El equipo de Carlo Ancelotti fue dominador del balón en buena parte del encuentro, prácticamente no sufrió jugadas de riesgo en contra y logró la manera de preocupar a un bien plantado San Lorenzo. Fue una exhibición suficiente como para justificar un título que faltaba en las pobladas vitrinas del club. En las tribunas, espolearon al equipo los miles de hinchas marroquíes que hicieron del estadio un pequeño Santiago Bernabéu. Hasta se cantó el "¡Campeones, campeones!" con el ya conocido ritmo español.

Los argentinos, apoyados ruidosamente por un buen puñado de miles de hinchas, metieron la garra que se les presumía e intentaron cortar los circuitos del juego del Madrid con éxito parcial. Concedieron terreno y buscaron salir rápido de contra tras presionar en la mitad de cancha. Pueden irse con la cabeza alta, y así se los reconoció su gente, pero futbolísticamente fueron inferiores.

Manejó el juego el Madrid, aún sin crear tantas opciones como la tenencia podría indicar (63% contra 37). Al minuto, Toni Kroos robó un balón en la frontal del área y abrió a Cristiano Ronaldo, siempre vitoreado desde las gradas. El centro del portugués no fue alcanzado por poco por Karim Benzema. Luego, el propio francés y Gareth Bale probaron los guantes de Torrico.

Ramos y Bale, los verdugos
Iban los blancos sin desesperarse aunque sin preocupar más que lo detallado cuando apareció la conexión mágica entre Kroos y Sergio Ramos. Como en la semifinal ante el Cruz Azul, un centro perfecto del alemán buscó y encontró la cabeza del central, que le dio de pique al suelo (2-0, 37').

El segundo tiempo vio el mismo encuentro: San Lorenzo redoblando esfuerzos defensivos y el Madrid buscando paciente el hueco. Lo encontró en una gran jugada colectiva en la puerta del área que dejó solo a Bale, que definió abajo ante la respuesta débil de Torrico (2-0, 51').

Bauza robó ser más audaz dando ingreso a Leandro Romagnoli, pero el Ciclón apenas inquietó con un remate de Juan Mercier que despejó Iker Casillas en su única parada de la noche.

Pudieron aumentar los españoles con un par de llegadas mal terminadas, tuvo su gol Cristiano pero el cabezazo murió en Torrico y el partido se diluyó hasta el pitazo final que decretó que el Real Madrid es el nuevo mejor equipo de clubes del mundo.