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PARTIDO Nº 666 ALBANIA 0-2 ESPAÑA (9-10-2016)

PARTIDO Nº 666 ALBANIA 0-2 ESPAÑA (9-10-2016)

Camiseta Blanca Seleccion Española 2016:  

 

  

ALBANIA

Partido 666

  

ESPAÑA

 

 0-2  

 

Clasificación Mundial 2018

9 Octubre 2016

Shkodër

Estadio:Loro Bririçi

0-1, m.55: Diego Costa.

 0-2, m.62: Nolito

Ficha técnica


0 - Albania: Berisha; Hysaj, Djimsiti, Mavraj, Agolli; Xhaka (Hyka, m.75), Lila, Memushaj (Basha, m.68), Roshi, Lenjani (Aliji, m.46) y Balaj.

2 - España: De Gea; Sergio Ramos (Íñigo Martínez, m.80), Piqué, Monreal; Busquets, Koke, Thiago, Iniesta (Isco, m.78); Vitolo (Nolito, m.59), Silva y Diego Costa.

Goles: 0-1, m.55: Diego Costa. 0-2, m.62: Nolito.

Árbitro: Bas Nijhuis (Holanda). Amonestó a Agolli (45), Mavraj (70) por Albania; y a Thiago (25) por España.

Incidencias: encuentro correspondiente a la tercera jornada del Grupo G de clasificación al Mundial 2018, disputado en el Loro Borici Stadium, ante la presencia de 15.300 espectadores.

 

Albania 0-2 España

27 % Posesión 77 %
0 remates poste 0
0 remates a puerta 6
4 remates paradas 0
1 remates fuera 4
0 remates otros 3
2 tarjetas amarillas 1
0 tarjetas rojas 0
9 faltas recibidas 16
15 faltas cometidas 8
83 balones perdidos 67
42 balones recuperados 63
1 fueras de juego 2
0 penalties 0
15 intervenciones portero 4

 

España pega un estirón y se impone a Albania

La Roja, de nuevo con más juego que remate, cierra la semana como líder de grupo

Con mejor resultado, a España le tocó reproducir en Albania un encuentro casi calcado al de Italia del pasado jueves. Frente a dos rivales enjaulados en su trinchera, la Roja jugó mejor de lo que remató. Y en ambas ocasiones, dos jaimitadas de los porteros ajenos le abrieron el camino. Al chasco de Buffon le sucedió el de Berisha, que tras un despeje con el juanete subió la persiana para el gol de Diego Costa ya en el segundo tiempo. Nolito puso el broche, porque a Albania no le dio para cambiar de escala e ir a por el empate. Está muy lejos de ser Italia, así que los chicos de Lopetegui capearon sin angustia alguna hasta el final. Suficiente para sellar la semana como líder en una fase de clasificación que solo garantiza el billete a Rusia 2018 a quien encabece su grupo.

Lopetegui sorprendió con la alineación. Si ya resultó chocante que no convocara a un suplente para Jordi Alba, con el buen racimo de laterales zurdos del que dispone, no fue menos extraño que concediera la titularidad al último alistado, Monreal, llegado a Albania horas antes para paliar la lesión del azulgrana. Nacho, central suplente en el Madrid que a veces resuelve como lateral, fue improvisado como relevo de Alba en Italia. En Albania se quedó a la sombra. Tampoco compareció el otro defensor derecho, Carvajal, sustituido por Thiago. El seleccionador limitó la zaga a Sergio Ramos, muy volcado a la derecha, Piqué y el propio Monreal, con Busquets de centinela para las coberturas. Un equipo dispuesto para colonizar el juego, para embotellar a los albaneses, en las cuerdas toda la noche. Así fue desde el primer suspiro. Grapada la pelota, y con mucha libertad de movimientos para Thiago, Iniesta, Silva y Koke, el partido solo tuvo una dirección. Como ya sucediera en Turín, a España le tocaba derribar un muro, aunque con peores picadores enfrente.

No son pocos los adversarios ante los que la Roja precisa tirar de fórceps. Hasta en sus mejores tiempos fue una selección con más pelota que gol. El cuento no ha cambiado. El peso recae en el ingenio y la sutilidad de sus volantes. Diego Costa, el atacante puro, es un futbolista distinguido a campo abierto. En los barracones rivales queda enladrillado. Durante 55 minutos, el asunto no fue una excepción frente al entusiasta grupo de albaneses que ha reclutado De Biasi por todos los rincones. Hasta que una pifia del meta Berisha le abrió el gol de par en par. Con sus defensas de salida, el portero despejó con la uña, el balón cayó a pies de Vitolo, que combinó con Silva y el canario hizo una concesión a Diego Costa, que necesita todos los auxilios posibles. Frente a una retaguardia desamparada por su guardameta, el ariete del Chelsea cazó el tanto a puerta vacía.

Hasta dar en la diana, al conjunto español le faltó precisión para el pase terminal. Frente a tanto piquete local, la trama requería paciencia, rumiar el choque para deshacer los nudos. Los centrocampistas se asociaron bien, con constantes permutas, sin más referencias fijas para los albaneses que la de Diego Costa, anidado en la zona central del ataque. De dos buenas combinaciones llegaron las dos mejores ocasiones del primer tramo. Berisha, mejor con las manos que con los pies, evitó los remates de Koke y Vitolo. También tuvo un sencillo cabezazo Costa, pero apenas rebañó el balón.

