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LIGA 2ªDiv. 2021/22 JORNADA Nº22 (2.1.2022)

LIGA 2ªDiv. 2021/22 JORNADA Nº22 (2.1.2022)

PARTIDO OFICIAL Nº 3542

MIRANDES 2-0 REAL ZARAGOZAReal Zaragoza SAD

 Ficha de PartidoTemporada 2021/2022 | Jornada 22 
Fecha:  02/01/2022      Hora:  18:15 h  



































Mirandés
13     Raul Lizoain
2     Sergio
4     ANDERSON
7     Cesar
9     HASSAN
14     Brugue
15     CAPELLINI
17     Marques
19     Garcia De Albeni
22     Riquelme
32     Sanchis
2 0

ÁRBITROS

Principal :     Milla Alvendiz, Luis Mario
Asistente :     Tejero Garcia, Roberto
Asistente :     Rios Vargas, Ivan
4º Arbitro :     Alberola Rojas, Antonio
:     Areces Franco, Victor
:     Sagues Oscoz, Gorka
Real Zaragoza
 Alvarez
 JAIR JR
 Clemente
 Frances
 Juan Jose
11   VADA
16   Eguaras
18   Fran Gamez
20   Gimenez
24   Lluis Lopez
27   Serrano

ENTRENADOR

Escobar Rodriguez, Manuel Maria

SUSTITUCIONES

20   Lopez       

Sanchis (46’)
23   Rey       

Cesar (64’)
29   Marcos       

HASSAN (78’)
34   Rafael       

Garcia De Albeni (89’)
21   LETIC       

Marques (89’)
GOLES
1-0     Marques (13’)
2-0     Marques (78’)

TARJETAS
Sanchis (21’)     
Cesar (24’)     
CAPELLINI (37’)     
Lopez (46’)     
ANDERSON (68’)     
Serrano (12’)     
VADA (37’)     
Clemente (71’)     
Frances (83’)     

ESTADIO: Estadio Municipal de Anduva



Ciudad: Miranda de Ebro
Fecha: 02 de enero de 2022

ACTA DEL PARTIDO

ENTRENADOR

Martinez Jimenez, Juan Ignacio

SUSTITUCIONES

21   Zapater       

Eguaras (54’)
26   Sainz       

Fran Gamez (54’)
22   Bermejo       

Juan Jose (76’)
31   Azon       

Clemente (76’)
8   Adrián       

Serrano (81’)


Mirandes 2-0 Real Zaragoza

42.2 % Posesión 57.8 %
3 remates dentro 2
2 disparos bloqueados 2
4 remates fuera 8
12 disparos recibidos 9
5 tarjetas amarillas 3
0 tarjetas rojas 1
9 faltas recibidas 16
18 faltas cometidas 11
123 perdidas de posesion 122
57 recuperaciones de posesion 56
1 fueras de juego 1
xxxxxx

El Real Zaragoza sigue fuera de onda tras la Navidad y cae en Miranda con claridad

Los burgaleses derrotan 2-0 a un pobre equipo aragonés, sin fútbol ni llegada a portería. Vada dejó vendido al grupo con una imperdonable expulsión en el minuto 37.

 

Pensar, soñar, con que un simple cambio de calendario, que por el hecho de arrancar una hoja o retirar un taco y poner otro con una cifra más, las cosas van a cambiar de raíz tiene más de superstición que de sentido común. Eso demostró esta tarde el Real Zaragoza de manera empírica. Sus males y defectos siguen activados pese al año nuevo y el parón de Navidad. Y encadenó la tercera derrota sin anotar gol, con un juego que es de preocupar a corto plazo. Dio igual que Juan Ignacio Martínez ‘Jim’ cambiase el sistema y buscara estímulos. Tal vez, de donde no hay, no se puede sacar. Es posible que sea eso.

