más importante es la iglesia de Santa María la Real, situada junto al puente sobre el río Aragón a la entrada de la calle mayor. Su construcción ha tenido distintas etapas, la más antigua en torno a 1131. Posee una gran belleza exterior, sobre todo su espectacular fachada, así como obras de notable interés artístico en su interior. Tampoco podremos dejar de visitar la iglesia de Santiago el Mayor (s. XIII), edificio de origen románico, y la iglesia de San Salvador, edificio gótico (s. XIII-XIV).

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El Camino poco a poco va dejando las mesetas cerealistas aragonesas para, alternando entre calzadas y caminos, recorrer los nueve llanos kilómetros que nos separan de Ruesta.

El itinerario

Este pueblo se deshabitó en los años cincuenta y hoy en día sus restos bordean el pantano de Yesa. Actualmente hay un camping y un albergue de peregrinos regido por el sindicato anarquista CGT. Es un bello lugar para tomar aire y emprender una considerable subida a lo largo de ocho interminables kilómetros por el pinar de Peña Musera.

El Camino dice adiós definitivamente a Aragón en el término de Undués de Lerda, un pequeño pueblo que tuvo antaño su importancia e influencia al ser frontera entre los reinos de Aragón y Navarra. Todavía se conservan trozos de una calzada romana a la entrada del pueblo.

Principales dificultades

- A lo largo de esta etapa es necesario dosificar el agua y las provisiones, ya que son muy espaciados los tramos entre las diferentes poblaciones. La segunda parte del tramo se hace especialmente larga, por lo que es conveniente hacer un repaso de provisiones antes de salir de Ruesta.
- El alto de Peña Musera. Se desciende de Ruesta por un camino empedrado que si está mojado puede dar algún problema, y se baja hasta el camping que está a orillas del Pantano de Yesa. Comienza un ascenso de seis kilómetros por una pista en buen estado y con algunos puntos duros que transcurren entre pinares. Las huellas que dejan los todoterreno en el piso pueden llegar a suponer un problema para los caminantes. El descenso de cinco kilómetros no tiene mayor dificultad que la de una pendiente que hace mella en las piernas y que conduce hasta la calzada romana en Urdués de Lerda.
é ver y qué hacer

Ruesta
Antiguo pueblo-fortaleza con gran paso de peregrinos que se guarecían en el priorato de Santiago de Ruesta. En 1959, cuando las tierras fueron inundadas por el pantano de Yesa, el pueblo comenzó una inexorable emigración hasta dejarlo deshabitado por completo. En la actualidad un camping y dos albergues hacen que el pueblo no sea fantasmagórico. El sindicato CGT se encarga de la rehabilitación del lugar.

Undués de Lerda
A la entrada se puede contemplar el resto de lo que fue una calzada romana de hace 2.000 años. Undués de Lerda actualmente tiene 37 habitantes y conserva todavía sus grandes casonas que reflejan el pasado esplendoroso que tuvo, al ser un enclave estratégico situado en la frontera de los reinos de Aragón y Navarra. En lo alto del pueblo se sitúa una esbelta iglesia renacentista que conserva una pila bautismal del siglo XIII.

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El Camino histórico, antes de la construcción del inmenso pantano de Yesa, transcurría desde Puente la Reina de Jaca en dirección a Tiermas para llegar al Monasterio de Leyre y de allí a Sangüesa.

El itinerario

Actualmente la ruta de la orilla izquierda del Aragón ha tomado visos de oficial. El terreno de la etapa, aún cuando circula todo el tiempo por la falda de la ribera del mismo río, es muy árido. A unos cinco kilómetros más allá de Arrés se cruza la carretera que une Martes con la N-240, y a otros tres se abandona Huesca para entrar en la provincia de Zaragoza. El Camino todo el tiempo lleva a la derecha del río Aragón como telón de fondo la emblemática población de Berdún. Posteriormente se asciende a la meseta de Martes para continuar durante siete kilómetros hasta rodear Mianos. Las fincas de cereal y la soledad acompañarán al peregrino en esta etapa, que al final exigirá un último sacrificio al peregrino, debido a que Artieda se encuentra en lo alto de una elevada colina.

Esta es una etapa corta y con un itinerario que está en buen estado. La mayor dificultad es que, aunque se pasa cerca de Miaños y Martes, no se cruza ningún pueblo, por lo que hay que ir bien a aprovisionado con todo lo necesario para recorrer toda la etapa. Debido al calor, hay que tener especial cuidado con esto en verano para evitar la deshidratación. La etapa acaba en Artieda, que al igual que Arrés y que casi todos los pueblos de la zona, está en un alto, con lo que es inevitable la última cuesta.  ver y qué hcer

Artieda
Artieda es un pequeño pueblo zaragozano de unos 70 habitantes que verán como parte de sus tierras serán anegadas por el agua si finalmente llega el denostado recrecimiento del pantano de Yesa. Cuando el peregrino llega a Artieda se encuentra un cuidado casco urbano, con calles empedradas de gran belleza e interés. En lo alto del pueblo se halla la iglesia de San Martín. El día de Pascua de Pentecostés, en la romería a la ermita de San Pedro, el Ayuntamiento obsequia pan y vino a los romeros que preparan menús típicos que luego comparten.

