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20.8.2012 - LIGA 1ªDiv. 2012/13 JORNADA Nº 1

20.8.2012 - LIGA 1ªDiv. 2012/13 JORNADA Nº 1

 

Partido Nº 1949 del R.ZARAGOZA  en 1ª Div.

 REAL ZARAGOZA 0-1 REAL VALLADOLID

 

Zaragoza


Valladolid

0

Goles

1

0

Asistencias

1

11

Disparos

6

3

Disparos a portería

2

2

Paradas

3

0

Goles de penalti

0

0

Penaltis

1

14

Centros

9

4

Saques de esquina

4

4

Fueras de juego

1

17

Faltas cometidas

14

2

Tarjetas amarillas

5

0

Tarjetas rojas

0

 

Ficha técnica:

0 - Real Zaragoza: Roberto; Obradovic (Wílchez, min.68), Paredes, Álvaro, Abraham; Romaric (José Mari, min.46), Zuculini (Aranda, min.56); Montañés, Apoño, Edu Oriol; y Postiga.
1 - Real Valladolid: Jaime; Rukavina, Jesús Rueda, Marc Valiente, Balenziaga; Omar, Álvaro Rubio (Sastre, min.78), Ebert (Lolo, min.87); Óscar y Javi Guerra.
Goles: 0-1. Min.45, Óscar González
Árbitro: Hernández Hernández. Amonestó por el Valladolid a Jaime, Álvaro Rubio, Óscar González, Sastre y Lolo y por el Zaragoza a Apoño y José Mari.
Incidencias: partido correspondiente a la primera jornada de la Liga BBVA celebrado en el estadio de La Romareda, en noche muy calurosa con terreno de juego en muy malas condiciones, ante unos 8.000 espectadores.

 

Amargo arranque del Real Zaragoza

Un solitario gol del ex blanquillo Óscar sirvió para que los de Manolo Jiménez cayeran derrotados por 0-1 en su debut. Obradovic se lesionó y tuvo que ser sustituido.

Para la gran mayoría, entre las 23.00 y la 1.00 es la hora de abrazar la almohada para comenzar el descanso que sirva de transición entre un día y otro. Es tiempo de relajación. De sueños y, en ocasiones, también de pesadillas. Este lunes, ya martes cuando el árbitro hizo sonar el pitido final, también fue tiempo de fútbol. El momento de ver cómo el Real Zaragoza caía derrotado ante el Valladolid por 0-1 en su andadura en la temporada 2011/12. Cita altamente esperada tras el milagro conseguido el pasado curso. Una expectación que consiguió llenar La Romareda hasta, aproximadamente, medio aforo. Seguramente, buena entrada habida cuenta de las condiciones que rodearon al choque.

Sobre el verde, casi marrón debido a las gigantescas calvas que lo poblaban, restaba por conocer qué versión blanquilla adornaría la sesión golfa. Si agradables como la más dulces experiencias oníricas o, por el contrario, un conjunto zaragocista más terrenal, cuya despierta realidad dibuja un cuadro incompleto que todavía debe compactarse.

Finalmente, como casi siempre que la fase REM no está por medio, la lógica acabó imponiéndose y los de Manolo Jiménez, patrón e ideólogo principal del proyecto, se mostraron todavía muy lejos de su mejor versión. Incompletos, con algún altibajo importante en su juego, pero constantes y voluntariosos como la pasada campaña. De momento, lejos de la pesadilla.

Las circunstancias obligaron al entrenador blanquillo a improvisar una línea defensiva que él mismo definió como “inédita”. Tres laterales izquierdos, Obradovic, Paredes y Abraham, acompañaron a Álvaro en la retaguardia. Situación que se complicó todavía más con la lesión del serbio en la segunda parte. El experimento, que salió mal si se tiene en cuenta el resultado, curiosamente hizo más aguas por el perfil zurdo que por el diestro, por el que sí llegó el gol.

Ocurrió en el último minuto de la primera mitad, momento en el que los zaragocistas flaquearon alarmantemente en sus fuerzas, sobre todo en el centro del campo. Centro de Omar, ex del Huesca, y remache de Óscar, ex del Real Zaragoza. El mediapunta, en su celebración, se señaló con rabia su nombre, gesto que enfadó notablemente a la grada.

Cambio de registro

Tras la vuelta de vestuarios, Jiménez se vio obligado a sustituir a Romaric, que finalmente formó en el once inicial. El de Costa de Marfil dejó su sitio a José Mari, que cumplió de esta manera su sueño de debutar en Primera. El roteño, notable en lo táctico y aseado en el toque, se mostró como una opción válida para la élite. Permitiendo un centro del campo ocupado por un doble pivote, el que formó con Apoño.

La salida de Aranda, que entró por Zuculini en el 55, mutó al equipo en un 4-4-2 que le dotó de mayor protagonismo en el choque. Monopolizándolo prácticamente, con la única excepción del penalti errado por el Valladolid. Fue en el minuto 68, cuando Hernández Hernández entendió que Apoño había tocado con la mano cuando formaba parte de una barrera. Roberto despejó hacia el palo el lanzamiento de Víctor Pérez y la gesta pareció posible.

Un centro envenenado de Edu Oriol en el 75 dio paso a un carrusel de ocasiones inconclusas. Postiga falló una volea tras una dejada con el pecho de Aranda, Apoño vio como un magnífico disparo desde la frontal se le marchaba a escasos milímetros del palo izquierdo y Roberto subió a rematar a la desesperada en el descuento. Nada sirvió. Los tres puntos volaron hacia la capital vallisoletana, aguando el sueño a la afición zaragocista.

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