Fue un querer y no poder desde el primer toque de balón del Real Zaragoza. Dominio estéril, control insípido, rareza en la disposición táctica con un 5-3-2 que estrenaba Jim de inicio y que ofreció rozamientos e inadaptación por muchas zonas del campo… por ahí se desarrolló el juego blanquillo, tan inerte como de costumbre en ataque y, claro está, tan vulnerable en su portería cuando el rival llega con algo de intención. Dos disparos hizo el Mirandés antes del descanso y marcó un gol. Una docena de pseudo remates ejecutó el cuadro aragonés para no ver portería. Nada nuevo. Lo de siempre. Los males no se espantan con 12 uvas ni con propósitos de enmienda de boquilla. El fútbol exige hechos, aplicación, juego real.

En el minuto 13 ya ganaba un Mirandés aquejado de siete bajas por covid, algunas de gran relevancia como la de su goleador Camello, o Íñigo Vicente, o Meseguer, o Simón Moreno, o Álex López, u Odei. El Real Zaragoza, que mandaba con ritmo lento en el tempo del duelo, perdió un balón en la medular, se coló de lado a lado Hassan (cedido del Villarreal), regateando a diestro y siniestro, pasó a Riquelme (jugadorazo prestado por el Atlético de Madrid) para que este diera un centro preciso al corazón del área chica, a la cabeza de Marqués (venezolano cedido por la Juventus de Turín y excanterano del Barça), que anotó a puerta vacía. Se la comió Cristian Álvarez y toda la caravana de centrales que jugaron en el once zaragocista, todos: Francés, Lluís López, Jair y Clemente, este como lateral carrilero, rol extraño.

En menos de un cuarto de hora, habíamos vuelto no a 2021, sino a infinidad de años antes, los feos de este Zaragoza ramplón de Segunda que viene desde 2013. Narváez, pareja del desaparecido Álvaro Giménez en punta, amagaba pero no daba. Francho, más en el suelo que de pie, marró dos disparos a portería con muchas opciones de acercarse al gol. Uno lo estrelló en un defensor, el otro lo colgó en el aparcamiento del fondo norte, fuera del campo. Vada fue una piedra en el zapato de Jim, pues dejó al equipo tirado en el minuto 37 por una expulsión imperdonable (agredió a Capellini como si de un partido de laboral se tratase, increíble), lanzó alta una falta directa en el minuto 25, en lo que fue la ocasión más cercana al tanto de los blanquillos. Poca cosa, casi nada. Y Clemente, singular carrilero, golpeó fatal una dejada de Narváez poco después con toda la portería para él.

La roja de Vada aún acrecentó más las carencias manifiestas de los de Jim, que siguieron manejando la pelota en tierras de nadie, sin saber dar el último pase (ni siquiera Eguaras, retornado al equipo con el cambio de mecanismo) ni hallar la portería desde lejos como recurso ante la inoperancia general. Hasta el descanso, impotencia a discreción. Y los del Mirandés, que se sabían tocados de ala por la covid, vivían en una nube de nirvana. Lo tenían todo de cara. Habían hecho lo difícil (con el Zaragoza de por medio, no tanto), que era marcar enseguida. Y tenían enfrente a un rival torpe, en inferioridad numérica y sin capacidad de hacerles cosquillas en la portería de Lizoain.

El descanso poco cambió. Escobar, técnico local, retiró al joven Sanchís, amonestado, para evitar equilibrar de nuevo la contienda en futbolistas. Y Jim siguió igual. Confiaba en una resurrección, aunque eso es más del tiempo de Semana Santa que de Año Nuevo. Los primeros 10 minutos de la reanudación fueron deprimentes. Era normal que el Mirandés gobernase más el balón, por aquello de estar uno más. Pero no era normal que Álvaro Giménez se la diese varias veces a los de rojo, en fallos gruesos. O que los zaragocistas se convirtieran en máquinas de perder balones rápidos y sencillos. Nadie encaraba. Nadie regateaba ni saltaba una sola línea. Todo previsible, plano.