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El recorrido en esta etapa sigue paralelo al río Aragón y a la Nacional 240. Dejamos atrás la histórica ciudad de Jaca y llegamos al cruce de San Juan de la Peña en el Hotel Aragón.

El itinerario

El singular monasterio se aleja de la ruta jacobea unos 12 kilómetros. Pocos peregrinos se desvían, pero el que toma la decisión de visitar dichos lugares, goza de una belleza incomparable. San Juan de la Peña fue fundado en 1025 por Sancho el Mayor aprovechando el hueco de una enorme roca. Fue panteón de los reyes de Aragón y de Navarra mientras su corona estuvo unida. La joya de San Juan de la Peña, aparte de su preciosa iglesia mozárabe, es el famoso claustro sin techo, tapado simplemente por el saliente de la mole.

Conviene advertir que no hay albergues ni en San Juan de la Peña ni en Santa Cruz de la Serós, de modo que el peregrino tiene que volver sobre sus pasos hasta el cruce.

El Camino continúa hasta la sirga peregrinal de Santa Cilia de Jaca que divide el cuadricular pueblo, posteriormente se alcanza Puente la Reina de Jaca por un camino forestal que se toma poco antes de entrar en el pueblo. Este lugar es hoy lo más parecido a un área de servicios (restaurantes, hostales y gasolinera). Antaño confluían en este cruce estratégico las vías de Somport y la del Valle de Hecho y es nombrado por Aymeric Picaud en su famosa guía medieval jacobea. Tres kilómetros más allá se llega a Arrés, fin de la etapa.

Esta parte del recorrido no tiene demasiadas complicaciones. Mantiene la belleza y los estupendos paisajes que ya ofreció el camino al peregrino en la primera etapa. Hace tiempo, la mayor dificultad venía dada por el peligro que suponía el tramo entre Santa Cilia de Jaca y Puente la Reina de Jaca, ya que se caminaba continuamente en el asfalto de la carretera, pero esto quedó subsanado cuando se colocaron unos andaderos que garantizan la seguridad de todos los caminantes. Estas mejoras del Camino a su paso por Aragón son fruto de los cambios que poco a poco, y con el paso del tiempo se van haciendo en cuestiones como la señalización, los albergues y las diferentes infraestructuras.

Principales dificultades

Para llegar a Arrés hay dos opciones. Una es seguir por el camino que marca hacia Artieda. En el final de este tramo hay que ascender por una fuerte pendiente de asfalto que llega hasta el pueblo. La otra posibilidad es un sendero de más de dos kilómetros de subida tendida hacia el pueblo y que cuenta con la dificultad del piso, ya que está lleno de piedras y barro cuando llueve.

Qué ver y qué hacer

Santa Cilia:
El núcleo urbano ha sido declarado conjunto histórico artístico del Camino de Santiago. Dentro de él, se puede admirar el edificio denominado El Palacio, que es un edificio que fue construido entre los siglos XV y XVI. En él destaca la puerta abovedada, una fachada de amplias dimensiones con numerosos vanos y un saliente alero.

Arrés:
En la parte alta del pueblo se alzan majestuosos la iglesia y el castillo, edificios que se enlazan por medio de un lienzo de muralla. Destaca una torre rectangular de aproximadamente 10 metros de altura. Es de piedra sillar y posee saeteras. Esta fortaleza es de estilo gótico de los siglos XV y XVI.

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En Castiello de Jaca se contempla uno de los bonitos pueblos pirenaicos apegados a las rocas de la montaña.

Jaca es el final de la primera etapa del llamado Camino Aragonés. La ciudad fue la primera capital del Reino de Aragón en 1035. De ese siglo XI es la importante catedral románica de Jaca. Su famosa Ciudadela todavía conserva el carácter medieval con que se dotó en el siglo XVI.

Ésta es una etapa larga que comienza con un descenso muy fuerte, lo que es un duro comienzo para las piernas. A su favor tiene que es un tramo de una gran belleza, perfecto para disfrutar del paisaje. Aunque el peregrino se encuentra con todo tipo de pisos: senderos, barro, piedras... el camino está habilitado con escaleras, quitamiedos y andaderos, que facilitan el tránsito y garantizan la seguridad.

Jaca:
La actual Jaca fue un antiguo asentamiento prerromano. Ramiro I en el año 1035 lo convierte en capital del recién creado reino de Aragón. En los siglos XII y XIII numerosos peregrinos utilizaban esta ruta, al considerarla menos peligrosa que la de Roncesvalles, lo que motivó el desarrollo de la ciudad y la concesión de privilegios.
El monumento más destacado de Jaca es la catedral de San Pedro, su construcción comienza con el reinado de Ramiro I en 1063; está considerada la primera catedral románica en España y destaca en ella la decoración escultórica. En las naves laterales se abren doce capillas en las que existen numerosos elementos platerescos y barrocos.
Entre los edificios civiles de Jaca, se pueden resaltar el Ayuntamiento (s. XVI), la torre del Reloj (s. XV), el gótico puente de San Miguel (s. XV) y la Ciudadela, fortaleza pentagonal mandada construir por Felipe II en 1595.

