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PARTIDO Nº 734 ESPAÑA 2-0 R.CHECA (12-Jun-2022)

PARTIDO Nº 734 ESPAÑA 2-0 R.CHECA (12-Jun-2022)

ESPAÑA

bandera españa circular

Partido 734

REP. CHECA

BANDERA REPUBLICA CHECA  

2-0

1-0 (24´) Carlos Soler
2-0 (75´) Sarabia

UEFA Nation League

12 Junio 2021

Malaga

Estadio: La Rosaleda


FICHA TÉCNICA
España (2):
Unai Simón, Eric García, Iñigo Martínez, Carvajal, Marcos Alonso (Jordi Alba 78´), Rodri Hernández, Koke (Sergio Busquets 78´), Carlos Soler (Gavi 59´), Marco Asensio, Dani Olmo y Morata (Ferran Torres 59´).

Seleccionador: Luis Enrique Martínez

 
República Checa (0):
Mandous, Brabec, Jemelka, Zima, Sadílek (Král 30’), Soucek, Coufal, Zeleny (Kalvach 78´), Cerny (Hlozek 59´), Pesek (Tecl 78´) y Kuchta (Jurecka 59´).

Seleccionador: Jaroslav Silhavy
1-0 (24´) Carlos Soler a bocajarro tras pase de la muerte de Marco Asensio.
2-0 (75´) Sarabia empuja a gol un pase de Ferran Torres tras jugada de Gavi.

 

Cüneyt Çakır (Turquía): Mostró tarjeta a amarilla a Carvajal (78´) por parte de España.

Árbitros asistentes: Bahattin Duran y Tarik Ongun (Turquía)

Cuarto árbitro: Alper Ulusoy (Turquía)

Árbitro asistente de vídeo: Abdulkadir Bitigen (Turquía)

Cuarta jornada del grupo A2 de la Liga de las Naciones de la UEFA 2022-2023

Estadio de La Rosaleda (Málaga). Lleno con 30.389 espectadores en las gradas.

Asistió al encuentro el presidente de la RFEF, Luis Rubiales
España 2-0 Rep. Checa 

76 % Posesión 24 %
4 remates a puerta 2
3 remates paradas 2
2 remates fuera 3
7 disparos recibidos 9
1 tarjetas amarillas 0
0 tarjetas rojas 0
13 faltas recibidas 5
5 faltas cometidas 13
129 balones perdidos 111
61 balones recuperados 62
1 fueras de juego 1
 

Gavi lidera, Sarabia ejecuta

La entrada del azulgrana revoluciona el juego de España, que tumba a la República Checa y se sitúa líder tras la derrota de Portugal en Suiza.

Cuarenta años habían pasado desde que España no jugaba un partido oficial en La Rosaleda, así que la fiesta estaba justificada. Se había ganado a la República Checa, se había cuajado el mejor de los cuatro partidos disputados en la Nations League y, como chupito de cortesía, se alcanzaba el liderato gracias al traspié de Portugal en Suiza. Los goles de Soler y Sarabia firmaban una victoria con la que La Roja descansa hasta septiembre con los deberes hechos. Y una sonrisa de oreja a oreja. De Málaga al liderato, se titula el libro. Buena lectura para el verano.

El triunfo se cimentó en la hoja de ruta de Luis Enrique. Lo que el asturiano les pide a sus internacionales es presión, es ahí donde nace todo, la desactivación del rival y el juego propio. Sin pelota, España se ve desnuda, pero lo verdaderamente importante es recuperarla lo más arriba posible. Es allí donde se hace daño. En las horas previas al partido de La Rosaleda, la cuenta de Twitter de la Selección nos mostraba un vídeo de la sesión de trabajo con vistas al partido. En él se ve a los internacionales entrando en una sala en la que repasar conceptos; en la pantalla se lee República Checa: Repliegue. El primero que toma asiento es Morata, alumno aventajado en eso de la presión. “A nivel defensivo, si hay algún nueve como Álvaro en Europa, le iguala, porque superar no le supera ninguno. Y con balón ha estado muy bien en los últimos partidos”, dijo Lucho ya en Málaga. Dicho y hecho. Morata fue el primero en apretar a Zima, Brabec y Jemelka. Y junto al de la Juventus, todos ahogaron la creación de juego de los checos. Así que el balón se convirtió en patrimonio de La Roja, que apenas lo cedió en los primeros diez minutos de partido. Fue una especie de ataque en cascada que obligó e intervenir a Mandous, novedad bajo palos, también a toda la línea defensiva ordenada por Silhavy.