Los burgaleses, sin hacer nada del otro mundo, se hicieron amos de la pugna de cabo a rabo. Gelabert, en el 59, disparó al larguero, solo en el borde del área, con la defensa aragonesa contemplativa, muy teresiana y agustiniana en sus poses. O sea, lo contrario de lo que era necesario para tratar de equilibrar el marcador en circunstancias tan enrevesadas. Brugué repitió travesaño en un córner en el 70. Cristian Álvarez tuvo que salvar un córner directo de Riquelme en el 67 que se colaba por la primera escuadra y hubo dos centros al área pequeña que los puntas locales no atinaron a tocar con todo a favor. Estaba más cerca el 2-0 que otra cosa. Quizá hasta una goleada. Del Real Zaragoza no hubo noticias en ataque hasta el 69, cuando Narváez voleó mal, fuera, un balón cabeceado por Jair en el borde del área tras falta lejana botada por Zapater, al que Jim acababa de dar el timón en vez de Eguaras, en un doble cambio donde Sainz relevó a otro ido toda la noche, Gámez.

Azón y Bermejo serían poco después otras balas de plata de Jim. O de otro metal de la tabla de elementos, con menos quilates. Jair cabeceó con blandura otra falta de Zapater en el 74, poco antes. Bala de madera de boj, de corcho. Era nadar para morir en la orilla, porque enfrente había más y mejor rival. Y el 2-0 llegó por decantación. Otra vez Marqués, al que los zaragocistas hicieron internacional. Efecto viejo conocido. El venezolano cabeceó en el segundo palo por encima del Cristian un centro de Brugué que la zaga aragonesa se comió por alto con una gentileza bárbara. Era el minuto 79 y todo estaba acabado.

Menos mal que el Mirandés jugó con medio equipo de baja médica. De haber estado al completo y con ganas de hacer sangre, este Zaragoza de fútbol paupérrimo e imagen pusilánime podía haber salido goleado de Anduva. Tres batacazos seguidos llevan los de Jim. Sin marcar un solo gol ante Almería, Tenerife y Mirandés. Algo sucede ahí dentro que antes no se ha visto en la primera parte de la temporada. El equipo ha perdido la sintonía, la frecuencia, la radio entera. Entrar en terrenos de derrotas en cadena es veneno. Peligro. Y los mil blanquillos que se desplazaron a Anduva, esta vez, más allá de sus ánimos en un principio, acabaron dieron la vuelta a la diligencia y se convirtieron en fiscales de los problemas. Toda moneda tiene dos caras. Es inevitable.

Ficha Técnica

CD Mirandés: Lizoain; Carreira, Arroyo, Capellini, Sanchís (Iago López, 46), Rementería (Erik, 89); Gelabert (Oriol Rey, 64); Riquelme; Hassan (Olguín, 80), Brugué; y Marqués (Letic, 89).

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Gámez (Sainz, 64), Francés, Lluís López, Jair, Clemente (Bermejo, 76); Eguaras (Zapater, 64), Francho (Adrián González, 81), Vada; Narváez (Azón, 76) y Álvaro Giménez.

Árbitro: Milla Alvendiz (Comité Andaluz). Expulsó con roja directa a Vada (37) por agresión. Amonestó a Francho (11), Sanchís (21), Gelabert (24), Capellini (39), Carreira (46), Arroyo (68), Clemente (71) y Francés (83).

Goles: 1-0, min. 13: Marqués. 2-0, min. 79: Marqués.

Incidencias: Tarde-noche agradable, algo fresca, en Miranda de Ebro, con 12 grados al inicio del partido (las 18.15) tras un día con sol y nubes. El césped de Anduva presentó un buen estado. En las gradas hubo alrededor de 1.000 seguidores zaragocistas entre los 3.076 espectadores que acogieron las tribunas del estadio. En el Real Zaragoza fue baja por covid Chavarría. En el Mirandés, siete jugadores del primer equipo estuvieron ausentes por el mismo motivo: Camello, Simón Moreno, Íñigo Vicente, Álex López, Meseguer, García de Albéniz y Odei.



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