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Este inicio del Camino de Santiago tiene lugar en Somport, a 1.600 metros de altitud. El puerto de Somport une la Ruta Tolosana con el Camino Francés en su ramal aragonés.

El itinerario

El Camino se inicia en el mismo paso fronterizo de Somport (Sumnus Portus), donde un pequeño monumento al peregrino señala el lugar.

Hasta Jaca el camino desciende por parajes naturales de gran belleza con sus bosques de hayedos, riscos y agua fluyendo por doquier. En esta etapa también se pueden contemplar grandes obras arquitectónicas civiles como la decadente Estación de Canfranc o las estaciones de esquí de Astún y Candanchú.

Desde Somport un prolongado y fuerte descenso por duras veredas lleva al peregrino hasta los restos del antiguo Hospital de Santa Cristina, que llegó a ser uno de los más importantes de la Edad Media. Más abajo se llega a la Estación de Canfranc, se sucede el pueblo de Canfranc con su fuerte Coll de Ladrones, fortaleza del siglo XVI cuya finalidad era controlar el contrabando. Desde Canfranc hasta llegar a Villanúa el peregrino camina por una antigua calzada romana y en este pueblo oscense se puede visitar la cueva de las Güixas (brujas) lugar de antiguos akelarres.

Principales dificultades

Los siete kilómetros de bajada, nada más comenzar la etapa, hacen que el calentamiento sea casi obligatorio y muy conveniente. Qué ver y qué hacer

Somport:
Puerto de resonancias históricas, que durante siglos ha constituido el paso principal entre ambas vertiente de los Pirineos centrales desde el valle de Aspe al del Aragón. Los romanos le denominaron como "Summus Portus", nombre del que se deriva el actual Somport. En la salida del Camino hay un monumento metálico con un cartel que indica los kilómetros que restan hasta Santiago de Compostela: 858. Es uno de los lugares donde más nieva del Pirineo, fruto de ello son las excepcionales estaciones de esquí de Candanchú y Astún.

Estación de Canfranc:
La Estación de Canfranc fue construida a principios de siglo e inaugurada por Alfonso XIII y Primo de Rivera. Vivió su época dorada en la posguerra y los años 60 con la exportación de cítricos a Europa, hasta que la caída del puente de l′Estanguet en la parte francesa provocó el cierre del túnel en 1970. En la actualidad su decadencia le da un tinte cinematográfico. Tras cruzar un túnel en la salida de Estación de Canfranc puede contemplarse la Torre de Fusileros, fortificación de apoyo al Coll de Ladrones.

Canfranc pueblo:
Desde el antiguo pueblo de Canfranc se puede vislumbrar el fuerte de Coll de Ladrones, fortaleza del siglo XVI, cuya finalidad era controlar el contrabando. Destaca en este pequeño pueblo la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, realizada entre los siglos XVI y XVII por picapedreros vascos.

Villanúa:
Antes de entrar en Villanúa la senda pasa muy cerca de la cueva de las Güixas (brujas) un conjunto de galerías subterráneas adaptadas al turismo. En ellas cuentan que se celebraban akelarres. Las entradas para visitar dichas cuevas se adquieren en la caseta que se encuentra en la entrada del pueblo. La parte vieja de Villanúa está fechada en 1079 y está constituida alrededor de su iglesia del siglo XVIII.

Sellos de la Etapa

Cuño del Albergue de Peregrinos "Summus Portus".
Aludiendo a su nombre dado por los romanos, o Puerto de Aspe, como lo designa el Codex, situado en la divisoria entre las vertientes atlántica y mediterránea.

Cuño del albergue de peregrinos "Pepito Grillo".
Muy renombrado aunque tradicionalmente de montañeros. No obstante tienen un sello especifico para peregrinos donde se indica que es la lª Etapa para aquellos que inician su andadura en Somport.

Cuño del Albergue de Peregrinos.
El antiguo y activo "Campus Francus" fundado en el siglo XI para regular el tráfico de peregrinos y comerciantes que pasaban por Somport y percibir los correspondientes impuestos.

Cuño comercial del albergue refugio "Tritón".
Antes de entrar en Villanúa la senda pasa muy cerca de la cueva de las Güixas (brujas) un conjunto de galerías subterráneas adaptadas al turismo. En ellas cuentan que se celebraban akelarres. Las entradas para visitar dichas cuevas se adquieren en la caseta que se encuentra en la entrada del pueblo. La parte vieja de Villanúa está fechada en 1079 y está constituida alrededor de su iglesia del siglo XVIII.