Pero con el paso de los minutos, la República Checa acertó a enfriar la presión española. Lo hizo con calma, sacando el balón siempre jugado, ya fuera con los pies de Mandous o con sus tres centrales. Es cierto que Kuchta, que marcó el 2-1 en Praga y sumaba dos tantos en tres partidos de la Nations, pasaba inadvertido, pero poco a poco la selección centroeuropea ganó oxígeno gracias a Soucek y Sadilek, los ejes sobre los que descansa su centro del campo. Pero sobre todo fue un disparo de Cerny lo que hizo crecer a Chequia. Solo la excelente intervención de Unai Simón, que despejó con su guante izquierdo, firme como una roca, el trallazo raso del delantero del Twente, evitó el gol. Era el minuto 17 y solo dos después, el miedo llegó a la grada, que dejó de cantar tras una galopada de Kuchta. Fue un déjà vu de lo vivido en Praga, una salida checa en la que el balón cruza la línea de presión y deja al delantero en un mano a mano con Unai por más que Iñigo Martínez se dejara el alma intentando entorpecer el remate.

Pero el talento no entiende de lógicas... y menos en el fútbol. Así que, si Koke sirve un balón en ataque cuando son Asensio y Soler su avanzadilla, cualquier cosa puede suceder. En este caso, que el madridista metió cuerpo al defensa, arte en el que ha crecido con los años, se giró hacia su pierna buena y cedió al valencianista, que cumplió con su principal seña de identidad, la de llegador. Los astros se alineaban entonces a favor de España: con el gol de Soler, con la lesión de Sadilek que obligaba a entrar en el campo a Kral, con las buenas noticias que seguían llegando desde Ginebra, donde Portugal caía ante Suiza por 1-0. Y fue entonces cuando la República Checa pareció firmar una tregua, su manera de guardar fuerzas con el descanso ya a la vuelta de la esquina.

Fue tal cual, porque las órdenes de Silhavy surtieron efecto y los checos recobraron las buenas sensaciones previas al gol de España. Cerny intensificaba su amenaza, también lo hacía Pesek, autor del 1-0 en Praga y que disfrutó de una buena ocasión tras un regalo de Carvajal. El madridista pecó de confianza a la hora de cortar un balón y se lo sirvió en bandeja al del Sparta, cuya vaselina se fue alta. Pero fue un aviso serio, la grada lo entendió así, también Luis Enrique. Había que tocar alguna tecla y en este caso no fue una, sino dos. Y vaya dos: Ferran Torres y Gavi, a quien los fans ya le piden su camiseta desde la grada como si fuera Messi. Morata y Soler fueron los relevados.

Luis Enrique barajó de nuevo sus cartas y decidió que fuera Asensio quien rondara en la posición habitualmente reservada para el nueve, aunque en ese ir y venir del balear eran gente como Ferran, Gavi o incluso Olmo quienes se aprovechaban de los espacios. Gavi lo revolucionó todo justo cuando Chequia soltaba otra dentellada en forma de zurdazo de Kral al que respondió con nota Unai. Con la salida de Asensio, sustituido por Sarabia, fue Olmo quien se situó en el centro del ataque. Mucha gente hábil en el césped, mucha gente rápida, faltaba la contra con la que tumbar definitivamente a la República Checa. Y por fin llegó en una combinación fantástica entre Gavi, Olmo y Ferran rematada a gol por Sarabia. Esa era la sentencia. España respiraba y solo había que esperar a que Fran Jovic pitara en Ginebra el final del Suiza-Portugal. Cuando lo hizo, los internacionales españoles celebraban con la afición de La Rosaleda la victoria ante los checos. La fiesta estaba justificada. Feliz verano.

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