Nada alteró Lopetegui en el intermedio. Las mismas constantes hasta el gol de Costa. Albania no tenía plan b, así que mantuvo el hormigón incluso en desventaja. Pese a su envite en la reciente Eurocopa de Francia, aún es una selección muy chata. Si el pase a la red de Diego Costa la dejó al borde del colapso, Nolito le dio la puntilla definitiva. Relevo de Vitolo, el andaluz hace tiempo que se abrió camino al gol por la misma vía. La vía que tanto exploró con éxito el francés Henry. En ese trance no hay mejor sucesor del galo que Nolito. Tal que Henry, se infiltra en el área desde la izquierda y se perfila para el remate combado con la pierna derecha. Dos especialistas en el disparo arqueado, suerte que manejan de maravilla. Así llegó el segundo azote español. Un gol genuino de Nolito. Un tanto para liquidar el partido. Con todo hecho, en un campo cada vez más enfangado y bajo un aguacero solo un sobresalto final. A la lesión de Alba en Italia se sumó la de Sergio Ramos, retirado por molestias en la rodilla izquierda. Las únicas pesadumbres de estos dos parciales rumbo a Rusia cerrados con buena nota y cuatro puntos para el optimismo. Un estirón tras sus dos salidas más difíciles.

 

España derriba un muro y da un golpe de efecto al grupo

La selección española se reencontró con el triunfo en Albania, donde ganó con tantos de Diego Costa y Nolito.

La selección española se reencontró con el triunfo en Albania, donde derribó el muro defensivo local con tantos de Diego Costa y Nolito, para arrebatar el liderato a su rival tras un ejercicio de paciencia con premio (0-2) y que pudo ser mayor si Italia no hubiese ganado al final.

El dominio sin pegada de Turín dejó aspectos a pulir en una nueva salida dura a Shkoder. Julen Lopetegui es uno de esos técnicos de la nueva hornada estudiosos del fútbol hasta casi la obsesión. Ensaya variantes tácticas para modificar sobre la marcha.

Ante Albania esperaba un rival encerrado, líneas juntas y pocos espacios. No le tembló el pulso para comenzar con defensa de tres en un giro de tuerca más. Ramos recordaba viejos tiempos con incorporaciones en la banda derecha y Monreal caía a la izquierda.


La atención debía de ser máxima en el repliegue. Las ayudas de Busquets al central rápidas en fase defensiva en los pocos segundos que España no tenía la posesión. Llegó a alcanzar el 85%, quizás con demasiados jugadores de un mismo perfil. Koke, Thiago, Iniesta y Silva extienden un estilo pero representan lo mismo.

El control fue total pero tras perdonar las pocas ocasiones que concedió el rival en el primer acto, hacía falta acierto para no entrar en un bucle.

Albania no tuvo complejos para encerrarse con defensa de cinco en su terreno. Si lo había hecho Italia de local, con empate final, su idea se reforzaba aún más. España necesitaba velocidad y verticalidad para conectar con Diego Costa, atrapado en una telaraña de centrales.

La consigna del italiano Di Biasi, entrenador de Albania, era clara. Cuando su equipo tuvo el balón salió disparada con fútbol directo. La ausencia de laterales en la Roja dejaba las bandas por explotar.
Para España, el partido era un ejercicio de paciencia. Cuando no derriba el muro rival pronto, se ve obligado a insistir intentando no perder su estilo cayendo en balones largos a la nada.

Berisha mantuvo en pie a su selección con dos grandes intervenciones. Koke se asoció con Diego Costa y la dejada de tacón la chutó el centrocampista rojiblanco para provocar la primera parada del meta local. Se lucía también a los 18 minutos con una estirada al disparo de Vitolo desde la frontal, con rosca tras dejada de Thiago.

Albania se asfixiaba ante la presión, sin salida de balón y se jugaba todo a un exceso de confianza español. Un error de Busquets en la salida de balón levantaba el ánimo a la fiel afición local, que disfruta del momento de su selección tras jugar la Eurocopa. Cuando pasaban el centro del campo explotaba la fiesta.

Koke caía a la izquierda y Vitolo a la derecha. Cambiaban de banda buscando mayor protagonismo mientras Iniesta intentaba trazar espacios con paredes. Su tarea era complicada y Thiago acabó mostrando su calidad en balones picados a la espalda de la defensa rival con el exterior de su pie.

Costa perdonó un cabezazo a pase de Ramos y la única llegada de Albania, que no tiró a la puerta de De Gea en todo el partido, llegó en un contragolpe que culminó Roshi con un disparo al lateral de la red. Fueron los únicos momentos, en el final del primer acto, cuando España se precipitó con balones en largo y disparos desviados tras rechaces. Era un asedio con los albaneses despejando como podían cada ataque encerrados en su área.

El guión se repetiría en la segunda mitad con la diferencia del acierto en el remate español. Piqué volvió a tener la primera, pero remató a las manos de Berisha, antes de que España pasase factura al único error grave de su rival. De un mal saque de puerta salió el pase de Vitolo a Silva y la generosidad del isleño para regalar el tanto a Diego Costa. Premio a su lucha incansable. Fin a un nuevo debate en torno a su figura.

En diez minutos la Roja encontraba el premio tan buscado y con el marcador a favor no cambió su idea. Fue a por más y lo consiguió con rapidez. Nolito, recién entrado al partido, porfió un balón y con calidad puso su disparo cruzado ajustado al poste. Era la sentencia. El fin de un partido durísimo precedido de diluvio y que tuvo su fin tras un aguacero, un susto con lesión de Ramos y el paseo final con la bonita ovación de la afición albanesa al maestro Iniesta.

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